Socialismo21 » 15 junio, 2016

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El brexit visto desde Francia . Vota por la salida!

images (1)Joël Perichaud, Secretario Nacional del PARDEM (Partido de la desglobalización, Francia )

«El referéndum sobre el  Brexit es la ocasión para que los británicos salgan  de la cárcel neoliberal que es la UE, y reconquisten su soberanía nacional.

En todos los países de la Unión, los gobiernos han impuesto, por recomendación de la Comisión Europea,  la destrucción de regímenes sociales, el destrozo del derecho al trabajo y la austeridad perpetua. La dominación de la « Unión » alcanza su punto culminante con la puesta bajo tutela de Grecia, convertida en una colonia de las instituciones y de las multinacionales».

El próximo 23 de junio, los ciudadanos del Reino Unido votarán esta pregunta crucial : ¿Debe el Reino Unido continuar siendo miembro de la UE ? El referéndum sobre el Brexit es la ocasión de que los británicos salgan de la cárcel neoliberal que es la UE y reconquisten su soberanía nacional

En 2013, ante el crecimiento del  Ukip (Partido para la Independencia del Reino Unido) y para responder a los euroescépticos en su propio campo, el Primer ministro conservador David Cameron prometió un referéndum sobre la cuestión antes de finales de 2017. Tras negociar con la UE, en febrero de 2016, un « estatuto especial » para Gran Bretaña, David Cameron convocó el referéndum.

La cuestión de la pertenencia a la UE se plantea hace ya mucho tiempo en Gran Bretaña, con un primer referéndum, el 5 de junio de 1975 (participación: 64,5 %, Si 67,09 %, No 32,70 %, Blancos o Nulos 0,21 %).

Desde hace semanas asistimos a una  auténtica invasión de cifras, que llegan de los economistas y los políticos. Pero esas cifras sólo dicen lo que se les quiere hacer decir. El Brexit no es un acontecimiento calculable,  porque no existe ningún precedente comparable y las técnicas empleadas para medir su efecto son parciales y partidarias.

Hay que reflexionar políticamente; sin cifras.  

Los retos para el gobierno de Gran Bretaña : conservar su posición dominante

Gran Bretaña, que no forma parte de la zona euro, es la punta de lanza del neoliberalismo europeo desde Margaret Thatcher.

Es el bastión avanzado del libre cambio, que no solo pone productos en competencia, sino también sistemas sociales. Los derechos sociales conquistados en las décadas de la posguerra se han vuelto inaceptables para los liberales, lo que ha llevado a la destrucción de las conquistas sociales y del movimiento sindical.

Es el bastión de la liberalización financiera, como lo demuestra la City de Londres, es decir el libre cambio aplicado al dinero, permitiendo que los flujos financieros y monetarios especulen masiva e inmediatamente a escala global, sin restricciones. Es la participación activa en las instituciones multilaterales, entre las cuales la Unión Europea y sus tratados con la forma más conseguida, los guardianes del orden neoliberal mundial, lo que les situa al margen de cualquier presión democrática.

Es la cabeza de puente de los USA en Europa. La salida de Gran Bretaña de la UE sería un perjuicio estratégico y político para el Imperio. Por eso Obama ha venido a exhortar a los británicos para que elijan quedarse.

Los retos para la Unión Europea: la aceleración del proyecto neoliberal

La salida de Gran Bretaña de la UE tendría un coste político muy alto, incitando presumiblemente a otros miembros de la Unión a pedir ventajas específicas, amenazando con dar un portazo.  E el miedo al efecto dominó. Como dice el número dos de la Société Générale, Séverin Cabannes « El verdadero peligro sería que este Brexit dirá a otros países de la UE la idea de hacer lo mismo ».

Pero eso no es todo… « Si el  23 de junio por la noche los británicos han decidido salir de la UE, las instituciones europeas no tendrán más opción que registrar el resultado y poner en marcha las negociaciones de salida », Vivien Pertusot de l’Ifri.  He aquí una diferencia fundamental con el caso griego. Será difícil colocar bajo tutela a Gran Bretaña y se demostrará que se puede salir sin daños de la UE.

Los retos para los británicos: la independencia nacional

El principal reto es la recuperación de su soberanía nacional, incorrectamente establecida por los tratados europeos.  Es la posibilidad de votar sus propias leyes, la posibilidad de elegir y construir la sociedad en que quieren vivir.

Por otra parte, el Brexit puede hacer tambalearse seriamente el panorama político británico, como ocurrió durante la campaña y la posterior victoria del NO en el TCE, en Francia en 2005.,

Los retos para los pueblos de la UE : un ejemplo contagioso

– Una salida victoriosa sería la prueba de que se puede salir de la UE unilateralmente, sin empantanarse en el artículo 50.

– El fin de la ilusión de un cambio posible de naturaleza de la UE

– Un enfoque violento sobre la obsolescencia de la separación izquierda/derecha : los dos grandes partidos, el Labour /(laboristas) y los Tories (Conservadores) están divididos ; el Premier David Cameron está a favor de la permanencia, el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, está haciendo campaña en favor de la salida.

La izquierda inglesa pringada en el europeísmo.

Jeremy Corbyn (laborista), que en 1975 votó en contra de la adhesión de Gran Bretaña a la CEE, antecesora de la UE, está favor de la permanencia, y diez sindicatos británicos han publicado una carta en el diario The Guardian pidiendo a sus 6 millones de afiliados que voten a favor del mantenimiento : « Tras numerosos debates y deliberaciones, pensamos que las ventajas sociales y culturales de mantenernos en la UE son mayores que las ventajas de una salida ».

Los responsables sindicales estiman que en los últimos 30 años la UE ha mejorado la protección de los derechos de los trabajadores. « Si el Reino Unido abandona la UE, no tenemos ninguna duda de que esas protecciones se verán gravemente afectadas ». Lo sindicatos subrayan que una salida de la UE será negociada por un gobierno conservador, que atacaría esos derechos. Declaran que la UE « debe cambiar y volver la espalda a las políticas de austeridad ».

Lo que significa negar la experiencia de las clases dominadas griegas, italianas, españolas, francesas, alemanas, etc., y olvidar que la precariedad ) ha sido instalada por los sucesivos gobiernos de Su Graciosa Majestad.

En todos los países de la Unión, los gobiernos han impuesto, por recomendación de la Comisión Europea,  la destrucción de regímenes sociales, el destrozo del derecho al trabajo y la austeridad perpetua. La dominación de la « Unión » alcanza su punto culminante con la puesta bajo tutela de Grecia, convertida en una colonia de las instituciones y de las multinacionales.

Para un pueblo, recuperar su soberanía nacional significa poder decidir plenamente sobre su destino, recobrar la posibilidad de librar combates victoriosos.

Saliendo de la UE, de sus tratados y directivas, las clases dominadas podrán enfrentarse directamente a la clase dominante, cara a cara, sin que ella se apoye en la tecno estructura europea. Para las clases dominadas, es siempre más fácil deshacerse de un gobierno nacional, cada cual en su país, que transformar la UE y su Comisión desde dentro.

Otra consecuencia, la desestabilización de las estructuras de la UE. Según  Lluis Orriols (politólogo, profesor en la Universidad Carlos III de Madrid) « Una victoria del Brexit significaría un cambio de contrato en el Reino Unido y podría reactivar la referéndum sobre la independencia de Escocia, que pediría permanecer en Europa. Bruselas se vería entonces obligada a pronunciarse sobre la pertenencia a la Unión Europea de una región de un Estado miembro o de un ex miembro… Es una cuestión clave para Cataluña que intenta asegurarse de que podría permanecer en Europa, en caso de secesión con España ».

Se trata por tanto, entre los anti y los pro Brexit, de una lucha de clases.

Por eso se inflama el debate público y, como de costumbre, los anti Brexit utilizan la estrategia del miedo sin demostrar nada. Afirman, sin demostrarlo, que abandonar la UE será desastroso para la economía, la seguridad en estos tiempos de amenaza terrorista, la ciencia, el medio ambiente, el sector inmobiliario…

Las grandes empresas se han movilizado : Ryanair se decanta contra el Brexit. Tras ofrecer vuelos “especial Brexit” a 19,99€ los próximos días 22 y 23 de junio (la víspera y el día de la votación) con destino Gran Bretaña, para que los ciudadanos británicos puedan acudir a votar en contra de la salida, según Sky News la compañía irlandesa de bajo coste va a enviar un e-mail a sus más de cinco millones de clientes británicos, recordándoles que cometerían un grave error si votaran a favor del: « En tanto que empresa británica, estamos absolutamente convencidos de que la economía del país y su desarrollo futuro serán más importantes si seguimos siendo miembros de la Unión Europea, que si salimos. Un voto a favor del mantenimiento dignifica más empleos creados, un crecimiento económico más fuerte, mayores inversiones extranjeras y –lo más importante- precios aún más bajos. Animaos a todos los ciudadanos británicos a votar a favor del mantenimiento el 23 de junio. No basta con cumplir la fecha límite de inscripción para votar del 7 de junio».

