Tesis sobre proceso constituyente

Artículos Debates Internacional

Tamborilero de Hojalata de Periódico  3ºInformación

» La propuesta es constituir una democracia basada en el empoderamiento de los sectores populares, en el poder popular. Una democracia entendida como participación directa, satisfacción de las necesidades y capacidad de garantizarlo, la democracia participativa. Por tanto, construir poder popular para una democracia participativa.»

 

1. Desde la política, se puede concebir un proceso constituyente como un cambio en la constitución material (conjunto articulado de fuerzas, relaciones e instituciones sociales que fundamentan el sistema político plasmado en la constitución formal -escrita-), como una nueva configuración del bloque social sobre el que se sustenta la constitución formal del poder político (la institucionalidad, el estado). Si cambia el bloque de poder, cambia la institucionalidad. Ese cambio puede significar alteraciones en las correlaciones de fuerzas internas en el bloque de poder o la sustitución de un bloque de poder por otro.

2. La oligarquía española, aliada con las oligarquías europeas dirigentes, está llevando a cabo una feroz ofensiva contra los sectores populares en el marco del régimen de 1978. Se rebaja el umbral de las condiciones de vida, se estrecha el marco de los derechos sociales y políticos manteniendo apenas alterada la constitución escrita, culminando así un proceso de vaciamiento de tres décadas. La reforma constitucional de agosto de 2011 simboliza este hecho.

3. A su vez, se evidencia que en el proceso de construcción europea, en tanto que una forma bastarda y falsa de “proceso constituyente”, solo las oligarquías nacionales europeas operan como “poderes constituyentes”, representadas por sus respectivos gobiernos y a través de mecanismos financieros. La convergencia europea en la UE no es la constitución de un sujeto político europeo, ni en forma de demos, ni de kratos, ni siquiera de una oligarquía europea, es la vinculación dependiente, imperialista, de las oligarquías de los países periféricos, que arrastran tras de sí a los sectores populares, a las oligarquías de los países dominantes europeos en un marco institucional que garantiza esa dominación.

4. Todo cambio social implica transferencias de poder político. Con la crisis, el cambio necesario para conseguir derechos sociales, sacar adelante reivindicaciones salariales o hacer valer intereses incluso a corto plazo, no encaja en el marco constituido. Las reivindicaciones inmediatas, los intereses a corto plazo representan ya hoy necesidades constituyentes, pues para satisfacerse precisan de tal grado de poder político como para ser constituyente, precisan fundar un marco político y social propio que las reconozca y las garantice. El actual marco político y social, formal y material no permite ya su satisfacción: ni las fuerzas dirigentes del bloque oligárquico están dispuestas a ceder ante los intereses populares ni el marco formal es capaz de integrarlos como hasta ahora. Por eso hoy cualquier pequeña reivindicación alberga en su interior potencial constituyente, puede ayudar a plantear la cuestión del poder, la cuestión de la democracia.

5. El proceso constituyente que necesitamos permite plantear la cuestión del poder y la cuestión de la democracia como interdependientes. En el contexto de la crisis y desde la perspectiva de la satisfacción de las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares, el poder y la democracia son aspectos de la misma cuestión: qué poder para qué democracia, cómo construir un poder alternativo para otra democracia posible y necesaria. Ese es el objetivo estratégico del proceso constituyente que necesitamos.

6. La propuesta es constituir una democracia basada en el empoderamiento de los sectores populares, en el poder popular. Una democracia entendida como participación directa, satisfacción de las necesidades y capacidad de garantizarlo, la democracia participativa. Por tanto, construir poder popular para una democracia participativa. Conseguir la capacidad de asegurar nuestras necesidades sociales y dotarnos de un marco político que lo garantice. Esa es la perspectiva de salida a la crisis.

7. El proceso constituyente que necesitamos se entiende como un proceso de acumulación de fuerzas en lucha por articularse como alternativa de poder, como nuevo bloque de poder, como poder constituyente. Es el proceso constituyente de los sectores populares afectados por la crisis.

8. El proceso constituyente que necesitamos supone un cambio de bloque de poder que implique no sólo un cambio en la institucionalidad, no sólo sustituir una corona por una presidencia de la república, sino en su carácter de clase, en la geometría del poder: el bloque de poder de los de abajo, popular, frente al bloque de poder de los de arriba, oligárquico, con una institucionalidad correspondiente. El proceso constituyente del bloque popular, de la clase trabajadora y los sectores populares, constituye poder popular, constituye democracia participativa.

9. El proceso constituyente que necesitamos no desvincula ni confronta lo estatal de lo europeo, aspira a integrarse en un proceso verdaderamente constituyente europeo, sobre la base del empoderamiento de los pueblos de Europa, desde su unión en base a sus necesidades, en igualdad y solidaridad.

10. La sociedad civil, entendida como el conjunto de los sujetos sociales, es el terreno principal donde se despliega y articula el proceso constituyente. La constitución de sujetos sociales en sujetos políticos en el seno de la sociedad civil supone la identificación de intereses, la formulación de reivindicaciones y la satisfacción de necesidades a través del empoderamiento, de la apertura de espacios de poder alternativo, como germen de una nueva sociedad política, de un nuevo estado. Los sujetos deben reconocerse como tales, pasar de ser sujetos objetivamente a serlo subjetivamente, de ser pasivos a ser activos, de ser subalternos a ser articuladores.

11. La tarea de las fuerzas políticas implicadas en el proceso es facilitar el paso de sujetos sociales a sujetos políticos, a poder constituyente, a agentes fundantes de una realidad nueva, de una institucionalidad nueva, desde la inversión de la geometría del poder. Ayudar al salto cualitativo desde unos sujetos sociales desarticulados, inconscientes (de su subjetividad y, por ende, de su propio poder) y políticamente dependientes e integrados en el bloque dominante a sujetos políticos plenos, capaces de articular un bloque social propio. Las fuerzas políticas no son sujeto constituyente o poder popular, son los instrumentos del sujeto constituyente, del poder popular.

12. La expresión política organizada de los sujetos sociales precisa de la unidad, de la alianza, del frente común, pero no para crear una instancia superior que sustituya a los sujetos sociales ni para que los represente dentro del viejo marco político-formal, procesando sus necesidades en fórmulas digeribles y asimilables por éste (algo que pese a su imposibilidad actual no se deja de intentar), sino para consumar la constitución de los sujetos políticos asumiendo la tarea de superar-romper el viejo marco político, la vieja institucionalidad. Para consumar, en definitiva, la constitución del bloque social alternativo como bloque histórico que enarbola un proyecto histórico: la democracia participativa como poder popular, camino del socialismo.

Facebooktwitterlinkedinrssyoutube
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail