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La Tercera República pide paso

manifestacion-IIIrepublicaUn mar de banderas tricolor inunda las calles para conmemorar el aniversario de la II República y reclamar la celebración de un referéndum sobre la jefatura del Estado. La manifestación ha estado marcado por la alta afluencia de jóvenes que ha convertido la marcha en la más numerosa de los últimos años.

Alejandro Torrús de www.publico.es  

Mucha gente joven. Mucha más que cualquier otro año. La manifestación por la III República ha estado marcada por la alta afluencia de jóvenes que ha convertido la marcha en la más numerosa de los últimos años. Ciudadanos que no vivieron la dictadura y que crecieron como actores políticos dentro de un Estado monárquico.

Nadie les preguntó jamás si preferían monarquía o república y cuando han intentado defender la opción republicana se han encontrado con esa frase tan manida: “Juan Carlos ha hecho mucho por la democracia”. Pero ellos no han visto nada de eso. Crecieron con el divorcio de Marichalar y se hicieron adultos con los escándalos de Urdangarin y Corinna. El rey no pasaba de ser el invitado especial de la cena de Nochebuena.

Ahora, esta masa crítica de jóvenes, que quiere participar en la construcción de su futuro, ha salido a la calle para reclamar la celebración de un referéndum sobre la jefatura del Estado y defender la opción republicana. La manifestación ha congregado a decenas de miles de personas.

Este es el caso de jóvenes de Yeisan Morales, de 25 años. Hasta que estalló la maldita crisis este joven trabajaba de jardinero. Ahora, como tantos otros chicos de su edad está en paro y mira, boquiabierto, los desmanes de una familia real fuera de todo control democrático.

Su reclamación es básica: poder elegir, poder votar. “Debería haber un referéndum en España sobre si queremos la monarquía o no. Hasta entonces esta monarquía será hereditaria de un dictador y, por lo tanto, no es algo que haya decidido el pueblo sino que fue impuesta por un fascista que durante 40 años gobernó el país. Queremos poder decidir nuestro futuro”, explica a Público este joven, que acude a la manifestación con una bandera tricolor.

La manifestación ha estado marcado por la alta afluencia de gente joven Pocos metros más atrás que Yeisan, en una manifestación masiva que transcurrió entre Cibeles y la Puerta del Sol de Madrid, se encuentra Mónica Pérez, madre de familia de 35 años. Acude a la manifestación junto a su hija de apenas dos años. Mónica tiene claro el motivo que le ha llevado a salir a la calle esta mañana de domingo de 14 de abril: “Dejar a mi hija un país mejor que el yo me he encontrado”, dice. Esta mujer hace referencia a sus años de infancia para justificar su presencia en la marcha. A esos años cuando el maestro de la escuela le enseñaba las virtudes del sistema democrático y el importante papel del rey como garante del orden constitucional. Entonces, afirma, se lo creía todo. Pero la madurez le trajo a Mónica otro sentimiento: “la frustración”. “La capacidad de decidir no reside en nosotros”, afirma.

Una nueva Constitución

Sobre el derecho a decidir quiso hablar también Cayo Lara, líder de Izquierda Unida. El político marchaba en la manifestación a su antojo. No sostenía ninguna pancarta y trataba de caminar sin problemas ante las peticiones de fotografías de algunos manifestantes. Preguntado por PúblicoLara enumeró una larga lista de motivos para una Tercera República. Algunos de ellos son:

 “El deterioro institucional que sufre el país, el grado de corrupción tan importante que sufrimos que pilla al partido que apoya al Gobierno, el sistema electoral injusto que no garantiza la igualdad de los votos, el deterioro de la construcción europea que se está realizando en clave de beneficios del capital financiero y, finalmente, el deterioro de la propia Casa Real”, señala Cayo Lara a Público.

¿Pero cambiar de un sistema monárquico a otro republicano solucionará todos estos problemas? Lara responde: “Es que no se trata sólo de cambiar al jefe del Estado. La elección del jefe del Estado debe ser hecha por los ciudadanos españoles y por el pueblo, pero el cambio va mucho más allá. Se trata de profundizar en una Constitución garantista en un estado democrático donde el poder no resida en la troika sino que resida en el pueblo español. Hay que avanzar en la democracia, en los derechos y hay que quitar de la Constitución el artículo 135 que garantiza el pago de la deuda y no los derechos sociales de los ciudadanos. Por tanto, cuando hablamos de III República hablamos también de una alternativa completa al deterioro del régimen actual”.

El protagonista

Cayo Lara: «El poder debe residir en el pueblo español y no en la ‘troika’ Pero si ha habido un protagonista en la manifestación ese no ha sido otro que el coronel Amadeo Martínez, condenado en marzo por «injurias graves» al rey.  Ataviado con su habitual uniforme militar, Martínez paseaba de un lado a otro de la marcha coreando las consignas que lanzaban desde megafonía, fotografiándose con los asistentes y debatiendo sus ideas con todo aquel que se presente. Sus palabras pueden ser calificadas de muchas formas, pero no de ambiguas:

“La República es todo para mí. Un país moderno no se puede concebir sin República. En el siglo XXI ya es hora de que España entre en la modernidad, en la verdadera democracia. Esto que hemos tenidos estos años ha sido un posfranquismo, no una democracia. No tiene nada de legítimo. El pueblo español, ante el peligro del ejército, aceptó la monarquía como mal menor pero ahora ha cambiado todo. Es el final de ciclo del régimen juancarlista”, asegura a Público Amadeo Martínez, cuya opinión va en sintonía con la de la gran mayoría de los manifestantes, aunque estos no hayan vivido el régimen dictatorial del que habla Martínez. Porque si no se hace nada, como señala Sol Zaragüeta de 31 años, “España y Europa van a acabar muy mal”.

Contra la impunidad

Resulta imposible celebrar el 82 aniversario de la II República sin recordar, al menos un instante, a los que perdieron la vida por defenderla. Dentro de la manifestación marcha la Federación Estatal de Foros por la Memoria cuyo lema ‘Contra la impunidad del franquismo’ da una idea del precario grado de democracia que vive el país. Sus reclamaciones continúan siendo las mismas que en los 70, 80, 90 y 2000: que los culpables de los numerosos asesinatos y actos de represión sean juzgados por ello.

 José María Pedreño, presidente de la Federación, explica aPúblico la importancia de su presencia: “Es fundamental hablar de las víctimas porque las personas que están en las fosas son las personas que defendieron la II República y las grandes reformas que necesitaba España para que hubiese de verdad justicia social y libertad. No podemos construir una III República sin tener en cuenta la II y las víctimas del franquismo, que murieron por la libertad de todos”, señala Pedreño.

Entre cánticos a favor de la República y contra la dinastía Borbón, la manifestación llega a Sol. Allí, la coordinadora republicana ha organizado una plataforma desde donde se recuerda a Miguel Hernández, uno de los poetas más importantes de la historia de España y que murió en una prisión de Franco. Mucha gente joven asiste al recital. Quizá sea la primera vez que escuchan los versos de Miguel. Juan Carlos González, de 19 años, escucha emocionado. “Siento una cosa por dentro que no puedo explicar. Espero que algún día pueda sentirme orgulloso de mi país. Tener un régimen republicano será un gran paso para ello”, concluye.

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Atención: No roban los Ayuntamientos

Carlos_Martinez_presidente_Attac_EspanaCarlos Martínez

Cuando la Troika (UE-BCE-FMI) comenzó a imponer sus medidas en Grecia hace ya tres años aproximadamente, una de las primeras fue la supresión de ayuntamientos y el despido de miles de trabajadoras y trabajadores municipales. En el reino de España, esta medida se comentó algo, en el conjunto de las agresiones sociales y democráticas contra el pueblo griego impuestas por la Unión Europea, Alemania y sus bancos, así como por el Banco Central Europeo. Pero la verdad, no se tuvo excesivamente en cuenta.

En el reino de España, además el sarampión anti-político, con responsables merecidos en muchos puestos de la administración, comenzando por la Casa Real o jefatura bananera de nuestro estado, presidentes autonómicos o alcaldes corruptos y pringados por el ladrillo, hizo pensar a mucha gente que eliminar instituciones es bueno e incluso necesario.

Si bien es cierto que hay corruptos, pero no lo olvidemos, corruptores –es decir ricos empresarios que corrompen para burlar la ley y defender sus intereses. Insisto, ricos especuladores, que controlan los resortes del poder- también hay personas horradas y de buena voluntad, que gestionan intereses públicos en estos momentos o en años anteriores. Pero sobre todo hay que advertir, que nos roban por la puerta de atrás, la posibilidad de en no muy largo periodo de tiempo elegir personas del pueblo, que no solo gestionen honradamente, sino que estén a nuestro servicio y no el de las oligarquías políticas bi-partidarias y/o económicas. Pues bien, si en las próximas elecciones municipales elegimos concejales y concejalas del pueblo y al servicio del pueblo ¿Con que se van a encontrar? Pues con nada. El Gobierno del PP está preparando una reforma legislativa que vacía de contenido a los municipios, les hurta competencias municipales e impide que estos gestionen los servicios de atención y cuidado a las personas. Pero sobre todo, privatiza los servicios y obras municipales. Es decir convierte en puro negocio, arreglar aceras o alcantarillas, recoger la basura, cuidar zonas verdes o ayudar a la infancia, los mayores; así como controlar el desarrollo de nuestros pueblos –fundamentalmente- y ciudades.

Esta reforma en cuestión, se denomina: Ley de racionalización y sostenimiento de la Administración local. Poseo el último borrador y por tanto estas líneas, ni son demagogia, ni mentira. Pero deseo informar y difundir, sin aburrir y sobre todo movilizar.

Actualmente el poder de gobierno municipal, reside en los electos y las electas, pero la reforma legal que se propone por parte del Gobierno del PP, disminuye sus facultades democráticas, incrementa los poderes no elegibles de técnicos que además controlará a –secretarios/as e interventoras/es- aumentando desmesuradamente el poder de las Diputaciones Provinciales y sobre todo, sitúa al Ministerio de Hacienda como el órgano controlador de los ayuntamientos. En pocas palabras trasladan las decisiones fundamentales a personas e instituciones no electas por los ciudadanos y que por tanto –estas y estos- no van a tener la posibilidad de controlar, ni de no elegir, si lo hacen mal. Pero es que además los electos y electas se encontraran con la imposibilidad legal y de facto, de apoyar a sus vecinos o ejecutar lo que estos mediante métodos participativos y asamblearios decidan o propongan.

No es la disminución de concejales, ni el control de sus sueldos el interés de esta ley o reforma de las leyes Locales –verdadero tesoro democrático muy mal utilizado por cierto, que nos queda- no. La verdadera intención es repartirse el pastel del negocio que significa privatizar obras y servicios municipales y de paso disminuir el poder ciudadano. Es una operación mafiosa a gran escala, al objeto de que propagando lo malos que son los políticos municipales –y es de justicia reconocer que hay de todo, pero muchos buenos e incluso excelentes, también- enriquecer a empresas privadas contratistas. Pero hay algo todavía más grave y es que como los precios de los servicios los propondrá en pocas palabras el Ministerio de Hacienda fundamentalmente y serán a la baja, con un precio estimado que cumpla el objetivo de déficit, estos servicios serán adjudicados a las grande empresas contratistas y de servicios, que ya existen y no son ajenas a esta reforma legal, las cuales si podrán competir, eliminando a todas las pequeñas empresas y cooperativas locales que en ocasiones prestan estos servicios o ejecutan obras municipales. Es decir se cerraran muchas empresas familiares y sociales, se hurtará el control municipal y se arruinarán más todavía las economías locales, en beneficio de grandes empresas privadas, que ya existen y operan.

¿Qué cómo obtendrán beneficios las empresas privadas grandes que se apoderarán del sector? Pues muy sencillo, al hacerse con miles de contratos y no solo unos pocos. Pero sobre todo pagando menos y peor a sus trabajadoras y trabajadoras y precarizando el empleo. Además gracias a la mal llamada Reforma Laboral, dispondrán de mano de obra esclava.

Esa es la verdad de la reforma y no acabar con el despilfarro local. Con ese despilfarro, allí donde se dé además no se va a terminar, pues el proyecto de ley, está cargado de trampas, que en realidad permitirán seguir contratando asesores a dedo y colocando amiguetes. Ya lo decía mi abuelo “hecha la ley, hecha la trampa”. Esta reforma está plagada de trampas y aconsejo leerla, detenidamente. Pero sobre todo advierto seriamente tanto a los contagiados y contagiadas por el sarampión anti-político inoculado por la extrema derecha y los grandes empresarios, como a los movimientos sociales críticos con toda justicia, que esta reforma, vendida como un recorte de sueldos a ediles, nos resultará todavía más cara a las personas, pues encarecerá los servicios, privatizará y por tanto dejará fuera de control competencias municipales e incrementará el paro –no de concejales, no. De clases trabajadoras- Así como va evitar la previsible regeneración democrática que se va a producir en los Ayuntamientos en la próximas elecciones locales.

¿De dónde viene semejante desaguisado legal? Pues en primer lugar de las imposiciones de la Troika.

En segundo lugar, de la reforma constitucional del artículo 135 de la Constitución pactada por PSOE y PP en los últimos días del gobierno de Zapatero, que sitúa el déficit, pago de la deuda e intereses de los bancos, por encima de las personas y los derechos humanos. De hecho el preámbulo de la ley proyectada expone:

 La reforma del artículo 135 de la Constitución española, en su nueva redacción

dada en 2011, recoge un principio de estabilidad presupuestaria como principio

rector que debe presidir las actuaciones de todas las Administraciones

públicas. En desarrollo de este precepto constitucional, se aprobó la Ley

Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad

Financiera que exige nuevas adaptaciones de la normativa básica en materia

de Administración local para la adecuada aplicación de los principios de

estabilidad presupuestaria, sostenibilidad financiera o eficiencia en el uso de

los recursos públicos locales. Todo ello exige adaptar algunos aspectos de la

organización y funcionamiento de la Administración local así como mejorar su

control económico-financiero.

En tercer lugar del concepto autoritario y franquista de la política del PP, que está copiando la estructura municipal del franquismo en los ayuntamientos. Los municipios y sobre todo los medianos y pequeños, pasarán a ser controlados por los secretarios, no electos, muchas y muchos de los cuales además, en contra de su voluntad democrática, se verán obligados a cumplir esta aberrante reforma. Las Diputaciones Provinciales y los sub-delegados del gobierno en las provincias, que serán los ojos y manos del Ministerio de Hacienda del Gobierno de Madrid y desde Madrid, donde los Florentinos y semejantes, desde el palco del Bernabéu se repartirán los pueblos y “las provincias”. Esto es la vuelta al más duro centralismo. Por eso quieren hacerlo urgentemente, pues intuyen que el régimen que defiende sus intereses, está en peligro y se alumbran nuevos tiempos. También para evitar que reaccionemos. Pero sobre todo porqué el PP controla por ahora la inmensa mayoría de las Diputaciones Provinciales y estas son claves para repartir el pastel en menos de un año.

Dicho lo cual, es imprescindible reaccionar y ya. Defender la democracia local y participativa. Promover acciones de protesta, ocupar los ayuntamientos y encerrarse en ellos. Constituirnos en ejes activos de la política local y defender nuestros municipios como gobierno más cercano. Además acabar ya de una vez con la mentira de la deuda pública. Esta horrible y demagógica mentira, silencia que el 70% de la deuda del estado español, es privada. Solo el 30% es pública y de ese 30% no son los ayuntamientos los principales responsables.

Si nos logran robar los ayuntamientos, nos habrán robado otro espacio democrático fundamental. Os invito a informaros más y mejor y sobre todo a no dejarnos engañar. Hay que acabar con las oligarquías que nos gobiernan de una vez y podemos hacerlo.

 

 

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Escraches: La democracia que nos han robado

MonederoJuan Carlos Monedero

«La democracia se gana siempre en la confrontación. Por eso dijo Fraga que la calle era suya. Los derechos siempre se ganan o se pierden en el pulso político. Y una forma clara de ese pulso, hoy, son los escraches. Es normal que el PSOE, el PP, UPYD, CIU o el PNV estén en contra. Tan evidente como que hay que regresar a los lugares donde nacieron los partidos. A la calle. Los escraches ya han empezado a marcar el camino».

 

«Si un perro flauta me acosa por la calle, le arranco la cabeza», dice un diputado del PP. Si por molestarte en la calle mereces ver tu cabeza arrancada del tronco, ¿cuál es la pena proporcional por dejarte sin trabajo? ¿Y por no poder pagar el colegio de tus hijos? ¿Y por perder la casa en la que has metido todos tus ahorros durante los últimos diez años? ¿Y por endeudarte de por vida aunque además hayas perdido la casa? ¿Y por perder el acceso a la sanidad, a la universidad, a una pensión, al seguro de desempleo?

Los que dieron el golpe de Estado en 1936 dijeron que los movió el amor a España . Pero de España, como dijo Franco, les sobraba la mitad de los ciudadanos . Que eran españoles. Que están todavía enterrados en zanjas y cunetas. Desde la patronal nos dijeron que nos fuéramos a trabajar a Laponia. Una parte importante de los jóvenes le ha tenido que hacer caso. Los de siempre.

Nunca han existido dos Españas. Eso siempre ha sido una mentira. Hay una España mayoritaria y una minoritaria con mucho poder , capaz de acercar a su bando a una parte de la mayoría. El miedo hace el resto. En la España de ellos siempre están los mismos. Desde los Reyes Católicos y su Inquisición. Por eso, el PP no necesita arrancarle la cabeza a los últimos que pusieron el miedo en su bando. Están ahí, hechas tierra y vergüenza para nuestra democracia.

El poder, sobre todo, posee eficaces herramientas para amedrentar a una parte importante de la ciudadanía. Medios de comunicación, iglesias, puestos de trabajo, presencia social, ritos, cultura y el Hola. Un diputado dice que no le tiembla la mano para volver a ejecutar disidentes. Antes eran rojos. Ahora, como ya no hay Unión Soviética, son perros flauta.

El miedo, y los nombres, siempre los han administrado ellos. Y exhumar asesinados, expropiar unos carritos de la compra, decirles en el portal de su casa que nos están arruinando la vida y la del futuro, cuestionar la monarquía o recordarles que están robándose el país que dicen que aman, les hace caer en una angustia existencial, propia de quien nunca ha tenido la sensación de sobrar en ningún lado.

La dureza de la respuesta del PP a los escraches es muy lógica. La derecha entiende siempre muy rápido las cosas del poder. La legitimidad del sistema político español está en cuestión. Cuando los esclavos dejan de interiorizar su condición, el amo ya no puede dormir tranquilo.

El PP lo sabe: lo que ayer era permitido, ahora no lo es. Aunque lo sigan diciendo las leyes. Habían puesto al mismo nivel cosas que no se pertenecen. La Constitución, las leyes, los jueces, los policías y el portero de su casa les saludaban como personas importantes. Pero han surgido nuevas preguntas.

¿Por qué no permitimos un diputado que defienda la pederastia o la ejecución de las minorías o la lapidación de las herejes o adúlteras —lo perseguiríamos hasta debajo de las piedras, porque la democracia tiene derecho a defenderse—, pero permitimos un diputado que esté a favor de los desahucios? Ese es el cambio. Y es lo que les pone de los nervios. Es una lucha política. Si podemos perseguir a los que roban nuestra tranquilidad, están en peligro. Estamos escribiendo nuevas reglas del juego. Y los que siempre han sido dueños del tablero se asustan.

Los escraches son reformismo. Pero hasta el reformismo asusta. De ahí la ridiculez de comparar escraches y terrorismo. Recuerdan Pisarello y Asens que «los escraches son una acción informativa, que se ha de hacer «de manera totalmente pacífica» y sin «importunar a los vecinos» También se estipula que deben realizarse en días laborables y en horario escolar, de modo que los niños nunca sean interpelados.

Los casos personales se intentarán explicar sin insultos ni amenazas. Se evitarán ruidos o molestias innecesarios y se procurará ser amables con quienes trabajan en comercios y con los transeúntes. No todas las antiguas reglas han perdido su sentido. Sólo aquellas que únicamente sirven a unas minorías privilegiadas. Pero la situación política está tan podrida que hasta las reglas mínimas de la democracia les están sobrando.

El escrache es una forma de desobediencia civil. Cumple las tres reglas que marcó Habermas para que sea tal y no caiga en otras formas de desobediencia que carecen de legitimidad: son pacíficas, lo que se reclama tiene carácter universal —no se reclama en exclusiva para uno mismo, sino para todos— y se está dispuesto a asumir las consecuencias de los propios actos.

La desobediencia civil es una válvula de seguridad democrática. Surge cuando las demandas sociales van por delante de las leyes y del comportamiento político institucional. Las leyes que ayer nacieron para defender a los políticos del acoso de los monarcas absolutos -inviolabilidad, inmunidad, fueros especiales- se han convertido hoy en formas de privilegio.

Si en España tuviéramos una Constitución como la alemana, hace tiempo que el Tribunal Constitucional tendría que haber llamado al derecho de resistencia o habría declarado fuera de la Constitución a, cuando menos, los dos últimos gobiernos del Reino de España. ¿Por qué los jueces son tan solícitos para algunas cuestiones y, en cambio, han tolerado la ruina del país consumada por Zapatero y Rajoy? ¿No cabría situar en la inconstitucionalidad a dos partidos, PSOE y PP, que han dinamitado el carácter social de nuestro país recogido en el artículo 1 de la Constitución?

Escribía en otro lugar que vemos con pasmo que lo que estaba prohibido, ahora está permitido —sueldos desorbitados, sacar dinero del país, vaciar instituciones, usar información privilegiada—, y que lo que estaba permitido —derecho a manifestación, libertad de expresión, derecho de reunión— están, de facto, prohibidos. Vemos que desaparecen las garantías de reparto de la riqueza social y aumentan las desigualdades ; que los políticos que gestionan la transferencia de renta desde las clases medias y bajas a los ricos tienen la llave de la puerta giratoria que les permite un futuro cómodo en las grandes empresas; que cualquier tipo de protesta pasa a ser criminalizada por esos políticos que están gestionando ese robo de los de abajo hacia los de arriba (llevando a suelo patrio lo que antes se hacía entre continentes).

«Por la mitad de lo que estos están haciendo yo me he pasado diez años en la cárcel», dice el bróker de Wall Street , la película de Oliver Stone, viendo a nuestros actuales dirigentes. Y eso que no sabía ni lo de la Infanta, ni lo del coche en el garaje de Ana Mato, ni lo de la escritora fantasma de Mulas, ni lo de los sobres del PP. Cuando lo ilegítimo se convierte en legal, nace el momento de la desobediencia . En América Latina se preguntan a qué está esperando Europa.

Los escraches son nuevas reglas del juego para una nueva partida democrática. Y tienen la misma oposición que en su día tuvo el sufragio universal, el derecho a huelga o a manifestación. El escrache es un diálogo directo con los «mandatarios» que se convierten otra vez, gracias a ese acto de diálogo forzado, en «mandatados». Que es lo que siempre han sido, aunque el abandono de la conciencia democrática le dio la vuelta a los papeles.

Los escraches tenemos que entenderlos como la actualización en el siglo XXI de la rendición de cuentas democrática, de la exigencia del cumplimiento cabal de los programas electorales (o la convocatoria de nuevos comicios), de la reclamación de comportamientos acordes con la soberanía popular, de la renovación de la construcción de la voluntad popular más allá de la distancia que marcan los partidos, de la reivindicación de la honestidad en el ejercicio de los cargos públicos.

Déjenme repetirlo: los escraches son el penúltimo intento amable de un pueblo que quiere hacerse escuchar. Con los escraches, el escenario, en cualquier caso, se clarifica: los diputados que no soporten la cercanía de los electores, que se marchen.

En democracia, es el pueblo el que manda. Aunque expresarnos así parece devolvernos a un lenguaje que se hablaba en tiempos arcaicos. ¿Quieren seguir manteniendo los políticos la impunidad? ¿Quieren trabajar para otro señor que no es el pueblo y que nadie les demande por su traición? ¿Va a convertirse la política en un negocio paralelo al desmantelamiento de los sistemas de previsión social?

La salida fácil es decir que los escraches son una forma de amedrantamiento que pertenece a los regímenes fascistas. Se equivocan. Las tensiones entre sectores sociales pertenecen a todos los regímenes que mantienen desigualdades. ¿Quién sin que se le caiga la cara de vergüenza va a defender que un escrache es más violento que un desahucio, que un despido, que un corralito, que el cierre de la universidad y las urgencias, que una mentira electoral, que las machadas de los antidisturbios, que las multas por ejercer la democracia?

