Category Archives: Internacional

El rescate

Por Julio Anguita

«…No, no estamos ante un rescate , sino ante el secuestro de una nación perpetrado por los poderes que usan las siglas europeas a modo de antifaz. Un secuestro con la colaboración activa del Gobierno so capa de una quimera propia de orates: crear empleo deprimiendo la economía. En España hay leyes pero al servicio de la liquidación del Estado de Derecho…»

 

Ya es paradójico que se denomine rescate a una operación de nuevo endeudamiento en la que al prestatario se le van a imponer unas condiciones que, mutatis mutandis, superan a las impuestas a Antonio por parte del usurero judío Shylock en el drama de Shakespeare El mercader de Venecia.

El que el presidente del Gobierno retrase la petición del ya asumido rescate a fechas posteriores a las elecciones gallegas indica el nivel de bajo mínimos al que se ha llegado en cuestiones de ética política. Se quejarán después de la desconfianza generalizada hacia todo aquello que suene a político o a política.

La opinión pública se está instalando en un escenario en el que se esperan nuevas medidas de ajuste; no hace falta tal hipótesis. Serán más duras, pero en absoluto nuevas. El Programa Nacional de Reformas aprobado en el Consejo de Ministros de 27 de abril del presente año que a su vez se inspiraba en el Consejo Europeo de marzo anterior desarrolla una amplísima batería de medidas que todavía no aplicadas. El que se apliquen y desarrollen bajo el manto y excusa del rescate no hace sino destacar las sinuosidades de la acción del Gobierno.

Por otra parte, el rescate también servirá de excusa y tapadera para insistentes peticiones de proseguir la senda iniciada por parte de Merkel, el FMI, Obama o el BCE. Se reducirán las cotizaciones sociales a empresarios, se facilitarán aún más los despidos, se modificarán las bases para el cálculo de las pensiones, disminuirán las prestaciones por desempleo, se recortarán las condiciones de los empleados públicos, etc. Y cuando la demanda agregada esté ya en caída libre se tocarán las pensiones.

No, no estamos ante un rescate , sino ante el secuestro de una nación perpetrado por los poderes que usan las siglas europeas a modo de antifaz. Un secuestro con la colaboración activa del Gobierno so capa de una quimera propia de orates: crear empleo deprimiendo la economía. En España hay leyes pero al servicio de la liquidación del Estado de Derecho.

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Juan Carlos, ¿por qué no te callas?

Por Esther Vivas

Juan Carlos quiere poner paz y orden. Su paz y su orden. Ayer lo dejó claro. Con su misiva señalaba que en momentos de crisis hay que interiorizar dos cuestiones fundamentales “que sólo superaremos las dificultades actuales unidos” y “que desde la unión y la concordia hemos de recuperar los valores de la Transición”. Ni lo uno ni lo otro.

¿Unidos con quién? Ya que o se impone el interés de la minoría –como viene sucediendo– o triunfa la voluntad de la mayoría. Aquí no hay medias tintas. No vamos todos en el mismo barco. El capital económico y financiero quiere aprovechar la crisis para reorganizar la sociedad en función de sus intereses particulares. Salir reforzado de la crisis, con menos derechos sociales, laborales y democráticos. Y así lo vemos día tras día, recorte tras recorte. Nos quieren hacer pagar el coste de una crisis que no hemos creado. Su crisis no es la nuestra. Sus recetas anticrisis no son las nuestras y no nos benefician, aunque nos quieran hacer creer lo contrario. Superar las ”dificultades actuales” sólo será posible si la voluntad del 99% prevalece por encima de los intereses particulares del 1%, de la elite financiera y los políticos a su servicio. Unidos sí, pero los de abajo contra los de arriba.

¿Remar juntos? No se “rema juntos” a la fuerza, bajo la imposición de una Constitución que niega el derecho a la autodeterminación de los pueblos. El monarca decía en su carta que “nuestro modelo de convivencia” está amenazado. Pero quiénes lo amenazan son aquellos que niegan la libertad de los pueblos a decidir su futuro. Un “modelo de convivencia” sin derecho a decidir no es convivencia ni es nada. Y las aspiraciones de soberanía no son una “quimera”, como decía en su misiva, son un derecho legítimo. Lo que es una “quimera” es pensar que la gente se quedará en casa con la que está cayendo y que el pueblo catalán permanecerá de brazos cruzados cuando se le niega su soberanía. Aquí quién persigue una “quimera” es el rey.

Y, ¿qué valores recuperar? No es en los “valores de la Transición” donde hay que buscar la inspiración para afrontar el presente, sino en los de la lucha del antifranquismo y de la resistencia contra todos los falsos consensos que nos impusieron desde la propia Transición. El régimen actual atraviesa sus peores momentos. El edificio construido en 1978 tiene profundas grietas. Y no hay que taparlas sino ahondarlas. Cuando el mito de la “inmaculada Transición” se desmorona su invocación por parte del rey suena entre tragicómica y esperpéntica. El intento desesperado por salvar un buque antes del naufragio.

Dicen que los elefantes, a quienes el monarca trata con poco cariño, tienen muy buena memoria. La Transición impuso el olvido y la desmemoria. Tal vez tendríamos que aprender de los elefantes y recuperar la memoria y luchar contra aquellos que, imponiendo la Ley del más fuerte, acaban con nuestras vidas y niegan nuestros derechos sociales y nacionales.

Nos pedía el rey recuperar los valores de: “el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general”. No parece que la Corona sea un ejemplo de dichos valores. Tampoco la elite financiera que se basa en la competencia, el beneficio a corto plazo, la especulación, el enriquecimiento fácil… a costa de todo y de todos.

”Los valores de una sociedad sana y viva” a los que alude no son ni los de la Transición, ni los de la Constitución, ni los de la Monarquía, ni los del Capital son los que emanan de las luchas sociales, de la marea indignada nacida el 15M, de las movilizaciones contra los recortes y, mal que le pese al rey, de la manifestación del pasado 11 de septiembre en Catalunya cuyo mensaje no arroja dudas sobre la voluntad del pueblo catalán y su opinión sobre el régimen de la Transición y sus “valores”.

Hace unos años el rey mostraba su fe en el “consenso” haciendo callar autoritariamente a Hugo Chávez. Ahora nos t

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Chema Ruiz Losa un disidente en el punto de mira

 «Chema como siempre te digo; cuídate, el 25de septiembre nos vemos en Madrid.»

«Tenemos derecho a ejercer la desobediencia civil activa  y  la resistencia contra las injusticias que están provocando los bancos y la dictadura de los mercados, tenemos derecho a luchar por tener derechos y ese derecho primario a luchar por lo que creemos imprescindible, no nos lo van a poder arrebatar . Pase lo que pase, cueste lo que cueste.»

Por José coy activista social y sindicalista ciudadano

Tres meses y pico antes de la movilización del 15 de Mayo 2011, me llego el texto de dicha convocatoria, que tanto aire fresco ha traído a nuestro pais.Consegui un teléfono de contacto para recabar más información sobre esta movilización.

Quien contesto a mi llamada fue Chema, que a los pocos minutos de entablar conversación me comento que él era también afectado por la hipoteca. Ese mismo día hicimos un trueke, le “vendí” las ideas fuerza de la plataforma de afectados por la hipoteca y él me “vendió “la movilización del 15M.

Semanas después organizo una reunión con otros afectados en un pueblo de Madrid cercano al suyo –Meco- y de ahí a unas pocas semanas se organizo otra, en la federación regional de Asociaciones de Vecinos a la que se me invito – a esta y a las siguientes- para explicar las experiencias del incipiente movimiento de afectados por la hipoteca PAH.

Y llego el 15M y pocos días después, se realizo la primera paralización de un desahucio en Madrid y de ahí ciento y pico más a fecha de hoy,en dicha comunidad.

Conocí también a su padre un antiguo luchador antifranquista que militaba en la ORT. En mis primeros viajes a Madrid me acogía en su casa y entre reuniones y risas –es imposible no reírte con el por cachondo-hemos trabado una amistad y complicidad que “amenaza” con durar mucho tiempo.

Chema  y yo formamos parte de “la sección de arrastraos de la pah” porque a él lo arrastro por los suelos la Policía Nacional y a mí la Guardia Civil en distintos desahucios.

Chema ya fue detenido anteriormente hace unos meses, le acusaban según parece de agredir a siete policías. Si, a nada menos que a siete policías…..podían contar una mentira mas creíble, pero no, fueron siete los agredidos por Chema según dice la pasma.

La misma pasma que el otro día le rompió las gafas, le retorció los brazos, lo aplastaron contra la pared y se lo llevaron junto a otros compas a una comisaria cuyo nombre no recuerdo, pero lo que sí recuerdo que es la comisaria donde está la unidad antiterrorista….¿terrorista Chema? Parece que la delegada de gobierno de Madrid toma tripis o algo así.

Nos enteremos a través de Vicente sobre las 11,30 del sábado 15S y al saber que uno de los detenidos se llamaba Chema. Nos temimos lo peor, llamé a su móvil y no contesto. Los temores se confirmaron unas horas después. SI, era nuestro Chema.

Junto con Morote y Alain estuvimos llamando a más gente para recabar más información, recibimos llamada de Laura y Nieves del 15m de Madrid y Yolanda de la Pah Valencia, que estaban en lo mismo que nosotros. Nos tranquilizo saber que Rafa Mayoral abogado de la PAH ya estaba al tanto y haciendo gestiones para su defensa.

Nos dio mucha calma saber que lo había cambiado a la comisaría de Moratalaz, ya que nos ponía los pelos de punta  la posibilidad que les aplicaran a los detenidos la ley antiterrorista.

Horas después me llamo Laura para decirme que ya estaban libres, le pregunte por Chema y me dijo; pues riéndose como siempre….ya digo, siempre cachondo incluso cuando lo arrastran por los suelos, le dan un porrazo la poli en una de las manís de los mineros o cuando lo detienen por segunda vez.

Al día siguiente Domingo, leí en las redes  que la policía había “intervenido” en una asamblea de la Coordinadora 25S. Lo de intervenido es un decir, ya que no fueron a dar su opinión sobre los recortes o las movilizaciones previstas para otoño. Fueron a identificar a las participantes de dicha asamblea. Lo del 25S los tiene de los nervios según demuestran.

De forma inmediata me imagine que Chema estaba ahí y efectivamente al contestar a mi llamada le pregunte ¿estas en la asamblea? Y me contesto con sorna “pues si y ya me han identificado otra vez, como si no me conocieran” . Yo le dije cuídate tio, eso siempre se lo digo últimamente demasiado a menudo. Su madre también se lo dice muy a menudo también. Ella recuerda aun la etapa de lucha antifranquista y las noches en vela preocupada por su pareja. El padre de Chema andaba también en “lios”, los mismos “líos” que anda cualquier luchador en tiempos de conflicto social y de lucha contra las injusticas.

Quien quiere cambiar el mundo le pasan estas cosas, te pones sin quererlo en el punto de mira de los poderosos. Quienes practican la desobediencia civil entran directos en una diana en forma de listas de disidentes, como recientemente ha reconocido la delegada de gobierno de Madrid que alardea de tener una lista con más de mil nombres de “peligrosos” activistas de Madrid. Nos consta que en otras comunidades autónomas existen también dichas listas negras, unas listas que deben de sumar ya varios miles, porque el campo de la disidencia, la desobediencia y la resistencia va creciendo cada vez más. Muy a su pesar.

De las guerras preventivas, hemos pasado a las detenciones preventivas ¿no habíamos quedado en que esto era una democracia? Vienen malos tiempos ya lo sabemos, incluso peores de los que ya vivimos. Nos quieren esclavos y sumisos, nos quieren joder aun más la vida y eso lo pretenden imponer  a base de represión y manipulación mediática.

Frente a esta situación, solo se le puede hacer frente con un bloque socio-político unitario auto organizado por abajo, desde la base y en eso estamos tanto Chema, como otros activistas, que intentamos enredarnos diariamente para hacer una red potente, que no solo sea capaz de frenar los recortes que vienen, sino que además nos permita recuperar los que ya hemos perdido.

Hay un concepto que barajamos que es empoderamiento ciudadano y para conseguirlo tenemos tiempo, pero no tenemos mucho tiempo, o dicho de otra manera; cada vez  tenemos menos tiempo para crear un nuevo sujeto socio-político imprescindible, para cambiar el actual estado de cosas, un sujeto nuevo capaz de conquistar el corazón y el alma de la mayoría de la población.

Tenemos donde aprender; en Grecia con SYRIZA, también en América Latina con los procesos políticos en marcha. En Galiza ya se ha empezado a crear un pequeño embrión de ese nuevo sujeto político unitario y transversal.

La pregunta del millón seria ¿podemos hacerlo aquí, en el conjunto del estado español? La respuesta aun no lo sé, pero somos cada vez mas quienes pensamos que sí.Aunque también sabemos que no va a ser nada fácil.

Necesitamos un nuevo pensamiento emancipatorio u  imaginario colectivo, para una nueva sociedad que sea capaz de construir mayorías.

Pero ese es otro debate, en el que estamos inmersos cada vez más gente. Ahora lo que toca es defender a nuestra gente, la que está en el punto de mira del poder.La que está siendo reprimida por coger una pancarta del 25S, paralizar un desahucio,  cortar la autovía en las cuencas mineras o por coger unos macarrones en un súper.

En el ministerio de interior hay demasiados locos sueltos empezando por el mismo ministro, pretenden que asistamos a una creciente pobreza extrema, precariedad o exclusión social sin que nadie se rebele. Pretenden que estamos callados ante tanto recorte social y eso no va a ser posible porque nos están quitando en unos meses, lo que en décadas ha costado conseguir.

Los derechos que nos están arrebatando nos lleva  a la ruina a la mayoría de la sociedad y como no podría ser de otra manera, ello debe de generar un gran conflicto social de enorme intensidad y contundencia.

Hay ya demasiados frigoricos vacios – miles- porque en este país hay demasiadas familias que no disponen de plata para comprar diariamente  lo más básico y eso no se puede tolerar. En las PAHs nos llegan familias que están al límite de lo soportable. No se trata ya de que no puedan pagar la hipoteca, es que no pueden pagar ni el agua, ni la luz…..

Tenemos innumerables relatos de personas que antes de la crisis llevaban una vida normal y corriente y que ahora su supervivencia diaria es cada vez más complicada.

El tercer mundo está entrando a pasos agigantados en nuestros barrios y pueblos, los sociólogos lo llaman el cuarto mundo ¿Cuánto vamos a aguantar sin rebelarnos de forma masiva, contundente y continuada? ¿A que esperamos?

Chema no espera, ya está en rebeldía contra esta situación y por ello está en el punto de mira, como lo está Gordillo, Cañamero, Bodalo, Caballero y tantos compas.

No nos queda otra que poner en la agenda la desobediencia civil, aunque ello nos lleve a que se nos aplique el nuevo código penal, que nos puede llevar a penas de cárcel o multas a quienes ocupamos bancos, participamos en los piquetes ciudadanos que paralizan desahucios o otras movilizaciones que desbordan el límite de la legalidad, una legalidad que no reconocemos, porque esta hecha para proteger al poderoso y reprimir al pobre.

Ya se sabe la justicia no se aplica con la misma vara de medir según seas Undargarin,Botin,Rato…..o un activista que lucha por los derechos humanos que están escritos en una carta de la ONU y que es cada vez más puro papel mojado.

Tenemos derecho a ejercer la desobediencia civil activa  y  la resistencia contra las injusticias que están provocando los bancos y la dictadura de los mercados, tenemos derecho a luchar por tener derechos y ese derecho primario a luchar por lo que creemos imprescindible, no nos lo van a poder arrebatar .Pase lo que pase, cueste lo que cueste.

Chema como siempre te digo; cuídate, el 25de septiembre nos vemos en Madrid

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Mario Draghi o el bombero pirómano

«La crisis nos está preparando, para los próximos meses, hundimientos económicos y sociales que cuestionarán en breve el dogma de la irreversibilidad del euro»

Jacques Sapir

Director de Estudios de la EHESS (École des Hautes Études et Sciences Sociales)*.

Las medidas tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado 6 de septiembre han repercutido favorablemente en los mercados. Pero este entusiasmo durará bien poco. Dichas medidas no pueden ocultar la victoria de las tesis más duras del Bundesbank. Con el tiempo, lejos de tranquilizar a la zona euro, solamente podrán, como mucho, aportar un respiro temporal. La crisis de competitividad y las fuerzas de recesión y de depresión continuarán extendiéndose, y sus efectos se harán notar rápidamente.

El presidente del BCE, Mario Draghi, anunció la puesta en funcionamiento de un dispositivo de intervención en el mercado secundario de las deudas soberanas, con el nombre de Outright Monetary Transactions (OMT) (compra de deuda pública). Este dispositivo prevé la posibilidad de que el BCE pueda volver a comprar una cantidad « ilimitada » de títulos con una madurez de uno a tres años, pero en las condiciones siguientes :

  1. El país que quiera beneficiarse de estas transacciones tiene que solicitarlo y aceptar las condiciones de los programas de ajustes fiscales y presupuestarios  del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FESF) y de su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES). O, en caso contrario, aceptar un programa similar, llamado « de precaución », el Enhanced Conditions Credit Line (ECCL) ; este último añade a los anteriores programas la capacidad de supervisión. En otras palabras, cualquier país que solicite una OMT puede encontrarse con que se arriesga a perder una parte no despreciable de su soberanía presupuestaria y fiscal.
  2. Las operaciones efectuadas en el marco de las transacciones OMT no podrán suponer un alza de liquidez en el mercado (Nota de la redacción : para evitar que suba la inflación). Deberán ir acompañadas de operaciones de esterilización de esta liquidez. Lo que significa que el BCE se compromete a vender obligaciones privadas por una suma equivalente a la de la compra de obligaciones públicas a las que se comprometiera en el marco dela OMT.

Estas medidas son limitadas y restrictivas. Limitadas porque sólo se dirigen al mercado secundario y se refieren exclusivamente a los títulos cuya madurez no exceda los tres años. Desde este punto de vista, hay que destacar el peligro de una deformación del endeudamiento de los países de la zona euro hacia el corto plazo si estos países aspiran a beneficiarse de las operaciones OMT.

Consecuencias nefastas

Son, asimismo, restrictivas : no sólo van acompañadas de unas condiciones estrictas en el campo de la política de ajuste fiscal y presupuestario, sino que, además, obligan a una acumulación constante de liquidez. Ahora bien, debido a la recesión que padece la zona euro, los bancos, y las empresas, tendrán cada vez más necesidades de financiación que habría que cubrir con obligaciones. En las reglas de esterilización, cabe pensar que las tasas de interés se estabilicen en lo que se refiere a la deuda soberana, pero aumenten considerablemente en el caso de los agentes privados. Esto acarrearía unas consecuencias muy nefastas para el crecimiento y conduciría a aumentar la recesión que ya conocemos.

A pesar de sus fanfarronadas, Mario Draghi se ha visto obligado a ceder en los dos puntos importantes apuntados en estos últimos días por los dirigentes del Bundesbank.

La crisis nos está preparando, para los próximos meses, hundimientos económicos y sociales que cuestionarán en breve el dogma de « la irreversibilidad del euro »

Por una parte, acepta vincular las intervenciones del BCE a una supervisión de las políticas fiscales y presupuestarias, punto sobre el que, desde el principio, el Bundesbank había puesto el acento. Esta supervisión significa el incremento y la generalización de las políticas de ajuste ya practicadas en Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia, con los resultados desastrosos que conocemos, tanto en estos países como en el conjunto de la zona euro. Estas políticas han confirmado su ineficacia y perjuicio : son incapaces de reducir significativamente el déficit presupuestario y provocan una depresión económica acompañada de una crisis social con un resultado trágico en los países que las aplican.

Por otra parte, aun aceptando que las intervenciones del BCE se hicieran en liquidez constante (principio de esterilización), Mario Draghi ha cedido ante los más dogmáticos de los responsables monetaristas del Bundesbank, que han conseguido una victoria limpia y clara.

Una vez que la satisfacción de ver actuar al BCE se haya disipado, habrá que rendirse ante la evidencia :

  1.  La crisis de competitividad interna en la zona euro –que es en realidad la madre de la crisis de la deuda- no se ha visto afectada en absoluto por estas medidas. Todavía peor, contribuyendo a elevar el precio del dinero e implicando un agravamiento de la presión fiscal, los países con serios problemas de competitividad tendrán aún más difícil aportar una solución a dicha crisis.
  2. Estas medidas van a agravar las políticas de ajuste y a hundir un poco más la zona euro en la recesión, es decir, la depresión, haciendo imposible, en un  análisis final, el ajuste pretendido.
  3. En las próximas semanas, los mercados van a comprender que dichas medidas no arreglan nada. Los inversores se van a retirar del mercado de las deudas de la zona euro, porque considerarán, no sin razón, que la cuestión de la solvencia de las empresas y de los países en ningún caso está resuelta. De hecho, el BCE se verá obligado a comprar cantidades cada vez más importantes de deudas soberanas que no encontrarán comprador. Para respetar el principio de esterilización, tendrá que retener cada vez más liquidez en los compartimentos privados del mercado, provocando en un cierto plazo de tiempo una crisis masiva de la financiación de los agentes privados. Esto acabará reforzando de forma considerable las presiones recesivas y depresivas que afectan a numerosas economías.

Las medidas presentadas por Mario Draghi perpetúan el error fundamental del análisis de la crisis de la zona euro. Poniendo el acento sobre la cuestion de la liquidez –un acento muy forzado por las posiciones del Bundesbank-, se olvida la crisis de la solvencia. Este olvido revela una cuestión de fondo : la ceguera hacia la crisis de la competitividad relativa que está viviendo la zona euro. Enfrentándose a los síntomas y no a la causa de la crisis, el BCE está contribuyendo a reforzarla. La crisis nos está preparando, para los próximos meses, hundimientos económicos y sociales que cuestionarán en breve el dogma de « la irreversibilidad del euro ».

