Socialismo21 » 5 septiembre, 2013

Daily Archives: 5 septiembre, 2013

Tambores de guerra sobre Siria. (IV)

images (3)«Lo decíamos en un artículo anterior: nunca desde 1962, ha sobrevolado sobre el conjunto de las naciones el peligro de una guerra generalizada, tal y como lo denunció la ministra de Asuntos Exteriores italianas, Emma Bonino».

Eduardo Luque.

El presidente Obama continúa dando pasos hacia la guerra directa contra Siria. La otra, la intervención indirecta, hace dos años y medio que arrasa el país. Las declaraciones del inquilino de la Casa blanca el 4 de octubre insisten una y otra vez en el culpable (Al-assad) y el castigo (la guerra generalizada).

El discurso de la legalidad internacional queda arrinconado, cada vez  más se demuestra que el gobierno Obama carece de la entidad moral o la credibilidad para sostenerlo; no puede esperar a la resolución de los inspectores de la ONU sobre el terreno porque sabe que todo el entramado se hundiría.

No hay pruebas reales de la utilización del gobierno de Al-Assad de las armas químicas, incluso los grandes rotativos norteamericanos proclives al presidente, preguntan por las supuestas pruebas aún no presentadas a la opinión pública.

Los actores se van quitando las máscaras.  Erdogan, el presidente turco, atrapado por su apoyo a los “hermanos musulmanes sirios” y dependiente del dinero Saudí, clama por la guerra sin más, aunque no pudiera probarse el uso de armas químicas.

El francés Hollande rehace continuamente el argumento, ahora habla de la seguridad de “Francia”; la mayoría parlamentaria que lo sustenta se resquebraja, la derecha francesa, no está de acuerdo con el ataque, espera el aval de la ONU. Arabia Saudita compra la intervención del ejército francés, acaba de cerrar un jugoso negocio con el gobierno galo al que comprará armamento por valor de 1000 millones de euros y otros 3000 millones más si el gobierno francés continúa manteniendo la misma postura respecto a Siria.

Obama, incapaz de ofrecer pruebas concluyentes, insiste en el riesgo para EEUU y los aliados en la zona. La Liga árabe en un gesto inesperado ha asestado un duro golpe al frente belicista. El Secretario de Estado norteamericano que había dado por descontado el apoyo de esta organización al ataque ha visto con incredulidad y asombro como la propuesta de intervención presentada por Arabia Saudita y Qatar ha sido rechazada por los demás países a pesar de la dependencia económica de aquellos respecto a las petromonarquías del Golfo.

Mientras, la lógica de la guerra se impone. En las últimas horas, Hezbollah ha retirado los móviles a sus combatientes (silencio radiofónico) en el Líbano y ordenado la concentración de las tropas en sus puntos de combate. Los arsenales han sido abiertos. El estado mayor conjunto de la resistencia libano-sirio-iraní hace días que trabaja, preparando un conflicto que con toda seguridad no se limitará a un mero acto”punitivo y puntual” (aunque este cueste miles de muertos) sino que dibuja una guerra generalizada.

El ejército sirio ha movilizado a todas sus reservas, sus escuadrones de misiles estratégicos están en el nivel más alto de vigilancia. Los ejércitos de Arabia Saudita, Turquía, Israel, al igual que Irán, están en estado de máxima alerta. Los misiles, lanzados hace dos días frente a las costas sirias como “prueba” y reivindicados por Israel,  tenían como objetivo calibrar las defensas sirias. Fueron los radares de alerta temprana rusos en el sur del país, los que, a los pocos segundos del lanzamiento, habían localizado los misiles y establecido su trayectoria.

Por precaución, e inmediatamente al lanzamiento, los propios misiles balísticos rusos fueron puestos en estado de alerta. Un incidente semejante, aunque no tan grave, acaeció en 1995 cuando el lanzamiento de un cohete meteorológico noruego, lanzado sin avisar, provocó la puesta en alerta de los escuadrones de bombardeo estratégico ruso. Cualquier error en este terrible juego de ajedrez puede tener consecuencias inimaginables.

Lo decíamos en un artículo anterior: nunca desde 1962, ha sobrevolado sobre el conjunto de las naciones el peligro de una guerra generalizada, tal y como lo denunció la ministra de Asuntos Exteriores italianas, Emma Bonino.

También añadíamos y lo continuamos sosteniendo que el presidente Hollande y especialmente el presidente Obama se han subido a un árbol y no saben cómo bajar de él. Su propia retórica belicista los ha atrapado. En este momento la administración Obama enfrenta la crisis en una situación de división interna; varios sectores se enfrentan.

Uno, terriblemente belicista y aliado de Israel, promueve la guerra generalizada contra el Líbano, Siria e Irán. Sus mentores son Robert Kagan, Lawrence F. Kaplan, Joseph I. Lieberman… agrupados en torno a un grupo de presión denominado Foreign Policy Initiative (FPI) que proclama la necesidad de una guerra total contra el Líbano, Siria, Irán y los Palestinos. Así, el 26 del presente mes, enviados Israelitas estuvieron en EEUU planificando las operaciones contra Siria.

Como la capacidad del estado hebreo evidentemente está más allá de sus deseos (sobre todo si se enfrenta al mismo tiempo al Líbano, Siria e Irán) necesita del músculo armado de EEUU para imponerse.

Por eso los argumentos de Obama de una guerra limitada suenan a falso. En el otro grupo se hallan otros legisladores republicanos agrupados en la asociación derechista (Heritage Action for America) y la asociación demócrata denominada Comité de Campaña para un cambio Progresista, opuestos a la implicación directa.

Los 218 votos que necesita el presidente del Congreso para justificar la guerra no son nada fáciles de conseguir. Tanto el General Dempsey, jefe de la junta de Estado Mayor, como el Secretario de Defensa han amenazado con presentar la dimisión al presidente Obama si este ordena el ataque sin el apoyo de la legalidad. Se ha ganado unos cuantos días.

La incapacidad política de Obama, en una trampa en la que él solo se ha metido, le está cerrando de hecho las salidas. Una derrota en el Congreso que le forzara a no atacar, le permitiría salvar un poco la cara, a cambio de una negociación por debajo de la mesa con los republicanos para hacer más intensos los recortes sociales a cambio de no tocar el presupuesto militar (tiene que reducir los efectivos militares en unos 140000 hombres a consecuencia de los ajustes).

La otra solución sería alcanzar algún tipo de acuerdo con Rusia para reactivar la conferencia de Ginebra II, sea como negociaciones bilaterales o con la Intervención de la Asamblea General de las NNUU como el caso del ataque de Inglaterra y Francia al presidente egipcio Nasser.

Sea cual fuere la resolución final de este conflicto, la posición de los EEUU como potencia única queda en evidencia. Es incapaz en este momento de poner en pie una coalición que le permita obtener la necesaria cobertura política y militar.

Los aliados más importantes en la OTAN no quieren seguirle en esta aventura. Fidelísimos países, como Polonia, no desean verse implicados. Sólo el “caniche” francés, Hollande se ha puesto incondicionalmente al lado de EEUU. La aportación  principal a la guerra por parte de Francia habría de ser el portaviones nuclear “Charles de Gaule”, ejemplo de la “grandeur” francesa.

Este barco es una costosísima nave que presenta errores de diseño fundamentales, tiene fugas radioactivas en el interior que hacen temer por la vida de los marineros, tras las reparaciones perdió una hélice… Un barco que en la guerra libia, sólo navegaba a 9 nudos (16,6 Km/h) cuando su velocidad de crucero es de 27 (50 km/h) y desde donde sólo pudieron operar 8 de los 27 aviones embarcados por problemas técnicos. Este es el poder marítimo del gobierno de París.

En este momento Francia (las compañías energéticas galas se juegan mucho si pierden el acceso a las bolsas de gas de la costa siria) se ha olvidado incluso de los militares franceses tomados como prisioneros por el ejército sirio.

El ejército francés está presente desde hace más de 2 años en suelo sirio. Ahora se concentra la Legión Extranjera en los límites de Jordania en la carretera que uniría la ciudad siria de Bosra con la frontera jordana.

El descrédito político del presidente estadounidense, tanto si evita el ataque (los Republicanos lo tildarán de timorato) como si lo realiza (se saltará la legalidad internacional) está servido. Obama pretende llegar a esta última fase del conflicto en una posición de fuerza frente a Putin y China. En la búsqueda de una salida airosa sube la apuesta y el nivel de enfrentamiento.

 

 

Published by: