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Artículos ¿Las sanciones son contra Rusia o contra las clases trabajadoras? Unión Europea otra víctima de la guerra de Ucrania
¿Las sanciones son contra Rusia o contra las clases trabajadoras? Unión Europea otra víctima de la guerra de Ucrania
Carlos Martinez es politólogo del Consejo Científico de Attac y del Partido Socialista (PSLF)
La guerra e invasión de Ucrania, tiene en el pueblo ucraniano vilmente utilizado por la OTAN, Biden y la UE, e invadido cruelmente por Rusia y Putin su principal víctima. Pero este era y es un conflicto anunciado ante una Rusia que se siente agredida por el occidente OTAN y unos EE.UU que desean ser los únicos con derecho a comerciar con Europa y a venderle o revenderle sus productos o los de otros, pero a través de ellos. La prospera UE es un negocio. UE es solo un gran negocio para las propias oligarquías europeas y norteamericanas y no se puede consentir su independencia económica. Por tanto la segunda víctima, por ahora, es Europa Unión.
Pero dentro de este tinglado los oligarcas nunca pierden y son las clases obreras y populares europeas quienes estamos pagando las consecuencias económicas, sociales y en materia de libertades de la invasión de Ucrania. Nosotras y nosotros somos los sancionados, los que estamos pagando la gasolina a precio de oro y la luz como si fuera un artículo de lujo y no como una necesidad e incluso en el siglo XXI como un derecho humano. Lo grave es que todo esto no ha hecho sino comenzar.
La globalización americana ha reventado y son precisamente los EE.UU los que lo provocan. El choque de trenes nacionalismo ruso contra nacionalismo estadunidense con Europa Unión como triste comparsa, ha demostrado que el libre mercado es una burda farsa. La UE cae en las redes de los oligarcas globalistas yanquis y se autoimpone la prohibición[U1] [U2] [U3] de comerciar con uno de sus más grandes suministradores de productos esenciales como son el trigo, el gas, petróleo y diversos minerales entre otros muchos productos, así como a prescindir de muy buenos clientes rusos en todo, incluida la industria del lujo. Pero ojo la mafia oligárquica anglosajona que nos domina pone su mirada realmente en China.
Toda esta voladura de la globalización neoliberal lo que va a provocar son alianzas a todos los niveles entre Rusia, China, India, Paquistán, Sudáfrica… Más potencias en América Latina todavía por determinar pero que ya asoman la patita independientemente del color de sus dirigentes. También pone en peligro al dólar, porque transformado en un arma, el oro como refugio resurge de nuevo. Porque esto no es una pelea entre la izquierda o la derecha o el altermundialismo y el globalismo. Putin no es ni socialista, ni de izquierdas, ni lidera una internacional comunista, es un nacionalista pro capitalista y derechista, pero en esto está en las antípodas del globalismo y de las intenciones OTAN por la que se considera agredido.
Por tanto tenemos un grave problema las clases trabajadoras del mundo y es que todos quienes dirigen el mundo lo hacen a su exclusiva conveniencia, encima nos dividen al objeto de logar mejor sus intereses. Para ello cuentan con la división del movimiento obrero, del feminismo, de las izquierdas transformadoras u oficialistas, del movimiento socialista que reproduce los esquemas de la primera guerra mundial, entre quienes están por hacer la guerra con sus patronos y explotadores o quienes luchan por una posición socialista independiente, de clase y por la paz.
Es por ello que no es una locura señalar que es necesaria nada más y nada menos que una Conferencia Internacional socialista por la paz. Porque a la clase trabajadora no le interesan sus guerras, en las que solo tenemos que perder. Solo nos interesa vivir con dignidad, tener justicia y libertad y el reparto de la riqueza, no para unos pocos sino para todos.
Dirá el posibilista, hay que tener los pies en la tierra, mientras yo le digo con los pies bien fijos en la tierra que prolongar una economía de guerra como en la que estamos ya entrando solo nos provocará empobrecimiento, encarecimiento de todo y escasez de alimentos y de la energía, necesaria para mantener calientes a nuestras familias, poder comprar pan para nuestros hijos y no morir estúpidamente a causa de sus guerras. Es por ello que trabajadoras y trabajadores debemos alejarnos de su publicidad, sus mentiras y su ansía de dominarnos. Una posición socialista coherente solo puede estar por la paz, pero también analizar por qué se produce la guerra y al final todas las guerras que ellos inician no tienen sino un fondo económico, incluido alimentar la industria militar y la destrucción para luego hacerse ricos reconstruyendo. Que no nos engañen.
El encuentro internacional debe abordar el problema de los refugiados lejos del racismo que estamos contemplando, la situación de las migraciones y los sin papeles que en España son alrededor de un millón, así como el salario y los derechos sociales y sindicales, la paz. El asunto de la discriminación racial y religiosa de la UE solo aceptando a refugiados blancos, es muy grave y clarifica mucho su hipocresía, que incrementa su silencio ante agresiones de Israel, Arabia Saudita o Marruecos, lo que deslegitima toda la propaganda de los estados OTAN.
Sin paz no hay posibilidad alguna de avanzar y construir una vida mejor y de paso salvar el planeta. El capitalismo es un fracaso y necesita de las guerras para perpetuarse.
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Artículos POR EL DIALOGO Y UNA SALIDA NEGOCIADA QUE RESTABLEZCA LA PAZ ENTRE UCRANIA, REPUBLICAS INDEPENDIENTES DE DONESTZ Y LUGANSK, Y RUSIA
POR EL DIALOGO Y UNA SALIDA NEGOCIADA QUE RESTABLEZCA LA PAZ ENTRE UCRANIA, REPUBLICAS INDEPENDIENTES DE DONESTZ Y LUGANSK, Y RUSIA
POR LA DISOLUCION DE LA OTAN Y BLOQUES MILITARES
Detener la espiral bélica desatada en el conflicto entre Ucrania y Rusia a través del diálogo y la negociación, parar la guerra económica de la OTAN contra Rusia que tendrá un efecto bumerang especialmente sobre los países de Europa y puede provocar una nueva crisis económica mundial, e impedir que adquiera una dimensión de III Guerra mundial con consecuencias terribles para la humanidad y el planeta, debe ser una prioridad en la movilización social en defensa de la Paz, por la disolución de la OTAN, y por construir unas nuevas relaciones internacionales basadas en la seguridad mútua, la cooperación y la solidaridad.
Para comprender las causas de esta guerra y encontrar su salida política para restablecer la Paz es necesario analizar los cambios geopolíticos que han sucedido en los últimos tiempos, tomar nota de la estrategia militar de la OTAN y EEUU en los países del Este de Europa, y la desestabilización de Ucrania en 2013 con el golpe de estado del llamado “EuroMaidan” auspiciado por el gobierno de Estados Unidos en alianza con organizaciones ultranacionalistas de extrema derecha nazi como “Pravy Sektor” y “Svoboda” que dividieron la sociedad ucraniana provocando una guerra civil que dio lugar a la creación de las repúblicas independientes de Donestz y Lugansk de mayoría social obrera y de cultura rusa, así como el referéndum de la población de Crimea y su decisión de federarse con Rusia.
La apuesta por la globalización neoliberal de Estados Unidos y las principales potencias europeas enriqueció a las grandes multinacionales, bancos y fondos especulativos generando una gran desigualdad, y alimentando las burbujas que precipitaron la depresión económica mundial en 2008. La deslocalización productiva y las inversiones de Estados Unidos hacia China que benefició a sus élites capitalistas, sin embargo, en ausencia de una política de redistribución de la riqueza hacia la clase trabajadora norteamericana que compensara la desertización industrial fruto de las deslocalizaciones, generó un profundo malestar social que se expresó en la elección del presidente Trump, y una enorme división tras su derrota electoral que dio lugar al asalto del Capitolio.
La conversión de China en la fábrica del mundo ha facilitado su modernización y crecimiento hasta convertirse en la primera potencia económica en el comercio internacional. Para el imperialismo norteamericano el gran negocio que significó China se ha transformado en su principal competidor y adversario en la geopolítica mundial.
Paralelamente, en el continente europeo se desarrollaba un creciente intercambio comercial entre Alemania y Rusia beneficiosa para ambos países que catapultaban a Alemania como el segundo competidor internacional con Estados Unidos.
En este este contexto, la estrategia militar de Estados Unidos en Europa ha consistido en extender la OTAN hacia el Este de Europa para cercar a Rusia.
Ante las crecientes tensiones en el seno de la OTAN y tras las declaraciones de Macron que señalaban la “muerte cerebral” de esta alianza militar, el gobierno norteamericano emprendió una peligrosa estrategia para unir y reforzar la OTAN con la finalidad de preservar su dominación internacional y afrontar los retos con China y Rusia, tal como recoge un reciente documento de reflexiones y orientaciones de la OTAN.
El conflicto de Ucrania con las repúblicas independientes de Donetsz y Lugansk, que ha costado mas de 14.000 muertes en dicha región como resultado de los constantes bombardeos y ataques militares del ejército y milicias ultras de Ucrania, ha sido utilizado por Estados Unidos para empujar a Rusia a la intervención militar. El traslado de tropas de Estados Unidos y de la OTAN a los países bálticos, Rumania y Bulgaria, la solicitud del gobierno de Ucrania de entrar en la OTAN, la creciente presión militar contra las repúblicas independientes, y la ausencia de voluntad negociadora del gobierno de Zelenski para garantizar la neutralidad de Ucrania, el abandono de sus pretensiones de entrar en la OTAN, así como reconocer y respetar las republicas de Donetsz y Lugansk, han provocado finalmente la guerra abierta con Rusia.
Mientras el imperialista Joe Biden se frota las manos tras el acto de sumisión del gobierno alemán al atender sus exigencias de cerrar el gasoducto Nord Stream 2, que le permitirá enriquecerse con el negocio de suministrar gas a Europa, etc., la ciudadanía y pueblos de Ucrania, Repúblicas independientes y Rusia sufren las terribles consecuencias de la guerra, también de la guerra económica impulsada por los gobiernos de la OTAN.
Mas que nunca movilizarse por la PAZ y contra la guerra exige defender propuestas que den una salida política para restablecer la paz y seguridad entre Ucrania, Repúblicas independientes de Donetsz y Luganks, y Rusia. En consecuencia, llamamos a movilizarse por las medidas que pueden facilitar un acuerdo de PAZ:
Compromiso de neutralidad de Ucrania y abandono de sus aspiraciones a entrar en la OTAN, reconocimiento de las repúblicas independientes de Donestz y Lugansk, acuerdo de seguridad mutua entre Ucrania y Rusia, y de reforzamiento de la cooperación económica. Al mismo tiempo, la OTAN debe salir de los países del entorno de Rusia, así como retirar en lo inmediatos las tropas, armas, aviones y barcos de la zona. Suspensión inmediata de las sanciones económicas a Rusia. Puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2 para asegurar el suministro energético a Alemania y resto de Europa.
El capitalismo provoca las guerras. El imperialismo norteamericano es el mayor causante de guerras, muertes y sufrimiento tras el final de la segunda guerra mundial, y puede arrastrarnos a una III guerra mundial. La clase trabajadora, la ciudadanía pacifista y solidaria, hemos de movilizarnos y exigir al gobierno de España la retirada de tropas y recursos militares de los países que rodean Rusia, salir de la OTAN, cerrar las bases norteamericanas en España, suspender las medidas de sanción económica, y promover las condiciones para el diálogo y negociación entre Ucrania y Rusia que finalicen la guerra y aseguren una paz duradera.
Por la Paz, OTAN NO, abajo el imperialismo, viva el socialismo
28 febrero 2022
Socialismo 21
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Artículos La clase trabajadora y la guerra ¿Quién paga las consecuencias?
La clase trabajadora y la guerra ¿Quién paga las consecuencias?
“Un sentido certero de la realidad nos lleva hoy a las fuerzas internacionales obreras y socialistas a concentrar su acción en la lucha contra la guerra”
Julian Besteiro El Socialista 1924 fue presidente del PSOE y la UGT
Carlos Martinez es secretario general del Partido Socialista (PSLF) y del Consejo Científico de ATTAC
Cuando la propaganda sustituye a la razón, es difícil hacerse escuchar, pero más entender y entenderse. Pero humildemente siguiendo el ejemplo de Jean Jaures el lúcido dirigente socialista francés asesinado por oponerse a la I Guerra Mundial o parafraseando al insigne Quevedo “No he de callar por más que con el dedo en la boca o ya en la frente silencio avises o amenaces miedo”, dicho esto, la clase obrera, las clases populares con la guerra no solo no consiguen nada, salvo que se organicen y luchen contra ella, sino que sufren carencias, empobrecimiento y soportar carestía de los productos básicos, pérdida de derechos democráticos así como retroceso en conquistas sociales, estén o no sus estados en los teatros de operaciones. La guerra es un instrumento de las burguesías para sojuzgar a los pueblos e imponer condiciones económicas ventajosas a sus productos y sus manefacturas. La guerra también es el fracaso del comercio. Cuando el comercio pacifico falla y los poderosos quieren imponer sus condiciones para mejor vender sus producciones, hacen y/o instigan la guerra. En eso los imperios anglosajones son maestros y tienen una amplia experiencia, tanto el maestro Reino Unido como los muy aventajados discípulos, los dirigentes de EE.UU de América.
A Ucrania se le ha utilizado y la extrema derecha y el populismo nacionalista ucranianos han entrado al trapo, vendiéndoles armas y entregándoles fondos la Unión Europea. Ucrania ha pretendido integrarse en la OTAN a pesar de lo firmado en los acuerdos de Minsk y acuerdos anteriores, siendo envalentonada ya por Obama y ahora por la administración Biden y la propia alianza militar que es un instrumento en manos de los EE.UU se diga lo que se diga y ahora la dejan tirada como una colilla cuando Rusia la invade al objeto de tener un colchón defensivo y un cordón de seguridad. Ucrania es una carta desechable para los objetivos imperialistas en su hostigamiento a China, que nunca ha invadido a nadie, cosa que los estadounidenses no pueden decir en absoluto. Son además los norteamericanos expertos en provocar guerras y luego salir del avispero corriendo como en Vietnam o Afganistán o dejar estados destruidos como en Irak, Libia o Siria, últimamente con el concurso de su OTAN, y las tropas auxiliares que sus miembros servilmente le proporcionan.
El interés de todo esto es sujetar a la vieja y caduca Europa, colocarle su gas natural y petróleo además de sus productos agrícolas e impedir que comercie libremente con Rusia y China tal y como estaba haciendo, sobre todo Alemania. Los platos rotos de esta guerra inducida los está pagando ya el pueblo ucraniano y los va a pagar la clase obrera y el pueblo trabajador de la Unión Europea con alzas en todos los productos básicos y en su pan. Alemania según los datos del propio FMI a día 24 de Febrero, estaba aproximándose y mucho al poderío económico de los EE.UU y eso no podía ser. Encima con un gaseoducto directo de Rusia a Alemania que iba a garantizar y abaratar el gas natural. Esto había que cortarlo y para ello lo ucranianos ponen los muertos. A Putin tampoco había que apretarle mucho para calentarlo.
Nosotras y nosotros ya estamos notando la inflación, las terribles subidas de precios y muy pronto la cesta de la compra de alimentación se va a disparar por la subida de los cereales. Taxistas, camioneros y camioneras, agricultores y ganaderas están viendo que no pueden vivir ya, los salarios y pensiones están comenzando a perder valor y todo ello para que las multinacionales ganen más, las grandes fortunas y fondos de inversión norteamericanos controlen el comercio sobre Europa y así los EE.UU pueda seguir dominando. La venta y el negocio de las armas se vuelve a disparar y pronto habrá que reponer arsenales e idear nuevas bombas “inteligentes” que superen a las rusas. Mientras Ucrania paga los platos rotos y los EE.UU a base de publicidad engañosa falsean la historia, lavan su imagen, logran colocar su gas más caro y hacen que la OTAN derrotada en Afganistán vuelva a tener un proyecto con dos enemigos rescatados de la guerra fría, Rusia y China.
La izquierda oficial europea mientras tanto contaminada por el atlantista Partido Verde Alemán juega sus bazas y juega al despiste colocándose al lado del imperio. Lo que debemos hacer en mi opinión es denunciar a la OTAN y exigir al Gobierno de coalición de Podemos, el PSOE y el PCE que retire a los soldados españoles de un conflicto en el que solo vamos a resultar perjudicadas y perjudicados las y los trabajadores en activo o pensionistas.