 

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Once ideas sobre el socialismo y el autogobierno del pueblo

Por Marta Harnecker
                                            «Es la participación, el protagonismo en todos los espacios lo que permite al hombre, crecer, ganar en autoconfianza, es decir, desarrollarse humanamente.»
Ponencia presentada en el foro: “La construcción del estado socialista desde la base del poder popular”

1) El punto de partida: el hombre como ser social

1. La concepción socialista de la sociedad no parte, como lo hace el capitalismo del hombre como ser individual, del hombre aislado, separado de los demás, sino del hombre como ser social, del hombre que no puede desarrollarse a sí mismo si no se desarrolla con otros.

2. No existe el ciudadano abstracto, como dice el filósofo francés, Henry Lefebvre: alguien que está por encima de todo, que no es ni rico ni pobre, ni viejo ni joven, ni macho ni hembra o lo es todo a la vez. Y como es “absolutamente libre, obedece sólo a normas morales de hermandad, igualdad y democracia.”

3. Lo que existe son personas concretas que viven y dependen de otras personas, que se asocian y organizan de diferentes maneras con otras personas en comunidades y organizaciones en las cuales y por medio de las cuales realiza sus intereses, sus derechos y sus deberes.

2) El punto de llegada: el pleno desarrollo humano

4. La sociedad que queremos construir tiene como meta el pleno desarrollo humano.

5. Este pleno desarrollo humano no se decreta desde arriba, no cae del cielo, sólo se logra cuando al transformar las circunstancias las personas se transforma así misma.

6. Es la participación, el protagonismo en todos los espacios lo que permite al hombre, crecer, ganar en autoconfianza, es decir, desarrollarse humanamente.

7. La Constitución bolivariana insiste en esta idea en varios artículos.

3) No dar contenido social a la democracia, sino transformar la forma de la democracia misma

8. Por eso, no se trata sólo de otorgar un contenido social a la democracia, de resolver problemas sociales del pueblo: alimentación, salud, educación, etcétera, sino —como decía Alfredo Maneiro— de transformar la forma misma de la democracia creando espacios que permitan que las personas, al luchar por el cambio de las circunstancias, se vayan transformando a sí mismas.

9. No es lo mismo, decía el dirigente político venezolano que una comunidad conquiste una pasarela por lo cual se ha organizado y ha luchado, a que reciba la pasarela como un regalo del estado paternalista.

10. El paternalismo de estado es incompatible con el protagonismo popular. Conduce a transformar a la gente en mendigo.

11. Hay que pasar de la cultura del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a que conquista, que toma decisiones; que ejecuta y controla; que autogestiona, que autogobierna. Hay que pasar —como dice Aristóbulo Istúriz— del gobierno para el pueblo al auto gobierno del pueblo, a que el pueblo asuma el poder.

4) Gobernar con la gente para que la gente llegue a gobernarse a sí misma

12. Pero para lograr ese autogobierno del pueblo es necesaria una etapa de transición en que en que los alcaldes, los equipos de participación de las alcaldías, los facilitadores, gobiernen con la gente, para que tanto la gente como ellos aprendan a gobernar.

13. Creo que uno de los errores de la Ley de los consejos comunales fue haber eliminado los equipos promotores externos.

14. La participación no se decreta desde arriba, ni nace de un día para otro. Se requiere de un largo proceso Y ese proceso podrá ser más breve si la gente recibe un apoyo externo.

15. Apoyo que no suplanta, sino facilita, que descubre las potencialidades de la gente y las encamina, ahorrando el proceso de aprendizaje por ensayo y error.

5) Buscar los espacios adecuados para la participación

16. Pero no basta con valorar positivamente la participación en abstracto, no basta con estar dispuestos a gobernar con el pueblo, a que el pueblo asuma el poder. Esto puede quedarse en meras palabras si no se crean los espacios adecuados para que puedan darse lo más plenamente posible los procesos participativos, tanto en los lugares donde las personas habitan como en los lugares donde las personas trabajan o estudian.

17. Sólo si se crea un sistema social basado en la autogestión de los trabajadores en sus centros de trabajo y en las comunidades donde habitan, el estado dejará de ser un instrumento por encima del pueblo al servicio de unas elites, para transformarse en un estado conformado por las mejores mujeres y hombres del pueblo trabajador.

18. Por eso es tan importante la iniciativa del gobierno bolivariano de crear los consejos comunales. Y urge avanzar en la creación de espacios de participación en los centros de trabajo, teniendo claro que la plena participación de los trabajadores sólo se logrará allí donde exista la propiedad social .La idea de crear consejos de trabajadores y consejos estudiantiles va en este sentido.

6) Un largo proceso de transformación cultural es necesario

19. No es fácil luchar contra la cultura heredada egoísta, del sálvense quien pueda.

20. Contra la cultura paternalista que nos hace esperar del estado las soluciones en lugar de organizarnos para conseguir la solución de nuestros problemas.

21. Luchar contra el consumismo que nos lleva a pensar en que si tenemos más somos mejores, en lugar de sentirnos mal por tener cosas superfluas mientras hay quienes muy cerca de nosotros no tienen lo mínimo para vivir dignamente.

22. Y lo más grave es que el afán de consumo lleva a muchos a buscar los trabajos mejor remunerados aunque en ellos no pueda realizarse como ser humano, o a trabajar 16 horas para poder tener más dinero para comprar, con lo que queda poco o nada de tiempo para participar

23. Es necesario reemplazar la ética del tener por la ética del ser.

7) Desarrollar una cultura del trabajo productivo

24. Por otra parte, en sociedades como las nuestras, en que el neoliberalismo arrasó con el incipiente desarrollo industrial y transformó a la mitad de la población en edad de trabajar en trabajador informal, dedicado fundamentalmente a actividades comerciales, en que se trata de convencer a la gente de que con los juegos de azar podrá conseguir el dinero que necesita; debemos luchar por crear un cultura del trabajo productivo, estimulando iniciativas productivas autogestionarias en nuestras comunidades y municipios. Relacionando el trabajo productivo con el pleno desarrollo humano y con la soberanía de Venezuela.

8) Necesidad de apertrecharnos de conocimientos para la guerra ideológica

25. Pero ese cambio cultural sólo se logrará si además de la voluntad de emprenderlo nos apertrecharnos de conocimientos para poder lograr tener un distanciamiento crítico de los mensajes que a diario nos trasmiten los medios de comunicación, para poder construir una visión del mundo a partir de nuestras raíces y no de los valores que difunde la globalización cultural actual.

26. Es cierto que estamos en la época de la imagen y no de la imprenta, pero tenemos que ser capaces de combinar la lectura con la imagen. Hacernos un tiempo a la semana para leer, para estudiar.

27. Por eso es tan importante que participemos activamente en el motor Moral y Luces.

9) Los límites de la participación directa: Un sistema diferente de representación política

28. Pero no basta con que se ejerza la participación directa en las comunidades, en lugares de trabajo o de estudio.

29. Estos espacios si bien son ideales para que las personas se sientan dispuestas a participar, para que nada las inhiba, son sólo eslabones de una trama que debe ir desde lo pequeño hasta la nación entera.

30. Hay problemas, soluciones y iniciativas que son competencia del consejo comunal, pero hay otras que trasciende ese espacio hacia el barrio o urbanización, la parroquia, el municipio, el estado y el país como un todo.

31. En esos espacios mayores es imposible la democracia directa, es necesario establecer algún tipo de representación o delegación.

32. Como sabemos la democracia directa surgió en Atenas, una ciudad que entonces tenía alrededor de 300 mil habitantes donde sólo una décima parte eran considerados ciudadanos, es decir, unas 30 mil personas. Las mujeres y los esclavos eran excluidos de la participación democrática.

33. En ese contexto era posible realizar asambleas en las que todos los asistentes podían participar discutiendo y aprobando diferentes asuntos de la ciudad.

34. La democracia directa es viable a nivel local, en comunidades pequeñas, pero no lo es a nivel nacional, o en las grandes ciudades, salvo en casos muy excepcionales (plebiscito, referendo).

35. Hay que complementar la participación directa o democracia directa con un sistema político basado en el principio de la delegación. Nos parece que es en esto en lo que está pensando el Presidente cuando habla de federaciones y confederaciones de consejo comunales.

10) Los consejos comunales no deben sólo resolver problemas materiales

36. No se trata sólo resolver problemas materiales sino también de realizar nuestros sueños. Es importante que nos preguntemos cómo nos gustaría que fuera nuestra comunidad y, si así lo hacemos, surgirán muchas ideas que nos ayudarán a ser más felices. Podrá surgir, por ejemplo, una sugerencia de cómo embellecer nuestras calles; de cómo crear una guardia nocturna de vecinos que tengan carro para llevar a los enfermos al hospital o policlínico en caso de emergencia y tantas otras ideas.

37. Y no sólo debe limitarse a de resolver nuestros problemas y plasmar nuestros sueños, sino también debe ir desde el consejos más allá del consejo, participando a través de sus voceros en la discusión y definición de políticas correspondientes a niveles superiores.

38. Nuestros consejos comunales deberían, por ejemplo, estar discutiendo sobre los cinco motores.

11) Solidaridad con los más desvalidos y con otras comunidades

39. Por último, nuestros consejos comunales deberían estar preocupados y ocupados de contribuir a la resolución de los problemas de la pobreza en su territorio y a buscar formas de solidarizarse con otras comunidades más abandonadas si ese fuera el caso.

40. Estas son algunas ideas que quizá puedan ayudar a ir avanzando hacia la sociedad socialista que queremos construir, hacia ese autogobierno del pueblo.

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Pensamiento Estratégico: Olas y Espumas

“El “proceso constituyente”, es decir el proceso plural y deslocalizado pero a la vez climático o ambiental (general), de desconfiguración de la realidad existente y configuración de otra realidad, está siendo. Lo decisivo es escuchar y sintonizar con esta ola de fondo. La República del 99% ya está aquí (o de lo contrario nunca estará). Se trata de desplegarla: detectar, desarrollar, articular y comunicar sus potenciales de situación. La gran estrategia no tiene golpes de efecto, la gran victoria no se ve»
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 Eficacia y 15M.

Por Amador Fernández-Savater

El debate sobre la eficacia no es algo nuevo en el 15-M. Está desde el comienzo. Qué queremos, cómo conseguirlo. Son preguntas que insistían una y otra vez en las asambleas de las plazas. Las posiciones se polarizaron enseguida: ¿debemos volcarnos en conseguir un consenso de mínimos que oriente la acción o el mayor logro del movimiento es el movimiento mismo, el proceso de aprendizaje de otras maneras de estar juntos? ¿Vamos lentos porque vamos lejos o vamos a menos porque no sabemos dónde vamos? No supimos o no quisimos inventar una diagonal entre ambas posiciones, una respuesta inédita al debate clásico sobre procesos y objetivos.

 

El debate se ha intensificado tras el primer aniversario del 15-M y en torno al 25-S. Viene atravesado por una profunda angustia: el proceso acelerado de la catástrofe económica amenaza con llevárselo todo por delante en un tiempo récord. ¿Cómo se frena esa locomotora desbocada y suicida? Se oye decir: el primer 15-M -un torbellino caótico y emocional, que avanzaba a golpe de improvisación, inmediatez y entrega humana sin límites- debe ahora dejar paso a otra forma “más eficaz”. Puede ser. El 15-M es un movimiento que evoluciona y se transforma: lo que sirvió en un momento dado puede no ser lo más indicado en otro, la fidelidad no significa repetición sino constante recreación. La gracia del 15-M es que es una idea viva y editable: se puede tocar, alterar, transformar.

 

Problemas del pensamiento estratégico tradicional

 

Pero, ¿qué significa “más eficaz”? El problema de la eficacia se vincula al de la estrategia: se dice que lo que necesita el movimiento para ser más eficaz es “pensar estratégicamente”. La estrategia es un pensamiento sobre la relación entre medios y fines, lo que se pretende y cómo se consigue. Implica fijar una dirección (finalidad) y tener visión de conjunto (totalizar). Y pasa por marcarse objetivos claros desde el análisis de la coyuntura, señalar con precisión al enemigo, establecer una continuidad de las operaciones, acumular fuerzas, medir bien los riesgos, etc.

 

Me entran dos dudas. La primera: ¿se puede pensar estrategicamente una realidad fuera de quicio como la que vivimos, donde se encabalgan y entrecruzan los saltos, las aceleraciones repentinas, los conflictos y las negociaciones entre una maraña de actores heterogéneos? ¿Cómo pensar estratégicamente en contextos de fuerte indeterminación, complejidad y dispersión, cuando el pensamiento estratégico es siempre un pensamiento del largo plazo, la acumulación y la continuidad?

 

La segunda: ¿cómo pensar estratégicamente desde un movimiento anómalo como el 15-M? Los que empatizan con él y sus detractores coinciden: el 15-M es verdaderamente una cosa rara. Un objeto volador no identificado. No se define como los movimientos sociales “de toda la vida” por una estructura organizativa y una identidad clara, con fronteras nítidas y filtros de entrada. Por eso tratamos de aferrarlo con imágenes diferentes y decimos que es “otro estado mental” o “un nuevo clima social”. Pero, ¿se puede pensar estratégicamente un cambio climático: ambiental, difuso, deslocalizado, intermitente, complejo?

 

Hay quien responde: “no hay estrategia posible, sólo nos cabe la improvisación”. Quizá. Pero lo que me interesa ahora más bien es indagar en otras imágenes posibles de estrategia. Empezar a pensar la política de otro modo fue sin duda una victoria del 15-M. Pero se trata de una victoria precaria: en proceso, en absoluto irreversible, que se trata de actualizar una y otra vez. Porque “la vieja política” no es tal o cual grupo determinado de gente, sino una pereza que nos atraviesa a todos: la de poner un saber donde debería haber un trabajo de pensamiento o creación. Quizá está un poco averiado, pero el saber estratégico tradicional es lo que hay. Sus esquemas mentales operan en nuestra cabeza y ordenan nuestra percepción de lo posible y lo deseable. ¿Podemos inventar otras imágenes de eficacia y estrategia más adecuadas al “nuevo cerebro 15-M”? El pensamiento de François Jullien me parece altamente inspirador a ese respecto.

 

La idea china de eficacia

 

François Jullien es un sinólogo y filósofo francés que ha escrito numerosos libros sobre las diferencias entre los modos de pensar chino y occidental. Su intención es salir del pensamiento occidental para mejor poder así interrogarlo radicalmente, es decir, llegar hasta la raíz: sus presupuestos, sus pilares, a veces impensados. Su manera de salir es dar una vuelta por China. China es el afuera que devuelve una mirada imprevista sobre el interior del pensamiento occidental. Jullien establece ese contraste a partir de puntos muy concretos: el arte, el cuerpo, el tiempo o el mismo pensamiento. El libro que voy a comentar (casi diría parafrasear, por eso ni siquiera cito) se llama Tratado de la eficacia y es una reflexión sobre los distintos acercamientos al arte militar de la guerra: en China por ejemplo Sun Zi o Sun Bin, en Occidente por ejemplo Von Clausewitz.

 

¿Cuál es la diferencia? Occidente divide el mundo en dos: lo que es y lo que debe ser. Es el gesto platónico fundador de toda una metafísica o visión del mundo. La idea occidental de eficacia se deriva de aquí: se trata de proyectar sobre la realidad lo que debe ser (en forma de Plan o Modelo) y tratar de materializarlo (llevarlo a la práctica, aterrizarlo). Entre el ser y el deber media la voluntad humana de colmar esa brecha y “enderezar la realidad” (ponerla derecha, es decir según el Derecho, la Ley, lo que debe ser). El entendimiento abstrae y modeliza, la voluntad aplica, ejecuta. En el caso del arte militar de la guerra, el Estado Mayor propone el Plan y los ejercitos rompen las resistencias que opone la realidad. La batalla campal donde se lucha por aniquilar completamente al enemigo es el momento decisivo en el que se juega todo: la “esencia” de la guerra.

 

Según Jullien, los chinos piensan la estrategia de modo completamente diferente. No dividen el mundo entre el ser y el deber ser. Es decir: no parten de un Modelo o Plan, sino del mismo curso de lo real. Lo real no es materia informe o caótica que espera nuestra organización: ya está organizado. Tiene propensiones, inclinaciones y pendientes que se pueden detectar y aprovechar. Es lo que Jullien llama “factores facilitadores” o “potenciales de situación”. El trabajo del buen estratega no es modelizar y proyectar primero, para aplicar después, sino más bien escuchar, evaluar, acompañar y desarrollar los potenciales de situación. No actuar, sino ser actuado. No forzar: secundar. No perseguir directamente un objetivo, sino explotar una propensión. Porque los efectos están contenidos en ella. Es como surfear una ola: no se trata de domeñarla, sino de ir juntos hacia el mismo sitio. Dejarse llevar. El mundo sólo es resistencia y obstáculo desde la óptica del control.

 

Dos figura clave del pensamiento estratégico occidental quedan aquí gravemente cuestionadas:

 

-la vanguardia-sujeto. La iniciativa no proviene de ningún sujeto, sino de la situación: la ola de fondo. De hecho las vanguardias (el Estado Mayor de la política) estropean los factores facilitadores al querer forzarlos: los saturan, no dejan que pasen los efectos, se hacen notar demasiado, volviéndose fácilmente identificables para el enemigo. Lo que la estrategia china requiere más bien son “retaguardias” capaces de escuchar, acompañar y cuidar los procesos. Siempre discretamente, dejando pasar los efectos. Su potencia es la del vacío: puerta, fuelle, boca o valle. Las retaguardias no decretan lo que debe ser, sino que evaluan y acompañan las fuerzas ya presentes. No planifican lo que debe pasar, sino que elaboran diagramas de lo que ya está pasando: qué pasa, cómo pasa, por dónde pasa. No planes, sino diagramas.

 

-la intervención-batalla. La batalla para los chinos no es el momento decisivo donde se juega el todo por el todo, la esencia de la guerra. Sólo es la materia visible sobre la ola de fondo: repunte, cresta, espuma. Lo decisivo se juega siempre antes. En la escucha atenta a los factores facilitadores, en el desarrollo del proceso, en el cuidado atento de las situaciones, en el acompañamiento discreto de los potenciales. Lo visible no es siempre lo más interesante. Lo excitante no es siempre lo más importante.

 

La hegemonía en Gramsci

 

China y Occidente no son compartimentos estancos. Jullien polariza para exagerar las diferencias y así poder verlas mejor, pero existen contaminaciones y líneas transversales. Por ejemplo, el pensamiento sobre la hegemonía en Gramsci, el filósofo marxista italiano. Gramsci pensaba a la china al decir: “cuando se hizo la Revolución Francesa, ya se había ganado”. Se refería a que el movimiento de las Luces había socavado durante años los pilares del Antiguo Régimen proponiendo otra definición de la realidad: todos los seres humanos, independientemente de su origen, sexo o condición, son igualmente capaces y dignos. El poder del Antiguo Régimen se reproducía cotidianamente en las maneras corrientes de entender las relaciones, el trabajo o la política, a las que subyacían visiones del mundo jerarquizadas. La Revolución Francesa, antes que jugada excepcional que da jaque al Rey, fue lento desplazamiento sísmico, elaboración y propagación de otra visión del mundo. Construcción de hegemonía, dice Gramsci. El acontecimiento de la Revolución simplemente recogió ese fruto maduro (también es muy importante saber recoger el fruto o efecto, advierte Jullien, antes de que se pudra). Pero lo decisivo no fue tanto el día de la Revolución, como el proceso previo: silencioso, difuso, ambiental. Un cambio climático. Quizá algún revolucionario se quejaba un día antes del levantamiento “de que no pasa nada, con lo mal que está todo”. Pero en la lógica china las cosas más importantes pasan cuando no pasa nada.

 

El proceso constituyente está siendo

 

Jullien o Gramsci nos proponen otras imágenes para pensar la estrategia y la eficacia. No perseguir directamente un objetivo, sino más bien suscitarlo detectando los factores facilitadores y acompañando los potenciales de situación. Eficacia indirecta, estrategias oblicuas. Algo muy difícil de aceptar para nuestro orgullo occidental de autores-sujetos, para nuestra necesidad “estructural” de drama y heroísmo (el momento de la verdad), épica y epopeya (el relato del acontecimiento excepcional).

 

Pero en todo caso, mi idea no es contraponer las imágenes “buenas” de estrategia y eficacia a las “malas” y dar a elegir, sino sobre todo cuestionar los presupuestos e implicaciones del pensamiento estratégico tradicional basado en las nociones de dirección (finalidad) y visión de conjunto (totalización). El problema es la visión instrumental de la realidad que se tiene desde aquí. Los procesos no valen por sí mismos, por los nuevos valores que sean capaces de engendrar, por lo que en ellos podamos aprender. Sólo tienen valor en función del lugar que ocupan en el Plan. ¿Sirven a la acumulación de fuerzas? ¿Van en la dirección correcta? Son partes de un todo y puntos en una línea de tiempo preestablecida. El pensamiento estratégico tradicional implica siempre un gesto de centralización que se lleva mal con la autonomía de las situaciones, sus tiempos y recorridos propios.

 

El “proceso constituyente”, es decir el proceso plural y deslocalizado pero a la vez climático o ambiental (general), de desconfiguración de la realidad existente y configuración de otra realidad, está siendo. Lo decisivo es escuchar y sintonizar con esta ola de fondo. La República del 99% ya está aquí (o de lo contrario nunca estará). Se trata de desplegarla: detectar, desarrollar, articular y comunicar sus potenciales de situación. La gran estrategia no tiene golpes de efecto, la gran victoria no se ve.

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Perspectivas de ruptura constitucional

Por Joaquim Bosch
Magistrado y portavoz de Jueces para la Democracia

«Las medidas que se están acordando rompen el consenso constitucional y las bases fundamentales de la convivencia ciudadana. Además, no figuraban en el programa de ninguna fuerza política.Si desde el gobierno se pretende optar por la ruptura de los principios constitucionales, debería someter a referéndum todas esas medidas para que sea la ciudadanía la que decida, desde su soberanía democrática

 

La Constitución de 1978 surgió en el contexto de una transición que tuvo más insuficiencias de las que se han querido admitir. Pero nuestra Carta Magna reguló un sistema de derechos fundamentales equiparable al de los países más avanzados de nuestro entorno.

Se fijaron unos derechos sociales que suponían el respeto a la dignidad de toda persona, como un núcleo esencial para garantizar sus necesidades básicas y el libre desarrollo de su personalidad. Es cierto que el cumplimiento de estos preceptos constitucionales no ha sido suficiente. Sin embargo, parece poco discutible que ha sido la etapa en la historia de nuestro país en la que se ha producido el mayor avance de los derechos humanos.

Asistimos ahora a un cambio drástico. Con el pretexto de la situación económica internacional, se pretende desmantelar nuestro Estado Social. La Constitución establece la obligación de los poderes públicos de que sean respetados estos derechos fundamentales, así como el deber de promover la igualdad y la libertad de los ciudadanos. Y nuestro texto constitucional regula unos principios básicos sobre la redistribución de la renta, como forma de garantizar esos niveles de igual cobertura de las necesidades esenciales. No obstante, en unos pocos meses se han producido la restricciones más intensas de los derechos fundamentales de toda la etapa democrática.

Se ha aprobado una reforma laboral que rompe el equilibrio en las relaciones contractuales, para precarizar absolutamente la situación de los trabajadores. Se han decretado todo tipo de recortes en los servicios públicos más importantes, como la sanidad, la educación, la justicia y la más diversas prestaciones sociales.

Se han incrementado los impuestos para las clases medias y la clase trabajadora, mientras que siguen sin contribuir las grandes empresas, las entidades bancarias y las grandes fortunas, en contraste con los países europeos más avanzados, en los que estos sectores son los que financian en gran parte el Estado Social.

Todo ello supone avanzar hacia los dogmas del Estado mínimo y del neoliberalismo económico, a partir de las teorías de Hayek, Friedman o Nozik. No se trata de nada nuevo. Tampoco nos encontramos ante una situación pasajera.

Los cambios pretenden convertirse en estructurales. Y miran en el horizonte de determinadas apuestas de parte de la sociedad norteamericana, cuyos corifeos más entusiastas proceden del denominado Tea Party. Buscan una sociedad con intensas desigualdades sociales, en la que los sectores privilegiados sean cada vez más fuertes, en la que se privaticen los servicios básicos y en la que se deteriore lo público para la mayoría de la población.

Se trata de una seria embestida de aquellos que Tzvetan Todorov ha llamado enemigos íntimos de la democracia, es decir, de los que se oponen al concepto del bien común y a los derechos de los ciudadanos.

Puede ser comprensible que algunos defiendan esa nueva sociedad. Pero hay que recordar que esa apuesta se ubica fuera de nuestra Constitución y de nuestro sistema de derechos fundamentales, que se incardinan en el modelo social europeo.

Las medidas que se están acordando rompen el consenso constitucional y las bases fundamentales de la convivencia ciudadana. Además, no figuraban en el programa de ninguna fuerza política.Si desde el gobierno se pretende optar por la ruptura de los principios constitucionales, debería someter a referéndum todas esas medidas para que sea la ciudadanía la que decida, desde su soberanía democrática.

Por otro lado, no resulta admisible que se nos pretenda imponer nuestro futuro desde la presión añadida de determinados organismos supranacionales no democráticos. Como ha señalado Jürgen Habermas, es la propia democracia la que ahora mismo está en juego.

Se nos presentan determinadas soluciones como técnicas, inevitables y únicas, cuando en realidad son meramente ideológicas. En los términos de Paul Krugman, podríamos afirmar que nuestro país tiene la misma capacidad tecnológica para producir riqueza que hace varios años.

Por ello, si la situación ha empeorado no ha sido a causa de ninguna catástrofe natural, sino por determinadas decisiones incorrectas. Entre ellas, favorecer sin límites a las entidades bancarias, con los impuestos de toda la ciudadanía, a pesar de su responsabilidad en la situación económica actual. O negarse a exigir a quienes más tienen su necesaria contribución a una sociedad que les ha posibilitado generar su riqueza. O no impulsar el crecimiento económico para hacer posible el cumplimiento de los derechos sociales, a través de mecanismos de redistribución.

Lo que resulta evidente es que los recortes no llevan al bienestar, porque las medidas empobrecedoras solo pueden conducir a la ruina económica y social. Y a un aumento de la conflictividad. Por eso los sindicatos y cerca de doscientas entidades cívicas han convocado una marcha a Madrid para mañana, en la que puede ser la mayor manifestación de la historia de nuestro país. Hay motivos para ello, como la defensa del Estado Social reconocido constitucionalmente. Y no es que estén surgiendo millones de ciudadanos antisistema. Es que paradójicamente el sistema está empezando a excluir a la mayoría de la sociedad.

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La izquierda transformadora catalana y el 11 de septiembre

Por Salvador López Arnal
«…Que dos dirigentes de izquierda transformadora hablen en estos términos de “Catalunya” como una especie de grupo conmutativo homogéneo es de difícil comprensión pero que, negro sobre blanco (que no sobre rojo), hablen del “convencimiento de que Catalunya da más de lo que recibe” resulta absolutamente incomprensible…»
Joan Josep Nuet Pujals es diputado en el Congreso (“en las Cortes de Madrid”, escriben curiosamente en SinPermiso) y coordinador de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA); Francesc Matas Salla es conseller de acción política de EUiA. Al alimón han escrito un artículo en torno a la Diada: “Claves del 11 de Septiembre en Cataluña: decidir sobre los derechos sociales y nacionales” [1].
Si no he entendido mal sus críticas y argumentos, aspiran a dar una orientación social y de izquierdas a la manifestación de la Diada y, estratégicamente, apoyan la confluencia de diversas (e incluso heterogéneas) fuerzas políticas en una Syriza catalana. Pretendo comentar algunos pasos de su argumentación en esta nota.

El próximo “11 de septiembre en Catalunya tendrá una repercusión especial”, señalan, ya que “un verdadero movimiento surgido desde abajo se manifestará para exigir la independencia”. No está claro qué entienden los autores por “movimiento surgido desde abajo” (no es, desde luego, lugar para definir estas nociones) pero, más allá de ello, no es evidente que este movimiento –que cuenta con el apoyo explícito de la mayoría de poderes efectivos y órganos institucionales catalanes, empezando por el propio gobierno Mas-Barcelona World-Bañuelos- tenga esencial o primordialmente esta característica, “desde abajo”.

Será, prosiguen Nuet y Matas, un cambio cualitativo en la exigencia de los derechos nacionales, resultado “de la acumulación de diferentes procesos sociales: la decepción del Estatut, que después de aprobado por el Parlament fue recortado por las Cortes españolas, y que tuvo como respuesta la impresionante manifestación de julio de 2010”.

Posteriormente, recuerdan, “se desarrollaron referéndums por la independencia que tuvieron una gran repercusión a nivel municipal y, finalmente, la constitución de la Asamblea Nacional Catalana, que ha convocado la manifestación este 11 de septiembre”.

Que la manifestación de julio de 2010, presidida por José Montilla, fuera impresionante, sobre todo si la comparamos con otras manifestaciones ciudadanas relacionadas con el 15M y sus alrededores, está lejos de ser evidente pero sí que está claro que en los referéndums convocados en diferentes pueblos y ciudades catalanas el aliento, explícito o implícito, de CiU y sus grandes nombres, Pujol, Mas et alteri (no únicamente de CiU desde luego), fue claro y en absoluto distinto.

La crisis en Catalunya tiene diferentes expresiones, en opinión de Nuet y Mata. La principal, señalan, “está enmarcada en la crisis del euro, en el más que previsible rescate del Reino de España y las repercusiones que tendrá para el conjunto de la población”. Hay más rescates en perspectiva y hay más nudos.

Uno, por ejemplo, un ataque casi sin precedentes cercanos del gobierno rancio-convergente, en alianza con el PP catalán y en connivencia con las clases dominantes catalanas –las 400 familias de las que ha hablado el señor Millet-expolio Palau-, un ataque, decía, “guerra de clases” en estado impuro podría afirmarse sin exageración, que recuerda las aristas más ennegrecidas de la Lliga de Cambó y los tiempos tenebrosos y represivos (y sin apenas disidencias) de la burguesía catalana en largos períodos del franquismo.

Esta crisis tiene una particularidad catalana, señalan los autores, “se trata de la lucha por todos los derechos nacionales, el derecho a decidir como pueblo, a decidir sin intromisiones ni imposiciones cual es el futuro que se desea”. Los continuos intentos de recentralizar el Estado, prosiguen, el convencimiento de que “Catalunya da más de lo que recibe… han ido generando un sentimiento de que las políticas de los gobiernos del Estado han sido perniciosas para Catalunya”.

Que dos dirigentes de izquierda transformadora hablen en estos términos de “Catalunya” como una especie de grupo conmutativo homogéneo es de difícil comprensión pero que, negro sobre blanco (que no sobre rojo), hablen del “convencimiento de que Catalunya da más de lo que recibe” resulta absolutamente incomprensible. ¿Y cuál es el problema si fuera esta la situación? ¿Dónde se ubica el agravio en caso de ser así? ¿Y por qué “Catalunya” tiene que recibir exactamente lo mismo que da?

El fracaso de los intentos de establecer nuevas normas y relaciones, en particular con el nuevo Estatut, ha ido reforzando el sentimiento de que poco o nada se puede esperar de los actuales gobernantes del Reino de España, señalan Nuet y Matas, sabiendo, como seguramente saben, que lo que se ha estado alimentando durante varias décadas en Catalunya no es que tal o cual gobierno impulse una política injusta o inadecuada y que, por tanto, nada de se puede esperar de ese gobierno sino que, más allá de eso, Catalunya, ontológica, histórica, económica, culturalmente no puede encajar en España sea cual sea el gobierno e, incluso, sean cual fueran las instituciones políticas que rigieran en Sefarad.

Las dos telas, obviamente, no están tejidas con los mismos mimbres (No es necesario añadir –pero lo hago para evitar sesgadas interpretaciones- que el españolismo oscurantista de este régimen español, el de la Monarquía borbónica restaurada y los dos partidos casi intercambiables, abona y propaga un nacionalismo mucho peor, más agresivo y con mayores poderes).

En el terreno económico la situación es límite, señalan Nuet y Matas, “ya que la Generalitat ha tenido que pedir su rescate al Estado español, y que está representando un recorte brutal de derechos en sanidad, educación, derechos sociales”.

¿Cómo entender este “ya que”? ¿Ha tenido o no ha tenido nada que ver en la situación de la economía catalana las decisiones tomadas por el gobierno unionista y convergente? ¿Todo el problema reside en “Madrid” como escriben los autores en ocasiones (“el gobierno de Madrid”)? No, en absoluto, señalan Nuet y Matas que afirman no tener ninguna duda -¿y por qué no?- “del déficit fiscal del Estado respecto a Catalunya” y de que el “gobierno de Madrid retrasa los pagos que legalmente debe a Catalunya”: “Convergencia hace trampa cuando pretende presentar los recortes y su política antisocial como resultado de las deudas y retrasos de los pagos del Estado”.

De acuerdo. Sea eso, e incluso parece razonable pensar que se “necesita un cambio en las relaciones entre Catalunya y el Estado” [2]. Pero Nuet y Matas saben mejor que nadie que la manifestación de este 11 de septiembre, el salto cualitativo del que antes hablaban usando una curiosa expresión de la dialéctica engelsiana, no es una manifestación ciudadana en contra de la política económica de este gobierno –y, por supuesto, del gobierno central-, no es ni siquiera una manifestación a favor del derecho a la autodeterminación del pueblo de Catalunya (y de otros pueblos del Estado) sino una concentración-manifestación ciudadana que agitará como lema central “Catalunya, un nuevo estado de Europa”.

¿La Catalunya de Barcelona World-Bañuelos o de la apuesta frustrada por Eurovegas, la de los Mas, Boi Ruiz, Millet, Fainé, Oriol Pujol y Mas-Colell como nuevo estado de la Unión Europea neoliberal? ¿Es a eso a lo que debe aspirar la izquierda transformadora catalana? ¿A una Catalunya-nuevo-Estado-neoliberal-europeo dirigido por una coalición que, como los autores señalan, ha apoyado –y endurecido- leyes tan retrógradas como la contrarreforma laboral? No, claro que no, se dirá. ¿Y entonces? ¿Qué hace una fuerza transformadora en una manifestación que abona vientos que agitan una cebada tan antipopular?

Nuet y Matas informan que tanto ICV como EUiA han convocado a participar (no, añado, sin disensiones internas). CCOO y UGT lo mismo. La Plataforma que ha convocado las manifestaciones contra los recortes del gobierno CiU también (si bien, en su Manifiesto, señalan, lo recuerdan también Matas y Nuet, que su máxima aspiración es “educación, salud y servicios sociales, pilares básicos del Estado del Bienestar, universales y de calidad” y quieren, ingenua y puerilmente e mi opinión, “una Catalunya rica y plena” si bien “rica para todos y no sólo para unos cuantos”).

Los autores no dicen, porque no cuadra en su exposición, que el movimiento 15M, esencial en las últimas y muy masivas manifestaciones sociales en Catalunya, lo mejor que ha irrumpido en el espacio de la izquierda en estos últimos años, está lejos de apoyar una manifestación que, más allá de algunas disidencias y sectores críticos, tiene como eje vertebrador la independencia, la formación de un Estado propio en Catalunya y, sobre todo, culturalmente hablando, el nudo esencial de que “España” es enemiga-adversaria de Catalunya y una dificultad extrema para su desarrollo histórico autónomo. No logro ver que tiene que ver el internacionalismo con todas estas consideraciones.

¿Cuántas banderas republicanas aparecerán en la manifestación del 11? ¿Cuántas referencias al Chile de Allende y la Unidad Popular? ¿Cuántos llamamientos a la unidad y solidaridad entre pueblos y ciudadanías de Iberia? “Una confluencia entre diferentes sectores, independentistas, soberanistas, federalistas… que ofrezca alternativas nacionales y sociales para el conjunto del pueblo, un paso adelante en lo que ya se está popularizando como la necesidad de conformar una Syriza catalana”, concluyen finalmente los autores. La realidad y el deseo no siempre confluyen y las finalidades contrapuestas no suelen favorecer su proximidad.

¡Que lo que vamos a vivir este próximo 11 de septiembre (y en las lecturas e interpretaciones mediáticas posteriores) refuten de arriba y abajo mis temores! ¡Que los autores, mucho más versados que yo en el tema, tengan razón y que la “Catalunya rica y plena” sea crítica, insumisa, solidaria y abone sendas anticapitalistas!

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