Socialismo21 » 22 noviembre, 2016

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Oposición transversal o el Podemos que necesitamos

imagesPablo Iglesias Turrión

Necesitamos ahora una organización más descentralizada que construya movimiento popular y contrapoderes sociales poniendo su peso institucional al servicio de la sociedad civil, señalando al poder y apoyando la autoorganización, un Podemos que entienda la política como actividad para ganar derechos, capaz de actuar en los parlamentos sin olvidar que son los parlamentos, un Podemos que impulse la confluencia no desde la lógica parlamentaria del reparto y las cuotas, sino desde el impulso colectivo de espacios de empoderamiento popular

Fernández Díaz presidirá la comisión de peticiones para cobrar más que un diputado raso, pero no presidirá la de exteriores. Lo conseguimos, presionamos lo suficiente para que el PSOE se retractara. Anunciamos que presentaríamos candidato alternativo y ni la vergonzante portada de El País al día siguiente pudo negar lo evidente: Unidos Podemos había conseguido que el PSOE rectificara antes que quedar retratado con el PP una vez más.

Hicimos buena oposición parlamentaria. Sin embargo Fernández Díaz, reprobado por el Congreso, presidirá una comisión y podrá cobrar lo que su partido le prometió cobrar. Nuestra pírrica victoria demostró los límites de ejercer la oposición parlamentaria. Hay periodistas que nos susurran al oído que humillamos el honor de Fernández Díaz, pero no estamos en política para eso.

Todo el mundo sabe algo que con su lucidez habitual explicaba Enric Juliana: garrotazos de día y acuerdos estratégicos de noche. Para las cuestiones estratégicas opera la triple alianza PP-PSOE-Cs y lo volveremos a ver con los presupuestos, por mucho que traten de disfrazarlo con enmiendas pactadas.

Pero incluso en el caso de que, fruto de nuestra dedicación y esfuerzo, logremos que el Congreso tome decisiones en la buena dirección, todo el mundo debe saber que el Gobierno cuenta con mecanismos suficientes para desoírlo; para empezar puede vetar  cualquier decisión que afecte al presupuesto ¿Cómo legislar en favor de las mayorías golpeadas por los recortes sin tocar el presupuesto? La actitud gubernamental respecto a la paralización de la LOMCE decidida en el Congreso es la prueba más reciente de que el Parlamento, en la práctica, ni manda ni legisla.

Alguien dirá y tendrá razón que, cuando no se pueden tomar decisiones, lo importante en política se dirime en lo simbólico y aquí el Congreso sí es un escenario político que reparte roles, identidades y genera sentidos. Las preguntas al presidente y a los ministros, los debates y las comparecencias en comisiones, son ejemplos de esa actividad simbólica de disputa parlamentaria en la que estamos obligados a competir y donde tenemos el desafío de destacar.

Pero si algo nos han enseñado estos meses es que las reglas del juego parlamentario tienen muchas trampas y están diseñadas para dificultar no sólo la acción legislativa sino incluso para hacer desaparecer la verdadera política; aquella que tiene que ver con el poder real. Además si hay un lugar donde la geografía ideológica izquierda-derecha puede resultar engañosa hasta el absurdo, es en el Parlamento (no por casualidad la izquierda y la derecha son categorías de origen parlamentario).

Cada día en el Congreso asistimos, entre la perplejidad y la ironía, a que partidos que han entregado el gobierno al PP traten de disputar con nosotros quien representa mejor los valores de la izquierda o los valores de la regeneración.

Caer en ese juego tramposo nos obligaría a la fútil tarea de repetir una y otra vez que nosotros sí somos la verdadera izquierda o la verdadera regeneración, al tiempo que los usos y formas parlamentarios transmiten a la ciudadanía una imagen de la política como actividad propia de los políticos (un grupo social en sí mismo que tiende a vestir igual, a hablar igual, a cobrar igual de bien y a vivir igual) localizada en lugar llamado Congreso donde nociones cómo acuerdo, consenso o moderación se convierten en valores en sí mismos.

Hay pocas cosas más ridículas que conjurarse para buscar el acuerdo y el consenso allí donde no hay manera de tomar decisiones, porque las decisiones las toma el Gobierno. De hecho, si con alguien debe ponerse de acuerdo el Gobierno con alguien es con los poderes económicos de dentro y de fuera de nuestro país, no con el Parlamento.

Pero el pasado sábado demostramos que la oposición puede hacerse más allá del Congreso; una oposición social y transversal. La iniciativa Vamos! congregó a millares de personas frente a las sedes de Gas Natural Fenosa en más de cuarenta ciudades y pueblos de nuestro país, señalando la necesidad de que esta gran compañía deje de cortar los suministros a familias que no pueden afrontar sus abusivas tarifas y que cumpla así la normativa internacional en materia de derechos humanos, así como la ley catalana contra la pobreza energética.

Aquella movilización señalaba a uno de los mayores poderes de nuestro país; el de las empresas energéticas que han demostrado sobradamente su capacidad de doblegar a los gobiernos, acumulando escandalosos beneficios y retribuciones para sus directivos a costa de la gente. Aquello señalaba al poder real (político y económico) y marcaba las claves transversales de una movilización que dibujaba una geografía ideológica no determinada por el reparto simbólico de posiciones parlamentarias, sino por la condición social.

Señalar que los ciudadanos que afrontan con dificultades las facturas de la luz y el gas no tienen los mismos intereses que las compañías que los suministran, del mismo modo que las familias desahuciadas no tienen los mismos intereses que los bancos, nos devuelve a las claves de la nueva gramática política inaugurada por el 15M y el movimiento Stop desahucios.

El tratamiento mediático, sorprendentemente favorable, que obtuvo a la iniciativa, a pesar de que algunos se apresuraran a llamarla escrache, revela las dificultades de nuestros adversarios para diseñar un marco de ataque, cuando realmente somos capaces de llevar a cabo una iniciativa transversal en un escenario transversal. La exigencia de comparecencia de Isidre Fainé en el Parlamento es el mejor complemento a la iniciativa, entre otras cosas porque sirve para retratar al resto de actores políticos en una clave ideológica mucho más importante que el eje izquierda-derecha, a saber, la de si estás con los privilegiados o con la gente.

Es obvio que los dirigentes del PSOE dirán que están contra la pobreza energética, pero es dudoso que aquellos que tienen a sus ex ministros y ex presidentes en los consejos de administración de las eléctricas se atrevan a movilizarse frente a ellas y apoyen que el presidente de Gas Natural se enfrente a nuestras preguntas en la sede de la soberanía nacional. Es probable que los dirigentes que Ciudadanos lloren lágrimas de cocodrilo pero ¿Alguien se imagina al partido del Ibex enfrentándose a las eléctricas?

El Podemos que necesitamos es el que vimos el sábado, el que sabe combinar la acción parlamentaria con la acción social practicando la transversalidad. Necesitamos un Podemos que no se proclame a priori ganador pero que trabaje partido a partido para terminar ganando, un Podemos que no necesite proclamarse transversal sino que construya la transversalidad en los conflictos confluyendo con todos los sujetos sociales y políticos que están del lado de las mayorías. Y es que la confluencia debe florecer en los conflictos sociales donde las diferentes militancias (de partidos y de movimientos) deben conocerse, convivir, respetarse y finalmente abrazarse. La confluencia no puede ser sólo una coalición electoral y el reparto de tiempos parlamentarios, sino que debe desarrollarse por abajo.

Hay que ser claros y dejar de disputar absurdamente la supuesta pureza de nuestros inicios: el Podemos que necesitamos no debe parecerse al Podemos que nació hace tres años. Aquel pequeño grupo de activistas que contaba con un portavoz en los platós de televisión, sirvió para abrir el camino, aprovechando la oportunidad que unas elecciones, tan particulares como las europeas, ofrecían.

Aquel grupo tuvo que construir después una máquina comunicativa, muy centralizada y presidencialista, para afrontar una dificilísima gincana de pruebas electorales en medio de una compleja construcción organizativa como partido. Pero ese Podemos ya hace tiempo que cumplió su función.

Necesitamos ahora una organización más descentralizada que construya movimiento popular y contrapoderes sociales poniendo su peso institucional al servicio de la sociedad civil, señalando al poder y apoyando la autoorganización, un Podemos que entienda la política como actividad para ganar derechos, capaz de actuar en los parlamentos sin olvidar que son los parlamentos, un Podemos que impulse la confluencia no desde la lógica parlamentaria del reparto y las cuotas, sino desde el impulso colectivo de espacios de empoderamiento popular, un Podemos que apoye a los gobiernos municipales que representan la prueba de nuestra capacidad de gobierno.

La definición final de estas tareas deberá ser el eje de nuestros debates en el próximo Vistalegre. En realidad no se trata tanto del Podemos que necesitamos, sino del Podemos que necesitan las gentes y pueblos de nuestro país.

 

 

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¿Qué hacía Putin mientras Estados Unidos a Trump?

descargaPutin depura el gobierno de Medvedev

The Saker ( revista digital rusa)

Mientras que los medios de comunicación , absortos, enfocan toda la atención en el resultado de la elección presidencial de los Estados Unidos, Vladimir Putin hace algo sorprendente,  detiene a Alexei Uliukaev , Ministro de Economía del gobierno de Medvedev, por cargos de extorsión y corrupción. Uliukaev, cuyo teléfono estaba intervenido por los servicios de seguridad rusos (desde este verano) fue detenido en la noche, en posesión de dos millones de dólares estadounidenses. Putin lo despidió oficialmente a la mañana siguiente.

