Podemos: ¿Temblor o terremoto en la izquierda?

Artículos Debates Internacional

imagesNunca mejor dicho, la polémica esta servida en las filas de la izquierda . Y como todos los días aparece uno o varios articulos a continuación publicamos un pequeño dossier con algunas significativas opiniones. No tienen perdida. Escriben ; Carlos Fernadez Liria, Carlos Taibo, Pablo Bustinduy,Carlos Martínez,Madrilonia, Silvia Diderot, Carlos Gutiérrez

 

Podemos: la lógica del desborde

Pablo Bustinduy, filosófo.

El castigo es ser gobernado por alguien peor que uno mismo

Platón, La República

El 2 de mayo de 2011, Julio Anguita publicó un artículo que llevaba por título “Son los nuestros”. El sujeto de esa oración eran los manifestantes que desde hacía cinco días ocupaban las plazas de medio país, y el presumible receptor de su mensaje, un tipo ideal de militante de izquierdas que asistía al mayor estallido político de la historia reciente del país con una mezcla de curiosidad, escepticismo y desorientación.

Ese escepticismo se nutría de la incertidumbre ideológica que rodeaba el proceso: una vaga querencia antipolítica, ese “ni de izquierdas ni de derechas” que asomaba instintivamente en las asambleas y que a más de uno le ponía con razón los pelos de punta. Las plazas parecían carecer de aquello que precisamente le sobraba al militante: un discurso coherente, sistemático y de conjunto; un análisis general del proceso histórico y de las fuerzas determinantes del momento político; una clara vocación anticapitalista y un lenguaje más o menos asentado, a prueba de vaivenes y oportunismos, para describir el cambio que se hacía necesario ante el anunciado colapso del régimen del 78.

Dado este diagnóstico, hubo al menos tres tipos de reacción que, sin ser excluyentes entre sí, canalizaron la respuesta general de esos militantes de izquierdas ante lo que sucedía en las plazas.

La primera, minoritaria, consistió en quedarse fuera, no sentirse interpelado por su llamada, permanecer alerta ante una deriva ideológica peligrosa y denunciar el infantilismo de un discurso demasiado transversal y “desideologizado”, demasiado instintivo, políticamente subdesarrollado (claro que, una vez expresada esa denuncia, no quedaba más que sentarse en el sillón a esperar su derrota, para clamar a continuación: ya os lo dije, esto tenía que pasar, no podía ser de otra manera).

La segunda reacción compartía esencialmente ese diagnóstico pero, a diferencia de la primera, supo reconocer la importancia y la dimensión política de lo que estaba sucediendo; a la manera clásica de la vanguardia ilustrada, se trataba entonces de intentar reconducir a las masas y acudir a las plazas para, megáfono en mano, deshacer el hechizo de su alienación (claro que en seguida las asambleas contestaban que muy bien pero que no, gracias, que el discurso que les faltaba estaba en gran medida por hacer, y que lo último que necesitaban eran iluminados que vinieran a soltarles la chapa).

La tercera reacción, que resultó en muchos casos una evolución de las dos primeras, fue la propia de quienes reconocieron a pesar de los diagnósticos y las reservas que algo estaba pasando, y que había que ponerse a trabajar y ser parte de ello.

En otras palabras, la tercera opción fue la de quienes decidieron aterrizar la teoría en la realidad, con todas sus contradicciones, aristas e inconveniencias; fue la de quienes decidieron hacer política e intentar orientar el proceso, trabajosamente y desde dentro, hacia sus posibilidades más productivas. Esa fue la postura defendida por Anguita hacia el final de su artículo, donde decía con un arranque poético expresado en primera persona: “Creo, como comunista organizado, que nuestra militancia comunista exige de nosotros y a título personal, enrolarnos, comprometernos y engrosar sus filas sin más soldada ni recompensa que la gratificante sensación de que volvemos de nuevo a galopar hacia Utopía; o lo que es lo mismo hacia la honestidad, la justicia, la igualdad y el lenguaje limpio y veraz al servicio de la comunicación de ideas”.

Lo curioso es que este proceso, por caricaturizado que parezca, se repitió casi literalmente pocos meses después en Occupy Wall Street. Un brillante politólogo marxista y muy buen amigo mío me vino a decir, en plena efervescencia de la mayor movilización política vista en décadas en los EE.UU., que le parecía todo muy interesante pero que era una cuestión de principio: él no podía apoyar una protesta que se dirigiera explícitamente al 99%, porque partía de un análisis incorrecto de la estructura social y por tanto no podía llevar a ninguna parte que mereciera la pena.

¿Pero a qué otro lugar llevaba, me preguntaba yo, a qué otro lugar sigue llevandoese supuesto análisis correcto? ¿Cuál es la realidad en la que aspira a marcar una diferencia, dónde y cuándo quiere hacer política, y qué política quiere hacer?

No se trata del viejo sofisma que silencia la crítica o la negativa preguntando altaneramente y tú qué propones. Se trata de reconocer algo distinto, y es que el género trágico es siempre el más cómodo para la teoría que no sale de sí misma, para los discursos coherentes y cerrados, para todos los cínicos y los que están demasiado seguros de sí: desde el principio sabemos que todo lo que no encaja va a salir mal, que toda trama que se sale del guión conduce irremediablemente hacia el desastre. Pasa con estos discursos como con la frase del chiste: si todo lo que tienes es un martillo, cualquier cosa que veas en la realidad acabará pareciéndose a un clavo.

Ese es el régimen discursivo en el que se enmarcan muchos de los dejes heredados de la izquierda, que le han dado la vuelta a la fórmula wittgeinsteniana de las semejanzas de familia: aquí, lo que mejor sirve para ubicar cada cosa en su lugar son las diferencias de familia, los matices, las asimetrías, las pequeñas distancias -por insignificantes que parezcan.

Esa es la fórmula paradójica de la impotencia de izquierdas, un pensamiento existencialmente instalado en la tragedia: como eldasein heideggeriano, lo que está más cercano es al mismo tiempo lo que está más lejos de sí; la identidad propia se construye a partir de la negación del otro, y por tanto requiere una búsqueda obsesiva y una exageración sistemática de la diferencia; las posiciones políticas se moralizan hasta el punto que su lucha aparece como un combate épico entre pureza y traición, rectitud y desvío, verdad y conspiración, una cuestión de coherencia en la que, al cabo, la comprensión y la transformación de la realidad casi se convierten en lo menos importante.

Así se convierte el análisis materialista en una neurosis obsesiva cuya economía psíquica depende, además, de un discurso perenne sobre la unidad: la unidad imposible, la unidad perdida, es la ausencia que mueve la maquinaria entera, el objet petit a que mantiene la consistencia simbólica de la propia identidad en el marco general de la derrota.

Hay un problema evidente en todo esto: el horror vacui, una fobia instintiva a la política que probablemente se explique por razones históricas. Por eso me he acordado del artículo de Anguita, de ese gesto que llamaba precisamente a lo contrario, a mancharse las manos, enrolarse y comprometerse, a poner los discursos a trabajar a pesar incluso de los discursos mismos.

Son los nuestros quería decir: tenemos que estar, o al menos así lo leyó mucha de la gente que ocupaba las plazas, mucha gente que se preguntaba dónde estaban los que no estaban, qué podían tener mejor que hacer, por qué preferían esperar fuera en vez de intentarlo, en vez de participar de aquello que, con todas sus impurezas e imperfecciones, ofrecía un lugar y una posibilidad para la acción presente, inmediata, real, un lugar y una posibilidad para la acción política.

Claro que no había ninguna garantía, claro que la incertidumbre y la posibilidad de que todo saliera mal era evidente: de hecho hay que decir que casi todo ha salido mal para poder decir que no está aún todo perdido. Pero uno se preguntaba entonces, igual que se pregunta ahora: ¿qué garantía ofrece el quedarse fuera, esperar a que los hechos confirmen la crónica amarga de una derrota anunciada? ¿Qué garantía aporta no hacer siquiera ademán de intentarlo?

Con sus tres mil diferencias, creo que todo lo que está sucediendo en torno a la iniciativa Podemos plantea en lo esencial una situación similar. Solo la conversación que está teniendo lugar ya merece la pena: es una interpelación a todos aquellos que quieren hacer política y resignificar la democracia, a los que no se resignan a esperar y quejarse después; es una invitación a tomarse en serio las palabras, a pensar qué es la unidad popular, cómo se puede lograr, cuáles son las herramientas que se requieren para ello, cuáles los objetivos que se persiguen, con qué lenguaje expresarlos.

La conversación merece la pena, además, porque la mayor parte de las críticas a Podemos son acertadas, porque apuntan a ejes y preguntas fundamentales (el liderazgo, el funcionamiento, el programa, etc) que están sin duda por responder. Pero basta el hecho de que se esté hablando de ello –hablando, además, a futuro, en primera persona, hablando no de lo que (no) se ha hecho, sino de lo que hay que hacer, de lo que se puede hacer – para indicar lo oportuno y necesario del gesto, para anunciar las posibilidades que encierra.

No se trata, como han dicho algunos, de una simple cuestión electoral, aunque las elecciones sean otro de los nudos neuróticos heredados de la izquierda trágica. A diferencia de lo que dice el título del manifiesto, creo que Podemos no solo ha movido ficha: le ha dado un puñetazo al tablero y nos ha puesto ante la obligación de pensar en el qué hacer no de forma teórica, trágica, impotente, sino de forma política, señalando un campo en el que cada cual tiene que decidir dónde se ubica, para qué, con quién. Esa es la clave del gesto, de su éxito inicial, de las posibilidades que plantea: ese campo interpela potencialmente a todo aquel que se lo quiera tomar en serio, a todo aquel que lo reconozca como problema y como necesidad.

Podemos no es un esquema cerrado de medios a fines ni una organización alternativa a las ya existentes, sino una forma de desbloquear la situación, una forma de expresar la voluntad de articular en ese campo un espacio común para las fuerzas que defienden la democracia y se oponen a la dictadura de la deuda.

Claro que no es el primer ni el único intento, pero sí es el que está sucediendo, el que está aún por hacer, aquél en el que hoy, ahora mismo, se puede trabajar por la unidad.

Esa es la clave: ya no se trata de preguntar quiénes son, si estos son o noson los míos. Podemos es una pregunta en primera persona, la pregunta del qué se puede hacer y el cómo, una pregunta cuyas respuestas, en plural, están enteramente por hacer. Quienes esperan, martillo en mano, que esas respuestas vengan desde arriba (de la televisión o de una rueda de prensa) para confirmar sus peores sospechas, están contestando con frases viejas a hechos que aún no han sucedido, y se exponen a aquello que cuenta Marx en los escritos sobre Francia: la “fuerza sin frase” de quienes no entienden lo que son está igual de condenada a la impotencia política que las “frases sin fuerza” de quienes interpretan el mundo sin entrar en contacto con él.

La única posibilidad de que Podemos sirva para algo es que se multiplique lo que ha estado pasando en sus primeros días de vida: que se desborden todos los cauces previstos, que se dé lugar a un proceso democrático y masivo al que, como pasó en 2011, cada vez más gente se sienta apegada, que cada vez más gente reconozca como un lugar de cualquiera en el que está realmente todo por hacer.

Si eso sucede, si Podemos se desborda, se multiplica, se democratiza radicalmente y desde abajo, sucederá ahora lo mismo que entonces: cada vez resultará más difícil explicar y explicarse por qué uno no está en el proceso, por qué no quiere participar, a pesar de todos los problemas, de todas las contradicciones, de la falta total de garantías.

Una última cosa: claro que hace falta un contrapeso poderoso a la lógica mediática, al liderazgo y el personalismo, a lo vertical del proceso tal como se ha dado hasta ahora. Si el proyecto se presenta en clave representativa, presuponiendo la homogeneidad y la unidad del cuerpo al que tiene que encabezar, anulará sus propias condiciones de posibilidad y se quedará en un intento electoral más o menos frustrado.

Pero eso, a día de hoy, está lejos de ser algo dado. En su extensión territorial, en la composición de un programa democrático, anti-deuda, socializador, en la movilización de muchos y de cualquiera -en una palabra, en el desborde y la aceleración del proceso y de la conversación que ya está teniendo lugar.

Podemos tiene la capacidad de convertirse en el ariete de la explosión democrática que necesita este país, de interrumpir la lógica de lo normal de una manera que pueda sobrevivirse a sí misma. Por supuesto que no hay garantías de nada, que todo puede salir mal, que todo está por hacer. Pero una cosa está clara: el coste de oportunidad de no intentarlo tiende hoy en día al infinito.

Algunas preguntas sobre Podemos e Izquierda Anticapitalista 

De la Revista Digital Madrilonia.

En política siempre merece la pena preguntar. Quizás sea más discreto hacerlo mientras se cocinan las propuestas y se lanzan las preguntas que diseñan los manifiestos y los programas. Este proceso de preguntas y respuestas, como el que llevó a los zapatistas a su famoso algoritmo 20 y 10 en el décimo aniversario de su alzamiento en el año 2004 (20 años de proceso organizativo y 10 de revuelta pública desde su alzamiento) siempre fue un modelo para entender y calibrar cómo se amasaba un proceso.

Pero no nos asustemos. No queremos decir con esto que todo proceso organizativo o social debe fraguarse obligatoriamente en tanto tiempo, aunque por suerte no hemos tomado al Movimiento Sin Tierra como ejemplo, pues ellos piensan siempre a cien años. Sólo debemos quedarnos con la imagen de que la estructuración y sedimentación política requiere unos tiempos.

También podemos convenir que -cuando hablamos de política- este modo de proceder, de amasar en tiempos lentos, además de producir fuertes lazos y estructuraciones, genera a su vez altas dosis de impaciencia, sobre todo en aquellas personas que se sienten preparadas para un salto que parece nadie termina de dar. El tiempo de los movimientos a efectos políticos muchas veces parece desesperadamente lento, y nadie puede negar que lo es.

Parece que esa impaciencia está presente en este lanzamiento de Podemos. Decimos impaciencia y no urgencia, porque la urgencia, la necesidad de afrontar el dilema político de nuestro tiempo, está en la cabeza de muchos y de muchas. Pero una cosa es organizarse en la urgencia y otra muy distinta tratar de organizarse en torno a la impaciencia.

Como son muchos y muchas las que en diversos lugares y tiempos, están pensando ese salto, organizándolo, dejándose la piel en el mismo, también son muchos los que han mirado con sorpresa la aparición de Podemos. De algún modo la partida que todos y todas pensábamos jugar juntos ha abierto con caballo, saltándose a toda la línea de peones. Además, como partida que no emana de un proceso de mayor estructuración organizativa, ha tenido que apoyarse en dos herramientas nada cercanas al ciclo 15M: la figura de un líder y el golpe mediático.

Todo ello se complejiza mucho más si la organización que da carne y huesos al proceso organizativo de Podemos, esto es, Izquierda Anticapitalista, lleva dos años abriendo debates públicos y amasando procesos de discusión en torno a estas cuestiones con diversas gentes, lo que significa: acompasar agendas, establecer redes de confianza, discutir marcos estratégicos y momentos de oportunidad. Elementos estos últimos difíciles de compatibilizar con la impaciencia y la necesidad imperiosa de subirse a un caballo ganador.

No menos interesante es el nuevo juego de miradas que establece Podemos con respecto a Izquierda Unida. De hecho, es el primer partido político que nace explícitamente mirando de reojo a ver si mueven a Izquierda Unida, mientras que IU trata de remar para casa mientras mira de reojo las encuestas que le dan cierto aumento de votos. Con renovados aires el juego de la izquierda y la extrema izquierda de finales de los setenta se repite, incluso con algún protagonista compartido.

A esto se añade que Podemos sale a la luz con una buena síntesis de muchos de los discursos transversales del 15M y se pone en disposición de representarlos, propulsarlos, llevarlos al lugar donde se merecen. Pero ¿cómo se hace tal cosa? ¿Cómo se organiza el partido? ¿hay asambleas locales o sectoriales? ¿habrá congresos? ¿será una organización jerárquica? ¿tendremos un líder similar a la Monarquía del 78 sin responsabilidad legal alguna ni poder real pero que acumula todo el capital simbólico?

Sin duda lo menos transparente es el guiño que Podemos hace, como acto inaugural a Izquierda Unida. Es cierto que en IU hay sectores honestos y demócratas convencidos, como también es cierto que IU ha sido la pieza díscola del sistema de partidos a escala nacional. Pieza del sistema, no porque se haya visto salpicada por la corrupción o porque haya participado junto a Comisiones Obreras en el escándalo de Bankia, sino porque su diseño como partido y sus formas de hacer han sido fieles al modelo de la Transición. Líderes y cúpulas protegidos por estatutos blindados, juegos de mayorías y de poder, realpolitik electoralista, corporativismo, participación de los beneficios del capitalismo popular como en Bankia.

No se trata por tanto sólo de quedarse con los honestos, de juntarse a la gente de bien, se trata de desterrar un modelo de hacer política y por lo tanto de arruinar la idea de “partido político”, figura antagónica de un movimiento social que asume por medio de la participación electoral una función política. Motivo por lo que es central que conozcamos cuales van a ser las fórmulas de participación en Podemos, como se van a gestionar, elegir y decidir las portavocías, la apariciones públicas, los puestos de responsabilidad.

Es en este asunto crucial donde se han visto las dos almas de Izquierda Anticapitalista, ahora escindidas. Aquella que desea ser respetuosa con el tempo marcado por las agendas que construye con otros/as y aquella que desea dar el salto, aunque sea al estilo Marine, cogiendo a un puñado de sus mejores hombres, que no mujeres, y lanzarse contra la posición enemiga.

Sin duda el reto de que los movimientos se organicen y estén a la altura política del momento, ya sea por medio de candidaturas que ganen poder en el arco parlamentario o abigarrando un sistema de movilización con aún más impacto sobre los gobernantes, requiere un esfuerzo titánico. Cierto es que muchas veces se produce porque los movimientos son reactivos a este tipo de desplazamientos, pero lo contrario pueden ser atajos que nos lleven a callejones que están igualmente sin salida, no porque no funcione sino porque no tenga más consistencia que la que le dan sus líderes.

El gran reto por tanto no es sólo construir una marca electoral ganadora, que ojalá se maneje en parámetros similares a los de Podemos, sino cómo armamos un movimiento que asuma entre sus funciones las que tienen que ver con la destitución del régimen existente y la construcción de uno nuevo.

Cualquier paso que no resuelva, al menos en parte, semejante dilema estará condenado a perderse incluso aunque consiga victorias electorales, pues no se habrá salido del juego del 78, donde la política es sólo el arte de representar a otros que están ausentes.

Sí nos representan

Carlos Fernández Liria

El objetivo más importante que hay que proponerse actualmente no puede ser otro que revertir el insistente clamor de estos últimos años “NO NOS REPRESENTAN” por un decidido “Sí nos representan”. La representación no es lo único que cuenta políticamente, por supuesto, pero es un disparate desentenderse de ella y regalarle el parlamento y las instituciones al enemigo. Se trata de intentar dar voz y voto a los centenares de miles de ciudadanos hastiados de un panorama político que ha llegado a unos límites de descomposición insoportables. En esta putrefacción que se respira en el ambiente, desde luego, unos partidos tienen mucha más responsabilidad que otros, y por supuesto, Izquierda Unida tiene la que menos. Pero el hecho está ahí.

A unos les puede gustar más y a otros menos y unos pueden considerarlo más injusto y otros más merecido, pero el hecho es que PODEMOS (quizás me equivoque, claro) va a darnos una lección electoral impresionante. Y además, esa sorpresa se va a traducir (al tiempo que va a ser el efecto) de una respuesta en la calle que va a cambiar el panorama político de este país. Desde Izquierda Unida yo comenzaría por aceptar esta más que probable posibilidad y decidir en consecuencia.

Lo que haga IU en esta ocasión, en las elecciones municipales y en las generales de 2015 va a ser muy decisivo. A mí, desde luego, el tema me preocupa muchísimo. Y no pienso que la oferta que tenemos por delante sea nada mala para IU ni para ningún otro partido u organización de izquierdas.

Todo lo contrario: lo que ofrece PODEMOS es una idea excelente muy ventajosa para todos.

Porque PODEMOS (en muchos artículos que he leído parece que no se termina de entender eso) no es un Partido (“otro partido para dividir a la izquierda”), ni una Coalición (“a la que prepotentemente se invita a sumarse a una organización como IU que lleva décadas trabajando en un programa idéntico”), ni un Frente (“de esos que siempre montan los trotskistas para quedar en nada”). PODEMOS es un método, un mecanismo que se propone para el ejercicio de la soberanía ciudadana. PODEMOS inicia un proceso según un procedimiento que se traducirá con toda seguridad en una Coalición electoral, pero esa Coalición no existe todavía.

En primer lugar, se proponen una primarias abiertas para elaborar las listas electorales. IU, por ejemplo, podría proponer sus candidatos. Pablo Iglesias ya ha dicho que, de salir elegidos, él se pondrá enteramente a trabajar a su lado, en el puesto que le corresponda. Se objeta a modo de pregunta muy inquisitiva que quién votaría en esas primarias.

Desde luego, los que hayan dado su adhesión a la iniciativa lanzada por Pablo Iglesias con un perfil desde el principio netamente de izquierdas. Esta adhesión podría ir acompañada de una mínima aportación económica o no.

Pero, en cualquier caso, las personas adheridas votarán luego plenamente identificados con su numero de carnet de identidad, su nombre y sus apellidos. He leído en algún sitio que el el ideario de PODEMOS coincide hasta tal punto con el programa de IU que parece calcado de él. Tanto mejor,entonces.

Si IU propone sus candidatos y vota por el programa de sus candidatos, no perderá nada y en cambio ganará muchísimo al abrirse y sumarse a los movimientos sociales que tan injustamente les han incluido en el clamor del “NO NOS REPRESENTAN”. Además, IU tiene gente magnífica que sería masivamente votada. Otra cosa es que IU no esté dispuesta a tirar precisamente de esa gente y prefiera empecinarse en el consabido eje Pérez-Morcillo. Pero esa es la estrategia que ha llevado a IU a la ruina y que, en todo caso, le ha marcado un techo electoral que, ni en las mejores previsiones va a ser jamás suficiente para cambiar este régimen político que nos atenaza.

La idea de una “primarias abiertas” me parece muy buena teniendo en cuenta el momento político tan terrible en el que nos encontramos. He leído un artículo de Alberto Garzón criticando muy duramente la idea de primarias abiertas (“Democracia y primarias abiertas”, La Marea). El caso es que el artículo es buenísimo y estoy totalmente de acuerdo con él, porque es un artículo que habla en general.

Pero ese artículo no puede aplicarse al momento presente y, además, creo que no está escrito para el caso que nos ocupa. Por supuesto que yo estoy absolutamente en contra del mandato imperativo y a favor del mandato representativo, creo que lo he defendido así en varios sitios ya.

Por supuesto que Alberto Garzón tiene toda la razón del mundo al denunciar que precisamente lo que tenemos actualmente en “el régimen” es puro mandato imperativo, sólo que, mediante la disciplina de voto, el imperativo lo dictan las direcciones de la partidocracia. También comparto enteramente con Alberto Garzón la crítica a las primarias abiertas cuando dice: “un partido concebido como una simple oferta que se adapta a la demanda no es, ni mucho menos, un partido ideológico. Se tratará de un partido vacuo, líquido, vaporoso, capaz de cambiar de criterio a la misma velocidad que cambiar el sentido común de la sociedad.

Y el sentido común, para decirlo con Gramsci, no es otra cosa que la ideología de la clase dominante. (…) Un partido concebido ideológicamente no sólo se limita a escuchar las demandas de la ciudadanía sino que también trata de cambiarlas. Es decir, se trata de un partido que combate el sentido común y no se adapta a él. Un partido ideológico no permite que su organización interna y su programa sea determinado a golpe de encuesta, sino que lucha por crear hegemonía”.

Eso, desde luego, es así, como dice Alberto Garzón, excepto en los casos muy raros y excepcionales, y el asunto es, precisamente, que estamos en un caso muy raro y excepcional.

Precisamente con el sentido común pasan desde hace tiempo cosas muy extrañas y sorprendentes. Para empezar, porque hay un sentido común muy extendido que está muy comprometido ideológicamente desde la izquierda y que, sin embargo, sea por lo que sea, grita bien alto que “NO NOS REPRESENTAN”, metiendo en el mismo saco, quizás con mucha injusticia, a IU. Pero, sobre todo, porque vivimos en una situación muy excepcional.

Normalmente el sentido común es conservador y las clases dominantes son conservadoras. Pero no es el caso ahora. Las clases dominantes han emprendido una revolución salvaje y violenta, han declarado la guerra a la población, han metido a la humanidad y al planeta mismo en un bólido suicida que rueda vertiginoso hacia el abismo.

Para proteger sus demenciales y descomunales beneficios (según el último informe de Oxfam Intermón, el uno por ciento de la población mundial acapara en estos momentos la mitad de la riqueza del planeta), la oligarquía financiera está dispuesta a convertir la Tierra en un desierto o a sumirla en una matanza interminable. En estas condiciones, ser conservador se ha convertido en algo muy de izquierdas.

Es más, no hay manera de ser conservador sin ser antisistema, porque, como decía un cartel del 15 M, “es que el sistema es antinosotros”. Por ejemplo, se ha comentado que las reivindicaciones de Juventud sin Futuro eran muy conservadoras, muy poco acordes con el supuesto inconformismo juvenil heredero del 68, cuando se pedía lo imposible.

Ahora se pide conservar el derecho a estudiar, conservar el derecho a una sanidad, conservar el derecho a una pensión, conservar lso derechos laborales, conservar el derecho a tener una familia, a residir en el mismo sitio, sin tener que viajar por todo el planeta en busca de fugaces trabajos temporales, se pide, en suma, conservar los requisitos elementales para una vida humana del más puro sentido común, se pide, para empezar, conservar el planeta, amenazado por el crecimiento suicida del capitalismo.

Efectivamente, hay cosas que hay conservar a cualquier precio: la dignidad, por ejemplo. En todo esto hay que ser muy conservador. Y el sentido común lo es. Por eso, en estos momentos nos conviene muchísimo aliarnos con el sentido común. Por lo menos con ese sentido común que grita en las calles, en el 15 M, en Gamonal, en todas partes, que no puede más, que basta de tanta IN-DIGNIDAD, que NO NOS REPRESENTAN, etc.

Existen centenares de miles de ciudadanos que, sin ser de izquierdas o creerse de izquierdas, votarían por un programa con medidas realistas para recuperar el sentido común. Esa es la gran ventaja con la que contamos. Este mundo se ha convertido en un chiste de mal gusto (hasta el punto de que cada vez hay más bromas periodísticas que circulan por internet y que la gente las asume como ciertas).

En plena revolución de los ricos contra los pobres, en esta huida hacia delante de pesadilla, recuperar el sentido común, la sensatez, la calma, el ritmo de las instituciones democráticas, el tempo mismo de una vida humana normal, se ha convertido en una utopía de izquierdas.

Ya no es difícil convencer a la gente de una utopía que consiste en que no haya desahucios en un país con 3,4 millones de viviendas vacías. O una utopía que consiste en que los poderes económicos se sometieran a las leyes, en lugar de dictar las leyes al parlamento desde reuniones secretas en corporaciones totalitarias. O la utopía de que siga habiendo derecho a estudiar o a la sanidad, la pensión o los convenios colectivos. ¿Quién puede convencer a la ciudadanía de que no es la izquierda la que está loca, sino el sistema en el que estamos sumidos? ¿Que no es la izquierda la que propone utopías inalcanzables, sino el sistema capitalista el que está imponiendo a la humanidad una utopía suicida, absurda y abyecta? Desde luego, nadie duda que todo ello está bien explicado en el programa de IU.

Pero, por lo visto, para la mayoría de la población, ese mensaje,encriptado en el actual sistema de partidos, no es convincente. Se trata de crear una Coalición o un Frente en el que la gente sí pueda creer. Y es absurdo pensar que la población potencialmente de izquierdas va a recuperar la confianza si no participa en el proceso de forma activa.

PODEMOS no es otra cosa que la propuesta de una metodología para conseguir este objetivo. Todavía no hay nada decidido. Ni siquiera que Pablo Iglesias vaya a ser el primero de la lista.

Ojalá que lo sea, pero eso no estará decidido hasta que no se vote en las primarias abiertas que se proponen.

Vivimos un momento en el que no podemos limitarnos al juego parlamentario de partidos «ideológicamente comprometidos», como les llama Alberto Garzón. Estamos en un momento constituyente. Necesitamos dar la palabra a la calle, a unas calles que están fuera de sí, al borde de la desesperación, del estallido violento y, desdichademente -si no andamos con cuidado y si las cosas se ponen aún peor-, del fascismo.

Tenemos una oportunidad y es una locura que la desperdiciemos. Hay que abrir el mapa electoral de forma más abierta posible a las posibilidades de la izquierda, porque de lo contrario el fascismo lo hará en nuestro lugar. A mí personalmente, que casi siempre he votado a IU, no me parece muy sensato seguir eternamente esperando a que en IU decidan deshacerse de sus lastres burocráticos y tengan, por fin, una buena idea. Ahora ya hay una buena idea sobre la mesa y en ella hay sitio de sobra para IU. Lo inteligente sería sumarse a ella.

 

Sobre métodos y contenidos

Carlos Gutierrez de Espai Marx

Hace ya tal vez demasiado tiempo, alguien a quien pienso seguramente admirará Pablo Iglesias, Guy Debord, escribía que “no se puede combatir ya la alienación bajo formas alienadas”. Y hace bastantes más Antonio Gramsci escribía también que “en la política de masas decir la verdad es una necesidad política”.

No pretendo que este artículo se convierta en una sucesión de citas inconexas en las que el lector se pueda perder, pero creo que cada una de ellas expresa las principales críticas que voy a tratar de exponer: una sobre el método y otra sobre el contenido. Ambos no deben ir separados y, posiblemente, uno sea, en buena parte, consecuencia del otro, pero tratarlos aparte se me antoja una cuestión de orden.

En ningún caso es mi intención elaborar una crítica que tenga que ver con el despecho porque esta candidatura pudiese perjudicar a otra que me pueda parecer más oportuna o porque “mi grupito” esté o no esté incluido en ella.

Han surgido y surgirán críticas, legítimas por supuesto, a las que podemos considerar “partidistas”, pero esta no va a ser ninguna de ellas. Incluso es posible que el grupo al que pertenezco manifieste su apoyo, de una u otra manera a esta candidatura.

Pasemos entonces a la cuestión del método. Tal vez resulte demasiado contundente calificar de alienado al método para construir esta candidatura. Aún reconociendo esto, sí pienso que resulta un calificativo descriptivo que pretende llamar la atención. Una vez más, la enésima, nos encontramos con la construcción de una candidatura a toda prisa, con una carrera en la que parece que lo único que importa es “aprovechar la ocasión”. Y volvemos a hallarnos ante una supuesta unidad que en realidad es muy pobre y poco unitaria, y que deja a una multitud de sujetos que podrían estar fuera del proyecto.

Como siempre, se dan todos los llamamientos a la horizontalidad, a la representación de los movimientos sociales o a la construcción desde abajo, mientras que, en realidad, la decisión procede más de la intención de algún partido por no quedarse fuera del juego electoral en el escenario europeo.

Por supuesto, todo esto vía estimulación del natural ego de un cabeza de lista que tiene una enorme capacidad para la comunicación. En mi opinión se vuelve a caer en el error de centrar todos los esfuerzos y las esperanzas en las contiendas electorales, repitiendo lo que ya ha hecho muchas veces IU, mientras que no se consigue un arraigo social real. Tal vez esa ausencia de arraigo y esa impotencia para construir sociedad alternativa son las que impulsan a esa irrefrenable tendencia electoralista.

Hay en la historia reciente de la izquierda española numerosos ejemplos, por no decir todos, de agrupamientos y candidaturas que han nacido con vocación de futuro, con la intención de construir algo sólido, desde abajo, para trabajar con largo aliento, y que se han disuelto al día siguiente del mayor o menor fracaso electoral.

De todos modos, al igual que en este caso, en mi opinión, siempre estos agrupamientos han carecido de un apoyo social relevante y han fiado su proyecto a que un resultado electoral importante fuese la palanca para construir un movimiento fuerte; craso error una vez más intentar colocar a los bueyes delante del carro…

Y, como ya se ha apuntado en algún que otro artículo al respecto, siempre se nos llena la boca con nuestra inquebrantable adhesión a “lo colectivo” y nuestro rechazo al caudillismo y a las figuras que representen cualquier tipo de hiperliderazgo. Pero, cuando llega la hora de la verdad, cuando nos entran las prisas porque los otros se presentan y nosotros, claro, no vamos a ser menos, olvidamos el ya famoso “Ni en dioses, reyes ni tribunos está el supremo salvador”, de la Internacional y buscamos al más famoso de los tribunos, a un “supremo salvador” que pueda conseguir un buen puñado de votos que nos deje, de momento, en buen lugar.

Y, sin embargo, olvidamos lo principal, que solo un potente y amplio movimiento de masas es capaz de cambiar las cosas de modo radical.

Todo esto sin tener en cuenta el daño que puede hacer a futuros procesos unitarios la ausencia de numerosos grupos que se reclaman de la izquierda, y, lo que puede ser más importante, el sentimiento de instrumentalización electoralista que puede cundir en algunos movimientos sociales. Estos procesos de “unidad”, apresurados y casi siempre sesgados, dejan cadáveres y malas sensaciones por el camino en todas las ocasiones.

Debería ser mucho más importante la consolidación de alianzas y de relaciones con la sociedad que las urgencias por participar en las elecciones.

No contemplo, por incredulidad, el inmenso daño que podría hacer al conjunto del movimiento si el objetivo de esta candidatura no fuese más que el de constituirse en grupo de presión para negociar puestos en un eventual proceso de fusión con la candidatura de IU. Esto ya sería más trágico que cómico.

Resulta ya un poco agobiante que cada vez que se abordan este tipo de procesos, se exprese la voluntad de que el siguiente se hará con más tiempo y que se iniciará una elaboración realmente “desde abajo”.

La razón por la cual ocurre esto una y otra vez, me parece evidente: no existe una base social real, los grupos políticos que impulsan estas candidaturas no tienen ni la implantación ni la influencia necesarias para que su programa sea reflejo de las aspiraciones populares; de ahí que esa tendencia, ante la propia debilidad, a fiar su suerte a personajes mediáticos, sea bastante natural.

La cuestión de los contenidos también va muy ligada con el tema del método. Los contenidos, también elaborados a toda prisa y con no demasiada discusión colectiva, no son casuales y sí más bien causales. Cuando se pretende armar una candidatura como ésta, en lo que lo menos importante es el manifiesto, y lo más importante las figuras que la encabezan, los contenidos que “triunfan” son los que ya han sido discutidos previamente por el grupo más organizado que integra esa candidatura.

No pienso que se trate de una táctica traicionera o fruto de la perfidia de un Comité Central en la sombra que pretende imponer sus ideas, pero sí debemos reconocer que la pasividad o la buena voluntad del resto hacen que determinadas ideas se vean plasmadas u obviadas en los documentos.

En el manifiesto de esta candidatura nos encontramos con alguna ausencia clamorosa. Yo diría que falta lo principal, y por eso pienso que esa necesidad de decir la verdad al pueblo no queda cubierta en este caso. ¿Qué es lo principal? Creo que resulta indispensable que una candidatura de izquierdas que quiere un cambio social radical plantee la necesidad de la salida del Euro y el cuestionamiento de la presencia española en la UE. Hay que decir la verdad porque hay que dejar muy claro que con el euro y con este modelo de Unión Europea no son posibles otro tipo de políticas que las neoliberales que hemos conocido hasta ahora.

No es posible hurtar a nuestros conciudadanos un debate que ya está surgiendo en muchos países de la UE. Y salir del euro o de la Unión Europea no es ponerse del lado de Marine Le Pen o de la extrema derecha europea, no se está hablando de una vuelta al pasado o de la recuperación de la peseta.

Cuando se habla de estas cuestiones desde la izquierda, estamos pensando en una salida organizada de un grupo de países de tamaño cuando menos medio y de la creación de un área económica propia basada en los intereses de las personas y no el de los mercados.

Un ALBA a la mediterránea, por buscar un referente. Que IU no se haya atrevido a plantear esta cuestión puede tener una cierta lógica, pero una candidatura de “la izquierda de la izquierda” sí debería plantear estas cosas sin ningún miedo.

Y una izquierda sin miedo y que tenga la intención de decirle la verdad al pueblo debe hablar de la Unión Europea claramente y denunciar el proceso colonial al que nos está sometiendo el capitalismo alemán. Hay que decirle al pueblo que las enormes tasas de paro que sufre nuestro país se deben, fundamentalmente, al papel que se nos ha otorgado en la división del trabajo en el interior de la UE: servicios, fundamentalmente turismo y muy poco más.

Hay que contarle también a nuestro pueblo que este proceso se inició con la integración en la UE, que no se ha detenido ni por un momento, y que ha sido favorecido tanto por los gobiernos del PSOE como los del PP. Y hay que explicar, también, que en la Unión Europea actual no hay espacio para políticas distintas y que Europa no es necesariamente la UE:

No se trata de guardar ninguna ortodoxia ni de descalificar a esta candidatura porque no reparten panfletos en las fábricas. La izquierda tiene que darse cuenta de que al igual que la explotación del capitalismo se ha ido extendiendo a todos los aspectos de la vida del ser humano, los escenarios de rebelión y de resistencia se han multiplicado. La fábrica se ha desparramado por los barrios, decía hace poco un compañero. De nada sirve hoy en día agarrarse a ortodoxias o a fórmulas predeterminadas. Los hechos de Burgos son paradigmáticos.

Tal vez esa multiplicación de escenarios de conflicto social ha pillado a la izquierda con el más bajo grado de organización y de extensión de su historia, pero las cosas son así, la retirada y el acomodamiento de la izquierda política y sindical mayoritarias hacen que las tareas nos parezcan ahora más colosales. Solo identificando los lugares del conflicto social y construyéndose en ellos podrá la izquierda empezar a luchar por la hegemonía.

Esta crítica a la candidatura que parece va a encabezar Pablo Iglesias no pretende ser destructiva y está escrita desde la completa seguridad de que tanto Pablo como todos los que participan y apoyan su candidatura son “de los nuestros” y están en la misma trinchera que el resto. También es evidente que habrá “de los nuestros” en las diversas candidaturas de izquierda que se presenten a estas elecciones, y, por supuesto, entre los que no se presenten.

La candidatura encabezada por Pablo Iglesias tiene apoyos importantes y, con toda seguridad contará con activistas comprometidos y honestos, pero creo que era necesario breve análisis de las debilidades que presenta. En tanto en cuanto sirva de espacio de encuentro de diversos grupos y experiencias de lucha, podremos decir que la candidatura ha jugado un papel positivo. Esperemos, al menos, que esta convergencia sirva para que, de una vez por todas y sin urgencias electorales, se empiece la paciente construcción de un proyecto con una amplia base social.

Sobre «Podemos»

Carlos Taibo

1.- Recibo estos días muchos mensajes, y muchas llamadas de amigos, que recaban mi opinión sobre ‘Podemos’. Prefiero expresarla aquí, en público, desde el respeto por la propuesta correspondiente. Y es que en ‘Podemos’ no faltan las personas que, con una larga trayectoria de lucha, merecen ese respeto, que aquí se expresa –o quiere hacerlo– tan lejos de la alabanza aduladora como de la crítica descortés.

2. Empezaré diciendo lo que muchos saben y lo que para otros es, sin más, irrelevante: no siento ningún interés por elecciones, parlamentos e instituciones. Y me veo obligado a certificar que ‘Podemos’, por muy iconoclastas que sean sus propósitos y muy amplios que sean sus objetivos, se vincula expresamente con todo ello. Lo hace, por añadidura, a través de la intuición, desafortunadísima, de que son los líderes los que dan sentido a los proyectos. Su momento de formalización obliga a recordar, en fin, que a algunos nos parecen poco estimulantes las iniciativas que surgen en la proximidad de unas elecciones. En ese escenario ratifico mi compromiso franco con la organización desde abajo, desde la autogestión, desde la democracia y la acción directas, desde el apoyo mutuo y desde la desmercantilización. Somos muchos –conviene subrayarlo– los que no estamos en la pelea electoral. Y bastantes los que no dejamos de sorprendernos ante las ilusiones que personas respetables depositan, digan lo que digan, en aquélla.

3. No tengo claro qué es ‘Podemos’: si una propuesta de método para solventar los problemas vinculados con unas elecciones o el cimiento de un cambio mucho más ambicioso. Intuyo, por lógica, que se trata de una combinación de ambas cosas, sin que, dicho sea de paso, la condición democrático-asamblearia de la segunda me parezca comprobable. En el estadio actual, de cualquier modo, no existe la posibilidad de juzgar un programa preciso, toda vez que el manifiesto difundido no tiene la condición de tal. Por ello no me queda otra que avisar, aventureramente, sobre lo que intuyo que está llamado a nacer de aquí y de imaginables derivas posteriores. Lo digo de otra forma: me sorprendería mucho que ‘Podemos’ se haya sacudido los vicios de análisis que arrastran por igual la izquierda que vive en las instituciones y la que dice querer romper con el régimen.

4. Algunos de los promotores de ‘Podemos’ nunca han empleado la palabra autogestión. Sus adhesiones de siempre beben de la idea, pregonada por la socialdemocracia y el sindicalismo de pacto, de que el Estado es una institución que nos protege (o al menos de que tal debe ser su condición). Así las cosas, el grueso de las propuestas que les conozco no rompe el molde keynesiano y hace uso inocultado de las herramientas de siempre –entre ellas la jerarquía y la separación– de la socialdemocracia recién mentada. No deja de producirme desasosiego comprobar cómo muchas personas que declaran rechazar de forma radical lo que significa la socialdemocracia engullen ésta a toda prisa cuando aparece ataviada con colores festivos aparentemente rupturistas y subversivos.

5. A mi entender, y en relación con todo esto, nada es más absurdo que la pretensión de regresar a 2007 para reconstruir en plenitud nuestros maltrechos Estados del bienestar. Y nada es más urgente que asumir una crítica consecuente de lo que éstos suponen. No se trata, en otras palabras, de salir de la crisis o del régimen: frente a las gestiones cortoplacistas de la primera, se trata de salir, y con urgencia, del capitalismo. Tampoco veo, por cierto, qué aporta, si le damos a la palabra emancipación un sentido serio, la defensa de la república –española, cabe suponer–, uno de los grandes mitos de la izquierda tradicional que prefiere ignorar que la propuesta correspondiente está en el guión del propio régimen y ya ha dado sus frutos, todos podridos, en Portugal, en Francia o en Italia. No acierto a apreciar, por lo demás, qué efecto de suma de voluntades acarrea la propuesta republicana.

6. Bien está que dispensemos la atención debida a la deuda y a los recortes. Pero, cuando hablo de la necesidad de otorgar a la autogestión un relieve decisivo me importa subrayar que no estoy pensando en viejas trifulcas del pasado. Lo estoy haciendo, antes bien, en la corrosión terminal del capitalismo, en la inmediatez del colapso y en las urgencias consiguientes. He escuchado estos días en labios de portavoces de ‘Podemos’ declaraciones, muy desafortunadas, de inocultado carácter productivista y desarrollista. No he oído hablar, en cambio –acaso he tenido mala suerte–, de centros sociales autogestionados, espacios de autonomía o cooperativas integrales. Si, como suele suceder, el proyecto que nace le da la espalda a discusiones ineludibles sobre la tecnología y la civilización industrial, sobre la desurbanización y la descomplejización de nuestras sociedades, o sobre el decrecimiento, motivos sobrados habrá para poner en cuestión su voluntad de ruptura con respecto a la miseria imperante. Aguardemos, y esperemos que vínculos con las instituciones y pactos con los iguales no hagan de ‘Podemos’ lo mismo que han acabado por hacer con tantos proyectos aparentemente rompedores.

7. Me ha parecido entender que ‘Podemos’ ha recibido un apoyo muy apreciable en la Red. Lo interpreto conforme a dos claves. Si la una es el designio, que asiste a tantos, de desnudar muchas de las carencias de la izquierda que participa en las instituciones, la otra tiene un evidente carácter de revuelta generacional. No puedo dejar de repetir que esos dos propósitos, respetabilísimos, cobran cuerpo en relación con una materia precisa, las próximas elecciones al parlamento de la UE, que a mi entender difumina su rigor. Otro tanto ocurre, desde mi punto de vista, con la condición aberrantemente personalista de la apuesta inicial. Algunas declaraciones que he escuchado o leído me han producido sonrojo. Tanto más cuanto que con frecuencia los portavoces de ‘Podemos’ se reclaman de un movimiento, el 15-M, que rechazó orgullosamente liderazgos y personalismos. Digo lo mismo del empleo, franco, de medios de comunicación que obligan a desplegar todas las cautelas. Y muestro al cabo mi perplejidad ante el hecho de que hasta donde llega mi conocimiento todo esto no provoque, dentro de ‘Podemos’, mayores controversias, como si fuese una discusión menor. Por momentos me ha parecido que acaso el nombre más adecuado para la nueva plataforma sería, más bien, ‘Posamos’.

8. Me parece llamativo que las diatribas más frecuentes, y más airadas, lanzadas contra ‘Podemos’ hayan nacido, en suma, del supuesto dinamitado que la iniciativa habría provocado en lo que se refiere a la “unidad de la izquierda”. Ni entro ni salgo en ello. Y no lo hago por cuanto me parece que todo el mundo juega las mismas cartas, de tal suerte que, puestos a cuestionar, habría que volcar la mirada en todas partes. Esto al margen, me da que la unidad que tienen en mente algunos de los detractores de la nueva plataforma, como algunos de los defensores de ésta, remite a la búsqueda de un mínimo común denominador que recuerda poderosamente a la miseria que hoy arrastramos. Me sorprenden, aun así, las críticas vertidas desde ‘Podemos’ a IU, y no porque disienta de ellas –tal vez mencionan demasiadas veces los pactos que la burocracia de la coalición de izquierdas mantiene con el PSOE y olvidan con frecuencia su relación, lamentable, con las cúpulas de CCOO y UGT, que vivirían, según el manifiesto fundacional de los que dicen poder, en el “desconcierto” (delicioso eufemismo éste)–, sino por una razón más prosaica: muchos de quienes enuncian tales críticas han trabajado años en IU. Parece que han sido un poco lentos a la hora de calibrar las dobleces de esta última.

9. Hace cien años Ricardo Mella escribió un sonado artículo en el que, en sustancia, venía a decir lo que sigue: votad lo que estiméis conveniente la jornada de las elecciones, o absteneos, pero no olvidéis nunca que lo principal es lo que hacéis, con vuestra lucha, los 364 días restantes del año. Leí ayer un comentario de alguien que afirmaba que muchos de quienes critican a ‘Podemos’ se caracterizan en esencia por no hacer nada. Es muy probable que sea así. Pero prestemos atención también a otra posibilidad: la de que muchos de quienes respaldan a ‘Podemos’ se cuenten entre esos aventajados usuarios de Facebook que le dan, valientes, al ‘me gusta’ y acuden presurosos a votar el día de las elecciones sin que sepamos nada más de ellos los 364 restantes días del año. Ése no es, claro, un problema de ‘Podemos’: lo es de todos.

10. Acabo. No nos queda otra posibilidad que aguardar noticias. No sin antes augurar, claro, que no es oro todo lo que reluce y que parece fácil intuir cuáles son las sorpresas que se avecinan. Mientras espero, anoto aquí el lema que hizo suyo, en Francia, una vieja revista libertaria: ni pastores ni rebaños.

La estamos cagando

Carlos Martínez, politólogo
 

No tengo una tele, no tengo un escaño, no tengo trabajo ni dinero, pero tengo la voluntad del corredor de fondo. Menos rollo y a por Syriza.

Se me comen los diablos, viendo lo que está pasando. El caso es que hace meses lo barrunté. Ni la gente escarmienta y se rebela con decisión, ni los políticos de toda la vida y hablo de los profesionales -los que me interesan- se ponen de acuerdo.

Menos mal que están las Marchas de la Dignidad. Menos mal que los sin trabajo hemos sido capaces de conseguir algo casi-unitario, pero al menos amplio y luchador.

¿Por qué? Le das a uno dos tertulias y a otros un incremento de votos del 6 o el 10% y tan felices. Ya se puede cambiar el mundo. Ya se pueden ganar las elecciones europeas y mientras tanto el PP se sigue manteniendo y el PSOE a pesar de sus mentiras y engaños, comienza a remontar. Parece que las noticias de lo que esta haciendo Hollande a España no llegan. Pero claro las izquierdas transformadoras tampoco presentan un panorama muy claro y además le parecen temer a la democracia. Pero si cualquier aparato que se precie puede ganar unas primarias carayo.

Seguiremos, si, seguiremos a pesar de no tener un duro y de que por ejemplo a mi me esperan al menos dos meses sin cobrar un céntimo. Seguiremos. Lo único que nos queda es la dignidad y esa ni se compra, ni se vende. De joven también fui pobre y se lo que es eso.

Esta claro que la política no cambia. Por eso la gente desconfía tanto, pero ojo eso no es la excusa para quedarse en casa en el sofá o viendo las manís por la red. Solo deseo que niños bonitos y viejos burócratas dejen de enredar. A por ellos de una vez.

PODEMOS y el asedio a Izquierda Unida

Silvio Diderot para La Mancha Obrera

El viernes se presentó públicamente el proyecto “PODEMOS” ya anunciado por Pablo Iglesias hace unos días en las Mañanas de Cuatro. El mismo trata de un novedoso sistema de primarias que comienza con una recogida de apoyos on-line para avalar la candidatura encabezada por Iglesias a las europeas. La siguiente fase constaría de una apertura de un debate en “igualdad de condiciones” entre los candidatos de las fuerzas integrantes en la “lucha contra los recortes” y el sometimiento entre las bases de los movimientos sociales al candidatura unitario para estos comicios.

Leyéndolo en abstracto cualquiera podría deducir que, estando más o menos equivocado en sus planteamientos, la propuesta de Iglesias y los suyos es honesta y no oculta otros intereses más allá de la unidad. Sin embargo, si nos esforzamos en leer estos movimientos alrededor del contexto político actual en el seno de la formación Izquierda Unida, veremos que la propuesta no es inocente y responde a buscar el refuerzo de determinadas posiciones en una guerra que atraviesa IU, librándose a la vez dentro y fuera de ella.
Años de convulsión en IU

Nadie puede asegurar que han sido unos años tranquilos en IU. Para ello es fundamental señalar algunas de las circunstancias más sorprendentes que se han dado estos años en su interior:
Madrid

La asamblea regional de Izquierda Unida de Madrid (17-18 de noviembre de 2012) se desenvolvió en un clima de confrontación dónde tres fuerzas pugnaron por hacerse con el control de la federación madrileña. La fuerza victoriosa fue la alianza “Pérez-Morcillo”, que comulgó a los apoyos del entonces cabecilla de IU Madrid Ángel Pérez con las familias que apoyan al Secretario General del Partido Comunista de Madrid, Daniel Morcillo. Esta alianza aseguró que los sectores citados conservaran la mayoría elevando a Eddy Sánchez como coordinador de la federación madrileña[1].

Por otro lado la decepción fue notable por parte del conocido “Plan” de Enrique Santiago (Que tomaría el nombre de “Cambiar IUCM”), conformado por una combinación de sectores de IU en la corriente política del abogado y la UJCE (Que tiene independencia política y autonomía organizativa, pudiendo dictar sus propias decisiones en el seno de IU al margen del PCE).

Ellos encabezarían la segunda lista que, alrededor de un programa articulado en la idea del “proceso constituyente” aspiraban a derrocar el ya legendario liderazgo de “Pérez y los suyos”.[2]

En tercer lugar, pero no por ello menos importante, figuraría una lista minoritaria que también abogaba por el cambio. Esta se encuentra encabezada por Tania Sánchez, la cual tendría una relación de cercanía no sólo política con Pablo Iglesias.[3]

La ruptura se hizo evidente nada más terminar la asamblea. Los meses siguientes fueron un espectáculo retransmitido mediante las redes sociales dónde los opositores hicieron evidente su descontento. La exteriorización de la fragmentación llego hasta el punto de dejar patente en la prensa los choques en la Asamblea de Mujeres de IUCM, dónde la propia comisión de “Garantías Democráticas” tuvo que intervenir para ratificar a Sara Porras como coordinadora del Área de Mujer[4]. Sucesos como la defensa de Eddy Sánchez de Moral Santín,[5] su afirmación de que pactaría con el PSOE y UPyD para gobernar llegada la situación[6] o la polémica conferencia de organización de IUCM[7] no hicieron más que tensar la cuerda en una región clave como Madrid, dónde los sondeos son especialmente optimistas con la formación de izquierda y dónde, no olvidemos, se encuentra la fuerza fundamental del eje “Tuerka-Somosaguas”, principal impulsor del proyecto “Podemos”.

Sevilla y Valencia

No podríamos entender el desarrollo de IU sin el desarrollo de su principal fuerza formante, el PCE. Por ello mismo es importante estudiar los procesos internos dados en esta formación en estos últimos años.
En primer lugar merece la pena señalar un polémico congreso provincial que situaría a Carlos Vázquez Galán como secretario político de Sevilla. La lista alternativa encabezada por Castor Mejías denunciaría a Vázquez como artífice de un “pucherazo” plasmado en un congreso plagado de irregularidades.[8] Uno de los voceros ante este presunto fraude sería el actual director del periódico “La República”, Alberto J. Miranda.

Por otro lado el antiguo director de este medio de prensa, Javier Parra, lograría tomar la secretaría general del Partido Comunista del País Valenciano en el congreso de octubre de 2013. [9]De nuevo el proceso fue polémico, no en este caso por violaciones de los reglamentos, sino porque supuso la destitución de la vieja dirección que había controlado la federación comunista valenciana los últimos años. Este derrocamiento se habría hecho aglutinando apoyos en el PCPV y utilizando el apoyo de la JCPV (Joves Comunistes del Pais Valenciá) que mantiene una independencia política respecto al PCPV pero también respecto a la UJCE estatal (Ya que es una juventud con una identidad legal y política propia, vinculada a la UJCE mediante un protocolo de relaciones bilaterales).
Canarias

Por otro lado merece la pena mencionar el caso canario. Durante julio de 2013 los miembros históricos del Partido Comunista de Canarias marchaban del proyecto del PCE. Este hecho no fue más que una evidencia de la debilidad política del bloque liderado por María Puig (Ex secretaria general del PCC y ex coordinadora general de IUC) y Segundo Martínez. La guerra de desgaste contra este sector en Canarias llevaba años siendo dirigida por sectores vinculados a Enrique Santiago y su corriente política. La resolución de este hecho se plasmó en la carta pública de María Puig y los exmilitantes denunciando la situación interna y alegando a motivos políticos para justificar su ruptura.[10]

Pablo Iglesias: Un hombre curtido en la política y el politiqueo

No hay que ser excesivamente lúcido para saber que el dicho popular de “a río revuelto ganancia de pescadores” es maximizado y aprovechado a la máxima por los mejores estrategas.  Tanto como politólogo como curtido activista político, Pablo Iglesias ha forjado y demostrado tener unas buenas dotes para saber aprovechar la oportunidad política de cada situación.

Fue así como aprovechó su posición en la facultad de ciencias políticas de la UCM para crear una red de influencia entre profesorado (La Promotora)[11] y alumnado (AU Contrapoder)[12]. Fue así como aprovechó esta red para ganar suficiente influencia como para ser determinante en la elección del actual decano Heriberto Cairo Carou[13] y situar a uno de los hombres de su influencia, Ariel Jerez Novara[14], como vicedecano de estudiantes. También fue así como aprovechó las circunstancias para avanzar posiciones en la fundación CEPS[15] y trazar vínculos con su fiel compañero Juan Carlos Monedero para colocar en posiciones importantes del mundo académico latinoamericano a su pupilo, Íñigo Errejon[16].

Y con una extensa red de influencia y contactos, Pablo Iglesias aprovechó la oportunidad clave: La posibilidad de articular La Tuerka como proyecto televisivo. Fue capaz de rentabilizar sus canales de influencia para sacar adelante este programa. Una vez este tuvo éxito en sus círculos y en el mundillo de “la izquierda” no dudó en echar mano de sus vínculos con Ignacio Escolar para saltar esporádicamente a Público y desde ahí hacerse conocer. Corrió a fraguar una relación fluida con el “Nega” del famoso grupo “Los Chikos del Maíz” llegando incluso a redactar un libro dónde retrata su “amistad polémica”, plagada de debates, choques y contradicciones pero siempre resuelto con un suave abrazo final y una colaboración activa llegando a grabar la música inicial del programa “Fort Apache”

Y así, sumando pequeñas influencias, dio el salto a la gran televisión. Un hombre curtido en el politiqueo fue capaz de alcanzar el despacho de profesorado y construir una pequeña fortaleza desde la que dirigió su avance hasta la gran televisión. Las tertulias televisivas en Telecinco o Cuatro empezaron siendo una sorpresa y acabaron convirtiéndose en rutina. Pronto el “melenudo profesor” se convirtió en un fenómeno mediático. Todas esas clases teóricas de comunicación política cogieron forma concreta en la construcción del “tertuliano crítico”.

Y cuando empezaba a triunfar, cuando empezaba a hacerse famoso, cuando empezaba a ser querido no sólo por la “izquierda” sino también por gran parte de la gente descontenta que le veía tras el cristal de la televisión, tomó la decisión. Estaba convencido de que ya estaba preparado, era la hora de dar el salto al circo electoral.  Usando su tribuna, ante miles de espectadores protagonizó la tan conocida escena. Y así mostró su nueva carta, PODEMOS.

Domesticar IU desde fuera y desde dentro

Pablo Iglesias no es tonto. Es consciente de que su proyecto no irá a ninguna parte sólo con el tirón mediático. Sabe que con suerte puede reproducir una sorpresa electoral que canalice el voto protesta como lo hiciera Beppe Grillo en Italia, pero que estos fenómenos tienen una fecha de caducidad cercana. Necesita base social sólida, a día de hoy esta sólo puede dársela Izquierda Unida.

PODEMOS es un órdago a IU. También al resto de Movimientos Sociales, pero especialmente IU. Iglesias sabe que la situación interna en IU es delicada y que otra dirección de Madrid comulgaría en apoyar su propuesta. Sabe además que el resto de federaciones se encuentran azotadas por una guerra interna en diversos frentes y alrededor de diversas circunstancias. Este hecho le imposibilitaría ganar una batalla “dentro de IU” para conseguir posiciones.

El buen estratega es el que fuerza a que las batallas se den en el terreno donde uno puede ganarlas y no entra en territorios que le son hostiles y dónde podría obtener trágicas derrotas.

Iglesias sabe que puede combatir desde dónde está cómodo, esto es: Desde sus redes de influencia y desde los escenarios de televisión. Ambas circunstancias le sitúan fuera de IU a la vez que le exigen necesitarla. Él está utilizando la táctica de “sitiar la fortaleza” y esperar a que esta caiga. Sabe que la tensión en IUCM le es favorable, contando incluso con elementos en su interior que comulgan mucho con su línea política y posiciones. No puede vencer a los Eddy Sánchez, los Javier Parra, los Carlos Vázquez o a los Willy Meyer en una lógica burocrática interna. Sería su muerte política. Es más inteligente esperar que con sus convulsiones sean los Enrique Santiago o las Tania Sánchez quienes consigan derrocar a sus enemigos.

Mientras fuera el grupo de Iglesias sigue acumulando apoyos. Ya lo ha hecho a nivel de influencia y televisivo, ahora se trata de construir una aureola de legitimidad alrededor de PODEMOS. Frente a la decepción generalizada por el hermetismo de los partidos políticos tradicionales (incluido IU) ellos propugnan un modelo abierto, participativo e inclusivo. ¡Que elija la gente! ¡Que avale la gente!

Mientras Iglesias se hace fuerte en el exterior, los sectores de IU se convulsionan en el interior. Los primeros saben que necesitan a los segundos. Los segundos se ven tentados de lo que supondría desaprovechar el plus de los primeros. Pero todos quieren tener “el toro por los cuernos” y, en el fondo, nadie se fía de nadie.

El momento adecuado: Las elecciones europeas

Hay que señalar que el plan del grupo de Iglesias llega en el momento adecuado para sus intereses. Posiblemente IU no ceda al órdago en estas elecciones, pero esto no debería importar demasiado. Iglesias e IU saben que las elecciones europeas son valoradas como las menos importantes por los ciudadanos españoles, registrándose bajos niveles de participación e incluso una escasa comprensión del significado político de estas.

Todas y todos saben que lo importante se jugará en 2015. Las elecciones autonómicas, municipales y finalmente las generales están a la vuelta de la esquina. Sabemos que en este año es dónde se repartirán realmente las cuotas de poder y dónde IU podría llegar a desbancar al SOE en algunas comunidades autónomas si jugara bien sus cartas.

Las convulsiones podrían permitir un derrocamiento de la dirección de IUCM y la creación de una gran candidatura amplia para Madrid, en un contexto dónde IU podría aspirar a convertirse en segunda fuerza política de la comunidad autónoma (con posibilidad de gobernar). Por otro lado, el progreso electoral de IU y el derrumbamiento del SOE podrían dar un escenario parlamentario dónde, para articular un gobierno alternativo al PP, hiciera falta un gran pacto de la “izquierda parlamentaria”. A todo esto habría que sumar las proyecciones municipales que IU podría tener en estos comicios.

PODEMOS no busca desbloquear la situación interna de IU de aquí a unos meses, sino hacerlo de aquí a 2015. Su aspiración es que el efecto mediático permita articular una candidatura que tenga unos buenos resultados electorales y vislumbre las aspiraciones electoralistas de diversos sectores dentro de IU (hecho que se vería magnificado ante una movilización del electorado por la baja participación e implicación en las elecciones europeas, lo cual aumentaría el impacto de una “candidatura movilizadora y mediática” en relación con el peso que supondría a nivel estatal combinado con que estas elecciones se dan en una circunscripción única). Este escenario se truncaría en una crisis política interna de la que saldrían reforzado los sectores partidarios a la “apertura”, con el esperado derrocamiento del bloque “Pérez-Morcillo” y la caída de Eddy Sánchez en desgracia en la Comunidad de Madrid. Esta nueva circunstancia alteraría la correlación de fuerzas dentro de IU en el conjunto estatal y abanderaría a los sectores cercanos a la propuesta de Iglesias y otros sectores a lanzarse a la lucha en sus diversas federaciones.

El escenario posiblemente no permita a Iglesias abrirse paso en Izquierda Unida a nivel estatal, aunque sí podría resolverse paliando las tensiones con un candidato de consenso que fuera de su agrado, como el ya tan mencionado Alberto Garzón. Por otro lado su participación dentro de una comunidad dónde IU podría prosperar como Madrid estaría garantizado, formando parte del gran bloque electoral (No sabemos si se llamará PODEMOS, cederán ante el nombre de IU o tendrá otra forma) que jugara un papel, esperan relevante, en Madrid 2015.

Así pues, PODEMOS es parte de una guerra política con unos objetivos muy concretos. Desconocemos si la jugada saldrá bien o mal al grupo de Iglesias. Sólo los hechos demostrarán si en el campo de la izquierda reformista gana el ingenio estratégico de Iglesias o si la batalla se resolverá del lado de los inamovibles “tótems” burocráticos de Izquierda Unida.

 

[1] “Eddy Sánchez, nuevo coordinador general de IUCM en sustitución deGregorio Gordo” Eldiario.es;http://www.eldiario.es/politica/Eddy-Sanchez-IU-CM-Gregorio-Gordo_0_75242597.html

[2] Manifiesto por la regeneración de IU-CM; http://www.cambiariucm.org/manifiesto-por-la-regeneraci-n-de-iu-cm
[3] Tania Sánchez, aspirante a coordinadora de IU-CM, dice que es momento de que la izquierda “apueste por cambio radical” Europapress; http://www.europapress.es/madrid/noticia-tania-sanchezaspirante-coordinadora-iu-cm-dice-momento-izquierda-apueste-cambio-radical-20121201113252.html
[4] “La comisión de Garantías de IU fuerza que Sara Porras sea la responsable de mujeres de Madrid” Público; http://www.publico.es/politica/481127/la-comision-de-garantias-de-iu-fuerza-que-sara-porras-sea-la-responsable-de-mujeres-de-madrid
[5] “Eddy Sánchez pone la “mano en el fuego” por Moral Santín” eldiario.es; http://www.eldiario.es/rastreador/Eddy-Sanchez-fuego-Moral-Santin_6_187291292.html
[6] “IU dispuesta a aliarse con PSOE y UPyD para gobernar en Madrid” La Mancha Obrera;http://lamanchaobrera.es/iu-dispuesta-a-aliarse-con-psoe-y-upyd-para-gobernar-en-madrid/
[7] “El 49% de los militantes de IUCM no acudirá a la conferencia de Organización porque cree que la Dirección les ha excluido” Europapress; http://www.europapress.es/madrid/noticia-49-militantes-iucm-no-acudira-conferencia-organizacion-porque-cree-direccion-les-excluido-20131004144832.html
[8] “Un polémico congreso elige a Carlos Vázquez Secretario Política Provincial del PCA Sevilla” LaRepublica; http://www.larepublica.es/2013/03/un-polemico-congreso-elige-a-carlos-vazquez-secretario-politico-provincial-del-pca-sevilla/
[9] “Javier Parra elegido nuevo secretario general del PCPV-PCE” Larepublica;http://www.larepublica.es/2013/10/javier-parra-elegido-nuevo-secretario-general-del-pcpv-pce/
[10] “Los comunistas canarios se separan del PCE” Canarias Ahora; http://www.canariasahora.es/articulo/canarias/los-comunistas-canarios-se-separan-del-pce/20130711153908408793.html
[11] Web de la Promotora: http://promotoracomplutense.blogspot.com.es/
[12] AU Contrapoder: http://aucontrapoder.wordpress.com/
[13] Podemos observar cómo el director de la tesis de Pablo Iglesias fue Heriberto Cairo, actual decano de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM: http://eprints.ucm.es/8458/1/T30518.pdf
[14] Esta relación puede demostrarse en artículos redactados juntos dónde avalan los éxitos de llevar a Evo Morales a la facultad de políticas http://www.rebelion.org/noticia.php?id=91665
[15] “El tertuliano Pablo Iglesias, miembro de una fundación que recibe 320.000 euros anuales del Gobierno venezolano” Periodista Digital; http://www.periodistadigital.com/mundo/america-latina/2013/12/10/pablo-iglesias-fundacion-ceps-venezuela-nicolas-maduro-antonio-de-cabo.shtml
[16] Podemos observar cómo su tesis doctoral fue también dirigida por Heriberto Cairohttp://eprints.ucm.es/14574/1/T33089.pdf

Operación coleta o de cómo el poder empresarial extorsiona a IU

Marat

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un empresario sea de izquierdas.

¿Qué les parecería a ustedes que un gran empresario intentara mediante presión y extorsión mediática decidir la política de alianzas de un partido político o coalición de izquierdas?

Jaume Roures fue creador de Público, a cuya plantilla despidió en 2012 en su casi totalidad. Atributtion: ESADE Press Room

¿Qué les parecería que ese gran empresario fuera uno de tantos que ha despedido a la gran mayoría de sus empleados y que además tuviera conexiones directas, a través de alianzas y de participaciones directas o cruzadas con grandes plutócratas y corporaciones, y con sectores mediáticos ligados tanto a la derecha “popular” como al PSOE?

Ese empresario se llama Jaume Roures. Fue creador de Público, a cuya plantilla despidió en 2012 en su casi totalidad -aún adeuda unos 700.000 € a los 130 trabajadores que echó a la calle, aunque ha abierto un restaurante de lujo por valor de 663.00 €- , y del grupo de comunicación Mediapró, desde el que creó La Sexta, última licencia de televisión analógica en abierto concedida por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), con el que el señor Roures mantiene, según el mismo afirma, una profunda amistad.

Jaume Roures fundó Público con los empresarios Tatxo Benet, imputado en 2012 en una querella judicial, acusado de apropiarse del seguro profesional de los pilotos de la ya desaparecida compañía Spanair, y Toni Cases, un consultor y rediseñador de medios escritos, que parece ser el hombre de menor peso en el trío. Los tres personajes tienen una proximidad muy notable al PSOE desde hace ya mucho tiempo.

Durante la primera etapa del Público, cuando se editaba también en papel, las posiciones proPSOE de este periódico eran casi tan visibles como las que el diario La Razón del señor Marhuenda tiene con el PP.

Uno de sus directores en la primera etapa del diario Público, Felix Monteira, fue nombrado en 2010 por el Presidente Zapatero Secretario de Estado de Comunicación. Su primer director, Ignacio Escolarcon el que ya se produjo un ajuste de plantilla, estuvo vinculado al grupo PRISA, a través de La Voz de Almería, de la que fue subdirector, Localia Almería y Ser Almería y ha sido tertuliano habitual de los programas “La Ventana” y “Hoy por hoy” de la cadena SER.

Tras la salida de Roures y su equipo de Público, una vez cerrada la edición en papel y la aplicación de un ERE a la plantilla, a la que lanzó al Fondo de Garantía Salarial, y la continuación de la edición digital a manos de un pequeño grupo de trabajadores de la empresa, el señor Roures volvió a hacerse con el control de este medio a través de su alianza con varios socios. El primero es José Luis de Zárraga, ex asesor de Zapatero, que ya en 2008 hacía las encuestas de Público, el político del PSOEJosé María Crespo Lorenzo y Emilio Arrojo Tomás, ex director de Diario 16Junto a los tres, dos firmas empresariales: Mediacable Servicios de Producción, S.L-sociedad multiactividades, tapadera de Roures para eximirse de responsabilidades legales en caso de tener que responder con su patrimonio por alguna de sus aventuras empresariales, razón por la cuál el empresario catalán dice que su patrimonio es “cero”– y Multiax invera, sluna empresa inmobiliaria. Estas dos entidades destacan por su opacidad. Les desafío a que encuentren mucha información relevante en la red sobre ellas. Este entramado de intereses y opacidades se ampara bajo la umbrella  Display Conectors S.L., dedicada a la actividad editorial de prensa creada dos meses antes de presentarse al concurso para hacerse de nuevo con la cabecera de Público.

Éste modelo de empresario, no muy diferente de la gran mayoría de los existentes en este país y en cualquier otro se autodefine como de izquierdas y alardea de su pasado trotskista en la LCR. ¿Por qué será que lo primero no me lo creo pero lo segundo no me sorprende?

Pero éstos no son los únicos acuerdos de este empresario “izquierdista”. A pesar de su grave situación económica, Mediapro, el grupo de comunicación del que Roures es presidente, y del que posee un  tercio de sus acciones, participa en Imagina Media Audiovisual, la cuál es accionista minoritaria del Grupo Atresmedia Corporación, resultado de la absorción de La Sexta por Antena 3. El accionista mayoritario del  Grupo Atresmedia Corporación es el Grupo Planeta, del señor Lara, alguien bastante de derechas. La Sexta continúa proyectando su imagen de canal “progre” del grupo Atresmedia. Quedémonos, por el momento con esta información sobre La Sexta.

Otro socio de derechas del señor Roures es el empresario Juan Abelló, con el que rema para evitar el hundimiento del holding que comparten ambos, formado por  Mediapro, Globo Media, Gol TV, Liquid Media e Imagina.

Una primera hipótesis que me atrevo a lanzar, dado que los negocios del señor Roures no van demasiado viento en popa es: ¿no le vendría muy bien al empresario, tan “socialista” en sus comportamientos empresariales, una victoria de sus amigos del PSOE, a los que podría servir de nuevo, por aquello de que apenas hay medios de izquierdas en España? Y añado, ¿y más que venirle bien, después de pinchar en sus negocios de la Fórmula 1, el fútbol por tv de pago, la prensa en papel y la televisión en abierto, no le estará resultando urgente ese triunfo? Y me pregunto, ¿qué no estaría dispuesto Roures a hacer en beneficio de su señor?

El estado actual de la cuestión en la política española y las “izquierdas”

A casi tres años del triunfo arrollador en espacio político ocupado del PP en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas y a algo más de dos años de la mayoría absoluta del PP en el Parlamente español la realidad política que demoscópicamente nos arrojan insistentemente los medios de comunicación es la siguiente:

1º.- El PP es hoy un partido en crisis, cuestionado en la sociedad y en la calle por sus medidas antisociales y antiobreras, su deriva parafascista en materia de libertades y su empantanamiento en los mayores escándalos de corrupción desde el inicio de la transición, lo que hace que su intención de voto esté cayendo en picado. Cierto que aún le quedan casi dos años hasta las próximas generales, alguna capacidad de maniobra (posibles rebajas en algunos impuestos, control de los medios de comunicación, ausencia de alternativas programáticas reales al gobierno,…).

2º.- El PSOE continúa descendiendo en intención de voto con la penosa esperanza de que el PP se queme más y a mayor velocidad en la crisis del bipartidismo hasta el punto de que ello le sitúe por encima del partido del Gobierno en expectativas de voto. De ahí sus críticas a la cocina de las encuestas tanto de algunos rotativos como del CIS y su insistencia en que el voto directo más simpatía proyectados en algunas de ellas muestran que va por delante del PP. Da lo mismo, su pírrico posible avance sobre la derecha oficial sólo representa que hace dos años no son los “socialistas” (social-liberales) los encargados de suministrar las recetas de caballo anticrisis y que el cabreo central de la sociedad es con el que está en el gobierno. Esa pobre cosecha no permite albergar grandes esperanzas en ellos ni para ellos.

3º.- Las propias encuestas muestran que la participación electoral superaría el 50% en las próximas elecciones europeas, con lo que la  abstención crecería hasta situarse en cotas históricas nunca alcanzadas en los procesos electorales españoles. Junto a ello la suma de votos del PP+PSOE, que en el pasado se situó en una horquilla que iba del 85 al 90%, en el presente estaría por debajo del 50% de los votos emitidos, lo que confirma las ya conocidas tesis de crisis del bipartidismo y, me atrevo a decir, del sistema de partidos nacido de la transición.

4º.- En este contexto, la única fuerza de ámbito estatal que crece con mucha fuerza sostenidamente, confirmándose en cada sondeo electoral y que posee organización e implantación en todo el territorio es IU, toda vez que el despegue del populismo reaccionario de UPyD es mucho más limitado, lo mismo que sucede con otros grupos políticos.

IU es una organización socialdemócrata, al estilo de Die Linke, Syriza, el Front de Gauche francés, o el Bloco de Esquerda portugués, por muy anticapitalista que diga ser éste, aunque con una retórica de izquierda radical. Cuando utilizo el término socialdemócrata lo hago en contraposición a lo que hoy son los Partidos Socialistas europeos (social-liberales tanto en lo programático como en sus prácticas), por un lado y los partidos que continúan sosteniendo proyectos de ruptura comunista (PCP y KKE, en Portugal y Grecia respectivamente o los maoístas del PTB, en Bélgica), por el otro.

No utilizo, por tanto el término socialdemócrata como descalificación. Me limito a señalar que la socialdemocracia está a la izquierda del social liberalismo, como los comunistas de hecho, no meramente nominales, están a la izquierda de la socialdemocracia.

A la izquierda de IU en España no existe ningún proyecto comunista, más necesario hoy que nunca desde 1945, cuando el fascismo fue derrotado, con posibilidades de implantación y crecimiento reales, sólidos y significativos entre la clase trabajadora, aunque existan algunos que se reivindiquen de esta trayectoria.

IU está gravemente contaminada del ciudadanismo interclasista que tomó fuerza con el 15M y su programa económico se ubica dentro de un reformismo sistémico de tipo keynesiano, sin ningún planteamiento de derribo del capitalismo sino de restauración de los derechos sociales perdidos con la voladura del Estado del Bienestar. Pero ese barco ya zarpó porque el Estado del Bienestar era posible con un capitalismo con altos niveles de crecimiento en los países centrales del capitalismo y con pacto social, algo que el capital hoy ni quiere ni necesita.

Sin embargo es la única opción capaz de disputar al PSOE el voto de rechazo al PP, puede ser el elemento que dé el golpe de gracia al bipartidismo, posee fuerte conexión con el movimiento obrero, no sólo en las versiones del “sindicalismo” amaestrado de CC.OO. y UGT sino también del situado a su izquierda: SAT, Intersindical, CGT,…

Por otro lado, a pesar de las ambiciones de “tocar poder” de muchos de sus dirigentes, con comportamientos difícilmente justificables como el de compartir el gobierno de la Junta de Andalucía con el PSOE, ha demostrado en otras ocasiones su rechazo a su subalternidad frente a dicho partido. Se negó a dar su voto al PSOE en Extremadura, lo que puede ser criticable porque gobierna Monago del PP –lo cierto es que no se aprecia intención de voto de castigo a IU en esa Comunidad Autónoma, sino todo lo contrario y condiciona la política delPP en esa región, lo que provoca tensiones y enfrentamientos con el gobierno central- y ha roto su pacto de gobernabilidad hace meses con el PSOE asturiano.

No es esa la IU que quiere el PSOE. Su apuesta ha sido siempre la de mantener a su izquierda una reserva de votos de la que echar mano cuando la necesite mediante la activación de tensiones siempre latentes en la mal avenida familia del PCE y de IU, ofreciendo premios y prometedoras carreras políticas a los transfugas que, por otro lado, nunca llegan demasiado lejos, como cuando la crisis de los renovadores de 1981 en el PCE o la de los submarinos del PSOE en aquel fiasco llamado Nueva Izquierda de los impresentables López Garrido y Almeida.

Estas cuestión es especialmente relevante en un momento de grave debilidad de las izquierdas, de casi desaparición de los partidos comunistas, de degeneración ideológica de esas izquierdas, contaminadas de la basura liberal de conceptos ajenos nacidos de modelos importados del mundo del marketing USA como el uso de redes sociales en lugar del activismo político en el mundo real o de las primarias como simulacro de una participación previamente amañada.

Lo que el PSOE necesita y quiere, para continuar haciendo sus políticas económicas de derecha, son organizaciones obedientes que corran a prestarle el servicio de los llamados “gobiernos de progreso” a cambio de pequeños espacios de gobierno más que condicionados por el verdadero poder al que aquél sirve de buena gana: el económico del capital.

Las elecciones europeas son la primera oportunidad para derrotar al PP, unas elecciones más importantes de lo que algunos pretenden hacernos creer porque los parlamentarios europeos eligen al Presidente de la Comisión Europea, el principal ejecutivo de la UE. Pero para derrotar al PP y a sus homólogos europeos no hace falta mezclar churras con merinas, ni social liberales con socialdemócratas de hecho.

Subordinar a todo lo que está a la izquierda de los Partidos Socialistas (PP.SS.) es un grave error porque significa el camino más seguro para volver al punto de partida que nos ha traído hasta aquí y a la derrota, toda vez que crecientes sectores de las clases trabajadoras ya no se reconocen en los social liberales y buscan opciones a su izquierda. Si éstas no se comportan como tales, rebajan sus planteamientos en base a un programa común que reedite una de tantas decepciones que ya conocen muchas gentes de izquierda, ese impulso de giro a la izquierda en la sociedad se quebrará y el crecimiento de expectativas a la izquierda de los social liberales se frustrará.

En menor medida eso se reproduce en Portugal donde hay un sector que no se reconoce ni en los social liberales del PSP ni en los socialdemócratas pseudoizquierda radical del Bloco de Esquerda, que hace aguas como antes lo hizo en Francia el NPA (Nouveau PartI Anticapitaliste, hermano de Izquierda Anticapitalista), sino en los comunistas del PCP. La esperanzas en los nuevos modelos de partido que propugnó para Europa hace años el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional se van paulatinamente resquebrajando, siendo justos no menos que otros proyectos dentro de otros sectores a la izquierda de los PP.SS.

El esquema de caminar separados, golpear juntos puede dar mucho más fruto contra la derecha representada por el PP que la vieja idea de subordinar a todo lo que esté a la izquierda de los social liberales para ayudarles a reconquistar el gobierno con el fin de que vuelvan a hacer sus viejas políticas ya de todos conocidas.

Es necesario desalojar a la derecha fascio-liberal del PP del gobierno de la nación, si es posible antes de finales de 2015, pero no para hacer cualquier política ni una reedición, quizá incluso empeorada del segundo gobierno Zapatero.

Y eso pasa por recomponer el peso de todo lo situado a la izquierda del PP, aunque no todo ello sea izquierda ni mucho menos (los PPSS europeos no lo son) haciendo que lo situado a la izquierda de los social liberales crezca en implantación social, organización, fuerza en la movilización y, sólo en consecuencia, electoralmente.

Es necesario que la auténtica socialdemocracia crezca y que lo hagan los comunistas no meramente nominales porque de lo que se trata no es de lograr alternancias electorales sino giros de la sociedad hacia la izquierda con el fin de que se produzca una auténtica acumulación de fuerzas capaz tanto de romper con el viejo bipartidismo como de abrir verdaderos procesos de cambio social. El fin último sería la radicalización de una parte de esa socialdemocracia y el desplazamiento en implantación social por unos comunistas que aún no están y, si no se dan prisa, puede que ni se les espere.

Enrique de Santiago.
Atributtion:
Izquierda Unida

Si eso no sucede, volveremos al gatopardismo, que es precisamente lo que quiere el empresario Roures porque ¿qué otra cosa representa el acto presentado por el director de Público, señor Carlos Enrique Bayo, en el Ateneo de Madrid, presentando un debate en el que intervenían el economista y dirigente del PSOEAntonio Miguel Carmona, la secretaria de laUnión Internacional de Juventudes Socialistas Beatriz Talegón, por quién el profeta Pablo Iglesias rompió una lanza hace un año en su blog de Público, junto con el propio Iglesias, la dirigente de Izquierda Anticapitalista Esther Vivas, el ex dirigente de Greenpeace, organización financiada por la petrolera Esson y la familia Rockefeller, y actual dirigente de Equo Juan José Uralde, el dirigente de IU Enrique de Santiago y el representante del frikipartido X, “ni de derecha ni de izquierda” (derecha prefascista .0) Sergio Salgado que ese intento de reeditar el “Juntos Podemos”  de Santiago Carrillo, llamando ladinamente a la unidad con el PSOE en las elecciones de 1982 cuando el PCE estuvo a punto de desaparecer? Por cierto ese viejo lema ha vuelto a ser empleado por la candidatura que trata de lanzar a Pablo Iglesias a las Europeas. Algunos tenemos edad y memoria como para acordarnos de las trampas, sobre todo cuando son sucias.

Por si aún les quedan dudas al respecto les sugiero que se lean el artículo de Boaventura de Sousa Santos enPúblico, titulado “Políticamente incorrecto” sobre la eventualidad de un pacto entre el Bloco de Esquerda, socio luso de Izquierda Anticapitalista, la organización que aparece como sostenedora del proyecto “Podemos” del ínclito Pablo Iglesias, y el Partido Socialista Portugués, tan a la derecha como el PSOE en España.

Más rotundo, descarado y claro es la entrevista de la web “Rebelión”, espejo del modelo de “izquierdas” arcoiris y comeflores a lo 15M, a João Curvêlo, dirigente del Bloco de Esquerda portugués titulado “La izquierda radical será más fuerte cuanto mejor sepa articular la lucha política y social”. En ella se informa de cómo “el Bloco de Esquerda presentó al PS y al PC su propuesta programática para las bases de un gobierno de izquierdas”. Al margen de que el Bloco es una organización en retroceso mientras el PCP lo es en ascenso, razón por la que los comunistas han aceptado ese encuentro entre ambas formaciones y porque saben que el PSP no lo aceptará porque se rompería internamente, las formas de plantearlo han sido mucho más respetuosas que el modo en que los sectores afines al PSOE lo han hecho aquí, a través de Público, en alianza con otros medios, y del trágala que las cabezas “intelectuales” de Podemos, y su soporte Izquierda Anticapitalista, están intentando imponer a I.U., con la inestimable colaboración de submarinos internos de esta última organización.

Y ahora métale usted presión al mono (IU) hasta que pida de rodillas y en swahili que le apliquen la OPA hostil?

¿Y cómo se hace eso? Con un trabajo fino de ingeniería política.Y es que las revoluciones naranjas en el Este de Europa, las árabes como variante de las revoluciones de colores y las de los indignados en Europa y USA han sabido formar (performance) estados de opinión.

Sobredimensionando los eventos a través de un despliegue por tierra mar y aire de los medios de comunicación.Utilizando a esos mismos medios como convocantes de dichos eventos antes de que se produzcan.Trasmitiendo en directo dichos eventos ya sea por tv o en streaming, para convertir el espectáculo en fenómeno social.Apadrinando a sus “líderes” que existen, aunque se niegue en base a una pretendida horizontalidad que sólo se daba parcialmente en las asambleas pero no en las decisiones finales. Hoy no se acuerda de ellos ni el tato porque sólo eran vendedores para colocar el producto y estos son clónicos cuando el consumo es de masas.Empotrando, en comisión de servicio, dentro de los movimientos de disidencia controlada a periodistas que actúan como auténticos difusores cuasi portavoces de los mismos, con lo que la veracidad de la información real acerca de ellos brilla por su ausencia.

Definiendo y delimitando cuáles son los conceptos y categorías políticas y en qué marco referencial debe moverse el “discurso crítico” sobre la realidad social y política. Palabras clave: empoderamientociudadanos (esta palabra no debe ser mencionada menos de 300 veces en una intervención. Tómese ejemplo de Gaspar Llamazares o de Tania Sánchez en “Al Rojo Vivo” de La Sexta) y ciudadanía (nunca clases sociales), 99 vs. 1% (si el empresario tiene menos de 300 empleados le puedes llamar compañero y oprimido por el 1%), “democracia real” (con tres referéndums, dos ILPS y mucha participación 2.0 ya la tenemos), corrupción, transparencia, “desde abajo” (aunque el chiriguito se monte desde arriba), listas abiertas (para que el elegido pueda votar lo que le salga de las gónadas, al margen del programa de su organización), sociedad civil (que es justamente la de los negocios), indignado, 15M, bien común (teoría económica diseñada por los mismos que teorizaron en su día la Responsabilidad Social Corporativa y el capitalismo ético), primarias abiertas (¿también con globos de colores, banderitas y música?), los de abajo y los de arriba (mejor que explotados y explotadores, que suena demasiado fuerte), pueblo (porque clase no les parece algo actual), método/dispositivo (por encima de los medios y las propuestas concretas: aquí el peso no está ya tanto en las asambleitas con las piernas cruzadas y ya dormidas como en dar muchas veces al “me gusta” de Facebook, compartirlo también mucho y retuitearlo a tope, los post, qué moderno, también vienen muy bien). Pura filfa posmoderna sin contenido ni voluntad de revolución social, socialista menos aún, retórica de la nada, conceptos insuflados en su gran mayoría por los think-thanks y las fundaciones liberales, con aderezos del Informe Transforma España de la Fundación Everis, algunos conceptos sacados de aquí (la modernidad líquida de Bauman) y de allá (el esteta Ranciere y el pedorro Žižek, que escriben para que no se les entienda, al estilo de cómo pedía Eugenio D´Ors a su secretaria, cuando ésta le respondía que el texto que acababa de dictarle se entendía perfectamente: “oscurezcámoslo”); esa pose pseudointelectual y elitista que tan bien representaban los Amador Fernández Savater y alguna otra hierba del15Memismo y que no era siquiera capaz de evitar esconder su propia vaciedad

Cualquier discurso que remita al hilo rojo de  las tradiciones del movimiento obrero, cualquier concepto que aluda a la realidad social realmente imperante –división de la sociedad en clases, explotación, lucha de clases, relaciones sociales de producción, plusvalía, empresariado,…-es excluido y descalificado como antigualla dogmática, como estalinismo o como radicalismo asustaviejas, lo que no es sino proyección de la ideología derechista de quienes niegan lo que cualquier asalariado con un mínimo de conciencia de lo que es sabe por experiencia vital.

De ese modo se presiona sobre las bases y las direcciones de organizaciones que carecen de la suficiente claridad y firmeza ideológica (que no quiere decir dogmatismo sino seguridad en sus propias convicciones), chantajeándolas con que el discurso desclasado es lo nuevo” y que lo viejo (lo que siempre ha sido real y ahora vuelve a serlo con mayor intensidad) es rechazado  socialmente, como si toda la farfolla de saldo que venden los postmodernos augures de una sociología política que sólo está en sus cabezas y en las de sus amos tuviera algo que ver con el mundo de los oprimidos o siquiera les importase esa condición.

Esto es Podemos, eso es lo que se esconde detrás de ese intento de vender como acto de desprendida generosidad y sacrificio del profeta místico de la coleta.Eso y muchas otras cosas sobre las que no me resisto a pasar de largo, siquiera con algunas pinceladas.

¿Cómo es posible que se intente vender Podemos”, nombre inspirado en el marketing político de la campaña que llevó por primera vez al genocida de naciones Obama a la Casa Blanca, como un proceso nuevo, desde abajo y no tutelado partidariamente cuando la secretaría confederal de IA fue el primer punto conocido de arranque de la iniciativa a la que el mismo partido puso el sobrenombre de “operación coleta”, ya de por sí muy esclarecedor del personalismo subyacente en ella?

¿Por qué cuando su líder mediático –ésta es la virtud más destacada sobre Pablo Iglesias por parte de quienes apoyan “Podemos” y la genérica de “personalmente me encanta”- afirma que desea compartir con IU una candidatura única en la que se integren muchas más organizaciones y personas, IA no dice públicamente que estuvo en conversaciones con IU –invitada por dicha organización- y otros grupos políticos y sociales durante meses con el fin de lograr dicha candidatura? Sería positivo que Miguel Urbán, dirigente de IA que se fue tras el triunfo de la revolución de los jazmines en Túnez (2010) durante un puente a dicho país y volvió firmando como “brigadista en Túnez”, explique cómo se pasa de mantener conversaciones con IU, con sus altibajos correspondientes, desde después del fiasco de las elecciones europeas de 2011 en las anteriores europeas (19.880 votos, 0,13%) hasta casi el día de hoy y porqué no fructifican cuando el programa de 10 puntos dePodemos, que IA avanzó antes de que se conociese su existencia, no difiere sustancialmente de la de IU salvo en el punto relativo al derecho de autodeterminación dentro del Estado español. Es irónico que en su boletín interno (enlace nº 82) acusen a IU de reformismo y de girar a la derecha, lo cual es cierto, cuando sus propuestas demuestran que ellos están en el mismo espacio reformista aunque con estilo rastafari y malabarista y aún más desclasado. ¿Acaso no se trata de un programa de mínimos, acaso hay alguna propuesta en uno u otro programas que apueste por el derribo del capitalismo y la construcción del socialismo, dónde quedó este horizonte? De la posición de IA sobre Libia o Siria no voy a hablar porque es ponérmelo muy fácil y tampoco quiero hacer sangre. En concreto ¿qué pasó con aquello de salida del euro y de la UE? ¿Tendrá algo que ver con el hecho de que hay quienes prefieren ser cabeza de ratón, eso sí con gran proyección mediática, como ellos mismos afirman interna y externamente, que cola de león?

¿Si Podemos está dispuesto a llegar a un proceso de encuentro unitario también, aunque no sólo, con IUporqué no se ha dirigido ya a esta formación con una propuesta de encuentro sin condiciones previas y no cómo suele hacer IA desde el día siguiente de la salida política de su antecedente político, Espacio Alternativo, de IUen 2007, con propuestas que buscan la diferenciación y la confrontación antes que el encuentro? ¿Acaso cuando en los programático y lo político nos encontramos con dos organizaciones reformistas y socialdemócratas, en el sentido que inicialmente señalé, hay que hacer de los medios (la metodología) el elemento de desencuentro? Un poco cínico cuando la propia IA ya ha demostrado que eso de los “procesos desde abajo” es pura retórica en su caso porque lanzó el proyecto sin haberlo votado sus bases ni haberlo debatido con otros grupos que no fueran los del grupito de la Tuerka y de la Facultad de Somosaguas, la cupulita de Juventud Sin Futuro y los del Teatro del Barrio.

Una OPA hostil contra IU

Estamos ante una OPA (hostia más bien) hostil contra IU, no ante un proceso abierto a las convergencias de quienes están a la izquierda del PSOE en el que el señor Roures y Público van dirigiendo la nave en la dirección prevista pero aún no declarada, aunque sí insinuada

Siendo el impulsor de la proyección que ha adquirido La Tuerka (plataforma de proyección inicial de Pablo Iglesias) en los últimos tiempos, al haberle cedido la cobertura de Público TV. A través de sus contactos con La Sexta y Cuatro. Dando cobertura mediática a todos los militantes de IA con una cierta capacidad de redacción en las secciones de opinión del diario digital. Además de Esther Vivas, promotora del apio, el repollo y el soberanismo (alimentario, no sean mal pensados) 10 militantes más, más algunos de la cuerda (revista Sin Permiso), el superstar antes aludido (como hombre orquesta no necesita partido, el partido le necesita a él) y algún colaborador en IU tipo Monedero, el diputado Garzón o Jorge García Castaño, que ponen su granito de arena en pedir que la OPA se consume, han estado escribiendo sobre el asunto Podemos. Jamás en un periódico de la audiencia de Público partido tan pequeño tuvo tanta influencia en un medio importante, algunos de ellos liberados en CCOO, por cierto. Ni jamás hubo tanta parcialidad por parte de Público en un “debate” (monólogo polifónico más bien) como en el abierto en relación con Podemos.

Pero no me preocupa esa OPA hostil contra IU por tratarse de IU sino por el transfondo ideológico que subyace en la deriva antipolítica y antipartidos en la que colaboraron muchos partidos de las izquierdas, entre ellos IU(Ahora les meten a ellos, sin rimar, en la misma mierda que decían que era el PSOE y el PP) y de modo total IA y los “cometas mediáticos” a los que esta organización se agarra para sobrevivir. IA obtuvo en las elecciones generales de 2011 el 0,10% de los votos.

La negación de la legitimidad, no de éste o de aquel partido, sino de los partidos como entidades conlleva una pulsión de fondo anarcofascista que niega que todos tenemos, de un modo u otro, ideologías, especialmente quienes la niegan, que los partidos también las representan en su pluralidad, incluso desde los matices difuminados, aunque con todas las dificultades que plantea dar respuestas ex novo para una crisis sistémica (también de la política) que no estaba prevista. Las asambleas no organizan sociedades con millones de seres humanos y con Estados, salvo que de ellas surja la tiranía del demagogo que piense y dirija la batuta de toda la orquesta (“credere, obedere, combatiré”. De ahí el peligro de los carismas

IA ha pasado de gritar el anarcoide y generalizado antipartidos no nos representan” que se escuchaba en las asambleas del 15M a tratar de que ahora afirmemos el “sí nos representan” que sugiere el profesor Carlos Fernández Liria. ¿Qué estrecho paso de las Termópilas marca la transición de negar la representación a afirmarla cuando la razón por la que se negaba, la ausencia de democracia de los partidos, se ha hecho conPodemos tan rotunda al cocinar el engendro una cúpula de notabilillos ávidos de notoriedad pública al estilo de Alaska y Los Pegamoides?

Quiero ser un bote de Colón/ y salir anunciado por la televisión,/ quiero ser un bote de Colón/ y salir anunciado por la televisión,/ qué satisfacción/ ser un bote/ de Colón”

Pablo Iglesias Turrión

No quiero detenerme demasiado en Pablo Iglesias Turrión. Es cultivar su  acentuado trastorno narcisista de la personalidad y creo que no le haría ningún bien adentrándome demasiado en su persona. Tan sólo señalaré algunos datos que considero que debieran ser objeto de reflexión por parte del lector de este ya más que largo artículo:

En Noviembre de 2013 el señor Iglesias decía en una entrevista en la web de Unidad Cívica por la República:Pienso que no se da sólo un conflicto izquierda/derecha. También existe una pugna entre los de “arriba” y los de “abajo”. O entre los “patriotas” (personalmente me adscribo a esta definición), que defienden los servicios públicos, sea sanidad, educación, transporte, telecomunicaciones, la recuperación del sector industrial, etcétera, en contraposición a los “vende-patrias”.

El profesor tiende a trasladar con frecuencia y miméticamente el ejemplo bolivariano de Venezuela a España, será por eso de su liderazgo y carisma. ¿Sabrá que entre el desaparecido Chávez y él hay mucha pero que mucha distancia?

En serio, en Venezuela utilizar las expresiones simplificadoras arriba y abajo, pueblo, nación, patria, vendepatrias es relativamente válido, sin duda eficaz, porque casi todo el país se encuentra entre las clases bajas y con un reducido nivel formativo y la oligarquía, pequeña, tiene unas conexiones indudables con el imperialismo, una oligarquía que se enriqueció exprimiendo a las desheredados de fortuna. Ello explica que allí funcione ese modo de expresar la política. Utilizarlo en España, con una estructura social más compleja, y con un nivel cultural distinto, es hacer demagogia, llamar tonta a la gente tratar de negar que la cuestión real tiene mucho que ver con las clases sociales y que las categorías izquierda-derecha siguen siendo tan válidas como cuando se acuñaron. Otra cosa muy distinta es que las izquierdas, él mismo, se hayan ido corriendo a la derecha.

Con el paso de los días su discurso, muy 15M, se ha ido reafirmando en la misma línea hacia lo reaccionario. En la cobertura del debate Alberto Garzón-Pablo Iglesias que realiza el reaccionario anticomunista Stéphane M. Grueso, el profeta de “lo nuevo” dice:“…sobre la convergencia de todas las fuerzas a la izquierda del PSOE: “El límite de la unidad de la izquierda es el 15% o el 20%. Rajoy y Rubalcaba están encantados con la sopa de letras. Y yo quiero ganar”. La única manera de lograr romper ese techo es, según la cara más visible de Podemos, terminar con la falsa dicotomía izquierda-derecha, propia de la guerra fría, y plantear una nueva entre demócratas y antidemócratas: Los demócratas defendemos los derechos y los autoritarios, los privilegios. Los demócratas queremos sanidad y pensiones públicas y los antidemócratas su privatización”. Y para ello es necesario tocar “la tecla” de la gente, recurrir a las emociones, porque “a partir de la emoción deviene el desbordamiento”. “No regalamos al fascismo el monopolio de la emoción porque conocemos la Historia”, zanjó (…) Para ejemplificar lo que quería decir, Iglesias contó que en la gira de presentación de Podemos que le ha llevado a varios puntos de España se ha encontrado con personas mayores que, pese a confesarle ser votantes del PP, “les gusta lo que digo. Y pienso: coño, podemos ganar”.

Éste es el problema de Pablo Iglesias y de quienes sustentan su candidatura, que quieren ganar a cualquier precio y con cualquier programa, lo más descafeinado posible. No parece preocuparle porqué su discurso les gusta a los del PP y hasta dónde sería posible llegar con ese discurso. Desde luego a la ruptura democrática que pregona no, al socialismo menos. Entonces ¿a dónde narices quiere llegar si gana? Al tiempo previo a la crisis tampoco porque eso no depende de él ni de las emociones que sea capaz de suscitar su estampa de mesías. Para mesías ya tenemos a Anguita que también suscita emociones, tanto que le permite anular la capacidad de análisis del oyente cuando le vende la misma mercancía averiada de la superación de la dicotomía izquierda-derecha. Por el camino de las emociones vamos hacia Beppe Grillo que ha acabado por preguntar en su Facebook a sus correligionarios “¿qué harías si estuvieras en el coche con [Laura]Baldrini? (la Presidenta de la Cámara italiana)

Otra cosa muy distinta es que las izquierdas hoy no sean capaces en Europa de orientar la rabia social, mientras que sí lo hace el fascismo, pero eso sucede porque se mueve en categorías ideológicas moñas y en un reformismo blandiblup y buenrollista que poco, nada comparte ni vive con los sufren la crisis del capitalismo: los nuevos esclavos humillados.

El desafío de la izquierda es traducir a un lenguaje comprensible lo que no es evidente porque las causas del dolor humano que nacen de la desigualdad y la injusticia no están a la vista sino que se ocultan bajo la apariencia de las cosas pero eso no significa infantilizar a la gente ni tratar de arrebatar sus sentimientos por ideas simples –sencillo y simple no son sinónimos, ni mucho menos- apoyadas en el carisma fabricado de un líder que anule la voluntad de pensar.

No me resisto a pensar que esa propuesta de difuminar las aristas y los límites entre la izquierda y la derecha busca precisamente incorporar al PSOE al programa de las izquierdas. Puesto que ya no debe existir el antagonismo izquierda-derecha ¿Qué importará entonces incorporar al programa común a un partido del que en el pasado se dijo no sólo que era de derechas, lo que es cierto, sino que era la misma mierda que el PP –lo que dos añitos de placer con el PP han demostrado que no- y, siendo el PP la misma mierda que el PSOE, ¿porqué no incorporar también a su “democrática base social”? “…votantes del PP, “les gusta lo que digo. Y pienso: coño, podemos ganar”

Conviene tirar de hemeroteca virtual porque, remedando al viejo Aute “todo está en los libros”, en este caso en Internet. Esto decía Pablo Iglesias el 5 de Octubre de 2013:“La alternativa “progresista” a lo que he defendido aquí es obvia y la enunciaba con claridad cristalina el otro día la presidenta del gobierno andaluz, que veía posible extrapolar el modelo de Andalucía al resto del Estado. Evidentemente los dirigentes de IU se suicidarían si respondieran condescendientemente a Susana Díaz en estos momentos, pero en su fuero interno saben que los números son los números. Aquí no cuentan los principios sino la aritmética; con un PSOE en torno al 25% y una izquierda política en torno al 15% en las próximas generales (y estamos siendo generosos con ambos, pues bien podría volver a ganar el PP) nuestro país sólo aspirará a una gestión soft de la austeridad que continuará desarrollándose y que no cuestionará el papel periférico de España (sol, playa y mano de obra barata) en la estructura euroalemana. Sin duda un gobierno del PSOE apoyado por IU (con ministros o sin ellos) sería preferible a uno del PP pero da la impresión de que las circunstancias permiten ser más ambiciosos. Las elecciones europeas son una buena ocasión para demostrar el grado de ambición”.

Pablo Iglesias estaba ensayando el no pero sí o eso del PSOE ya no es tan malo. ¿Qué passsssoooooó? Dicho de otro modo: la matemática es la matemática y PSOE+IU pueden echar al PP. Eso mismo lo hemos dicho otros hace ya algún tiempo pero no es lo mismo un gobierno a la andaluza (IU tragando con lo que no debe de tragar) que dar el voto de investidura al PSOE para impedir que gobierne el PP y pasar inmediatamente a la oposición con el aviso de que si no se anda derecho, te echas al monte y le derribas el kiosko.

No se entiende de otro modo la presencia de Talegón y Carmona (PSOE) en el acto del Ateneo de Madrid que con la presidencia de Carlos Enrique Bayo (Público) en representación del ausente (Roures el amigo de Zapatero). El propio Público titulaba, recogiendo la más que desafortunada frase de Enrique de Santiago: “No hay manera de recuperar el poder si no es organizando a los ciudadanos”. ¿Quién iba a recuperar el poder, la izquierda? ¿Se ha convertido el PSOE en izquierda de la noche a la mañana? ¿La política, los ciudadanos, la clase trabajadora? Ninguno de ellos lo tuvo nunca porque el poder siempre fue económico; sólo que ahora quien quiere verlo, lo ve con mucha más claridad. ¿El PSOE? Me parece a mí que por ahí va la cosa.

El Partido X

¿Debe sorprendernos entonces que un partido proyectado desde la nada más absoluta a la de fenómeno de lo rompedor en política como es el Partido X– ese que tampoco es de derecha ni de izquierda, que busca la colaboración con los 5 estelle de Grillo, el amigo de los nazis de Casa Pound, el que se mueve también en la idea de que la relevancia viene del famoseo –Falciani el Robin Hood que robó los datos bancarios de grandes defraudadores y evasores fiscales pero se niega a desvelar algunos nombres porque quiere respetar la investigación que la justicia realiza contra el fraude bancario, cuando es sabido que sin presión hay pereza judicial, cuyo abogado es el mismo que el de Botín en el caso de la lista Falciani (¿no hay conflicto de intereses!)- estuviese también en el acto del Ateneo con el mesías Pablo, para promocionar su “¡democracia y punto!”…pelota?

¿Debe sorprendernos que el Partido X haya cedido a Podemos su metodología/dispositivo, que no es otra cosa que sustituir la auténtica participación por votar en redes sociales y falsear el peso de las opiniones en base a clonar miles de falsos seguidores en las redes sociales, como en Twitter, para trasmitir la vieja idea de que si 100.000 moscas comen mierda, no pueden equivocarse, gente que ha pasado por DRY, de la que algunos ya conocemos su pasado cuando arropó en el Ateneo de Madrid también un acto de Lorenzo Abadía ex PP muy pro15M, otro teórico de la tecnopolítica? Acaso la propia metodología no es en sí ya una concepción ideológica de lo que es la democracia y la participación? La ideolatría hacia la tecnopolítica como ficción democrática no es sino la negación de ésta porque siempre habrá unos que sean “más iguales que otros (Rebelión en la granja): quienes controlen los nodos, programen y diseñen los formatos de participación y gestionen su funcionamiento. Por eso hay tanto ingeniero de sistemas metido en esto. Los demás, a darle al “me gusta” como tontos mientras los cambios reales se producen en las calles.

¿Será por eso que el buen pastor mediático ha reconocido que “Podemos” tiene mucho que aprender de la propuesta metodológica del Partido X?

Un precedente para próximos procesos unitarios

Aviso a navegantes: La OPA de Podemos contra IU crea un precedente para próximos procesos unitarios (llamativamente aún no le han hecho una propuesta formal, ¿se la harán?). A partir de ahora se ha abierto la veda para que los procesos de “unidad” se lleven a cabo mediante la extorsión, el chantaje y la combinación de los peores vicios de la política con las más bajas pasiones del alma humana. Era lo que cabía esperar tras un tiempo de rechazo a las organizaciones políticas en genérico y de vendernos los encuentros entre movimientos sociales como formas de relación en las que cualquier sujeto que sólo se represente a sí mismo o a cuatro más pese lo mismo que partidos con miles de afilados. Esa es la idea de democracia que nos están vendiendo: orgánica (por mis…) y asimétrica.

Finalizo no sin antes expresar mi profunda preocupación porque el arribismo, aliado con la demagogia de los desclasados, el oportunismo y la falta de escrúpulos de quienes como partido hacen lo que sea para sobrevivir, la indecencia de intereses empresariales bastardos y no declarados, el discurso reaccionario de quienes para el cáncer del capitalismo nos ofrecen las pastillas Juanola de la “democracia real” sin tocar el auténtico poder del capital y la demagogia de la antipolítica traerán tiempos en los que la frase de Goya “el sueño de la razón produce monstruos” adquirirá todo su sentido

¿Y el PSOE? Esperando a que caiga la fruta madura del árbol a sus manos.

P.D: Todo lo que tenía que decir sobre la cuestión ya lo he dicho. No voy a volver sobre ella ya que, independientemente de cómo evolucione, no será para bien pues el mal ya está hecho desde el 15 de Mayo de 2011 y sólo degenerará.

No soy de IU ni del PCE. Los abandoné en 1993, después de 17 años de militancia en este último. La he votado en alguna ocasión y otras me he abstenido. Tampoco soy simpatizante de IU, simplemente no soy anti-IU y la creo necesaria, a pesar de ser una casa de grillos, en medio del desierto que es hoy la izquierda.

No soy de IU e incluso soy muy crítico con esta coalición, encontrareis muchos textos en este blog criticándola por ser socialdemócrata y su práctica keynesiana. Pero siempre he votado a IU desde 1.986 como voto útil. Como marxista revolucionario quisiera colaborar en la creación de un partido sin apellidos (estalinista- trotskista)

También he sido miembro de IA durante menos de año y medio, a pesar de que nunca he sido trotskista, pero lo que voy viendo me está creando hacia ella una profunda antipatía.

ETIQUETAS: Elecciones europeasIUJaume RouresPodemosTatxo BenetToni Cases

1 Comentario

  1. Marat

Publicado 17 febrero, 2014 en 11:39 AM

Hola, soy el autor del artículo que ustedes reproducen en Crónica Popular.

En primer lugar agradecerles su publicación.

En segundo hacer algunas puntualizaciones en relación al modo en que éste se recoge:

1) El anteúltimo párrafo (“No soy de IU e incluso soy muy crítico con esta coalición, encontrareis muchos textos en este blog criticándola por ser socialdemócrata y su práctica keynesiana. Pero siempre he votado a IU desde 1.986 como voto útil. Como marxista revolucionario quisiera colaborar en la creación de un partido sin apellidos (estalinista- trotskista)”, no ha sido escrito por mí, como podrán comprobar si consultan el enlace original de mi blog: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/02/operacion-coleta-o-de-como-el-poder.html.

Creo importante hacer esta puntualización porque lo que deseaba decir en relación a mi postura respecto IU y mi voto ha sido claramente expuesto en el párrafo que precede a éste que no es de mi factura. De hecho, la coletilla final que reza “Como marxista revolucionario quisiera colaborar en la creación de un partido sin apellidos (estalinista- trotskista)”, puede resumir mis deseos, pero en ningún caso proyecto alguno en el que yo esté implicado. En cualquier caso, puede comprobarse comparando la fuente original del artículo (blog:http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/02/operacion-coleta-o-de-como-el-poder.html), con el blog en el que luego se ha reproducido (http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2014/02/operacion-coleta-o-de-como-el-poder.html ) y que finalmente ha acabado en Crónica Popular (http://www.cronicapopular.es/2014/02/operacion-coleta-o-de-como-el-poder-empresarial-extorsiona-a-iu/ ). Aparece como la nota del editor de dicho blog.

2) La bibliografía que acompaña al texto tampoco es mía (como podrán comprobar en el sitio de publicación original del artículo), si bien me parece un encomiable esfuerzo haberla incluido por parte de quien lo ha hecho, el compañero y amigo personal a cuyo blog acabo de aludir. Al reproducir el texto en su blog, decidió dar su aporte personal con el fin de enriquecerlo, cosa que creo que ha logrado. “A cada uno según su trabajo”, que dice la mitad de la frase del principio económico de una sociedad socialista.

Salud.
Marat

 

 

Facebooktwitterlinkedinrssyoutube
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail