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    Apoya el Manifiesto POR LA INCLUSIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DEMOCRÁTICA EN EL CURRÍCULUM ESCOLAR

    Apoya el Manifiesto POR LA INCLUSIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DEMOCRÁTICA EN EL CURRÍCULUM ESCOLAR

    Una vez leídos y analizados los artículos 44 y 45 del Proyecto de Ley de Memoria Democrática, nos preocupa que desde el Ministerio de Educación no se empiecen a tomar las medidas -curriculares, organizativas y formativas- oportunas para garantizar el cumplimiento de lo que se propone cuanto antes para que no se quede en papel mojado y llegue de verdad a las aulas.

    Es por eso que, como integrantes de la comunidad educativa y de asociaciones memorialistas (agrupadas en “Encuentro por la Memoria”), hemos redactado un manifiesto, para hacérselo llegar al Ministerio de Educación y Formación Profesional, al cual te pedimos tu apoyo personal y el de la asociación o colectivo social al que pertenezcas, en su caso, también poniendo tu nombre y apellidos, profesión y lugar de trabajo en el siguiente formulario: https://forms.gle/H143QRbUFhxjqGRy9.

    Puedes ver el manifiesto y la lista de los primeros firmantes en esta noticia que ha sido publicada en InfoLibre el 24/08/2021: https://www.infolibre.es/noticias/politica/2021/08/23/educacion_xxx_123784_1012.html

    Gracias por anticipado. Los promotores del manifiesto: Enrique Javier Díez Gutiérrez, Universidad de León. Isabel Alonso Dávila, Catedrática de Historia de Instituto (jubilada). Fernando Hernández Sánchez, UAM. Pilar Domínguez Prats, Universidad Las Palmas de Gran Canaria. Fernando Yarza Gumiel, Universidad de Zaragoza.

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    Conflicto de Afganistán es guerra por opio lanzada por EEUU

    (14) Luque: Conflicto de Afganistán es guerra por opio lanzada por EEUU – YouTube

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    Saigon segunda parte

    https://canarias-semanal.org/art/31170/saigon-segunda-parte-occidente-pierde-una-batalla-clave-para-el-control-de-asia-central
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    Nueva derrota de la “Comunidad Internacional” es decir EE.UU y aliados en Afganistán

    Nueva derrota de la “Comunidad Internacional” es decir EE.UU y aliados en Afganistán

    Carlos Martínez es politólogo, del consejo científico de Attac y del Partido Socialista (PSLF)

    “Los afganos nunca se venden, solo se alquilan” Dicho diplomático de la etapa imperial británica.

    Lo que está ocurriendo estos días en Afganistán con el vertiginoso avance del Talibán no es sino la machacona repetición de la historia del indómito territorio situado entre Paquistán, Irán, China, desde al menos el siglo XVIII y desde luego desde 1919 cuando los británicos son derrotados en un territorio que disputaron a los rusos al objeto de garantizar las rutas terrestres a la India, la joya del imperio y en un tiempo que Paquistán no existía, era India.

    La monarquía afgana instalada tras la independencia, en sus orígenes trato de emular la revolución turca de Ataturk y por tanto modernizar el país, pero derrotada esta, se siguió una ruta feudal apoyada en señores territoriales corruptos y tribales. Cuando en 1973 se proclama la República surge el intento más serio de modernizar el país y liberar a las mujeres, expandir la educación y cercenar el poder feudal. El PPDA pro-comunista llega al poder en poco tiempo y un golpe de estado interno en el seno de las propias fuerzas progresistas que Moscú no deseaba según todos los indicios lleva al poder a la fracción más pro soviética, que sigue aplicando una política educativa muy avanzada pero que al proponer la des-islamización provoca la reacción de señores tribales, los islamistas de las madrasas y montañas y sectores del ejercito, lo que obliga a la Unión Soviética a intervenir, ocupar el país y fracasar, siendo el origen de la desaparición de la URSS.

    Una cruenta guerra civil se instala tras la salida rusa y sus contendientes, con otros apellidos siguen siendo casi los mismos en nuestros días, excluyendo al comunismo afgano, repudiado por su oposición a la religión.

    Tras la espantada de la Rusia soviética, llega pues, una nueva guerra civil entre 1978 y 1992 que en mi opinión continúa hasta la actualidad. Los EE.UU, Paquistán y Arabia Saudita principalmente apoyaron la guerrilla antisoviética, armándola con misiles y financiando a Bin Laden, señores de la guerra y al Taliban, creado por “seminaristas” islámicos, jóvenes, no corruptos y ultra religiosos que son armados y entrenados con mucho material y eficacia sobre todo por el poderoso ejército pakistaní. En resumen y con muchos matices, pero ese es el resumen.

    Cuando a partir del derribo de las Torres Gemelas en Nueva York los EE.UU inician la guerra con el apoyo interno de la Alianza del Norte formada principalmente por tayikos y derrocan al Talibán instalan un gobierno títere, corrupto desde sus inicios, mercenario y con la promesa de instalar la democracia se inicia una nueva fase de la guerra y la “comunidad internacional” en realidad la OTAN intervienen en otra aventura imperial condenada al fracaso. Los marines y sus tropas auxiliares europeas principalmente, solo controlan donde pisan su botas, como mucho el perímetro de sus bases y el centro administrativo de las capitales de provincia. Se nos engaña en Europa y el norte de América a base de cuentos y propaganda de que se quería hacer una nueva nación democrática y liberar la infancia y las mujeres. La realidad es que durante todos estos años de ocupación EE.UU/OTAN, los burcas han seguido siendo la principal vestimenta de la mujer. El poder se ha entregado a tipos corruptos y señores feudales a sueldo, pero ni democracia, ni libertad, ni nada.

    No se puede entender Afganistán sin sus montañas, sus valles y sus tribus y costumbres y el burca no es un atuendo islámico sino tribal de los pastunes, la principal tribu. Los pastunes son también los principales vencedores. La policía creada por los EE.UU y auxiliares, ha sido un nido de abusos, corrupción, violencia. El ejército afgano que entre otros España ha entrenado no sirve para nada, excepto para emplear y dar de comer a reclutas sin más motivación que un sueldo miserable o a los que no se les ha perdido nada dando su vida en nombre de infieles y cruzados occidentales o señores corruptos. Un ejército que informaba al Talibán, le vendía sus armas y municiones y se rinde ahora al primer disparo. Lógico. Seguro que muchos milicianos del Talibán son ex policías y ex soldados entrenados por Guardias Civiles y paracaidistas españoles.

    Vamos al origen, he escrito varios artículos exponiendo como la CIA, el Mossad israelí y los servicios secretos paquistaníes, jordanos, sauditas, marroquíes, e incluso egipcios tras el periodo nasserista, estuvieron durante décadas destruyendo a los partidos socialistas, baasistas, los frentes populares de la revolución árabe y los legados de Nasser, Ben Barka o Arafat y Georg Habash, al tiempo que financiaban, armaban y potenciaban el radicalismo islámico sunita en sus versiones más reaccionarias y pro saudíes. Ahora lo pagan caro y todavía no sabemos cómo acabará la cuestión. Su objetivo era destruir el progresismo laico, el socialismo y el nacionalismo árabe a favor de Occidente y el Estado de Israel. Esto debe ser conocido por todo el mundo y denunciado como la historia de un monstruoso y criminal fracaso. Denuncio, EE.UU, la OTAN, Israel, en resumen Occidente han destruido el laicismo árabe.

    Lo cierto es que Occidente, la pesimamente llamada comunidad internacional en realidad la OTAN y algunos estados mercenarios y corruptos aliados, lo único que han conseguido ha sido destruir estados como Siria, Irak, Afganistán o Libia con miles de muertos, destrucciones, millones de refugiados… Y a todas y todos esos que protestan por la llegada a Europa de cientos de miles de personas huyendo del hambre, la guerra y la persecución, sepan que son producto de la acción neocolonial, violenta, cruel y encima fracasada, derrotada y sin futuro de los EE.UU y sus aliados y mercenarios. Toda esta destrucción, solo ha servido para enriquecer a tipos occidentales, ricos, ultraconservadores y trumpistas, empresarios sin escrúpulos, mafiosos de todo tipo incluyendo proxenetas y traficantes de armas. Encima la OTAN haciendo el ridículo más espantoso, sino fuera porque eso va a costar vidas de inocentes, que eso si no serán pecosos rubitos. Seguiré.   

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    ¿Quién manda aquí, el gobierno del rey o el oligopolio eléctrico?

    ¿Quién manda aquí, el gobierno del rey o el oligopolio eléctrico?

    Carlos Martínez, es politólogo y secretario general del Partido Socialista (PSLF)

    Las continuas subidas de la luz además de ser un atraco consentido por el gobierno de coalición contra todas las clases populares y trabajadoras de todo el estado español y lo afirmo con tristeza, viendo como se frustran las esperanzas de cientos de miles de personas sencillas y humildes que los han apoyado, es un fraude contra todo un Estado incapaz de enfrentarse a los poderosos de la energía y otros sectores de las grandes empresas y multinacionales que son escuchados inmediatamente por el gobierno y el rey, mientras que los sectores populares y obreros no reciben ni la misma atención ni interés. Recibir cada dos o tres meses a los profesionales que dirigen dos centrales sindicales de las varias que existen, hoy y ahora no representa a la clase trabajadora y además el gobierno y la CEOE de sobra conocen su debilidad, sus deudas y sus embargos. 

    Volvamos al asunto, lo malo de la subida de la luz, no es solo que nos roban miserablemente con unos precios hinchados de sobre costes artificiales y mentirosos que tanto técnicos y expertos como varias organizaciones de consumidores han denunciado con mucha frecuencia. Además el precio de la electricidad hace subir los precios de los alimentos, el comercio y los servicios, así como la competitividad de miles de empresas. Lo que ocurre en este reino, es que cada vez es más duro vivir y más caro comer frutas y verduras. Ante esto los parches del IVA y otros que prepara el gobierno de progreso, no son suficientes, mero parcheo al objeto de proteger al oligopolio eléctrico a costa de todas y todos,  puesto que no es el gobierno el que debe dejar de recaudar impuestos para incrementar la sanidad, la educación o las prensiones, sino las propias compañías eléctricas que obtienen cifras escandalosas y encima extorsionan a todo el reino de España. Solo la nacionalización de las energías solucionará el problema o al menos de inicio una decidida acción política al objeto de rebajar el precio de abuso e intervenir desde el estado en el mal llamado mercado eléctrico, pues no es un mercado, es un servicio público y esto hay que resaltarlo, la electricidad es un servicio público, insistimos y un derecho humano consolidado ya. Los temores de Teresa Rivera o más bien su defensa descarada del oligopolio, no se puede realizar sin la complicidad gubernamental y el apoyo de Calviño y Pedro Sánchez.

    Entiendo que desde posiciones socialistas y republicanos, denunciar esta situación, es una obligación moral y ética. Son cuestiones como estas: la carestía de precios, salarios congelados, precariedad laboral y el robo eléctrico lo que hace subir a la extrema derecha y es Sánchez el responsable directo del crecimiento de VOX o del PP. A la extrema derecha no se le para con publicidad y demagogia, se le frena con políticas y realidades de reparto, justicia y democracia. Ni colas del hambre ni carestía de precios. Justicia, precios justos, alza de salarios y pensiones y fin de la corrupción. 

    A esto hay que añadirle que mientras tanto, se protege la corrupción de la corona y se impiden las funciones democráticas del parlamento con excusas puramente políticas que no resisten el más mínimo examen desde un punto de vista de la ciencia política y constitucional comparada. Si el parlamento que representa la soberanía popular no puede controlar todo y a todas y todos sin excepción, es que no existe democracia ni siquiera liberal puesto que hay una familia superior a la soberanía popular y eso conculca la libertad.

    Un estado al que poderosas empresas ponen de rodillas es un estado que no vela por los intereses de ciudadanas y ciudadanos, ni siquiera por sus propios intereses.

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    Sobre la necesidad del partido de la clase trabajadora

    Sobre la necesidad del partido de la clase trabajadora

    Carlos Martínez es del Partido Socialista (PSLF) y del consejo científico de Attac

    La clase trabajadora es una realidad, existe y cada vez está menos dotada de servicios, derechos sociales y del salario. Cuando sus miembros se jubilan sus pensiones públicas corren el riesgo de ser privatizadas y sus miembros más jóvenes corren un riesgo certero de no tenerlas. La mitad o más de la mitad de la clase trabajadora, las mujeres, sufren violencia machista e institucional, brecha salarial y doble explotación, solo por el hecho biológico de ser mujeres. Sin embargo, esta clase cada vez más numerosa sufre del vaciamiento cultural y del orgullo personal de ser gente digna que vive de sus manos, inteligencia , fuerza o creatividad, ya sea como asalariadas, estudiantes, pensionistas o por su cuenta como falsos autónomos o cooperativistas, temporeras y temporeros, agricultores y agricultoras o creativas y creativos.

    El postmodernismo y el populismo “progresistas” los han convertido en gente, hurtando y disolviendo la capacidad de organizarse y defenderse, solo son votantes. La ruptura ideológica de los populismos con los movimientos laboristas, laboralistas, socialistas y socialdemócratas coherentes a arrojado a los partidos obreros que lo fueron, en manos de élites burguesas, altas y altos funcionarios del estado o de las burocracias internacionales, que con los votos de la clase trabajadora y su control de los partidos ex obreros trafican y diseñan políticas que favorezcan los intereses del poder, de los poderosos y las mafias, a cambio de unas migajas o avances en derechos civiles y de costumbres, al tiempo que nos hurtan derechos laborales, sanitarios o educativos y de previsión social convertidos en negocio del capitalismo.

    Este panorama nos indica que en primer lugar el populismo ha fracasado, lo mismo que lo hizo el estalinismo. Que recuperar los partidos obreros tiene grandes dificultades y a pesar de victorias parciales como la del gran Jeremy Corbyn a pesar de que el laborismo sigue siendo una expresión de clase, que las derechas incrustadas y dominantes en la socialdemocracia con apoyo de los medios del sistema tanto de comunicación, como de los poderes judiciales, empresariales y la prensa y la televisión, son una poderosa arma de disuasión.

    Sería una grave equivocación cometer nuevos errores, es decir la construcción en su momento de los partidos obreros les llevó tiempo, tuvieron que formar y buscar cuadros, crear estructuras de la nada, enseñar a leer y escribir a sus militantes, mientras hoy y ahora en el estado español, tenemos miles y miles de personas validas e inteligentes arrojadas a la basura o a su casa por las élites de clase media y media alta que dominan la izquierda oficialista en su conjunto. Grandes profesionales, intelectuales, sindicalistas, luchadores y luchadoras sociales, dirigentes y militantes feministas, vecinales, con plena capacidad e inteligencia machacadas y machacados por las oligarquías de hierro de los partidos cuajadas de arribistas, mediocres y personas sin oficio ni beneficio que mueren matando por un carguillo, eso sí, remunerado.

    Por tanto fracasados los experimentos de frentes, alianzas y amplios movimientos de gente, vuelve a llegar la hora de construir partido plural y de amplia base democrática, que sin prisa ni aceleración, pero tampoco sin pausa elaboren un programa político, trabajen en los municipios en ayuntamientos, sindicatos y asociaciones. Un partido no electoralista, es decir o creamos un sólido suelo o todo se disolverá y las mismas cadenas de televisión que auparon al populismo patrio, lo denigrarán o falsearán cuando interese. Tal y como ya ha ocurrido en nuestro país.

    Como nos enseña el DSA los socialistas norteamericanos, podemos incluso apoyar en determinados lugares y circunstancias a candidatos y/o partidos mejor posicionados al tener mejores y más medios como fase intermedia e influir y volver a crear conciencia socialista.

    El socialismo, no es patrimonio de nadie y menos de quienes lo utilizan para beneficiarse y a su vez impedirlo, por ejemplo el socialismo y sus propuestas son incompatibles con la constitución vigente, al igual que la reivindicación republicana, que no se trata de poder sacar los símbolos de la II República cada 14 de Abril, sino de acabar con la corrupción y la ausencia de democracia y laicismo que la monarquía vigente impone.

    Por tanto desde el ecosocialismo, el feminismo, la organización de la clase trabajadora, la defensa de la libertad y el cambio, construir el espacio que nos permita reagruparnos, actuar, ser felices haciendo política y negociar, consensuar entre nostras y nosotros. Se trata no de crear una maquinaria electoral sino de dar el paso cuando sea posible, trabajar por hacerlo posible, pero tener estrategia, visión e intervenir en la luchas sociales, sindicales y vecinales. Sabiendo que el sistema y sus cipayos siempre nos dirán que no es posible el salto electoral, no es la hora, estamos dividiendo ¿Estamos dividendo qué? ¿Su carrera profesional o funcionarial? Mientras cada vez la sanidad se deteriora más, las eléctricas nos roban impunemente, los bancos privados y privatizados despiden o cierran servicios y atención, se lamina a los pequeños empresarios y agricultores y se liquida el salario. Por eso la clase trabajadora, entiendo, necesita su partido y personas para ello y ver qué y cómo lo hacemos sobramos. Tendremos el desprecio de las élites, pero esas oligarquías tienen el nuestro. Pobrecillas y pobrecillos sin sus puestos no sabrían que hacer.

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    INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS

    INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS

    1.- La pandemia del Covid-19 y la incapacidad del capitalismo para atender la salud pública y garantizar el bienestar social.

    El neoliberalismo como apuesta sistemática por una globalización del mercado sin regulaciones e intervenciones de los estados ha sufrido una fuerte erosión en su credibilidad como consecuencia de la pandemia del Covid-19. El desastre de la falta de coordinación en el seno de la Unión Europea, la tardanza en aplicar medidas restrictivas de la movilidad, una desescalada precipitada antes del verano de 2020 que favoreció la siguiente ola de contagios, en definitiva la prioridad de los intereses económicos sobre la salud ha tenido gravísimas consecuencias sobre la vida de millones de personas, muchas de las cuales se podrían haber evitado, por otra parte la gestión de la vacunación ha sido muy poco eficaz al estar sometida a los intereses de las empresas farmacéuticas en su producción y distribución sin tener en cuenta que la pandemia solo se puede combatir eficazmente extendiendo rápidamente la vacunación a toda la humanidad.

    La comparativa con la eficacia de las medidas aplicadas por el gobierno de la China Popular ha puesto al desnudo las miserias e incompetencias del neoliberalismo. La apuesta decidida del estado chino para situar la defensa de la salud pública como objetivo prioritario, con estrictas restricciones de la movilidad a pesar de su coste económico, ha permitido salir rápidamente de la pandemia y reanudar el funcionamiento pleno de la economía.

    Sin embargo, los gobiernos de los estados capitalistas, Unión Europea incluida, siguen sin aprender la lección al seguir sometidos a los intereses de las farmacéuticas y negarse a levantar las patentes, con lo cual limitan su producción y retrasan la vacunación de toda la población mundial, favoreciendo la aparición de nuevas variantes y mutaciones del coronavirus, con el riesgo de reducir o anular los efectos de las primeras vacunas.

    Junto con las graves deficiencias en la defensa de la salud pública, también se han puesto al descubierto las graves consecuencias del progresivo desmantelamiento del llamado estado del “bienestar social” que han dejado en situación de desempleo y vulnerabilidad a amplios sectores de la sociedad golpeados por los efectos de la pandemia del covid-19 sobre la economía.

    La gestión de la pandemia ha generado desafección entre la ciudadanía hacia las instituciones y el “desorden” neoliberal, también ha provocado que en la sociedad haya avanzado la conciencia de la defensa de la salud pública, de priorizar la salud sobre los intereses de las empresas farmacéuticas, clínicas privadas y bancos. Lo cual permite profundizar en la reflexión de la necesidad de superar un sistema ineficiente e inhumano.

    Ante la perspectiva de futuras crisis sociales, entre los economistas del sistema, surgen las primeras reflexiones sobre la superación del neoliberalismo recuperando políticas keynesianas y avanzar hacia un “capitalismo de estado”. Sin embargo, dichas posiciones no garantizan que un mayor papel del estado en la economía favorezca la redistribución de la riqueza y un mayor bienestar social, y que más adelante las posiciones globalistas neoliberales puedan regresar. Por el contrario, tal como ya ocurrió con la crisis del 2008, en muchos lugares, incluida España y Cataluña, se está tratando de aprovechar la crisis para profundizar en los recortes sociales y la privatización. Basta observar cómo se trata de reducir el gasto sanitario con la telemedicina, el gasto social por el aumento de la deuda o radicalizando las privatizaciones para retornar los préstamos del Plan de Rescate.

    2.- La evolución de las tensiones internacionales y la apuesta de Joe Biden por fortalecer la OTAN.

    Las tensiones internacionales heredadas de los últimos mandatos presidenciales de EEUU persisten, durante la época de Trump algunos de los frentes como el conflicto entre Ucrania y Rusia, la persistencia de las agresiones contra Siria a pesar de la derrota de la alianza imperialista en dicho conflicto, las amenazas contra Irán, el conflicto entre Israel y Palestina, Marruecos y Sahara, amenazas y bloqueo a Venezuela y Cuba, se vieron agravados. Pero la apuesta proteccionista, acompañada de cierto distanciamiento con la UE, la exigencia a los estados de la UE que aportaran recursos a la estructura militar imperialista tuvo el efecto contrario y debilitaron a la OTAN.

    Los últimos cambios que se han producido en América Latina significan un vuelco a la izquierda del continente, son también una derrota del imperialismo USA: el triunfo incontestable del MAS en Bolivia tras el golpe de estado; las movilizaciones populares en Chile -a pesar de la violencia criminal del régimen- se han traducido en un avance incontestable de la izquierda y la apertura del proceso constituyente que ha tirado a la basura de la historia las políticas neoliberales y la constitución de Pinochet; las grandes y persistentes movilizaciones  populares en Colombia a pesar de sufrir numerosos asesinatos por las fuerzas del orden y la ultraderecha han arrinconado al gobierno derechista de Ivan Duque; la creciente contestación social en Brasil contra el presidente Bolsonaro y sus políticas derechistas  e irresponsables ante la pandemia; el reciente triunfo en las elecciones de Perú de la candidatura de Pedro Castillo, representante de la formación de izquierdas Perú Libre, que ha derrotado a Keiko Fujimori representante de la derecha y de la corrupción sistémica.

    La victoria de la derecha en Ecuador queda aislada ante la tendencia de cambio a la izquierda en América Latina, y será derrotada por la resistencia popular. El asesinato del presidente de Haití, mediante sicarios colombianos e inteligencia norteamericana, es otra muestra de las acciones desesperadas del imperialismo en esta fase de pérdida de hegemonía. También, sus intentos para aprovecharse del malestar social generado por el prolongado bloqueo económico y de recursos sanitarios de Cuba, en plena pandemia, con el objetivo de desestabilizarla e imponer su dominación, y tapar los fracasos en Afganistán y Haití. A pesar de activar todos sus recursos de intoxicación y bandas a sueldo, los recientes disturbios no consiguieron sus propósitos, pero han tenido el efecto de movilizar a la ciudadanía en Cuba y en todo el mundo haciendo fracasar la conspiración. Las manifestaciones se les han vuelto como un bumerán, la agitación para justificar una intervención militar de EEUU, ha provocado la movilización social y política en numerosos países en defensa del fin del bloqueo, incluso en los mismos EEUU.

    Con el nuevo presidente de EEUU Joe Biden la imagen de una presidencia moderada, dialogante, no puede ocultar sus verdaderas intenciones y objetivos. En primer lugar, es de destacar que mantiene las actitudes proteccionistas económicas de su predecesor, y que incrementa su presión sobre China y Rusia. A diferencia de Trump reactiva su participación en la OTAN, es decir, refuerza su alianza prioritaria con los estados de la Unión Europea, como se ha manifestado en la reciente cumbre de la OTAN en Bruselas, con el objetivo de concentrar la presión militar sobre China y Rusia, tal como establecen las recomendaciones que figuran en  el documento elaborado por la OTAN “Análisis y Recomendaciones del Grupo de Reflexión designado por el Secretario General de la OTAN”, en el apartado 4.2  “Fortalecimiento del papel político y las herramientas de la OTAN con respecto a las amenazas y desafíos desde todas las direcciones”, con recomendaciones específicas y prioritarias hacia Rusia y China que continuamente  están poniendo en práctica.

    La decisión del gobierno de España de reforzar la participación de tropas españolas en Letonia se inscribe en la orientación de la OTAN para presionar a Rusia. La reciente visita del presidente del gobierno de España Pedro Sánchez a la base de la OTAN en Lituania para expresar el apoyo a las tropas españolas desplazadas al país báltico, junto con el incidente con aviones rusos que obligaron a suspender la rueda de prensa, muestra el grave peligro de poner en el foco de las tensiones militares a España. La irresponsabilidad de Pedro Sánchez merece la condena de la ciudadanía pacífica y antimilitarista, y pone en un serio dilema a Unidas-Podemos. ¿Serán coherentes con sus principios, o los sacrificarán en el altar de su participación en el gobierno?

    La resistencia del imperio norteamericano a reconocer su pérdida de hegemonía  y la multipolaridad ya implantada en el planeta, con el incremento vertiginoso del poder económico, militar e influyente de China, así como el papel económico y militar de Rusia, y por otra parte, la no aceptación del debilitamiento de EEUU en su pretensión imperial, la erosión de su poder económico tras el retroceso del dólar como moneda de cambio internacional, etc., es una fuente de riesgos y peligros que amenazará la coexistencia multipolar, y por consiguiente la paz.

    La realización de la próxima cumbre de la OTAN en España, en lugar de prestigiar su papel internacional y ayudar a una posición mediadora en los conflictos, favorece la sumisión del gobierno de España a los objetivos de la OTAN y de EEUU, y en consecuencia arrastra al estado español a su participación nuevamente en posibles conflictos, recordemos su papel en la guerra con Irak. Por otra parte, no garantiza que la alianza de EEUU con Marruecos disminuya y se frene el objetivo de consolidar su dominación sobre el Sahara.

    La preparación de una campaña contra la cumbre de la OTAN en España y la recuperación de la consigna “Bases fuera” es una de las tareas que deben afrontarse, con el objetivo de movilizar la conciencia antiimperialista y pacifista en España, y clarificar el debate sobre objetivos estratégicos, proyecto de país y de valores. Hay que tener presente que el destino de la civilización está en peligro por los riesgos de que se desencadene un gran conflicto geopolítico con el inmenso poder de destrucción del armamentismo acumulado y las continuas provocaciones, que cada día se repiten, del imperialismo en su inexorable declive.

    3.- La Unión Europea se aferra al salvavidas de los fondos de recuperación económica

    Tras la fractura de la Unión Europea con el “Brexit” de Reino Unido, las crecientes tensiones económicas entre el Norte y Sur de Europa, la gestión deplorable e ineficiente de la pandemia, al menos en la primera ola y durante 2020, ha generado desafección que se expresa en el auge de formaciones de extrema derecha y nacionalistas. A ello hay que añadir las tensiones crecientes con el gobierno de Hungría, también de Polonia. La UE sigue agrietada y muy lejos de estar consolidada como proyecto unificador de los pueblos europeos.

    La aplicación de políticas expansivas monetarias por el Banco Central Europeo y la Comisión Europea ha conseguido en lo inmediato contener los efectos de la crisis económica provocado por las restricciones ante la pandemia, al precio de un aumento del déficit y de la deuda, y de la ruptura transitoria con los dogmas neoliberales sobre dichos objetivos establecidos en el Tratado de estabilidad presupuestaria.

    Ante la gravedad de la crisis económica, donde las empresas españolas han perdido el doble (80.000 millones de euros) en relación a las pérdidas originada en la crisis-depresión entre 2008-2013, situación que puede proyectarse en mayor o menor medida al resto de países de la UE, la Unión Europea ha lanzado el Fondo de recuperación económica, bautizado como nuevo “Plan Marshall”, con el objetivo de generar confianza, reducir la desafección, y generar una nueva ilusión sobre un posible avance de la Unión Europea hacia unas relaciones internas más justas y solidarias.

    Sin embargo, un análisis realista sobre dichos Fondos nos muestra serios límites para conseguir los objetivos anunciados. En primer, lugar hay que señalar que, la cuantía de los fondos, disminuyeron sobre las estimaciones iniciales; en segundo lugar, se vinculan a una condicionalidad que, en el caso de España, pasa por mantener lo fundamental de la precariedad laboral y la contrarreforma de 2012, avanzar en la contrarreforma de las pensiones y su privatización al menos parcial, así como extender los objetivos de privatizaciones a otros sectores como salud y educación. Además, tal como han señalado diversos trabajos de análisis y denunciado movimientos sociales, como la Alianza de Mareas y Movimientos Sociales, a la falta de transparencia en la gestión de dichos fondos en España, en relación a sus objetivos reales, es de temer que gran parte de tales fondos sirvan para transferir recursos a empresas transnacionales y bancos para invertir en su automatización, y digitalización, con el consiguiente destrucción de empleo, y que la parte destinada a mejorar la salud y educación pública, a la protección social sea mínima o nula.

    También, hay que añadir, la previsible pugna en su distribución autonómica y su utilización para comprar voluntades e influencia.

    De los fondos de recuperación solo la mitad es una aportación neta y la otra mitad es deuda que el estado debe devolver. Pero incluso, la aportación neta, deberá financiarse por el conjunto de la Unión Europea, y una parte probablemente recaerá sobre España. Además, hay que en cuenta que España tras la ampliación de la UE se ha convertido en contribuyente neto, lo cual reduce los efectos económicos del Fondo de Recuperación.

    Los problemas estructurales de la Unión Europea, derivados de una moneda única que perjudica a los países con menor productividad, seguirán traduciéndose en un balance del comercio exterior deficitario y en consecuencia el aumento de la deuda de empresas y estado español. Si no se avanza en medidas de solidaridad efectivas y de mayor dimensión, la protección social respecto del desempleo y la vulnerabilidad creciente, etc., tras el alivio limitado que suponen los fondos de recuperación económicos de la UE, nos podemos encontrar ante un aterrizaje abrupto con la realidad, cuando se intenten reimplantar la austeridad y la disciplina fiscal en un contexto de inestabilidad financiera y un nivel de deuda impagable.

    Además, lo verde no es del todo verde: El pasado mes de julio el Parlamento europeo hizo pública la nueva estrategia para combatir el cambio climático, es la llamada [Fit for 55]. La Comisión habla de una revolución en las formas de vivir, consumir y relacionarse. Curiosamente los 27 países de la UE sólo son responsables del 9% de los gases de efecto invernadero.  

    La comisión europea y en especial la señora Ursula Von de Layer, que tan pésimamente está gestionando las vacunas contra la covid-19, ahora se transmuta en ortodoxa ecologista e impone una “revolución” que nos afectará enormemente.

    No velan por el ecologismo porque no tocan el núcleo de las formas privadas de apropiación sino que pretenden expropiar aún más a las clases populares en beneficio de los que hasta ahora habían sido los grandes contaminadores de nuestro continente. Es una fase más de la llamada expropiación por desposesión.

    Con la excusa del necesario cambio en el modelo productivo para hacerlo cada vez más ecológico y cuya necesidad nadie discute se pretende a través de nuevas normas promover, por ejemplo, el cambio del coche actual (gasolina o diesel) por el coche eléctrico. Hace pocas semanas el gobierno presentaba un proyecto para cambiar el parque automovilístico por otro eléctrico (se prohibirá la producción de los coches de combustión interna en 2035), para realizar esta transformación las arcas públicas aportarán 4.295 millones de euros para transformar esa industria. De esta forma con dinero público se ayuda a empresas como Volkswagen, que mintieron con sus emisiones de CO2  y se paga la renovación del stock de sus vehículos.

    Se ayuda con fondos públicos a las eléctricas para modernizar sus instalaciones con dinero de todos mientras en paralelo obtienen beneficios obscenos que privatizan. Las propuestas de la comisión no son sino fórmulas para garantizar la renovación de stocks producidos y que no tienen salida pagadas con fondos públicos. Las normativas son de tal calado que provocan miedo en los sectores dominantes por las revueltas sociales que puedan generar. Un tiempo de movilizaciones importantes se avecina.

    Todo ello viene a corroborar que la UE no es un proyecto político orientado al apoyo mutuo para el progreso y desarrollo de sus miembros sino, por el contrario, un proyecto de gobernanza para administrar las condiciones de supremacía de los más fuertes, a costa de suprimir la soberanía en los Estados, que hoy en día son el mejor instrumento para las transformaciones sociales y económicas necesarias.

    4.- Balance del gobierno “de progreso” antes de su remodelación

    La ilusión generada por el gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, llamado gobierno de “progreso”, ha sido puesta a prueba con la gestión de la Pandemia del Covid-19 y sus efectos sociales y económicos.

    Los compromisos pactados en el programa común han tenido una aplicación muy deficiente como es el caso del “Ingreso Mínimo Vital”, que además de una cuantía económica insuficiente solo ha dado cobertura al 30 % de la población vulnerable sobre los objetivos iniciales, lo cual ha provocado malestar y frustración social.  La derogación de la reforma laboral de 2012 de Mariano Rajoy sigue dilatándose en el tiempo, y se anuncia que no será completa, conservando algunos de los elementos más nocivos como el abaratamiento del despido, haciendo evidentes las concesiones a la condicionalidad de los fondos de recuperación de la UE. La contrarreforma de las pensiones, si bien se aparcan temporalmente los objetivos privatizadores, de nuevas vías para su sostenibilidad penalizando a la generación “baby-boom”, y en el reciente pacto entre el gobierno PSOE-Unidas Podemos con la patronal y CCOO-UGT, se anulan algunas de las medidas de la contrarreforma de Mariano Rajoy como la versión de sostenibilidad de las pensiones, se vuelven a actualizar con el IPC anual, etc., debido en lo fundamental a la gran movilización permanente de Marea Pensionista-COESPE, pero por otra parte tratan de legitimar una segunda etapa del acuerdo para este otoño en que se amenaza con nuevos recortes que afectarían las nuevas pensiones y el propio sistema público de pensiones.

    De hecho, en esta primera fase del acuerdo se adoptan medidas que penalizan y reducen las prejubilaciones anticipadas, y hacen efectivo el retraso de las jubilaciones a los 67 años, en aplicación de la reforma del gobierno de Zapatero pactada con CCOO-UGT en 2011.

    Todo ello nos advierte de la necesidad de no bajar la guardia ante los intentos de recortarlas por otras vías. En todo caso, se ha hecho evidente la ausencia de planes ni proyectos de creación de empleo o de algún replanteamiento del modelo económico que diversifique la economía con proyectos de carácter público, que nos haga menos dependientes del turismo, así como el menosprecio a la gravedad de las condiciones de desempleo y sus costes sociales.

    El compromiso de derogar la ley mordaza todavía no se ha hecho efectivo. El proyecto de ley de la vivienda sigue paralizado, con anuncios insuficientes en la regulación de los alquileres, y sin abordar las principales reivindicaciones de la plataforma “Iniciativa para una ley que garantice una vivienda digna” donde se reclama la prohibición de los desahucios, el desarrollo de un parque público de vivienda de alquiler que represente el 20% de las viviendas actuales, etc.

    Tampoco se han adoptado iniciativas legislativas para reforzar la salud pública y revertir su privatización. No se han puesto en marcha medidas para exigir responsabilidades ante la gestión criminal de las residencias de gente mayor, y avanzar hacia su carácter público.

    La gestión del gobierno ante la reciente subida de las tarifas eléctricas ha sido muy deficiente, sometido a los intereses de las compañías energéticas presentan como “progresistas” una bajada de impuestos, en lugar de adoptar medidas que vayan al núcleo del problema: el carácter privado de dichas empresas, con transferencias de beneficios a los países donde residen sus matrices, es definitiva, la resistencia a nacionalizar un sector estratégico. También hay que señalar la privatización de Bankia en lugar de avanzar hacia una banca pública de dimensiones y capacidades a la altura de las necesidades. Etc.

    Sin duda las medidas impulsadas desde el Ministerio de Trabajo para paliar los efectos económicos de la pandemia sobre el empleo, los ERTES, han sido importantes, aunque su aplicación ha sido más limitada que en otros países de Europa, como Alemania y Francia. Queda por ver, tras el fin de la pandemia, la dimensión de la destrucción del tejido económico, en medianas y pequeñas empresas, y las medidas que se impulsarán para crear empleo, o bien distribuir la riqueza y el trabajo avanzando hacia la reducción del tiempo de trabajo sin reducción de salario.

    Otras medidas aprobadas, como el Real Decreto de la Ley “Trans”, han suscitado importantes controversias ideológicas y han dividido al movimiento feminista.

    Las tensiones en el seno del gobierno han sido públicas ante los dilemas de su gestión. La influencia de los ministros/as más cercanos a los intereses y orientaciones de la Comisión Europea es importante, y el papel de Unidas Podemos, salvo alguna excepción, ha aparecido como subalterno ante la ciudadanía.