Fuentes oficiales rusas informan que Uliukaev recibió un soborno de 2 millones dólares por una evaluación que facilitó la adquisición por parte de Rosneft (el gigante petrolero ruso de gestión estatal) del 50% de Bashneft (otro gigante del petróleo). Al parecer, Uliukaev extorsionó a Igor Sechin- presidente de Rosneft – persona considera cercana a Putin y a los servicios de seguridad y de inteligencia rusos.

Sí, ha leído bien: según la versión oficial, una empresa de propiedad estatal ofreció un soborno a un miembro del gobierno. ¿Tiene sentido que un miembro de alto rango del gobierno tenga su teléfono intervenido y, que haya estado bajo estrecha vigilancia por el Servicio de Seguridad Federal durante más de un año?

Al parecer esto no tiene ningún sentido y, las autoridades rusas se da cuenta plenamente de ello. Pero ahí esta la versión oficial. Entonces, ¿qué está pasando ? ¿Putin está enviando un mensaje ?

Por supuesto que hay un mensaje.

¿ Recuerda al corrupto ministro de Defensa Anatoli Serdiukov ? Primero fue destituido y sólo después se le detuvo.  En esta ocasión, se trata de un miembro del gobierno que es detenido en el medio de la noche y durante horas, sus subordinados no tienen idea de que había sucedido. ¿Fue un error? Apenas.

La forma en que Uliukaev fue detenido fue cuidadosamente coreografiada para producir el mayor miedo posible a todos los “quinta columnistas”  que todavía tienen poder. Uliukaev ha sido un emblema para todos los » Atlantistas»(aquellos que están en el Kremlin y que quieren integrar a Rusia en un sistema de seguridad internacional controlado de EE.UU.).

Uliukaev es un conocido liberal , al igual que Nikita Belyj , gobernador de la región de Kirov, que fue detenido con gran publicidad en junio, por aceptar un soborno de 400.000 euros. Incluso me atrevería a decir que Uliukaev puede ser considerado como el último símbolo de los “ Atlantistas ”. Ha sido un fiel miembro de la secta «neoliberal» rusa (es decir, los partidarios del «consenso de Washington») que, en el pasado trabajaban con Egor Gaidar y Alexei Kudrin y ,que ahora están siendo sido removidos

de sus altos puestos en los llamados «ministerios de la energía» (defensa, la seguridad del estado, inteligencia).

Todo el mundo en Moscú ha entendido el mensaje. No podía ser más claro el principal titular de la popular web Gazeta.ru : » Un “siloviki”* derribó a Uliukaev » . Además el diario muestra una foto con los actores principales de este drama, incluyendo a Sergei Korolev,  jefe del servicio de Seguridad Económica del FSB, el hombre de aspecto duro que posiblemente hundió a Uliukaev,

En abril, predije que una purga en el gobierno estaba en proceso . Tengo que admitir que pensé que iba a ocurrir antes. Al parecer, Putin decidió tomar estas medidas mientras el tío Sam estaba ocupado con sus propios problemas internos. Si explica el el retraso, dice mucho sobre la influencia que todavía puede ejercer los Estados Unidos en Rusia.

Algunos observadores destacan que la detención de Uliukaev se llevó a cabo después de la conversación telefónica entre Trump y Putin, dando a entender que Trump podría haber dado el visto bueno a Putin para la detención.  Por supuesto, este completo disparate, pretende “hacer quedar mal” a Putin . Es precisamente lo que buscan los quinta columnistas.

Todavía, la lista de posibles «candidatos» a ser purgados es larga e incluye nombres como el Viceprimer Ministro Arkadii Dvorkovich , el primer viceprimer ministro, Igor Shuvalov , la gobernadora del Banco Central de Rusia Elvira Nabiullina , el Ministro de Finanzas Anton Siluanov y por supuesto, el primer ministro Dmitri Medvedev.

Uliukaev es sólo uno entre muchos otros. Aún así, ha sido un objetivo de nivel superior. La manera en que fue detenido debe haber producido un frío escalofrío en todos los otros quinto columnistas del Kremlin. Sólo el hecho que su teléfono estuviera intervenido – por tanto tiempo – es bastante revelador y claramente apunta a que nadie deshonesto está a salvo de las purgas de Putin.

Es un cambio que debe ser bienvenido: los miembros del gobierno de Medvedev, ahora están avisados, sus actividades están bajo la estrecha vigilancia de la FSB.

Realmente no importa mucho lo que sucederá con Uliukaev . Se han instruido los cargos legalmente y su caso será investigado y Uliukaev podrá defenderse en la corte (en estos momentos sólo está detenido bajo arresto domiciliario por dos meses).

Potencialmente, se enfrenta a 15 años de cárcel y una multa equivalente a 70 veces el monto del soborno. Como en el caso Serdyukov, que se las arregló para escapar  de prisión ( gracias a una amnistía presidencial con motivo de los 20 años de la actual Constitución Rusa) hoy Putin pareciera ser reacio a cualquier forma de ensañamiento con sus enemigos . Pero, incluso si Uliukaev llegará a disfrutar del aire fresco de la taiga siberiana, el personaje ya está terminado como un influyente agente del poder , y  esto es lo que realmente le interesa a Vladimir Putin.

 

Lo que importa, es que en el transcurso de una noche, un ministro de nivel superior, pasó de sus oficinas ministeriales a una celda de detención y que nadie lo vio venir, o pudo preverlo. Una vez más, tenemos un caso “estilo Putin” al 100 por ciento: no hay advertencias de ningún tipo, ni pistas, incluso, la acción acaba rapidamente con un resultado inmediato. Su » mano» está claramente en todo el caso.

La reacción a esta detención en Rusia era predecible, sobre todo después que fuentes de los servicios de seguridad dijeran a los medios rusos que Arkadii Dvorkovich y Andrei Belousov estaban también bajo investigación. Anatolii Chubais, por ejemplo, declaró que estaba en «shock total». Aún mejor,  fue la reacción del Primer Ministro Medvedev, quien dijo que lo ocurrido estaba  «al borde de su entendimiento».

Será interesante observar la inevitable reacción de los Atlantistas: si realmente se sienten derrotados, tendrán que mantener un perfil bajo y declarar , de boquilla, que hay que «luchar contra la corrupción en todos los niveles» Si todavía tienen ganas de pelear, van a denunciar una represión «estalinista», el retorno a la «década de 1930 -con las purgas» y una «nueva campaña» contra la democracia.

Los medios corporativos occidentales, cuyo único «valor» es el dinero, van a escribir sobre cómo la «policía secreta rusa» está tomando medidas contra «empresarios» de una manera que va a terminar dañando la economía rusa.

Básicamente, repetirán los lamentos, que todos oímos , cuando Putin desmanteló la infame mafia de oligarcas de la época de Yeltsin llamada “Semibankirschina”. Como diría Elton John, » ya hemos visto esta película»

En cuanto a los nacionalistas rabiosos que odian a Putin , dirán que esto es demasiado poco y demasiado tarde. Durante años se han quejado de la corrupción y porqué los funcionarios de alto nivel eran investigados, y ahora que parece que han conseguido sus deseos, dirán nuevamente es «demasiado poco, demasiado tarde». Pero, no importa ya que tienen tan poca credibilidad, entre la población rusa, como partidos los pro-occidentales “Labloko” o “Parnass”.

En este momento los principales medios de comunicación y comentaristas políticos están dando a Putin una ovación de pie. Estos medios durante muchos meses se han quejado constantemente del «bloque económico del gobierno», es decir, de aquellos cinco altos cargos pro- estadounidenses y quintacolumnistas dentro del gobierno Medvedev.

Literalmente todos los principales comentaristas políticos han estado pidiendo y exigiendo una purga de este «bloque económico» y un cambio radical en las políticas económicas de Rusia. Ahora, que hay un villano purgado es un buen comienzo pero todavía no hay señales que rodarán más cabezas que cambien el rumbo económico de Rusia. Tenemos que poner fin a las políticas del consenso de Washington, reemplazándolas obligatoriamente por políticas que promuevan el crecimiento interno. Conociendo como actúa a Putin, no debemos esperar ningún signo anticipado – solo  veremos una acción relámpago.

En Rusia, al igual que en los EE.UU., cambiar a la gente es mucho más fácil que cambiar el sistema. Sin embargo, la única manera de lograr un cambio real es, precisamente, cambiar el sistema, no las personas.

En este periodos, Putin sólo ha tenido éxito expulsando del poder a algunas de personas corruptas, cambiándolas por personas honestas.

Ahora, que la amenaza de guerra con los EE.UU. se reduce considerablemente y el Tío Sam está ocupado en sus propias luchas internas, esperamos que Putin finalmente sea capaz de tomar acciones enérgicas que liberen a Rusia de los partidarios del “consenso neoliberal de Washington” . Es necesario reemplazarlos por verdaderos patriotas que hagan posible que Rusia se convierta en un país verdaderamente soberano, incluso en el ámbito económico.

 

*siloviki, agente de seguridad ruso que se caracteriza por su profesionalismo y honestidad

 

 

 

 

 

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