En esta lucha de clases, el Pardem (Partido de la desmundialización) se coloca resueltamente junto a las clases dominadas, por la soberanía nacional y (primera condición para salir de la austeridad y de las políticas neoliberales impulsadas por Bruselas) y por una auténtica cooperación internacional basada en el respeto de las naciones y el interés mutuo de los pueblos. Por eso, el Parden pide a los electores británicos que abran las puertas de la cárcel neoliberal que es la UE, y reconquisten su soberanía votando a favor del Brexit el próximo 23 de junio.  .

Seguimos muy atentamente lo que ocurre al otro lado del Canal de la Mancha porque algún día, en Francia, nos veremos enfrentados a la opción que los británicos.

 

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Las propuestas políticas de Slavoj Žižek

descargaLuis Roca Jusmet, filósofo

«Hay que reivindicar el acto político revolucionario y no aceptar que el capitalismo sea el único destino, bajo la amenaza de que cualquier cambio sería catastrófico. Arriesgar lo imposible, arriesgarse a la locura del acto, es la única opción revolucionaria».

Voy a intentar sistematizar las propuestas políticas de Žižek.

1) Una política de la verdad. Esta propuesta quiere luchar contra la pretensión postmodernista de separar la ética de la política, que considera que aunque hay una serie de principios éticos universales el campo de la política es estrategia del más puro pragmatismo. Hay que reivindicar la política, dice Žižek que surge de la verdad de la mirada comprometida de los excluidos y de la acción que deriva de ella, asumiendo todas sus consecuencias, por muy desagradables que sean. Lenin es el que muestra la verdad de la situación inmediatamente anterior a la Gran Guerra cuando todos los partidos caen en un discurso patriótico; los judíos son los que muestran la verdad del holocausto delante de los que quieren justificarla o distorsionarla.

2) Universalizar la globalización. Considera con Marx, que es reaccionaria toda posición nostálgica y en este sentido cuestiona radicalmente a los que se oponen a la globalización en nombre de particularismos nacionales. De lo que se trata, plantea, no es de oponerse a la globalización sino de radicalizarla, es decir, universalizarla. Y para ello hay que luchar contra las exclusiones que conlleva esta globalización capitalista. Universalizarla no es plantear la hegemonía de una particularidad,como podría ser la europea. Es cierto que la universalidad es necesariamente una hegemonía, pero ésta es diferente de las otras, porque es la hegemonía de lo abyecto. Lo que esto quiere decir es que mientras la supuesta universalidad crea formas de segregación son los excluidos los que muestran el fracaso de esta universalidad y por lo tanto son los que representan la posición de verdad de la universalidad.

Los ejemplos históricos son el Demos griego( la voz de los excluidos que no formaban parte de las clases dominantes y que introducen la universalidad de la ciudadanía en la Polis) y la Revolución francesa, en la que el Tercer Estado se expresa delante de las jerarquías establecidas de la nobleza y la Iglesia.Žižek, señala también las limitaciones del movimiento antiglobalización. La acción directa como resistencia acaba haciendo el juego al Sistema porque no propone alternativas políticas. No podemos tampoco entender la lucha de izquierda como un conjunto de luchas parciales. Es necesario plantear una alternativa global.

3) Defender la economía política y la centralidad de la lucha de clases. Otra verdad nos la proporciona la economía política, tal como nos la habían enseñado Marx y Lenin. En este sentido hay que reivindicar el análisis de la economía como matriz del sistema y volver a entender la lucha de clases como la lucha central emancipatoria en el sistema capitalista, aunque evidentemente pensándola desde los cambios actuales.

Las otras luchas parciales tienen un papel secundario con respecto a este núcleo central pero lo que sí hay que plantear, nos dice Žižek, lo que es hoy el proletariado En algún momento parece identificarlo con los trabajadores precarios y los desempleados, pero deja abierto el debate planteando otras separaciones que se dan en el seno de la clase trabajadora ( aparte de la que se desprende entre este sector de trabajadores que hemos mencionado y los que tienen un empleo fijo ) como el de los trabajadores manuales y los trabajadores intelectuales.

Quizás, nos dice, hay que recuperar también la diferencia que planteaba Marx entre clase obrera y proletariado, entendiendo la primera como una categoría empírica de tipo fáctico y el segundo como un grupo para sí, con conciencia revolucionaria. En todo caso son cuestiones abiertas para pensar, que excluyen las dos soluciones fáciles y falsas : mantener como un fetiche la clase obrera industria/proletariado o eliminar de un plumazo estos dos términos. Hay que tener en cuenta también, señala, el antagonismo entre el Primer /Tercer Mundo, uno de cuyos paradigmas sería la distinción entre EEUU/ China en la cual el segundo pasa a ser el Estado de la Clase Trabajadora para el Capital Americano.

También hay que considerar que las formas de dominación del tardocapitalista van cambiando en el sentido que las formas de dominación están cada vez más centradas en el que tiene la información y la capacidad de decisión, que no tiene porque ser un capitalista ( en el sentido de detentar jurídicamente la propiedad privada de los medios de producción) . En este sentido Žižek apunta que la Unión Soviética ha dado el primer modelo de una sociedad capitalista post-propiedad, en el que la clase gobernante está definida por el acceso directo a los medios ( informativos, administrativos) de poder y control social ( con todos los privilegios materiales y sociales que comporta ) sin que ello implique la propiedad privada, en el sentido jurídico, de estos medios. Žižek entra más a fondo en el análisis de dos opciones que se presentan como renovadoras de izquierda.

Una es la propuesta que planten Toni Negri y Michael Hard en el libro Imperio. Estos autores consideran que en la fase actual del capitalismo ( que según ellos tiene por una parte un carácter corporativo y por otra está dominado por el trabajo inmaterial ) se da la situación objetiva para una superación del capitalismo. Lo único que se necesita son dos condiciones : la primera es socializar este capitalismo corporativo , transformando en propiedad pública lo que es propiedad privada; y lo segundo consolidar este trabajo inmaterial, que implica en sí mismo un dominio espontáneo de los productores porque son ellos mismos los regulan directamente estas relaciones sociales.

Pero  Žižek cuestiona que podamos interpretar estas formas de trabajo inmaterial en un sentido autogestionario y también que este capitalismo que los autores anteriores llaman corporativo signifique una politización de la producción. Más bien entiende este doble proceso en un sentido contrario, como despolitización total.

Las reivindicaciones que exigen Negri/Hard al Estado ( renta básica, ciudadanía global, derecho a la reapropiación intelectual) es una modalidad el discurso histérico, que lo que hace es pedir al Amo demandas imposibles de cumplir. La última crítica es al nuevo sujeto político que nos plantean estos autores, que es la multitud. La multitud, como nuevo sujeto revolucionario, es definida retóricamente como la multiplicidad singular de un universal concreto, la carne de la vida, la pura potencialidad de un conjunto amorfo que adquiere forma en la acción.

Sería, para entendernos, la gente que sale a la calle para manifestarse contra la globalización o contra la Guerra de EEUU en Irak. Žižek,señala que hay aquí una idealización del término, que elimina la ambivalencia originaria de la propuesta inspirada en Spinoza, que señalaba también el peligro de esta multitud,que podía transformarse en una turba violenta e irracional unificada por el Líder ( Subcomandante Marcos, Hugo Chávez) .

Al eliminar esta vertiente negativa lo que señalan estos autores es únicamente el aspecto que, por la diversidad de sus miembros, presenta la multitud como resistencia colectiva flexible que presenta la multitud por la diversidad de sus miembros. Resistencia colectiva que tampoco puede, nos advierte  Žižek, transformarse en un trabajo político en positivo por la ambigüedad de propuesta que conlleva esta misma diversidad ( como ejemplo de la disolución de una multitud flexible recuerda su experiencia en la oposición política al socialismo real)

La otra postura que plantea salir del impasse actual de la izquierda es la que Žižek denomina la política pura, representada por teóricos como Alain Badiou y de Ernesto Laclau. Su alternativa es la que ellos denominan la democracia radical, cuya lógica se enfrenta necesariamente a la del capitalismo globalizador. Aquí  Žižek cuestiona la necesidad de mantener las reglas formales de la democracia, que él considera parte de lo que llama la farsa liberal.¿ Porqué hay que respetarlas, se pregunta ?.

Lo que plantean estos autores es que hay que mantener el valor de la democracia, que es el de transformar el enemigo en adversario, es decir no alguien a quien destruir sino un oponente a mantener. Se trata de compartir los principios ético-políticos de la democracia. La alternativa se plantea en términos de política pura, con una demanda incondicional de igualdad, que como tal sería anticapitalista porque entra en contradicción con el sistema pero que no cuestiona su esfera básica, que es de la economía capitalista. Es decir que hay que criticar el capitalismo y su forma política, que es la democracia liberal parlamentaria. No podemos considerar que esta forma política, producto de un sistema socioeconómico, vaya a acabar con éste.

Lo que plantea Žižek es una doble crítica : que en la democracia siempre hay una exclusión ( que es la de los que no aceptan las reglas del juego) y sobre todo que no cuestiona explícitamente la estructura económica del capitalismo y la forma del capitalismo, que es la lucha de clases. En este sentido también se opone a las luchas culturales porque eluden este antagonismo principal y radical. Y hay que volver a la economía política en el sentido que la reivindicaba Marx, en contra de quedarse en la esfera exclusiva de la política o de la economía, aunque es esta la que tiene el papel central.

4) Aceptar el fracaso de la izquierda del siglo XX. La izquierda, plantea  Žižek, vive una de las peores crisis de su historia. Una de las causas es la incapacidad para enfrentarse con su propio trauma, que es el estalinismo. La izquierda no tiene una teoría de lo que fue el estalinismo, prefiere correr un tupido velo y esto le lleva a veces a utilizar el lenguaje de la derecha liberal para explicarlo. Hay en el estalinismo, dice  Zizek, algo enigmático y desconocido.

La primera opción que critica es, por supuesto, la de la izquierda liberal, la de la Tercera Vía, que viene a ser una alternativa de gestión del tardocapitalismo globalizador. Zizek le reconoce una coherencia al plantear un capitalismo con rostro humano y defender mejoras dentro del propio sistema. Pero la paradoja, como hemos dicho antes, es que al someterse a las reglas del capitalismo sin defender los intereses de ningún grupo en particular puede convertirse en el mejor gestor del sistema, puede defender su funcionamiento global mejor que la propia derecha.

La segunda opción es la marxista-leninista dogmática ( muy bien representada por el troskysmo) que mantiene un viejo discurso que consideran que el proletariado aún tiene la homogeneidad que ha perdido y que el movimiento obrero mantiene una acción revolucionaria reiteradamente traicionada por sus dirigentes. Sus análisis ocultan su incapacidad de entender el presente y de ofrecer nuevas alternativas, ya que se basa en análisis superados y en posturas históricamente derrotadas. Se convierten en una secta que mantiene una especie de fetichismo sobre la clase obrera y su potencial revolucionario. Y entraría en lo que Lacan llamaba el narcisismo de la cosa perdida.

Estamos, por tanto, si nos ceñimos a estas dos opciones de la izquierda , en un marco que constituye un callejón sin salida, ya que nos obliga a elegir entre unos principios sin oportunidad o un oportunismo sin principios.

Hay que mantener la lucha socialista global contra el capitalismo pero planteándolo la lucha en los términos de la etapa actual del capitalismo del mercado global. Y para esto hay que repensar la izquierda pero asumiendo sus propios traumas. Y el trauma, como sabemos por el psicoanálisis, viene dado por lo insoportable. La izquierda no puede negar lo peor de su historia, tiene que asumirlo, explicarlo y aprender de sus errores.

5) Hay que reinventar una izquierda radical. Hay que luchar por mantener un espacio vacío que posibilite lo diferente, lo que podríamos llamar el Acontecimiento, que es lo único que puede posibilitar una transformación radical. En este sentido Žižek nos advierte que aunque los viejos regímenes comunistas ( cuya única supervivencia es Cuba) tengan un contenido positivo que puede ser peor en ciertos aspectos que el del propio capitalismo, hay que reconocerle que han abierto un espacio diferente que el que nos ofrece éste. Han abierto nuevas posibilidades, aunque hayan resultado fallidas.

Para el revolucionario, como el analista, se autoriza a sí mismo. No hay garantías, nada externo a nosotros puede garantizar nuestros actos. Hay que reivindicar el acto político revolucionario y no aceptar que el capitalismo sea el único destino, bajo la amenaza de que cualquier cambio sería catastrófico. Arriesgar lo imposible, arriesgarse a la locura del acto, es la única opción revolucionaria. El modelo es ( siguiendo a Lacan) Antígona. Su negativa es una locura, es un gesto imposible, una intervención excesiva y no una intervención estratégica. Pero es una locura desde las reglas del juego impuestas por el Amo. El modelo político de este tipo de discurso y de acto es el de Lenin entre la revolución de febrero y la de octubre. Y hay que repetir a Lenin, pero no en el sentido de imitarlo, ya que lo que de él hay que aprender son sus errores y lo que hay que rescatar es la locura de su gesto, la de impulsar la Revolución de Octubre.

Es el gesto subversivo de la ruptura, la Utopía entendida, no como una promesa de futuro sino del presente, en la medida que abre un espacio fuera de la lógica del capital. Y es este acto el que reivindica la política de la verdad, en contra de la sacralización de la democracia como reino de los sofistas o las ideologías justificadoras del totalitarismo. Hay que reivindicar a Lenin como la formalización de Marx a través de la teoría del partido. El gesto revolucionario de Lenin al impulsar la Revolución de Octubre contra toda estrategia posibilista es un acto ético político porque representa una contingencia radical, porque no tiene garantías.

No hay un Gran Otro ( la Historia, la Razón, la Ciencia) que justifique la acción revolucionario. Hay que recoger las experiencias de los colectivos autogestionarios ( harkers, experiencias comunitarias de las favelas o actos políticos-estéticos como los flash mobs ( actos en los que un grupo de gente hace una acción sorprendente y luego desaparece) son ejemplos prácticos de apertura de espacios alternativos. Vale la pena arriesgarse aunque signifique una derrota porque de otra forma estamos condenados a la miseria del conformista que apuesta por lo mejor dentro del sistema, al victimismo que reduce la política a un programa para evitar lo peor. Porque de esta manera renunciamos a nuestras vidas para salvarlas. Hay que apostar por lo peor, como decía Lacan. No por lo mejor ( de lo peor). Saltar al abismo, comprometerse en el proceso que producirá el Acontecimiento-Verdad similar al que produjo el cristianismo o la Revolución de octubre.

6) Reafirmar la Idea de Comunismo, en el sentido apuntado por Alain Badiou. Como idea reguladora, en el sentido kantiano, sin mediación histórica. Para ello se apoya en la tríada lacaniana. Razón desde el imaginario : mantener la imagen de una tradición de luchas igualitarias por lo común. Razón desde lo simbólico : determinar las condiciones bajo las cuales se puede abrir el espacio del comunismo. Desde lo real : mantener el rigor de las eternas invariantes comunistas ( justicia igualitaria, voluntarismo, terror, confianza de la gente). La apuesta ha de ser que la negatividad radical del capitalismo no debe ser solo un estallido revolucionario sino sobre todo la articulación de una nueva forma de vida. Con esto pasamos de lo contingente a lo necesario en el mismo Acontecimiento. El comunismo no es el nombre de la solución sino actualmente también del problema. Es el de establecer qué es lo común que hemos de defender y como nadie puede ser excluido de esta espacio.

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El problema del PSOE y la socialdemocracia

descargaCarlos Martínez,politólogo y del secretariado de Alternativa Socialista/ SOCIALISTAS
        «Las personas socialistas democráticas no podemos permitir que el problema del PSOE contagie al socialismo con su enfermedad, como en gran parte ya lo ha hecho y tenemos que rescatar el socialismo para las clases trabajadoras y populares, como el único instrumento capaz de liberarlas en el siglo XXI»
El PSOE tiene un problema acentuado ante este proceso electoral y es su falta de credibilidad. Se lo ha ganado a pulso. Su compromiso con el régimen y su pacto de sangre con la corona y con amplios sectores del IBEX le ha jugado la mala pasada de que no tenga respuestas y si las tiene, y algunas pueden tener, estas no son tomadas en serio por amplísimos sectores de las víctimas de la crisis de 2008. En estas elecciones, está que no levanta cabeza y solo una implantación todavía aceptable, logra que mantenga el tipo a duras penas.
No se puede achacar esta situación a la crisis de las ideas socialdemócratas. El problema de la socialdemocracia no ha sido no tener ideas, las tiene y tantas y tan buenas que parece que ahora todas quieren ser socialdemócratas. El problema es que anegada la socialdemocracia primero por Bad Gosberg, años después, el fracaso del miterrandismo, luego el felipismo y la tercera vía cuál puntilla de descabello, no solo abandona las ideas de Marx , de Kautsky, de Iglesias y de Jaures, sino también las de Bernstein. Eduard Bernstein el marxista heterodoxo y moderado, alemán, secretario general del SPD defendía un avance gradualista hacia el socialismo, pero este avance que partía de construir primero el estado social, no se quedaba solo en eso, sino en las transformación de las instituciones liberales en socialistas desde la democracia y en democracia.
Ese es el problema de los partidos de la llamada II Internacional, que desde los años sesenta y setenta del siglo pasado renuncian al gradualismo y entierran no sólo a Marx, sino a Bernstein o a Fernando de los Ríos en el caso español.
Claro que asesinado Olof Palme, ha habido que esperar a que socialdemócratas como Corbyn o Sanders, con el antecedente del socialismo democrático Oskar Lafontaine vinieran a reiniciar el gradualismo socialista, olvidado. Ese es el problema y se llama traición a los principios socialdemócratas. Porque tras garantizar las pensiones, la salud y la educación pública, el empleo digno y las prestaciones sociales, ¿Qué camino queda? ¿Con que se ilusiona? ¿Solo «reformando» el capitalismo? Pero si el socialismo, es superador del capitalismo.
El socialismo debiera estar hablando de democracia. De profundizar la democracia, si es que en democracia se quiere llegar al socialismo. Para lo cual es necesario avanzar hacia democracia cada vez más directa. Pero también democratizar la economía. Promover el acceso de las clases trabajadoras a la toma de decisiones económicas y a la gestión económica.
Democratizar la economía haciendo avanzar  el sector público, no solo en una nacionalización de la producción y distribución de energía eléctrica por ejemplo, sino con la creación de una banca pública, transportes públicos, sectores industriales públicos, comercializadoras públicas y una apoyo masivo y decisivo a la economía social, al mundo cooperativo y al trabajo social, al objeto de buscar el nuevo paradigma económico imprescindible y ocurre que,  todos y todas los líderes políticos del régimen, es decir insisto, todos- han renunciado a ello: pasa por incorporar el mundo del trabajo a la toma de decisiones y no tan solo a producir. De forma gradual, a lo Berstein, si se quiere, pero proponerlo y hacerlo. Pasa por crear al margen del capitalismo una nueva economía verde superadora de la economía del carbono. Pasa por el reparto y la justicia social universal.
La idea de gestionar el capitalismo y hacerlo bien, tratando de darle un rostro humano, ha sido la trampa en la que la socialdemocracia cae. El capitalismo, no puede ser humanizado o sería su final.
Ese es el problema, la falta de valores socialistas transformadores, que hoy en España, nadie salvo socialistas democráticos organizados en partidos socialistas alternativos defendemos y a los programas políticos me remito.
Por tanto ser socialdemócrata no lo garantiza ser del PSOE, no. Tampoco y al objeto de ganar una contienda electoral declararse uno tal cosa, pues queda bien y de paso se supera de inicio al partido de Pablo Iglesias y luego se le sustituye. No. Para ser socialdemócrata hay que exigir la nacionalización de sectores estratégicos, incluido sectores industriales – esto lo hicieron los socialdemócratas en numerosos países europeos entre 1945 y 1980 aproximadamente, incluso algún año más tarde-, nacionalizar bancos, crear y fomentar cooperativas y garantizar la sanidad, la educación y las pensiones públicas.
Fortalecer los sindicatos obreros y no enfrentarse a ellos. Poner lo público por encima de los intereses privados y planificar la economía desde los gobiernos, desde la democracia, que no es el libre mercado, sino la libre decisión y la libre capacidad de elección e incluso regresión lo que nos señala que es democracia. El libre mercado sin más es un problema, no es la solución sino para unos pocos, si no está regulado y controlado al menos.
Conclusión, hoy la socialdemocracia no está sin ideas. Está varada y vencida por ahora, por la cultura neoliberal. Está dominada en España por el régimen y en conclusión nadie cuestiona en el caso español, el fin del régimen valga la reiteración. El 15M lo hizo, pero eso ya está olvidado, más allá de vacíos gritos rituales.
Es sencillo, ¿Alguien en su sano juicio piensa que se puede avanzar a más democracia con una monarquía oligárquica? Ó ¿Que pertenecer a la OTAN es la simple pertenencia a una alianza militar contra «agresiones» externas? ¿Que una sociedad dominada por el mercado, no sujeto a regulación y planificación va a aceptar la toma de decisiones democráticas que le puedan perjudicar en una sociedad post-fordista y de capitalismo virtual, habiendo miles de lugares del mundo, donde invertir en condiciones de opacidad y con beneficios rápidos? O la mamá Troika y el FMI quedarán cruzados de brazos.
Pues bien todo ésto abrumó al PSOE hace treinta y ocho años, haciéndole cambiar de posición, discurso y actitud. Ahora también está abrumando a otros. Al menos en el PSOE hubo grandes resistencias internas -incluso Felipe perdió un Congreso- y  tardaron varios años de esfuerzos, expulsiones y escisiones, para hacer asumir la Corona y la OTAN a sus bases, pues incluso en el referéndum sobre el ingreso en la OTAN habría que recordar, lo que entonces se llamaba la familia socialista, votó dividida y personas como Nicolás Redondo se opusieron, sirviendo la UGT de refugio a numerosos socialistas disidentes.
Pero el principal problema para la socialdemocracia, surge con la implantación de la sociedad post-industrial y post-agraria de golpe, con la participación activa del PSOE de Solchaga y González. Con el consiguiente entierro de la clase obrera que había conquistado la democracia, importantes mejoras salariales y había impulsado al PSOE a implementar un estado del bienestar durante muchos años mucho más aceptable que ahora, tras el desmoche del PP tan bestia y tan cruel. La industria pesada fue destruida en favor de Alemania por lo que la España de sol y ladrillo, ni puede garantizar un estado del bienestar correcto ni una fuerza social organizada capaz de impulsar desde la lucha de clases el avance hacía el socialismo. Una sociedad de capitalismo rentista, es una sociedad muerta.
El PSOE mientras tanto no ha sabido encontrar ni siquiera su Corbyn (Tiene por cierto alguien que lo puede ser). Es incapaz, pues ha cercenado toda posibilidad de debate teórico serio, más allá de cuatro obviedades y unos aparatos carentes de brillantez, entrega e ideas socialistas. Una oligarquía de hierro desconocedora de su propio bagaje teórico. Todavía recuerdo como hasta hace muy pocos años un actualmente concejal de Ciudadanos por Granada y diputado en la pasada y brevísima legislatura llamado Luis Salvador, personaje agradable a la vez que ambicioso y de derechas, que jamás a leído a Marx más allá de textos académicos, ni a Bernstein ni a Kautsky, ni a … nadie socialista. Iba el personaje dando charlas formativas por toda España y era un formador del PSOE, un tipo ¡liberal! que ahora es dirigente de Ciudadanos. Con esos espartos, no se puede tejer un cesto socialista.
Tampoco ignorando a la tradición socialista, como otros hacen, y por tanto a los y las autoras socialistas y socialdemócratas,- los renegados según Lenin-, que tejen unos partidos, sindicatos y movimientos que si han transformado la realidad y logrado importantes victorias, las mismas que ahora el neoliberalismo y la derecha conservadora destruyen a pasos agigantados.
El socialismo democrático es el futuro y los es porque partiendo de bases reales y de la democracia, puede transformar y cambiar radicalmente, con libertad y alegría la sociedad. Tiene ideas para hacerlo. Es republicano. Es contrario a los bloques militares. Pero el esfuerzo no se puede dar en un solo país. Nación a nación, patria a patria nos destruyen y vencen. Por eso hay que tejer puentes y complicidades, ver con ilusión lo que Sanders ha sido capaz de hacer y seguir su estela. Aunque para ello hay que iniciar un discurso claro: hay que cambiar el sistema. Hay que finiquitar el régimen. Hay que pensar y decir que el capitalismo tiene alternativa. Hay alternativa.
Mientras tanto las personas socialistas democráticas no podemos permitir que el problema del PSOE contagie al socialismo con su enfermedad, como en gran parte ya ha hecho y tenemos que rescatar el socialismo para las clases trabajadoras y populares, como el único instrumento capaz de liberarlas en el siglo XXI. Humildemente, en ello estamos, desde el socialismo militante y como socialistas democráticos, sin disfrazar, ni nuestro nombre, ni nuestras ideas. El legado de Pablo Iglesias no va a desaparecer, los partidos socialistas independientes del poder ,del estado y de clase, tampoco.
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