La crisis social, económica y política post-Coronavirus o el capitalismo en crisis. La función de las izquierdas

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La crisis social, económica y política post-Coronavirus o el capitalismo en crisis.
La función de las izquierdas
Carlos Martínez es politólogo y secretario general del PSLF

La crisis capitalista mundial ya estaba en marcha. Hay que repetirlo pues la extrema derecha y el fascismo pretenden hacer creer que es una crisis en el reino de España, por la mala gestión del gobierno de progreso, lo cual es mentira, el problema será como aborde la crisis este gobierno y que de hacerlo según las recetas de los técnicos y “expertos” de la Unión Europea y los de los servicios de estudios de los grandes bancos privados, si favorecerán al fascismo y la extrema derecha que es el PP.


La crisis hay que repetir la provoca el amado por Casado y Abascal, Trump, con su guerra comercial contra China, Rusia, e incluso contra España y la Unión Europea. Es el imperialismo trumpista el que espera sacar provecho de su guerra mundial abierta y el PP y VOX son la quinta columna de Trump en el reino de España. Pero ni en esto, que le pudiera favorecer, hace pedagogía Pedro Sánchez, pues teme la reacción de Trump. Sé que simplifico para que se me entienda, pero no miento.
La cuestión es la solución a adoptar y que debe hacer la izquierda. Para esta crisis decir que la solución es más Europa es distraer o hacer una declaración de buena voluntad simplemente, máxime cuando Europa, que en realidad es la Unión Europea de la que no toda Europa es miembro, recurre a la deuda externa y a endeudarse con bancos privados en un doble rescate de bancos y sector privado de producción (menos) y servicios.


Cuando ciertas izquierdas le abren el paso a las políticas de derechas o ultra-liberales, lo que acaba ocurriendo es que se abren las puertas a las derechas. En España las carencias son terribles y es precisamente por culpa de la Unión Europea que nos obligó a desmantelar nuestra minería e industria y a asfixiar a parte importante de nuestra agricultura, conduciéndonos lo que nos trae a esta situación, teniendo una dependencia suicida del turismo, como llevamos años denunciando. Luego mucho cuidado con las obligaciones que la UE nos va a imponer al objeto de favorecer al sector privado y seguir imponiendo privatizaciones, porque haber si se dice una vez la UE es mayoritariamente conservadora y sus técnicos directivos son conservadores y neoliberales en su inmensa mayoría, profundamente ligados a Lobby privados.


Por tanto solo la existencia de un plan de recuperación que incluya la reindustrialización y la defensa de la industria y las nuevas industrias de energía verde y componentes respetuosos con el medio ambiente, la defensa de la agricultura, su reforma, modernización y cambio de estructuras agrarias nos darán algún futuro a nosotras y nuestras hijas e hijos. La mejora de los servicios públicos con más personas trabajando en la sanidad pública, la educación pública, los cuidados y los servicios sociales donde se pueden crear miles de empleos públicos de calidad y de personas que sí que pagarán impuestos, se podrá conseguir el doble objetivo de colocar y crear más bienestar, al tiempo que recaudar para pensiones y sanidad.


El turismo solo puede ser un apoyo o bien nuestro modelo es Túnez o Mónaco. Nuestra sanidad necesita miles de refuerzos o bien nuestro modelo es Bolsonaro y Bolsonaro es el modelo de VOX, del PP y hoy ya de la derecha felipista del PSOE aunque lo nieguen, pues digan lo que digan, al final recortan mientras el virus cabalga incontrolado.
Una izquierda consecuente y de clase, feminista y democrática, debe llamar a la movilización, pues el paro se va a incrementar, la pobreza crecerá a límites insostenibles y el modelo de recuperación de la gran patronal y de la derecha es: menos público, más privado, menos derechos laborales y más represión. Luego la supresión de la reforma laboral y de la ley mordaza son imprescindibles y ya deberían estarlo, de no hacerlo y el gobierno demostrará que en realidad gobierna para los intereses de la patronal, la derecha y la corona.


A esta crisis hay que sumar la crisis del estado. La extrema derecha y los fascistas son monárquicos y apoyan a la monarquía pues esta también es derechista y defiende un entramado empresarial del que ha recibido miles de comisiones y regalos. Nadie y menos un capitalista regala nada gratis. La Constitución manipulada y extorsionada por las extremas derechas es ya un simple instrumento para reprimir y no para garantizar la libertad y la justicia, además del reparto y la igualdad y encima ahora lo sabemos, fue construida al objeto de garantizar la supervivencia de un personaje que la utilizó para enriquecerse y nos ha engañado a la mayoría de los españoles y españolas y encima ha tenido la cara dura de defender la unidad sacrosanta del reino de España, impidiendo el federalismo, el laicismo y la igualdad. La monarquía no es democrática.


El gobierno lo tiene complicado pero la clase trabajadora y las clases populares más. Ahora debe decidir para quien gobierna y si lo hace pidiendo unidad lo hará para los ricos y las clases poseedoras, pues la unidad es entorno a lo que hay y ¿Que es lo que hay? Corrupción e injusticia. Hace falta organizar a las clases trabajadoras, también políticamente.

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