Los que están en contra de los escraches son los que están a favor de otras formas de protesta que ya no cambian nada. El mismo diputado del PP que vota en contra de la ILP, es decir, el mismo diputado que construye «fascismo social» expulsando de la ciudadanía a una parte importante de los españoles y españolas, dice que los escraches se emparentan con las señales pintadas por los nazis en las tiendas de los judíos. Es al revés: son ellos los que nos cuelgan la estrella en el pecho negándonos el sustento, la vivienda, la salud. Esa democracia que defienden sólo existe en sus discursos. Hace tiempo que se ha ido.

Igual que Israel se comporta con los palestinos con maneras de nazis, el neoliberalismo está haciendo de nuestros países un enorme campo de concentración enmascarado en formas democráticas . Una queja que no es oída no tiene efectos democráticos. Por eso los escraches están devolviendo la democracia perdida o quizá, incluso, están permitiendo el advenimiento de la democracia que nunca hemos tenido.

La democracia se gana siempre en la confrontación. Por eso dijo Fraga que la calle era suya. Los derechos siempre se ganan o se pierden en el pulso político. Y una forma clara de ese pulso, hoy, son los escraches. Es normal que el PSOE, el PP, UPYD, CIU o el PNV estén en contra. Tan evidente como que hay que regresar a los lugares donde nacieron los partidos. A la calle. Los escraches ya han empezado a marcar el camino.

 

 

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“El PP, y más aún el PSOE, podrían desaparecer en poco tiempo”

Artículos Debates Internacional

Alvarez JuncoJosé Álvarez Junco, Catedrático de Historia de la Complutense 

«La verdad es que los partidos actuales da la impresión de que están en situación pre-agónica. El PP, y más aún el PSOE, podrían desaparecer en poco tiempo».

ENTREVISTA DEL PERIÓDICO LA MAREA

Álvarez Junco (Viella, Lérida, 1942) es conocido por muchos por participar en la elaboración de la llamada Ley de Memoria Histórica, pero también ha trabajado sobre el anarquismo en España, el populismo y el nacionalismo. En este campo recibió el Premio Nacional de Ensayo en 2001 por Mater Dolorosa: la idea de España en el siglo XIX. Su último libro analiza la historia de la propia producción histórica.

Tiene fama de historiador serio y riguroso. Ello le ha granjeado respeto y notoriedad también en el otro lado del Atlántico, donde pasó diez años trabajando en las universidades de Tufts y Harvard, convirtiéndose sus trabajos en referencia básica de un emergente hispanismo. Está a punto de jubilarse como docente y jefe del Departamento de Pensamiento Político y Movimientos Sociales en la Universidad Complutense, pero asegura que seguirá investigando y escribiendo.

Contesta serio a las preguntas, sin eludir respuestas firmes pero midiendo las palabras en busca de la frase exacta. Poco atraído por la exposición pública, ha concedido pocas entrevistas en los últimos años, casi todas dedicadas a alguna cuestión concreta. No es este el caso, pues hoy hay demasiados temas de actualidad –crisis de modelo, movimientos sociales, populismo, represión…- que merecen ser tratados desde una perspectiva histórica.

El libro que acaba de publicar se titula Las Historias de España. ¿Por qué este título?

Se iba a llamar La historia de la historia de España lo que es un poco repetitivo pero quizás explique mejor de qué va: se trata de narrar la evolución de los relatos sobre el pasado de esta parte del mundo a lo largo de los siglos. Desde los mitos griegos y romanos (“se llama Hispania porque su primer rey fue Hispano, hijo de Hércules…”) hasta los relatos actuales, que conservan restos míticos.

¿La visión que tiene la gente de la crisis actual está condicionada por estos relatos históricos?

La visión del presente siempre tiene que ver con la manera dominante de interpretar el pasado. En relación con la crisis, nosotros no tenemos recuerdos de crisis similares en el pasado. Solo se le podrían comparar la de los años 30, iniciada en 1929, o los 40, con el hambre de la postguerra. Pero están muy lejos. Las crisis de 1974-83 o de 1992-93 fueron bastante menores.

Lo que sí observo es un mecanismo reflejo y auto-exculpatorio que consiste en echar la culpa a los políticos. Es también bastante infantil. Los políticos actuales son, desde luego, bastante malos, no se me ocurre ninguno al que presentar como ejemplar. Pero en un país donde todo el mundo intenta evadir impuestos, incluso a la hora de contratar a gente, no se puede decir de los políticos otra cosa más que reproducen la forma de comportarse del ciudadano medio, aunque su capacidad de defraudar es mucho mayor. Y al ser ejemplos de comportamiento, son mucho más perniciosos.

En este sentido, han proliferado partidos que se sustentan en el ataque a los políticos. Usted ha escrito un libro titulado Lerroux, el emperador del paralelo, refiriéndose al Partido Radical de los años 20 y 30. ¿Es comparable con el actual UPyD, por ejemplo?

Sí, creo que hay bastante demagogia y oportunismo por parte de estos partidos. Lerroux hizo algo similar especialmente antes de la II Repúbilca. También era un líder populista y españolista en Barcelona, y hacía bandera de estar en contra de los políticos cuando toda su vida fue un político profesional.

Los movimientos sociales que han crecido en España también comparten muchas veces un ataque a los políticos, pero hay algo más. Usted creó la asignatura Historia de los Movimientos Sociales en la Universidad Complutense. ¿Qué semejanzas o diferencias ve con otros movimientos en la historia?

A lo largo de la historia europea, los movimientos de protesta han acabado institucionalizándose y dando lugar a una generación de nuevos partidos políticos. En un determinado momento triunfaron los partidos liberales, que fueron desbordados luego por los demócratas y éstos a su vez por los socialistas y luego los comunistas. Podríamos incluso mencionar a los anarquistas, aunque éstos no llegaron a institucionalizarse y convertirse en un partido político.

En la situación actual, podría ocurrir que los movimientos de protesta se institucionalizaran, y surgiera una nueva generación de partidos. La verdad es que los partidos actuales da la impresión de que están en situación pre-agónica. El PP, y más aún el PSOE, podrían desaparecer en poco tiempo. También podría ocurrir que no supieran hacerlo y sus propuestas acabaran sin concreción práctica. Lo que está claro es que la democracia actual necesita ampliarse y perfeccionarse y que los partidos actuales no son capaces de canalizar las demandas sociales, que debería ser su función principal.

En ese sentido vemos, si seguimos comparando con Italia, que allí la protesta se ha canalizado a través de un partido político, y sin embargo en España no tan claramente. Aquí además se ha dado un fuerte impulso al asamblearismo y las iniciativas de apoyo mutuo. ¿Tiene esto semejanzas con el anarquismo de finales del siglo XIX y principios del XX sobre el que usted escribió en sus primeros libros?

No tanto, porque el anarquismo se planteó como objetivo principal la destrucción del Estado y hoy día es difícil proponer seriamente un objetivo semejante. O, al menos, proponerlo y tener muchos seguidores. Dependemos del Estado para nuestra jubilación, la sanidad, la educación, los transportes públicos. Pensar en una sociedad sin Estado no me parece hoy realista. En la España de hace 100 años, en la que el Estado no hacía más que recaudar impuestos, llevarse a los jóvenes al servicio militar y enviar a los pueblos a la Guardia Civil para que mantuviera el orden, sí era plausible pensar en que se viviría mejor sin Estado. Pero la reivindicación que hoy domina, que no es exactamente anarquista, es de mayor democracia: lo cual es lógico, porque hoy los partidos están rígidamente controlados por las cúpulas y la participación popular a través del parlamento es casi imposible.

Sin embargo, en otras épocas, el movimiento de cambio se ha diluido al venir una recuperación económica. Hoy, que vemos que esa recuperación no llega, no parece que los movimientos sociales vayan a parar, sino todo lo contrario.

Los movimientos sociales han demostrado las carencias de la democracia y de los partidos actuales. Pero los propios movimientos de protesta, si no consiguen concretar un programa de reformas y de vías para que esas reformas se lleven a cabo, pueden quedarse en una manifestación ética y estética, sin consecuencias políticas. Lo que ocurra dependerá también de lo que dure la crisis.

Pero insisto en que es preciso concretar las propuestas. Queremos una “democracia real” o “políticos honestos” no es suficientemente concreto. Dígame usted cómo quiere que se garanticen estas cosas. Los seres humanos no son ángeles. Hay que legislar para individuos reales, que como tengan un gramo de poder intentarán, previsiblemente, aprovecharlo en su propio favor. No digo que todos lo hagan, pero muchos lo intentan, y hay que establecer mecanismos que lo hagan imposible; o que sancionen implacablemente al que lo haga.

Pero, ya que menciona Democracia Real Ya, ellos tenían unas propuestas concretas desde el mismo 15-M, pero chocaron y siguen chocando contra un muro en el Parlamento. ¿Qué hacer entonces?

Con una lista de tres, cuatro, diez propuestas concretas. Recabando las firmas de millones de ciudadanos, utilizando todas las vías posibles, al final gobiernos y partidos tendrán que rendirse.

Esto es lo que está ocurriendo con la PAH, por ejemplo.

Sí, es un magnífico ejemplo.

¿Cree que conseguirán hacer claudicar a los partidos, concretamente al PP?

Sí, creo que sí lo conseguirán, ahí tendrán que rendirse no sólo el Gobierno y los partidos, sino los bancos también.

Ahora que menciona a los bancos, puesto que piensa usted que desde los movimientos sociales se pone demasiado el foco en los políticos, ¿quizá debería desviarse hacia las grandes empresas?

Sí, especialmente hacia los bancos, y los altos ejecutivos responsables de este desastre. En algunos países se han tomado ya medidas para atar en corto a los responsables de la banca y las grandes empresas. Pero aquí no hay manera. Ni siquiera se toman medidas para limitar los salarios o las primas, los famosos bonus, de bancos que están, incluso, subvencionados e intervenidos.

Muchos achacan estos problemas de falta de democracia a una Transición que dejó unos “déficits” y creó el sistema político actual. ¿Hasta que punto en ese momento se hizo lo que se podía hacer o no se hizo lo suficiente para crear una democracia de verdad?

Yo defiendo la Transición, situada en su contexto. En ese momento se hizo lo que se podía hacer. Se reformó radicalmente el sistema político con un mínimo de sufrimiento, evitando la nueva guerra civil que la gente temía que podía estallar al morir Franco. En lugar de eso, se creó una cultura de pactos, lo cual no es malo, pero es cierto que a cambio se pagó un precio muy alto. Se dejó sin depurar la policí, aunque esto no ha causado los mayores problemas después de la Transición. También se dejó sin depurar la judicatura, con los desastrosos resultados que hoy sufrimos. Y se creó un sistema democrático excesivamente rígido, sin controles a quienes ejercen el poder.

Se nos había dicho tantas veces durante el franquismo que las democracias eran ineficaces porque sus gobiernos duraban seis meses, etc., que se construyó un edificio democrático demasiado rígido, con unos gobiernos a los que es imposible derribar en el parlamento, por el voto de censura constructivo, que es prácticamente un dique insuperable, con unos partidos que son monolíticos, sin democracia interna y que controlan a sus propios parlamentarios por medio de las listas cerradas.

Habla de la policía y quizá en las últimas décadas no se ha sabido mucho, pero ahora sí que vemos cada vez más denuncias de maltrato, por ejemplo, en la comisaría de Moratalaz en Madrid, o las propias imágenes de violencia de los antidisturbios contra manifestantes pacíficos. Parece que ahora sí está siendo más visible esta falta de depuración.

Sí, pero ningún cuerpo policial en el mundo se compone de angelitos. Hay que ser relativo en los juicios. La policía del franquismo y de la Transición te daba palizas, o te amenazaba con tirarte por la ventana, y a más de uno lo tiraron. Durante la Transición, la policía y cuerpos parapoliciales mataron a unas 30 o 40 personas. En el País Vasco, sobre todo, el comportamiento policial era brutal: por poner una Ikurriña, simplemente, murió más de uno, lo cual explica bastante cómo se envenenó la situación allí y fue imposible convencerles de que había habido una transformación del sistema político.

La propia Amnistía Internacional ha seguido denunciando torturas a etarras durante prácticamente todo el período democrático.

Hasta muy tarde, sí. Es una de las causas de la prolongación del conflicto.

Prácticamente hasta el final de las acciones de ETA, podemos decir.

Sí. Pero ETA tampoco dejaba de provocar en la medida de lo posible, porque les convenía que esa situación se mantuviera para justificar la “lucha armada”.

Ha mencionado la falta de depuración en el poder judicial. En este sentido, ¿puede tener algo que ver con la sentencia del Tribunal Supremo contra el Juez Garzón sobre el intento de juzgar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo?

Garzón tiene muchos méritos. Es un juez que ha conseguido grandes avances en el potenciamiento de una justicia universal y ha perseguido a terroristas, a mafiosos, a delincuentes de cuello blanco… Y, aunque yo no soy jurista, me atengo a opiniones de juristas de quienes puedo fiarme: parece ser que cometió errores procesales en la causa por la que fue condenado. La única de las tres por las que fue juzgado. Aunque es obvio que la persecución a la que se le sometió estaba inspirada por razones políticas.

La sentencia del Tribunal Supremo sobre el intento de investigar los crímenes del franquismo interpreta la Ley de Amnistía como una ley de punto final. A la vista de que la jueza argentina Servini de Cubría va a investigar estos crímenes, ¿fue efectivamente una ley de punto final?

Repito que no soy jurista y no me atrevo a opinar con solvencia. Pero mi opinión es que esos crímenes tenían que ser sacados a la luz, denunciados en términos intelectuales y morales, pero no juzgarlos penalmente, porque sus autores habían muerto y la responsabilidad penal se extingue con la muerte.

Sin embargo, muchos de los autores de los crímenes franquistas, especialmente los de los últimos años, no han muerto.

Pero no era esos a los que estaba intentando juzgar Garzón. Empezó con los de la guerra, mencionando a los generales que habían dado el golpe de estado, para confirmar que estaban muertos. Era una ofensa innecesaria, porque los hijos y nietos del que cometió el crimen no tienen ninguna responsabilidad penal.

Entonces, ¿qué ocurre en el caso de la investigación de la jueza argentina?

Ese caso es distinto. Quienes cometieron crímenes en el último franquismo, y están hoy vivos, pueden en principio ser perseguidos, si se entiende que la Amnistía de 1977, que se aprobó a propuesta de la izquierda, no lo olvidemos, en el primer parlamento democrático, es una ley de “punto final” y debe ser considerada inválida; y si a eso se añade, por supuesto, que son crímenes contra la humanidad y deben ser considerados imprescriptibles.

¿Una comisión de verdad y reconciliación, como existió en Perú o Sudáfrica, no sería posible?

Esa sería una excelente medida política. Pero no judicial, si el ajusticiado está muerto. Pero, si no se pueden exigir responsabilidades penales, sí se puede, y se debe, aclarar lo que ocurrió, hacer públicos aquellos hechos, explicárselo a las generaciones futuras. Explicarlos como se explica hoy –y se debe seguir explicando durante todo el tiempo que sea posible- el holocausto nazi, para que los ciudadanos actuales comprendan a qué extremos de brutalidad puede llegar el ser humano y lo eviten en el futuro. Por tanto, una comisión de verdad y reconciliación me parece muy buena medida. Aunque los hechos no son tan recientes como para encontrar fácilmente gente viva que pueda recordarlos.

En ese sentido, ahora que menciona el Holocausto Nazi, cuando uno visita Alemania, hay innumerables museos, campos de concentración para visitar, etc. En España ni siquiera hay un museo de la Guerra Civil, por ejemplo.

No, no existe un museo de la Guerra Civil. Tiene razón. Y no sería fácil escribir las explicaciones, si se creara. El tema sigue siendo muy conflictivo.

¿Es posible que no se haya hecho un esfuerzo suficiente en ese campo?

Por parte de las instancias oficiales no se ha hecho un esfuerzo. Salvo en algún caso, como en Cataluña, pero más inspirado por ofrecer una versión nacionalista que por recordar de verdad el conflicto. Por ejemplo: los muchos catalanes muertos a manos anarquistas apenas son mencionados y el número, en muchos casos inferior, de represaliados por el franquismo es subrayado a bombo y platillo. Pero los historiadores sí han hecho todo el esfuerzo posible, a medida que se han ido abriendo los archivos; y ahora están prácticamente abiertos en su totalidad. Por lo que, en conjunto, los hechos básicos de la Guerra Civil y la represión de la post-guerra son bastante conocidos. Eso no quiere decir que no se deba seguir trabajando en el asunto.

Usted participó en la primera fase de elaboración de la Ley de Memoria Histórica. ¿Está de acuerdo con el resultado final?

Quedó un poquito corta, en mi opinión. Pero en conjunto se hizo una ley aceptable. Su intención inicial era cerrar la herida, terminar de una vez con aquella querella, pero el clima de crispación hizo imposible que sirviera para eso. Algunas de las declaraciones iniciales de la ley están bien, como por ejemplo la declaración de ilegitimidad de los juicios franquistas. No hubo una anulación general de las sentencias, porque eso hubiera significado que el Estado se tenía que hacer responsable de indemnizar a los familiares y las arcas públicas hubieran tenido que dedicar buena parte del gasto durante bastantes años a este fin. Se optó, por eso, por la vía intermedia de declarar aquellos juicios ilegítimos, desproveerlos de autoridad moral, pero sin consecuencias económicas. Se concedió, por otra parte, la nacionalidad española a los brigadistas internacionales; se reconoció a las asociaciones de víctimas; se reconoció a las víctimas de la Transición, olvidadas hasta entonces; se creó el archivo general de la Memoria Histórica, que está en Salamanca. Todo eso estaba bien.

Pero la ley se quedó corta en el apoyo a la exhumación de fosas, que se dejó a la iniciativa privada. El Estado debería haber impulsado la creación de un mapa de fosas y apoyado la búsqueda e identificación de los restos. En cuanto a los símbolos, también parece razonable lo de dejarlos como están solo en caso de que no sean ofensivos para la otra parte y estén compensados con símbolos que homenajeen a los del bando contrario.

El Valle de los Caídos planteaba un problema especialmente grave. Intentar reconvertirlo en otra cosa es imposible y destruirlo, sin más, creo que sería un error. Para un historiador, es bueno poder recordar visualmente lo que fue una época. Es algo que no se puede hacer en Alemania, por ejemplo, donde no queda ningún monumento nazi. Por lo que no me parece mal que se optara por dejarlo como está. Pero creo que se debería haber mantenido lo que estuvo previsto en los textos preparatorios de la ley, que era su explicación pedagógica, con fotografías de los prisioneros de guerra trabajando allí vigilados por guardias civiles y textos que explicaran cómo se construyó y cuáles fueron sus finalidades.

¿Por qué desapareció?

En el trámite parlamentario, al negociar el PSOE con IU y Convergencia –pues no tenía mayoría absoluta y, además, en esa ley se quería tener el máximo de apoyos; el PP, desde luego, rechazó desde el primer momento el más mínimo contacto sobre este tema–, acabó desapareciendo aquel párrafo del artículo sobre el Valle de los Caídos. No sé por qué, la comisión preparadora del texto no tuvo ya nada que ver con aquella fase de la negociación.

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Desahuciados y oprimidos

Pedro-Montes1Pedro Montes, Economista

«Hay que golpear la mesa con fuerza y dejar claro que los oprimidos de este mundo, y los desahuciados lo son, tienen legitimidad para protestar como quieran. El como quieran incluye todo, sin perjuicio de aconsejar inteligencia ante el enemigo».

La fuerza política de la izquierda y su moral están debilitadas. Después del enorme sufrimiento infligido a cientos de miles de familias desahuciadas, de las angustias de otras tantas pendientes de ser también desalojadas de sus hogares, la derecha ha logrado imponer un debate sobre el llamado “escrache” como si fueran hechos equivalentes.

Llevar la protesta ante la cara de algunos políticos del PP, dispuestos en el fondo a no hacer nada que paralice la barbarie de los desahucios, se pretende equiparar a los abusos que se cometen contra las víctimas de la especulación inmobiliaria, hipotecas tramposas y un paro desolador.

Sin ningún pudor la derecha habla de abusos, acoso, violencia, prácticas antidemocráticas, de falta de respeto a representantes genuinos del pueblo (elegidos, eso sí, con leyes antidemocráticas y financiadas las campañas con fondos producto de la corrupción), de necesidad de la represión e incluso de amenazas de cárcel contra la gente con conciencia que se manifiesta en la convocatorias de la PAH, para intentar poner coto a tantos desafueros y a tanta ignominia.

Cabe afirmar que los representantes de la PAH en sus declaraciones y en los debates en los que han participado han sido contundentes, claros, convincentes y demoledores. Nada que objetar sino todo lo contrario: resaltar la firmeza y convicción con la que intervienen y participan en esa macabra confrontación dialéctica que ha generado la derecha.

No obstante, falta quizás en las posiciones de la izquierda un ápice de osadía, de vigor moral, de chulería si se quiere, para no tener que recurrir a argumentos para denunciar las trampas de la derecha. Hay que golpear la mesa con fuerza y dejar claro que los oprimidos de este mundo, y los desahuciados lo son, tienen legitimidad para protestar como quieran. El como quieran incluye todo, sin perjuicio de aconsejar inteligencia ante el enemigo.

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Este año tenemos motivos para celebrar el día de la República.

fuera el reyMiguel Manzanera, Profesor de Filosofía

«No se trata ya de pedir un cambio de gobierno sino un cambio de sistema.  El día 14 de abril es una fecha excelente para recordar que la monarquía no es un sistema eterno, y para muchos de nosotros no es ni siquiera ‘el menos malo de los gobiernos posibles’.»   

Faltan días para celebrar el 82 aniversario de la proclamación de la II República.  Este año esa fecha debe revestir importancia especial para la ciudadanía peninsular, ante la profunda crisis social, económica y política que atraviesa el reino de España.  Estamos en un momento histórico de gran importancia, cuando las instituciones políticas vigentes están completamente desprestigiadas ante la opinión pública, y gravísimos problemas económicos afectan a millones de personas en todo el Estado español.

El paro aumenta cada día que pasa, y sube constantemente el número de desempleados que no tienen forma de ganarse la vida; por primera vez desde hace décadas, millones de ciudadanos corren riesgo de carecer de los bienes imprescindibles para la vida.  Pero además el retroceso en los derechos básicos de ciudadanía alcanza a la gran mayoría social del país.

Las movilizaciones ciudadanas se suceden desde hace años, sin que hasta el momento se haya obtenido una respuesta satisfactoria a los problemas sociales por parte de las instituciones políticas.  Las protestas por la situación se intensifican y se vuelven masivas sin tener consecuencias en las decisiones de los gobernantes.

Pero cada situación irresuelta por los políticos oportunistas y cada injusticia perpetrada por las estructuras sociales, deslegitimiza el orden social existente.  Los desahucios provocados por una ley de la vivienda de 1909, las privatizaciones de la sanidad y la educación, la expropiación de bienes públicos por políticos corruptos, la arbitrariedad de los poderosos a la hora de negociar con los derechos fundamentales, etc. están socavando gravemente las normas básicas de convivencia y la legitimidad del actual orden constitucional.

La opinión pública echa la culpa de los problemas a los malos gestores del Estado.  Según indica el barómetro del CIS de febrero, cada día que pasa los españoles tienen una opinión peor de la situación política de nuestro país.  El 56.7% opina que la situación política es muy mala; el 29% que es mala; sólo un 10,1% opina que es regular y un 1,2% que es buena.

Esa apreciación de la situación no hace sino profundizar en una tendencia persistente desde hace un lustro. Nunca se había alcanzado tales grados de insatisfacción popular, desde que existen este tipo de mediciones.[1]  La situación es muy grave desde el punto de vista económico, y la ciudadanía percibe que el sistema político es ineficaz para tomar las decisiones adecuadas.

Si observamos lo que está sucediendo en Grecia, hay motivos para una honda preocupación acerca del futuro que nos espera.  Cada actuación de este gobierno nos acerca un paso más hacia el abismo.  Es, por tanto, hora de que los hombres y las mujeres de este país tomen su destino en sus manos.

No se trata ya de pedir un cambio de gobierno sino un cambio de sistema.  El día 14 de abril es una fecha excelente para recordar que la monarquía no es un sistema eterno, y para muchos de nosotros no es ni siquiera ‘el menos malo de los gobiernos posibles’.

Ese día tenemos que salir a la calle para pedir la abdicación del jefe del Estado y la convocatoria de un referéndum sobre la forma del Estado.  Todas las organizaciones ciudadanas que han nacido al calor de la lucha política de estos últimos años deben unirse en un único clamor para pedir el final del actual ordenamiento e iniciar un proceso constituyente que nos establezca un nuevo régimen político.  Sólo así se devolverá a los ciudadanos la confianza en nuestra capacidad para resolver los graves problemas que tenemos por delante.

 

 

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Manifiesto Socialista: Por un espacio de recuperación del Socialismo en el Estado Español

Carlos_Martinez_presidente_Attac_EspanaCarlos Martínez
Hace ya un año un puñado de compañeras y compañeros comenzamos a trabajar al objeto de organizar a las personas socialistas rebeldes ante el secuestro liberal, neoliberal y empresarial del Socialismo en el estado español y en Europa en general.
Fruto de correos electrónicos y debates surgió la PLATAFORMA DE SOCIALISTAS A LA IZQUIERDA y posteriormente Construyendo la Izquierda, como aglutinantes que se inspiraban fundamentalmente en el Parti de Gauche francés y sus aportaciones socialistas, ecosocialistas y en pro de una Revolución Ciudadana.
Las ideas de Lafontaine y posteriormente de SYRIZA nos ilusionaron y entendimos que había un camino, dificil y ardúo que recorrer, pero valía la pena recorrer.
El 2 de Marzo del 2013 en el Ateneo de Madrid, este espacio socialista, ecosocialista, laico y republicano pero que recogía también las tradiciones del marxismo revolucionario y del Socialismo del siglo XXI, comenzó a caminar con la compañía de Oskar Lafontaine, Dimitris Touskalas y la presencia de AGE ( Alternativa Galaega de Esquerda) así como del Parti deGauche . CLI llamó a ser: Construyendo la Izquierda- Alternastiva Socialista.
Somos una voluntad de acción convergente y un experimento político que huye de la esclerotización de las formaciones políticas del siglo XX, pero recogemos todo lo positivo de la tradición socialista, comunista, federalista y socialdemócrata de clase asi como el austromarxisto. Pero también el espíritu de las Mareas, las asambleas y los nuevos movimientos sociales, es decir el altermundismo.
Ahora a causa de la pudrición del partido único neoliberal de gobierno, utilizando una expresión de Oskar Lafontaine y el desgaste irreversible de la monarquía y la Constitución del 78, violada por su reforma exprés entendemos que nuestro primer manifiesto – de hace un año- tiene más sentido que nunca y por eso lo reproducimos y reivindicamos.
Llamamos a todas las personas socialistas de buena fe  o votantes que creen ser de un partido socialista que hace ya décadas dejó de serlo, así a como a quienes desean desde las izquierdas plurales, ecologicas, indignadas y alternativas a transformar democráticamente la sociedad a acompañar a CLI (CONSTRUYENDO LA IZQUIERDA- alternativa socialista) a trabajar unidos, unidas y agrupadas.
Pero sobre todo gritamos con fuerza la imperiosa necesidad de entre las diferentes sensibilidades y fuerzas sociopolíticas crear una Coalición Ciudadana, Frente Amplio o Frente Social Unido, que nos permita y ya, recuperar la soberanía popular y frenar las criminales políticas de recortes y neoliberales, que desde 2008 nos están empobreciendo, conduciendo a la exclusión social y al empobrecimiento general en beneficio de los bancos, las grandes fortunas y las y los poderosos.
Manifiesto Socialista: Por un espacio de recuperación del Socialismo en el Estado Español
Las y los Socialistas firmantes de este manifiesto, afirmamos que contemplamos con honda preocupación, como en nombre de esta hermosa y combativa palabra – Socialismo-, en Europa en general y España en particular se implementan políticas de clara raíz ideológica neoliberal, que perjudican gravemente a las clases trabajadoras –con empleo o no- y al conjunto de las clases populares.
Las socialdemocracias europeas hace años que caminan erráticas y sin proyecto de futuro, proponiendo tímidas reformas sociales, sucumbiendo a la ideología liberal, con ciertos matices progresistas, máxime desde la aparición de la tercera vía. Las socialdemocracias, son un leve reflejo de lo que fueron y además sucumbieron incluso a la idea de adelgazar el estado del bienestar con la excusa de mantenerlo, en lugar de enfrentarse a la ola ideológica neoliberal y al nuevo capitalismo financiarizado y des-regulado, verdadero culpable de la crisis capitalista y de la deuda. Los mal llamados partidos socialistas y socialdemócratas, aplicaron las políticas de las derechas conservadoras y dellos grupos de presión bancarios y apoyaron la deriva neoliberal de la Unión Europea.
Ante esta situación en diversos países europeos, socialdemócratas y socialistas, iniciaron procesos de reagrupación de las izquierdas reales que militaban en esos partidos e iniciaron desde la tradición socialdemócrata de origen marxista y el marxismo, pero también desde el ecologismo, el feminismo y el enfrentamiento a la globalización ultra-liberal unas nuevas agrupaciones políticas de hombres y mujeres combativos que se enfrentarán a esta situación y a las cúpulas e ideólogos socioliberales, que habían apartado a sus partidos del espíritu y la idea, para la que fueron creados.
En América Latina surgían igualmente nuevos partidos socialistas y hacía el socialismo, que no solo han sido ignorados por la mal llamada Internacional Socialista, sino que está, apoya agrupaciones políticas implicadas en la corrupción y que sustentan a las oligarquías locales y a los intereses de las transnacionales y de la geopolítica dedominación de los Estados Unidos.
La carga teórica tan rica del marxismo, las ideas de igualdad y no dominio republicanas y el reformismo nacionalizador obrerista, fue abandonado y se habla tan solo de un reformismo, liberal, que estallada la crisis de 2007, se transforma en apoyo puro y duro a recortes sociales y apoyo del trasvase de dinero público a la banca privada, además de apoyar e impulsar privatizaciones del Sector Público.
Ante todo esto y el carácter burocrático, elitista y oligárquico de todos estos partidos que fueron socialistas y socialdemócratas, bases conscientes, desde la generosidad y audacia que da el no estar al amparo de ningún aparato han reaccionado. También en el Estado Español, se ha producido esta reacción, de forma a veces individual, a veces en pequeños grupos e incluso en experiencias fallidas. Pero, entendemos que tras el zapaterismo alarmantemente claudicante, tras Davos 2010 y la reafirmación de una suerte de neofelipismo, que no cuestiona un modelo caduco y patrimonial de partido, ha llegado la hora de reagrupar, coordinar y auto-organizarnos las y los socialistas de los Pueblos de España.
No somos más que expresión y voluntad de nuestras propias convicciones socialistas. No renunciamos a nuestras bases ideológicas cuyas raíces se hunden en el marxismo. También en el clasismo obrerista, pero incorporados a las nuevas aportaciones de ciudadanía global consciente y radicalmente democrática, ambientalista y eco-socialista.
Somos profundamente antineoliberales. Creemos en la necesidad de crear y potenciar una nueva sociedad, un nuevo mundo que lejos de la rapiña y autodestrucción capitalista, busque la felicidad y el buen vivir de las personas. Somos republicanos, tanto en luchar por una nueva forma de estado y de régimen, como en la construcción de una democracia real y profunda, que busque la igualdad y la fraternidad e impida las dominaciones oligárquicas que sufrimos, cada vez, con más dureza.
Sabemos que el socialismo, basado en la tradición de Jaime Vera, Pablo Iglesias, Largo Caballero, Fernando de los Ríos, Juan Negrin y tantos otros y otras, pero también en Rosa Luxemburgo y Antonio Gramsci, entre los clásicos, con las nuevas aportaciones que van desde Judt a Ignacio Ramonet, Bernard Cassen, Susan Goerge, a Juan Torres y Vicenç Navarro, entre otras y otros, nos dan un bagaje teórico, del que tampoco hay que olvidar a la teología de la liberación o las aportaciones eurocomunistas.
Es necesaria pues, la búsqueda de la unidad y el encuentro de las y los socialistas críticos con las direcciones neoliberales, o que ya hace tiempo tomaron la determinación deromper con el PSOE, dada su deriva anti-social y liberal, o bien hartos de exclusiones burocráticas decidieron seguir luchando en otras formaciones o movimientos sociales y sindicales. Pero este encuentro, también debe ser una formula para en una segunda fase, buscar la unidad de las izquierdas plurales, identificadas con los de abajo, una nueva constitución y una clara y determinante regeneración democrática. El problema fundamental en estos momentos, es defender la democracia en su plenitud y grandeza. Recuperar la soberanía popular secuestrada por la dictadura de los mercados.
Hay alternativas al neoliberalismo y posibilidades de presentar una crítica al capitalismo, desde la democracia y el republicanismo activo. En el estado español, hay no solo espacio, sino la necesidad de construir un socialismo cívico y participativo, federalista y eco-feminista que posibilite el recuperar las ilusiones de tanta gente y haga frente deforma efectiva y combativa al neofranquismo reinante, en el Gobierno y en el Estado, de manos del Partido Popular y las grandes empresas y bancos que nos imponen su voluntad e intereses particulares.
Sabemos que nuestro papel, es recogiendo la tradición y las nuevas ideas sociales y socialistas, contribuir y acompañar a los nuevos movimientos cívicos y sociales, los sindicatos de clase, así como a las izquierdas transformadoras ya existentes, en la construcción conjunta de una alternativa política constituyente y que se enfrente con voluntad real de gobierno ciudadano y radicalmente democrático a las oligarquías económicas y políticas, que nos dominan.
No se puede estar contra la reforma laboral y apoyar la reforma financiera, son parte ambas de un mismo paquete neoliberal, es más es el poder financiero el que impone ambas y por tanto, solo eso ya es causa más que justificada, de que digamos basta ya y las y los socialistas nos auto-organicemos y reconstruyamos el espacio que aúne a socialistas, socialdemócratas de izquierdas y eco-socialistas en un nuevo espacio político, con vocación plural, estructura democrática muy amplia y voluntad de confluencia y convergencia antineoliberal.
Estamos por:
  • La Nacionalización de las Cajas de Ahorros y la creación de la Banca Pública.
  • La Defensa e incremento de los servicios públicos y su no privatización. La potenciación de la educación y salud públicas y la renacionalización de sectores estratégicos privatizados.
  • Nos manifestamos en contra del Pacto por el Euro, los tratados de la Unión de ideología política neoliberal y el fin del dominio de las transnacionales en la política europea. Reclamamos el fin del protectorado centro-europeo conservador sobre España. Exigimos la anulación de todos los Tratados europeos, que consagran la opción política neolberal en Europa, convirtiendo el capitalismo fuertemente des-regulado en doctrina pseudo-constitucional.
  • Estamos a favor de la restitución total, de la soberanía de los pueblos de España y de su estado. Los tratados internacionales, se deben basar en la libertad y no en la imposición.
  • Somos laicos. Exigimos en fin del Concordato y le pago por parte de la Iglesia Católica del IBI, IVA y de todos sus impuestos.
  • Políticas de justicia fiscal. Fin de las SICAV e impuestos justos, progresivos y redistributivos. Subir los impuestos, en especial a los sectores más poderosos, es lo que es de izquierdas. Decidido apoyo a la economía social y las empresas familiares.
  • Libertad sindical real. Fin de la contrarreforma laboral y restitución de los derechos conquistados en las luchas sociales.
  • Total libertad e igualdad de género e identidades. Lucha contra cualquier discriminación.
  • Control democrático de la justicia. Elección democrática de los jueces y fin de la endogamia de los altos cuerpos del Estado.
  • Democracia Participativa. Creación de Consejos comunales y barriales, con competencias de control y gestión del gasto.
  • República. Reconstrucción del patriotismo republicano, basado en el federalismo y el reparto.
  • Política internacional de paz y frente a los dominios imperiales y neocoloniales. Especial relación con los procesos progresistas y de cambio en Latinoamérica.
  • Justicia Social y Fiscal global. Otro mundo además de posible, es imprescindible.
  • Recuperación y reactivación de los espacios socialistas internacionales en internacionalistas. Hacía el proceso de reactivación del socialismo organizado el 14 deAbril.
CREEMOS UN LAFONTAINE COLECTIVO
 
 
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Barcelona lanza campaña por una ILP de la renta garantizada ciudadana

 

Intervención Ada ColauDiosdadado Toledano

«El grito de ¡Si se puede! se escuchó en la sala de actos en repetidas ocasiones en medio del entusiasmo de las personas asistentes».

La Sala de actos del Centro Cívico de “Fort Pienc” quedó pequeña  y más de 150 personas no pudieron entrar por motivos de seguridad. Una gran parte siguieron como pudieron el acto a través de la cristalera de la sala contigua.

 

En la sala numerosas personas atestaban los pasillos y siguieron de pie un acto que duró cerca de 2 horas.

 

Proyectado en el fondo del escenario podíamos ver el logo y el lema de la campaña de la Ilp “Rescatem les persones!!!”

 

Tras proyectarse un breve vídeo de la marcha  contra el paro y por una renta Ciudadana garantizada del pasado 28 de febrero desde Sant Vicenç dels Horts hasta el Parlament, Sixto Garganté en nombre de la Comisión Promotora saludaba a los asistentes y detallaba el reconocimiento a todas las personas y entidades que han participado en este Proyecto.

 

Acto seguido Diosdado Toledano narró el origen del proyecto de la ILP por una RGC, sus causas y el proceso participativo, plural, que alumbró  por consenso el proyecto de ley de la Renta garantizada de Ciudadanía que desarrolla el artº 24.3 del Estatut d’Autonomía. Contestó el informe de oposición del Gobierno de la Generalitat y dio respuesta a las declaraciones de la Consellera de Benestar Social. Finalmente llamó a todas las gentes que impulsan la ILP a ganar el corazón y la conciencia de la mayoría de la ciudadanía de Catalunya en apoyo de este proyecto de ley.

 

Desde la Mesa se dio lectura al comunicado de apoyo a la PAH ante la campaña de criminalización que sufre  y se dio la palabra a Ada Colau, invitada especial al acto junto a Arcadi Oliveres. Ada expresó su apoyo a la ILP por una RGC y explicó el momento que atraviesa la lucha contra los desahucios, el trámite en el Congreso de diputados del proyecto de ley de dación en pago, finalmente abordó las perspectivas y aportó interesantes reflexiones sobre la experiencia del movimiento social de la PAH.

 

A continuación la Mesa dio lectura al Comunicado de saludo enviado por el invitado especial Arcadi Oliveres que por problemas de agenda no pudo asistir .

 

A partir de este momento se dio la palabra por riguroso orden alfabético a los representantes de las entidades que apoyan el proyecto de la ILP RGC y manifestaron su deseo de intervenir:

 

José María Alvarez por UGT, Oriol Amorós en nombre de ERC, Quim Arrufat por la CUP, Luis Blanco por IAC, Jaume Botey de Cristianos por el socialismo, Jaume Collboní en nombre del PSC, David Companyon por EUiA, Ramón Franquesa por Socialismo 21-XSUC, Antonio Fuertes de ATTAC-Acordem, Joan Carles Gallego por CCOO, el obispo emérito del Perú Joan Godayol, Joan Herrera en nombre de ICV, Ramón Masqué de la Assemblea de trabajadores/as en paro de Barcelona, Silviane de la FAVB, Daniel Raventós en nombre de la Xarxa Renda Básica y cerró la relación de intervinientes Víctor Rios por el Front Cívic .

 

Las breves intervenciones fueron seguidas con interés por la sala y expresaron el compromiso con el objetivo de recoger muchas más de las 50.000 firmas necesarias para que el proyecto de Ley de la Renta Garantizada Ciudadana sea debatido en el Parlament de Catalunya, así como impulsar un amplio proceso explicativo del proyecto de ley para ganar la opinión de la mayoría ciudadana.

 

Los matices de los diferentes discursos ilustraron la pluralidad y diversidad de las organizaciones sociales, políticas, ciudadanas y movimientos sociales que participan y apoyan la ILP de la RGC. Esta amplia pluralidad en un proyecto común por la causa de la dignidad de las personas, especialmente de quienes sufren la pobreza y el desempleo, ha de servir para potenciar y desarrollar un amplio movimiento social y ciudadano que permita alcanzar el objetivo de una Ley de la Renta Garantizada de Ciudadanía que devuelva la esperanza y rescate a las personas.

 

Durante el desarrollo del Acto de apertura Sixto Garganté informó de los próximos pasos de la campaña, de la cita a las 16:00 horas en el Parlament de Catalunya los próximos días 8 y 9 de abril para jurar o prometer la responsabilidad de fedatario/a a las cerca de 290 personas voluntarias. También de la próxima distribución de los pliegos para recoger firmas.

 

El grito de ¡Si se puede! se escuchó en la sala de actos en repetidas ocasiones en medio del entusiasmo de las personas asistentes.

 

Finalmente el pase del video de la campaña cerró el Acto de apertura de la Iniciativa Legislativa Popular de la Renta Garantizada de Ciudadanía.



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