Socialismo21 » 21 septiembre, 2021

Daily Archives: 21 septiembre, 2021

Artículos

Con amigos como estos no se necesitan enemigos.

Con amigos como estos no se necesitan enemigos.

Tras el desprecio vivido por la UE en Afganistán, (Biden decidió repatriar sus tropas sin consultar a sus socios) Washington vuelve a clavar una nueva puñalada a Europa en este caso en la espalda francesa. Con esa contundencia se expresó el ministro de exteriores francés.

 Hace pocos días saltaba la noticia: EEUU, Reino Unido y Australia han integrado un nuevo acuerdo territorial de seguridad, denominado Aukus, contra China en el Indo-Pacífico. Australia se suma así al cerco que pretende tejer EEUU. China pretende ser tratada como un igual y busca la cooperación pero el complejo mediático-industrial-militar norteamericano ve en la nueva guerra fría un enorme negocio de billones de dólares. Las conversaciones entre la subsecretaria de Estado de EEUU y el viceministro chino de Relaciones Exteriores a finales de julio no produjeron avances substanciales. Pekín está dispuesta a reforzar su cooperación económica con los países limítrofes al Estrecho de Malaca (Camboya, Laos…) para asegurar su influencia sobre una línea vital de comunicación para el país asiático. Las inversiones en infraestructuras en Laos o en los puertos camboyanos son respondidas por parte norteamericana con el rearme de Australia a todas luces innecesario

Biden ha planteado estas alianzas estratégicas como si fueran unas nuevas guerras del Peloponeso asiáticas donde se enfrentaran democracia versus autocracia”, estando representada la democracia por los EEUU y la autocracia por China. La configuración de estos nuevos bloques nos empuja irremisiblemente a profundizar en la “guerra híbrida” que se teorizaba por parte de los analistas chinos hace ya más de 30 años. Biden, al igual que  Trump, prescinde de los protocolos diplomáticos y actúa en función de sus intereses exclusivos.

Es una guerra global hecha de intervenciones más o menos explicitas, de choques a través de terceros, agresiones disfrazadas de terrorismo, de guerras humanitarias e intervenciones ocultas que van desde las primaveras de colores a los golpes de Estado. El último se produjo hace una semana en Guinea: su objetivo, impedir que China siga comprando bauxita (mineral básico para producir aluminio) y sobretodo hierro en la mayor mina del mundo. Anteriormente se produjeron otros golpes en Chad, Mali y Níger (este fracasado); países donde China he hecho grandes inversiones. Algunos de estos golpes han contando con el apoyo de grupos terroristas, franquicias del Daesh sirio.

En este conflicto, que ya es mundial, la potencia agresora EEUU no duda en pisar la soberanía de los países “aliados” sea a través de los servicios de inteligencia (como en el caso de las escuchas secretas, descubiertas hace dos años, a Macron, Boris Jhonson o Merkel) o directamente imponiendo sus criterios mediante la extorsión económica o la fuerza. EEUU no teme una reacción airada de Europa. Tiene claro que las burguesías nacionales europeas (ni la moneda única ni la UE han creado una burguesía europea con objetivos propios y compartidos) no romperán su dependencia de Washington; asistirán resignados a este nuevo insulto. Se volverá a plantear la creación de un embrión de ejército europeo y se volverá a hablar de la obsolescencia de la OTAN y poco más.

Para la parte australiana será una cesión más de soberanía en un país en decadencia demográfica y temeroso de la pujante emigración china y su influencia en la zona. El Aukus estará dirigido, como en el caso de la OTAN, por generales norteamericanos. Washington se asegura así la posesión de una fuerza militar de ataque poderosa mientras pagan otros.

El golpe a sus aliados europeos, que han sido dejados nuevamente de lado, es enorme. Por si no fuera poco se permite la venta de doce submarinos nucleares a Australia rompiendo así el acuerdo firmado entre París y Camberra en 2016 para adquirir este tipo de armas. Francia pierde con este acuerdo la friolera de 90.000 M/€  mientras que EEUU gana unos 120.000 M/€. Por otra parte, la exclusión francesa del acuerdo es una afrenta enorme puesto que París tiene intereses directos en la zona: más de dos millones de franceses viven en la Polinesia francesa y Nueva Caledonia. París ha llamado a consultas a los embajadores australiano y estadounidense. El ministro de Asuntos Exteriores francés Jean-Yves Le Drian se expresaba con rotundidad: Esta decisión excepcional se justifica por la excepcional gravedad de los anuncios hechos. El enfado del primer ministro francés Enmanuel Macron es descomunal, su ministro de exteriores lo expresaba con enorme dureza: “El abandono del proyecto (…) y el anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos para lanzar estudios sobre una posible cooperación futura en fuerzas de propulsión nuclear constituyen un comportamiento inaceptable entre aliados, Fuerzas Armadas y socios” el aparato publicitario del Eliseo ha sufrido un enorme varapalo, Macron pretendía sacar “pecho electoral” (las encuestas le dan como perdedor en unas futuras elecciones) utilizando la política exterior como medio. La retirada apresurada de sus efectivos en Afganistán a consecuencia de la retirada estadounidense, la debilidad de su posición en Oriente Medio (especialmente en Siria y Líbano donde pierde cada vez más influencia en beneficio de los actores nacionales como Hezbollah), las dificultades crecientes para mantener el control sobre sus antiguas colonias africanas (debido al costo excesivo está retirarndo tropas de la legión extranjera; se ha rumoreado incluso el abandono de Mali) hacen que su situación sea cada día más compleja.

Por otra parte la UE aún no recuperada del “shock” afgano afronta una nueva crisis. El pacto aísla un poco más a Europa del escenario internacional. Biden, que aseguró que tendría en cuenta las opiniones de sus socios, actúa a sus espaldas. Josep Borrell el Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad se enteró por la prensa: “Lamentamos no haber sido informados, no haber sido parte de estas conversaciones. Supongo que un acuerdo de tal naturaleza no se logró de la noche a la mañana”, se lamentaba el jueves día 16 de septiembre. El desprecio hacia la UE es aún mayor si tenemos en cuenta que el miércoles día 15 se presentaba, en rueda de prensa, la nueva política europea hacia el Indo-Pacífico. Una estrategia dura, que planteaba la “contención de China”, es decir el cerco a ese país alineándose con tesis de EEUU. La maniobra tiene también repercusiones en suelo europeo; muy difícilmente la UE, ya bastante reacia, colaborará con Ucrania y los países bálticos en su enfrentamiento con Rusia.

La maniobra de Biden es solo uno de los escenarios donde se libra el control del Indo-Pacífico. A finales de septiembre el presidente presidirá la cumbre del grupo Quad que intentará “profundizar las relaciones” entre Estados Unidos, Japón, Australia y la India. China responderá con una escalada progresiva, se siente cada vez más fuerte y su marina de guerra en estos momentos es más poderosa que la norteamericana que además está dispersa en múltiples escenarios. El “staff” norteamericano cree por el contrario en una supuesta “debilidad china” que obligaría al país a negociar en situación de desventaja. La creencia de una Norteamérica como país imprescindible está muy arraigada en la “psique” de este país. En definitiva: con amigos como estos, ¿quién necesita enemigos?

Eduardo Luque.

Published by: