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Todos con la lucha de los Mineros

Artículos Debates Internacional

Socialismo 21 apoya incondicionalmente la lucha de los mineros en sus justas reivindicaciones por salvar sus puestos de trabajo y la vida en sus comarcas. Ante tantos ataques ignominiosos a las clases populares por parte del gobierno del PP, una marioneta en manos de los poderes económicos, los mineros, una vez más,   constituyen un ejemplo incomparable de la respuesta necesaria para impedir el hundimiento y la descomposición del país.

Ahora sólo es el momento de prestarles a los mineros y sus familias una solidaridad ilimitada. Por ello,  nos sumamos a la convocatoria dirigida a todos los ciudadanos y ciudadanas para recibirlos en multitud la noche del martes día 10 en la Moncloa, cuando las marchas llegan a Madrid,  y a acompañarlos en la manifestación del día 11, desde la plaza de Colón al Ministerio de Industria.

La lucha de los mineros es la lucha de todos.  Socialismo 21, siempre con la clase obrera.

 

Coordinadora Federal de Socialismo 21.

Coordinadora de Madrid de Socialismo 21.

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Frente a las nuevas “reformas” que prepara Rajoy: Todos y todas somos mineros

Las agresiones contra las clases populares van a profundizarse este verano. El gobierno del PP nos prepara un nuevo paquete de medidas, tendentes a garantizar el cumplimiento del déficit, el pago de la deuda llamada pública a los bancos privados y cumplir con la exigencias de el FMI, el BCE, la burocracia de Bruselas, Alemania y el cumplimento del nefasto Pacto Fiscal y de gobernanza europeas.

 

Lo que interesa saber, es que las pensiones, las prestaciones de desempleo van a sufrir negativas modificaciones y que más recortes sanitarios, están en ciernes. El IVA nuevamente se subirá y esta vez gravando los alimentos y productos básicos.

Se anuncia la «reforma de la administración», lo que supondrán despidos de funcionarios, cierre de ayuntamientos y mancomunidades y por tanto más privatizaciones esta vez de servicios locales y autonómicos y nuevamente despidos de contratados y laborales.

No nos dejemos engañar, lo que hay tras el adelgazamiento de las administraciones, son por un lado el vaciar al sector público de competencias y por otro lado convertir en negocio privado, los escasos bienes y servicios públicos locales. Por eso condenamos los comportamientos corporativos de ciertos sectores de «funcionarios de carrera» que ahora precisarán de la solidaridad del resto de las clases trabajadoras. Defenderemos lo público, porque es nuestro, es de todas y todos.

 

Las Mesas de Convergencia y Acción, entienden que estamos ante una situación de emergencia, que nos hace estar vigilantes y ser combativos frente a la ola de imposiciones neoliberales que estamos sufriendo y que anunciamos se van a incrementar.

Por esto la Promotora estatal de las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción, llama a una solidaridad más activa con los mineros del carbón. El día 11 de Julio, nos hemos de echar a la calle con ellos y las y los que no podamos estar en Madrid, organizar concentraciones mineras en todo el estado español. La lucha minera, es un símbolo de la resistencia obrera contra el neoliberalismo europeo que obliga a cerrar los centros de trabajo y laminar los últimos restos de la cultura obrera.

 

¿ Quien dice que ya no existe la clase obrera? Los mineros y las dos ultimas huelgas generales han demostrado que sí. Cierto que hay nuevos segmentos sociales procedentes de una clase media urbana proletarizada, pero esos y esas precarias, no son sino obreros eventuales, titulados, formados y mal pagados, sin derechos sociales. Por eso hemos de CONVERGER con los sindicatos de clase y las luchas de los trabajadores y trabajadoras. También las clases trabajadoras desempleadas y azotadas por el paro y la desesperanza, se deben, nos debemos movilizar y ya.

 

¿Quien dice que no existen las izquierdas transformadoras y de cambio social? La democracia política, sin democracia económica, es solo una fachada, una impostura, un teatro. Por eso, no nos queda más camino que la lucha social y sindical. Pero también la lucha política. Convergencia política frente al Pacto Fiscal y de Estabilidad. Frente a la Europa de los banqueros y las transnacionales. Frente a las políticas llamadas de austeridad, en realidad de empobrecimiento para la inmensa mayoría y de acumulación de capitales de los poderosos a costa de la ciudadanía de la minoría poseedora, en contra las y los ciudadanos.

 

Por eso las Mesas de Convergencia y Acción llamamos a las y los ciudadanos a  recibir y acompañar a los mineros en la marcha nocturna que se iniciará a las 22 horas el próximo10 de julio desde el Intercambiador de Moncloa  a Puerta del Sol, a manifestarnos de nuevo con ellos  el 11 de julio a las 11 horas desde Colon al Ministerio de Industria en Madrid. A participar con ellos en las acciones que se convoquen, uniendo las reivindicaciones en defensa de los derechos sociales, contra los recortes, por el reparto del trabajo y la riqueza, por la derogación de la “contra-reforma laboral”, a las justas reivindicaciones de los mineros. Extendamos la solidaridad a lo largo y ancho del Estado Español.

!!Todas y todos somos mineros!!

Comunicado Urgente de las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción

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Urgente e importante

Por Miguel Riera, El Viejo Topo

Hay un dicho muy sabio que reza: no dejes que lo urgente te impida atender a lo importante. España está sometida a múltiples urgencias. Cada mañana nos despertamos con una nueva mala noticia; cada mañana hay un problema que capear, un desmentido que desmentir, un agujero que rellenar… Todo muy urgente, acuciados como estamos por las mafias del capital internacional –ahora denominadas “mercados”– y sus representantes políticos. Pero hay cosas –igualmente urgentes– que ya no parecen urgir. Ejemplos: el incremento constante del desempleo. Otro ejemplo: el tan cacareado diseño del nuevo modelo productivo. Y así podríamos seguir.

Lo del empleo es, ya, poco comprensible. Podría entenderse –de ningún modo justificarse– que en una primera época neoliberales y socioliberales pusieran el acento en la facilitación del despido. A fin de cuentas, conseguir el retroceso de derechos de las clases subalternas está en su ADN. Pero ahora, con el desmesurado problema de la acumulación de deuda, que se ha hecho ya impagable, parecería sensato –incluso a los ojos de los neoliberales– tratar de ahorrarse algo de esos 30.000 millones anuales que van a parar al seguro de desempleo.

Es decir, implementar algún plan capaz de poner, aunque sólo fuera un parche, en esa sangría. Pero no: la actual ministra de Trabajo, la señora Fátima Báñez, parece fiarlo todo a una futura vuelta de tuerca a la reforma laboral para facilitar aún más los despidos, algo que no puede comprenderse desde el sentido común. Dicho en plata: la señora Báñez no se está ganando el sueldo.

Y lo mismo sucede con el señor ministro de Industria, Turismo y unas cuantas cosas más, José Manuel Soria. ¿Dónde está cualquier bosquejo del nuevo “modelo productivo”? ¿Qué se está haciendo para evitar el desmantelamiento acelerado de la pequeña industria española? ¿Tenemos ministro de Industria? Si se lo preguntamos a los mineros, probablemente dirán que no. (Es literalmente asombroso que tras 20 días de huelga, manifestaciones, marchas, etc., el ministro no haya dado la cara, al menos hasta hoy, 20 de junio).

Habrá cosas urgentes, pero estas dos que acabo de citar son, además, verdaderamente importantes. ¿Es que no hay equipos en esos ministerios capaces de estrujarse un pelín las meninges, a ver si se les ocurre algo? ¿O es que el gobierno ya solo contempla el tema de la deuda?

Deuda que, por cierto, es impagable. Vayámonos haciendo a esa idea: la deuda NO se puede pagar. No generamos ingresos para pagarla, y los intereses actuales de la pública están ya alrededor de los 37.000 millones de euros anuales. Y eso sin rescatar capital.

La deuda no se puede pagar, y seguirá sin poderse pagar aunque haya algún modesto crecimiento, que por cierto no se ve en el horizonte, por mucho que Hollande se empeñe en ello (el presidente francés habla de una aportación del Banco Europeo de Inversiones de algo más de cien mil millones para toda Europa, cuando el rescate bancario de España ya estará cerca de los cien mil millones, procedentes de otros fondos, eso sí. Pero la relación de ambas cifras da idea de la magnitud de nuestra tragedia.)

Acostumbrémonos pues a esa idea: la deuda es impagable. Y exijamos ya un puñetero plan de empleo. A ver si en esos ministerios ponen la oreja y se enteran de que están cobrando por algo.

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Rendición incondicional

Artículos Debates Internacional

Pedro Montes. Economista.

La carta que el ministro Guindos envió el 25 junio pasado al presidente del eurogrupo,  solicitando el rescate del sistema financiero español,  ha cambiado radicalmente el marco de los debates que mantenía la izquierda sobre las relaciones con Europa. En los últimos tiempos, con la crisis desatada, esos debates se han centrado sobre la conveniencia de mantenerse en la unión monetaria o la necesidad de abandonar el euro, así como en  proponer alternativas,  tanto para progresar en la construcción de Europa corrigiendo las manifiestas carencias de lo avanzado hasta aquí  como para afrontar los problemas particulares de la economía española. Pero todo esto se ha modificado  con la mencionada carta.

Hasta ahora, todo el proceso de integración  europeo ha supuesto una cesión de soberanía de los países a las instituciones de la UE, cada uno de ellos hasta donde le pareció adecuado. Y así, si 27 países son los que conforma la UE, sólo 17 pertenecen la unión monetaria y comparten el euro como moneda común. En ese marco han tenido lugar importantes controversias en la izquierda, por más que sobre el papel todo parecía sencillo: el euro constituía la clave de bóveda de la construcción neoliberal Europa, algo que con buen sentido la izquierda debía combatir, pues suponía entregarle a la burguesía el mejor contexto y todos los recursos para librar con éxito la lucha de clases, por decirlo sencilla y escuetamente. Los resultados están a la vista y,  si no fuera por la confusión dominante,  habría poco que discutir  en la izquierda.

La lista de las renuncias por parte de los Estados resulta muy larga. Desde  que se abandonó la política arancelaria para integrarse en el Mercado Común, pasando por renunciar a una moneda y una política monetaria propias para formar parte de la unidad monetaria, hasta el reciente Pacto de Estabilidad para el control de las finanzas publicas, que ha exigido modificar, y degradar sus contenidos sociales, de  nuestra Constitución. No obstante, hay que admitir que se trataba de cesiones de soberanía hechas desde la propia soberanía de cada Estado. En otro plano, el militar por ejemplo, sería como autorizar bases extranjeras en el territorio nacional a través de negociaciones y acuerdos entre dos estados soberanos, sin perjuicio de las diferencias de poder entre ellos.

Pero desde el momento en que nuestro país ha solicitado ser rescatado por la UE, significa que renuncia a su soberanía y se somete a los dictados de las instituciones europeas. Por eso la discusión, y el  desenlace que ha tenido,  sobre si la UE ofertaba ayuda o era el gobierno español el que debía pasar por el trance humillante de pedir el rescate. Decía Guindos en su carta: “Tengo el honor de dirigirme a Usted, en nombre del Gobierno de España, para solicitar formalmente asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras españolas que así lo requieran”. Desde ese momento, nuestro país está sometido, rescatado, intervenido, tutelado, cautivo…. Cualquier palabra de este tenor es útil para dejar clara la situación, y hay que no dejarse arrastrar, como pretende el gobierno, a discusiones semánticas que sólo tienen como objetivo confundir a la ciudadanía y ocultar la gravedad de lo ocurrido.  Cuando en los momentos de alta tensión, como en mayo de 2010 o agosto de 2011, el presidente Rodríguez Zapatero hablaba de estar al borde del abismo, se refería a los riesgos de tener que ser rescatados. El gobierno del PSOE, frente al cúmulo de desastres de su gestión oponía el triunfo de haber evitado el rescate del país. Y lo que más temía el nuevo gobierno del PP era tener que ser rescatado, y de ahí la voluntad de impedirlo,  aplicando una política de extrema crudeza adelantándose incluso a los deseos de los poderes económicos europeos,  y de intentar manipular a la opinión pública convirtiendo  un rotundo fracaso en una exitosa misión.

Con la crisis que ha desencadenado el euro en algunos países y los rescates que se han puesto en marcha, Grecia, Irlanda, Portugal y España, incapaces de hacer frente a su endeudamiento exterior, ya no se puede hablar de cesiones de soberanía sino de la pérdida de ella.  Nuestro país no es soberano, y lo de que el poder descansa en el pueblo soberano ha dejado de ser verdad, si alguna vez lo fue.  Por volver al ejemplo militar,  se podría decir sencillamente que  nuestro país se ha rendido de modo incondicional y esta ocupado por fuerzas extranjeras (financieras pero extranjeras). El comisario europeo Almunia ha cerrado toda tentación de disimular o maquillar  el carácter de las condiciones que impondrá la UE a cambio de muchas decenas de miles de millones de euros: “las sugerencias de la UE son obligaciones que habrá de cumplir nuestro país”. La próxima subida del IVA está ya dictada desde la comisión europea. Todo muy claro y, por lo demás, obvio.

La nueva situación obliga a cambiar la naturaleza del debate en la izquierda sobre las relaciones con Europa. Ya no cabe,  como se ha hecho hasta ahora con bastante ingenuidad,  apostar por seguir en el euro y al mismo tiempo pretender el rechazo de  las medidas regresivas de todo orden impuestas por el gobierno,  porque este es ya una marioneta, actúa ahora sólo como delegado de las instancias europeas, como simple ejecutor de lo que se disponga en Bruselas o Berlín. Ahora las opciones son distintas: someterse resignadamente a lo que dispongan los poderes económicos europeos o declararse en rebeldía, rechazar los falsos rescates, no aceptar la intervención y romper con la unión monetaria cualesquiera que sean las consecuencias.

Se acabó una etapa para la izquierda. Se acabó huir de la realidad y proponer salidas progresistas a la crisis mientras el país se hunde con los ajustes y los recortes económicos. Se acabó  poder mirar por otro lado  mientras se demuelen los derechos  sociales y la barbarie  se implanta como  la normalidad.  Se acabó denunciar sin ir al fondo de las causas la ruina a la que se arrastra al país y el sufrimiento sin esperanza al que se somete a nuestra sociedad.

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¿ Salirse del euro?

EL PROFESOR VICENT NAVARRO PIDE QUE SE ABRA EL DEBATE PARA SALIRSE DEL EURO

Por Vicent Navarro
«…Esta situación es insostenible e intolerable. Condena a varias generaciones a un futuro miserable. De ahí que debiera considerarse lo hasta ahora impensable: la salida de España del euro. …»¿Cuándo se iniciará tal debate en España?»

Estamos viendo durante estos años de crisis el intento más intenso y masivo por parte de las autoridades de la eurozona –Banco Central Europeo (BCE), Consejo Europeo y Comisión Europea– así como del Fondo Monetario Internacional (FMI) de debilitar, en cada país de la zona euro, el mundo del trabajo, la protección social y el Estado del bienestar. La evidencia de ello es contundente. Recortes de derechos laborales y sociales y de gasto público social están ocurriendo a lo largo de los países de la eurozona, dándose con especial intensidad en los países de la periferia de la eurozona, conocidos como los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). No pasa día sin que noticias sobre recortes y reducción de derechos golpeen las páginas de los rotativos de mayor difusión. La generalización de tales medidas en la mayoría de países de la eurozona se presenta como un indicador de su inevitabilidad, es decir, de la necesidad de que se lleven a cabo para salir de la crisis.

 

La evidencia que se ha ido acumulando muestra, sin embargo, que tales medidas no sólo no están contribuyendo a la salida de la crisis y de la recesión, sino que la están empeorando. Los datos reflejan claramente que tales políticas están reduciendo todavía más la demanda necesaria para estimular la economía. Y puesto que la demanda generada en el sector privado está estancada (resultado en España del enorme agujero creado en la economía por el estallido de la burbuja inmobiliaria), el único sector que podría estimular la economía es el sector y el gasto público. De ahí que la reducción de tal gasto público sea un gran error, pues imposibilita la salida de la crisis. De nuevo, la evidencia de ello es abrumadora. Sólo los economistas y políticos neoliberales, que dominan los medios de mayor difusión, continúan repitiendo el dogma neoliberal que está ya profundamente desacreditado empíricamente.

 

¿Por qué entonces se están imponiendo tales políticas? Es más que dudoso que las autoridades de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional no conozcan la abrumadora evidencia que muestra el fracaso de tales políticas. El hecho de que, a pesar de ser conscientes del daño de tales políticas al bienestar de la mayoría de la ciudadanía y a la propia economía, continúen imponiéndolas se debe a que están utilizando esta situación de enorme crisis (acentuándola incluso) a fin de forzar con mayor contundencia lo que los grupos dominantes en estas instituciones (el capital financiero, es decir, la banca y las grandes empresas transnacionales) siempre han deseado: debilitar al mundo del trabajo y al Estado del bienestar.

 

Más y más información se está haciendo pública mostrando el tipo de presiones que tales organizaciones (y, muy en especial, el BCE y el binomio Merkel-Sarkozy) han estado realizando para que los gobiernos reciban “ayudas” (lo pongo entre comillas porque un porcentaje de tales transferencias está encaminado a que los estados receptores puedan pagar sus deudas públicas a los bancos alemanes y franceses, entre otros). El Banco Central Europeo supedita estas ayudas –en forma de compra de deuda pública– a que hagan reformas que claramente debiliten el mundo del trabajo (tales como eliminar la indexación de los salarios o la descentralización de los convenios colectivos) y reduzcan sus estados del bienestar (tales como la privatización de las pensiones o de los servicios sanitarios), todas ellas medidas que tienen muy poco que ver con la génesis de la crisis o con la salida de ella. El argumento que utilizan para justificar la imposición de tales políticas es que aumentarán la competitividad de la economía de los países PIIGS y con ello aumentarán las exportaciones, que debieran ser el motor del crecimiento económico y la salida de la crisis.

 

De nuevo, la evidencia existente (que es también bastante abrumadora) cuestiona que los países PIIGS puedan salir de la crisis a base de tales políticas, pues el mayor problema que tienen estos países no es ni su inexistente elevado gasto público, incluido el social (que es de los más bajos de la UE), ni la falta de competitividad (las exportaciones han continuado creciendo en España durante la crisis), sino su escasísima demanda. Pero el hecho de que la evidencia muestre que este argumento es erróneo o falso no les frena para que continúen imponiendo tales políticas, admitiendo, como hacen los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, muy influyentes en el FMI, que el impacto de tales políticas supuestamente positivas no se verá por mucho tiempo, de diez a quince años a partir de ahora.

 

Esta situación es insostenible e intolerable. Condena a varias generaciones a un futuro miserable. De ahí que debiera considerarse lo hasta ahora impensable: la salida de España del euro. No hay duda de que sería un paso difícil, pero no necesariamente peor que lo que se predice para los próximos diez y quince años. Alternativas, en contra de lo que dicen Rogoff y Reinhart, existen. Salvando las diferencias (que las hay) entre Argentina y España, el hecho es que Argentina en 2001, tras romper la paridad con el dólar y las políticas impuestas por el FMI, bajo el Gobierno Kirchner, recuperó su propio control del valor de la moneda y de su Banco Central, permitiéndole en tres años que su PIB fuera ya el que existía antes de la crisis, siendo a partir de entonces el país de América Latina que ha tenido mayor crecimiento económico. Letonia, en cambio, siguió las políticas que está imponiendo el FMI y hoy su PIB es un 20% inferior al que tenía al iniciarse la crisis. Es importante que para el bien de las clases populares se inicie un debate en España sobre los excesivos costes de pertenecer al euro, y de los que la población parece ser ya consciente. Según una reciente encuesta, el 70% de la población española tiene mayores reservas hacia el euro. ¿Cuándo se iniciará tal debate en España?

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Silbarle al pavo

Marcos González Sedano

Esta mañana aún fresca, en la que El Gran Río nos regala una marea alta trayéndonos sobre sus aguas las brisas marineras de Sanlúcar de Barrameda, suena una granaína en la voz de Manuel Gerena, un homenaje a Miguel Hernández: «vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta». Así también es esta tierra del Sur, donde los trovadores se maridan con los poetas. Lugar de viejos amos y de nuevos ricos, de soñadores y de manijeros, de obreros sin trabajo, de ilusiones rotas y de cuentas pendientes.

A raíz de una fotografía aparecida en los medios de comunicación estos días atrás, en la que sentados el uno junto al otro en sus respectivos escaños del Parlamento, el presidente y el vicepresidente de Andalucía, con una sonrisa amplia mostraban su satisfacción tras la aprobación de la norma legislativa que precarizará los servicios públicos y la vida de sus trabajadores, vine a recordar una anécdota que me contó el compañero Javier Egea (que la tierra le sea leve) una de las últimas veces que le vi.

Nos tropezamos en La Acera del Casino en nuestra amada ciudad de Graná. El poeta de Paseo de los tristes me decía que de chavea, en aquel mismo lugar donde estábamos, se solía poner un hombre con dos pavos y una lata de tomate vacía en la que apoyaba un letrero que decía: «por unas pesetas les hago hablar a los pavos». Cuando los viandantes mostraban sus ansias de aprender y echaban unas monedas en la lata, el mercader de los pavos les silbaba, a lo que las aves respondían con un «¡glu, glu, glu!», tras lo cual les premiaba con unos granos de maíz.

Acercándose la Navidad, el dueño de los plumíferos quiso rematar la temporada y decidió rifar a las aves, con la buena fortuna del que corta las cartas: la única papeleta que se había quedado resultó ser la agraciada con el premio. A sabiendas de la malafollá granaína, cambió de aires, y años después, según me comentaba Javier, en uno de sus viajes a Sevilla lo volvió a ver.

Se encontraba debajo del Arco de la Macarena, frente al Parlamento de Andalucía. El hombre estaba ya viejo y en aquel momento discutía con uno de los portavoces de los grupos parlamentarios que le recriminaba el engaño, a lo que él le respondía: «vosotros seguid pelando vuestros pollos, que yo pelaré los míos».

 

 

 

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Rescatando bancos y desahuciando pobres

Por Manuel Cañada
«…Yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta para producir un rico...»
Almeida Garret

12 de junio de 2012, Barriada de Juan Canet en Mérida. No son todavía las nueve de la mañana y un grupo de policías antidisturbios, pertrechados de escopetas lanzapelotas, custodian el rápido desalojo de muebles en una vivienda social. Se trata de uno de los 16 desahucios consumados en el último mes y medio en Extremadura. Bocachas expectantes velando las puertas y cunas extraviadas en plena calle. Una mujer, inquilina hasta el momento de ese piso, suplica sin éxito que le dejen entrar en la casa a coger el biberón para dar de comer a su hijo. No, no llega a estos barrios la salmodia del interés superior del menor ni hay espacio en los suburbios para melindres compasivos. “Nos tratan como a terroristas”, dice una mujer mayor, consumida de rabia. Hace ya tiempo que dejó de extrañarnos la presencia de los antidisturbios y de los GEOS en las barriadas miseria. Es la guerra sorda, la ofensiva de los ricos contra los pobres, la guerra social que viene.

Un desahucio cada tres días. La Junta de Extremadura, dueña de casas y juez de intemperies, ha convertido el desalojo en la guía de su política de vivienda. 764 expedientes de desahucio abiertos y, de ellos, según se nos anuncia, 90 de ejecución inminente. Esto ocurre en una región que ronda los 150000 parados, más de 60000 de ellos sin subsidio alguno y cuando el número de personas acogidas a los programas de alimentos de Cáritas no deja de multiplicarse. Un tsunami de marginación y miseria avanza a boca llena y, mientras tanto, el gobierno extremeño pone en marcha la ruleta de los desahucios. “Sólo entran en mi casa los 426 euros del paro y tengo que pagar 143 de alquiler. ¿Como pretenden que pague otro recibo atrasado?”, dice una de las mujeres amenazadas de expulsión. “A mí no me quieren aplicar las minoraciones de alquiler porque dicen que tengo deudas anteriores”, se queja otro vecino. “¿Tú crees que hay derecho a que te amenacen con echarte a la calle por tener una deuda de 800 euros?”. Se acumulan las historias de incertidumbre y miedo. La Junta, propietaria de las casas, moviliza policías y jueces para acobardar pobres, pero no parece demostrar la misma diligencia ni energía para cumplir sus obligaciones como casera. Los ascensores dejaron de funcionar hace mucho tiempo en muchos bloques y los barrios se llenan de cucarachas, pero el ejemplar gobierno de Extremadura sólo piensa en hacer caja y, sobre todo, en la más rentable de las inversiones: el miedo. La viña del poder, siempre amasada con miedo.

Esta vileza institucional del desahucio como herramienta política se produce en un país que cuenta con 4 millones de viviendas vacías y, casi un millón de ellas, en manos de los bancos como consecuencia del saqueo hipotecario. España, campeona europea de gentes sin casa y, al tiempo, casas sin gente. El mismo país en el que mientras tiburones como Rodrigo Rato o Miguel Ángel Fernández Ordóñez se van de rositas dejando pufos de 23000 millones de euros (Bankia) o agujeritos financieros de más de 100000 millones (banca española), se arroja a la calle a familias por el grave delito de haber “ocupado ilegalmente” la vivienda de la que era titular la abuela de uno de los cónyuges. En la comunidad autónoma donde el empresario más grande, Alfonso Gallardo, aún no ha devuelto los 10 millones de euros adelantados para el fracasado engendro refinero y donde cada pasajero del aeropuerto fantasma de Badajoz le cuesta 37 euros a las arcas públicas, sin embargo se extorsiona a gentes sin recursos para que paguen la insignificante deuda atrasada o se le corta el agua a familias con niños pequeños.

“Nadie va a dormir en la calle”, dicen los políticos funcionarios de la Junta de Extremadura. Y es cierto. A pesar de ellos, más allá de la razón burocrática, existe la humanidad de las familias que se encargará de acogerlos aunque, para ello, hayan de hacinarse 15 personas en una vivienda de 90 metros, como ha ocurrido en uno de los casos de la barriada Bellavista.

“No vamos a parar los desahucios, de ninguna de las maneras. Además nos están felicitando por ello”, dice jubiloso Víctor del Moral, Consejero de Vivienda de la Junta de Extremadura. Es ahí, en ese perturbador argumento, donde se encuentra la clave de esta oleada de desahucios. Todo un discurso populista que habla de las barriadas más machacadas como el reino de los televisores de plasma y los muebles de diseño, y que repite machaconamente términos como conducta antisocial acabando por presentar como un problema de orden público lo que no es sino una expresión radical de injustica social. También aquí, tras la chaladura de los desahucios colectivos se encuentra el “inveterado conflicto entre ricos y pobres por el derecho a la ciudad” (Mike Davis).

En 2005, estallaba la rebelión de las banlieu parisinas y Sarkozy rescataba el viejo argumentario clasista-higienista: “Hace falta una gran manguera para barrer a la chusma”. La chusma, la morralla, los bajos fondos, los vagos y maleantes, los quinquis de ayer y los canis de hoy, el miedo al suburbio oscuro, restaurado una y otra vez. Y a la veterana criminalización de la pobreza se suma el darwinismo social, importado de Estados Unidos e inyectado en vena en las últimas décadas. Ya no hay pobres, sino fracasados. Desapareció el marginado, ya no quedan en el lenguaje de la selva capitalista más que perdedores e inadaptados sociales.

Un espeso silencio cómplice acompaña los desahucios. Y en los foros de los periódicos supura el odio contra los pobres. “Es lo único bueno que ha hecho el PP desde que gobierna en Extremadura”, dice un justiciero anónimo. “Venga, daros prisa en echar la escoria, que a este paso aún llegan al invierno”, añade otro enigmático valiente. Es el lumpen y todo vale. Los que mandan conocen bien el miedo a la proletarización de las clases medias y se aprestan a parasitar la zozobra de quienes intuyen el final de la gran milonga de consumismo e individualismo propietario. Enrique de Castro, el párroco de Entrevías, viene hablando hace años de un nuevo concepto, el de la pobreza rentable. Desde los 90, mucha gente empezó a vivir de la pobreza en la poderosa “industria de lo social”. Hoy resulta más evidente aún la utilidad que el poder concede a la pobreza como instrumento de cohesión y disciplina de la ciudadanía.

En Novecento, la hermosa película de Bertolucci que narra la historia del siglo XX en Italia, aparece la historia del desahucio de Orestes, un jornalero al que los patronos echan de la casa incumpliendo el contrato. Cuando llegan “los diablos a caballo”, que así denominan los obreros a la policía de la época, los campesinos y campesinas se arman de palos y se tienden en el suelo para apoyar al compañero y resistir a la expulsión. “Nos quieren echar, bajad rápido os necesitamos”, urgen los jornaleros más conscientes. Desde el río, uno de los pequeños propietarios de tierras, que está cazando patos, anima a la policía a a intervenir contra los contestatarios: “Váyanse de aquí, villanos. Muchachos, hay que enseñarles que la propiedad no se toca, la propiedad es inviolable”. El relato del desahucio sirve en la película para explicar el origen del fascismo en Italia. Observando la brutalidad e inhumanidad de los desahucios masivos de estos días y la liquidación sistemática de derechos sociales, parece que el vientre que parió aquella cosa bestial todavía está fecundo.

Manuel Cañada. Militante en La Trastienda, Colectivo por los Derechos Sociales

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¿EURÓCRATAS DE IZQUIERDA?

«Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación, una es con la espada, la otra es con la deuda». John Adams, Presidente de los Estados Unidos.

Por Emilio Pizocaro

Es increíble constatar que la izquierda institucional en España no se pongan de acuerdo en lo primordial. ¿ Que hacer con el Euro? ¿Debemos impulsar la salida o hay que quedarse con la moneda única?
Esto ocurre justo cuando España está técnicamente en depresión económica y es intervenida por el FMI y el BCE . Esto ocurre justo en los momentos en que la zona euro puede entrar en un escenario aún peor; la deflación. Justo cuando hay analistas, de todo signo, que le dan poca vida a la moneda inventada por el capitalismo financiero europeo.
Quien da en la diana es el periodista José Manuel Martín Medem. En un reciente artículo titulado “El embrujo abrazador de Euro”, Martín Medem afirma :“…la elaboración de un programa político ( de la izquierda) tropezaría con una pregunta que sólo tiene el debate como respuesta: ¿qué hacemos con el euro?…”
Es verdad. La confrontación de dos puntos de vistas en el debate de la Fundación de Investigaciones Marxistas abre un tema de difícil encaje .
DOS PUNTOS DE VISTA ANTAGÓNICOS
Por un lado el sociólogo Armando Fernández Steinko y el economista Ricardo García Zaldívar, sostienen, en este orden, que :“…la izquierda NO debe proponer la salida del euro” y “rechazar el euro es como rechazar el capitalismo…”.
Por el otro Pedro Montes y Jorge Fonseca afirman “…tenemos que marcharnos del euro que nunca debió nacer y que la izquierda nunca debió aceptar…” y que “…le entregamos a la burguesía las armas para acosarnos”, “…No podemos pagar la deuda y ( debemos) romper con el euro, es lo único que le permitiría a la izquierda salir de esta perversidad…”.
Quizás lo más patético es que tanto Steinko como Pedro Montes comparten sillas en la coordinadora federal de la asociación Socialismo 21 y tienen en la práctica posiciones antagónicas.
En este asunto la diferencia de opiniones parece ser fundamental, porque tiene que ver con la instrumento que tiene el neoliberalismo para imponer sus políticas de recortes. Esta herramienta se llama Euro.
La financiarización de la economía ha marchado a paso de ganso gracias a la moneda única. Difícilmente la “burbuja inmobiliaria” habría crecido tan rápido y con una magnitud tan desproporcionada sin los prestamos en euros de la banca alemana y francesa. Hoy, la potencia hegemónica que usa la divisa, como una moderna división panzer,  para arrasar con los restos del soberanía nacional , es el capital financiero germano de la Merkel.

LA HISTORIA DEL PROGRAMA DE ALLENDE
Perdonadme, pero creo que la siguiente historia puede explicar mi punto de vista.
“En el año 1950 , comunistas, socialistas e izquierdistas encabezados por el Doctor Salvador Allende , elaboraron un programa para una Revolución Democrática en Chile. Ese programa definía con claridad quienes eran los enemigos fundamentales de pueblo o dicho de otra manera quienes eran las fuerzas económicas y políticas que impedía el progreso del país. En Chile como en toda América Latina , era y es, el imperialismo y las oligarquías criollas aliadas a la potencia imperial.
Una clave del programa de la revolución democrática era la nacionalización de las riquezas naturales, empezando por el cobre, que se hallaba en manos de compañías norteamericanas.
Allende fue a las elecciones presidenciales con ese programa y no logró superar el 5 por ciento. Pero no se dejó abatir. Tenía claro que el camino sería largo. En septiembre de 1970, 20 años más tarde, el Doctor Allende llegó al gobierno con el mismo programa anti-imperialista, que fue su bandera de lucha política.
El “Chicho Allende ” estaba apoyado en una amplia coalición de izquierda, que por 1.000 días plantó cara al imperio con el cumplimento estricto del programa prometido; el programa de una revolución democrática, popular , anti-imperialista y anti-oligárquica . El imperio dominaba sin contrapesos en Latinoamérica y todos sabemos que paso… Washington respondió con el golpe y la muerte.”
El caso chileno es digno de atención. El programa de Allende era el resultado de un análisis acertado de las contradicciones tanto secundarias como principales de la sociedad chilena.
En ese sentido la nacionalización del cobre y la riquezas naturales eran determinantes para la soberanía económica . Si no se materializaban no había progreso para Chile. Tanto es así, que la nacionalización del cobre fue votada por la unanimidad del Congreso, incluyendo los votos favorables de la derecha. Esa extraña unanimidad fue el resultado de largos años de pedagogía política de las fuerzas de izquierda.”
A que viene el cuento chileno. Volvamos a España pues. Así como en Chile la nacionalización de cobre fue la clave para el desarrollo económico, en la España de hoy la clave para salir de la crisis y desatascar el desarrollo de las fuerzas productivas es la salida del Euro.
HAY QUE SALIRSE DEL EURO
España no tiene otra salida . Debe salirse del Euro y no se debe pagar la deuda. Además es una deuda que debe auditarse porque está demostrado que se trata de una estafa de la Banca, que ha funcionado con lo que se llama esquema ponzi o estafa piramidal.
Sin lugar a dudas la salida de euro como bandera y la vuelta a una moneda nacional que sea símbolo de la soberanía económica , podría permitir crear un gran frente político y social que se oponga a la dictadura de los mercados financieros.
La indefinición de la izquierda institucional en este punto puede resultar muy grave. En Francia y Alemania los neo-fascistas han levantado la bandera de la salida del euro y están creciendo ante nuestros horrorizados ojos, recordándonos un pasado cercano.
El columnista estrella del más importante semanario alemán, el Spiegel, Wolfgang Münchau nos pide tener presente que el ascenso del nazismo en Alemania en la década del 30 tuvo entre otros responsables al “ SPD – socialdemocracia alemana- por haber tolerado la política económica deflacionista del socialcristiano conservador Heinrich Brüning durante la República de Weimar”.

SIN SOBERANIA ECONÓMICA NO HAY SOBERANIA POLÍTICA
En medio de una crisis sistémica del capitalismo, la historia tiende a repetirse. Tenemos una izquierda institucional timorata, sin un programa que apunte a los enemigos fundamentales y por lo tanto sin capacidad de crear un frente social y político creíble. Ciertos intelectuales vuelven a confundir política con ojo táctico. La historia demuestra que no hay táctica que valga sin una estrategia consistente.
No confundamos. La Europa de los mercaderes no tiene nada que ver con la Europa de los pueblos. Lleva razón Samir Amin. El proyecto europeo actual se erige sobre la lógica de profundizar el poder de los monopolios: “No hay moneda sin Estado, ahora bien, no hay Estado europeo, y la perspectiva de que surja está excluida de lo posible. El euro es una moneda administrada unilateralmente por el capital de los monopolios; el estatuto del Banco central Europeo lo prevé precisamente. “
Sin soberanía económica, no hay soberanía política . Hoy la realidad canta. Para sacar a España de la crisis es necesario ejercer la soberanía., tanto la política como la económica. Una no se entiende sin la otra. El resto es un exceso de prudencia conservadora.
Para avanzar en un proceso emancipador necesitamos unir a amplios sectores del pueblo con un proyecto de desarrollo económico. La única elección que tenemos es levantar la bandera de la salida del Euro y elaborar un programa para una revolución democrática.
Entre la política de la avestruz  y la audacia que propone Samir Amir, yo me apunto con la audacia.

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