    En las condiciones de un gobierno sin mayoría parlamentaria, su supervivencia ha dependido de su capacidad para tejer acuerdos con otras fuerzas políticas en el Congreso de Diputados, especialmente con las formaciones nacionalistas o periféricas. Esta dependencia del apoyo nacionalista, y la gestión del conflicto territorial, ha facilitado que la derecha conservadora, Ciudadanos, PP y VOX, se echen al monte, intentando capitalizar la bandera de la unidad de España, que han ayudado, tras la crisis de Ciudadanos en las diversas contiendas electorales, a la recuperación en votos del PP particularmente en la comunidad de Madrid (no extrapolable al resto de España), pero anuncia un cambio de tendencia. En esta situación el PSOE, y el presidente Pedro Sánchez, tienen dificultades para abrir una crisis de gobierno que precipitara un adelanto electoral, que en el mejor de los casos reproduciría el actual mapa electoral, y en el peor escenario, una mayoría parlamentaria de las derechas.

    La remodelación de gobierno por el presidente Pedro Sánchez tiene importantes significados, y diversas lecturas que se clarificarán durante su andadura en lo que queda de legislatura. Sin duda, el más importante, es el mensaje que se envía a Bruselas, la patronal y la Banca, al reforzar el papel de Nadia Calviño que se convierte en vicepresidenta primera y el mantenimiento del ministro José Luis Escrivá a pesar de su impopularidad, ambos defensores de las imposiciones de la Comisión Europea respecto de la reforma laboral y de las pensiones; la sustitución de la ministra de asuntos exteriores Arancha González Laya es una clara concesión al rey de Marruecos; otros aspectos de la reestructuración afectan a su anterior núcleo duro, Ivan Redondo, Carmen Calvo, Ábalos, etc,, defenestrados con el objetivo de reforzar su papel como presidente, acallar voces discordantes en dicho núcleo, y con los perfiles de las nuevas ministras/os enviar un mensaje de renovación, juventud, feminismo, estrechar las relaciones con el PSOE, y preparar los próximos procesos electorales autonómicas potenciando figuras afines a Pedro Sanchez, así como las elecciones generales en 2023.

    La presencia de Unidas Podemos no se ha visto afectada directamente en la remodelación, pero sí indirectamente, al potenciar el papel de Nadia Calviño que previsiblemente frenará o reducirá la dimensión de la derogación de la reforma laboral de 2012, poniendo en evidencia los límites del socio minoritario y de Yolanda Diaz en el gobierno.

    Con esta remodelación del gobierno Pedro Sánchez trata de evitar un adelanto electoral, contando con una actitud prudente de Unidas Podemos, poco interesada en un escenario donde puede perder votos y escaños. Sin duda, Pedro Sanchez jugará sus cartas para ganar tiempo y recuperar credibilidad política y electoral, para ello cuenta con el fin de la pandemia y de las restricciones de movilidad, la recuperación del turismo y el rebote del crecimiento económico, los efectos de los fondos de recuperación, etc. También dependerá del desbloqueo de la ley de la vivienda, de la dimensión de la derogación de la reforma laboral y de la magnitud de la reforma de las pensiones. Según lo que suceda con estas reformas, la capacidad de generar satisfacción o frustración social, el gobierno de coalición gozará de estabilidad o no.

    Sin embargo, el grado de incertidumbre sigue siendo muy alto, como demuestra la una nueva ola del Covid-19, variante Delta, con importantes repercusiones sobre la salud pública, y la recuperación económica.

    La reciente gira del presidente Pedro Sánchez por Estados Unidos con el objetivo de seducir al mundo financiero y de negocio norteamericano, como los “fondos buitre” de inversión y de especulación inmobiliaria BlackRock, abre serios riesgos de concesiones al neoliberalismo, en especial sobre el derecho a la vivienda, más allá del “sueño” de crear en España el Hollywood europeo….

    Finalmente, el nuevo escenario del conflicto territorial tras los indultos, el dilema entre solución política en el marco constitucional, o un nuevo reto independentista, marcará los próximos tiempos.

    5.- La crisis territorial en España y la apuesta de los indultos para favorecer una solución política

    La concesión por el gobierno de los indultos a los líderes independentistas condenados por los hechos de octubre 2017 en Cataluña, además de un acto humanitario, es un gran gesto político para generar distensión en una gran parte de la sociedad catalana y crear las condiciones que favorezcan la negociación para encontrar una solución política al conflicto territorial.

    La carta de Oriol Junqueras reconociendo que la vía de la unilateralidad fue un error es un signo positivo en la evolución de sectores independentistas, particularmente en ERC.

    Sin embargo, la decisión adoptada por el gobierno tiene riesgos de enorme importancia, si finalmente la negociación se encallara y el bloque independentista respondiera con nuevas decisiones que chocan con la legalidad vigente.

    El conflicto territorial, por su naturaleza, genera sentimientos y emociones encontradas en el seno de la ciudadanía de Cataluña y entre esta y el resto del estado español. Al enquistarse y radicalizarse crea espacios políticos en Cataluña que son capitalizados especialmente por el bloque independentista y en España por la derecha conservadora y centralista representada por PP, Ciudadanos y especialmente por VOX.

    En gran medida la radicalización del conflicto territorial tiene su origen en la sentencia del tribunal constitucional que dejó sin efecto algunos artículos del Estatuto de Autonomía refrendado por la ciudadanía en 2006. Las limitaciones del régimen político de la transición, de  una constitución que impide el pleno desarrollo de un modelo federal, la persistencia de una monarquía en horas bajas por la corrupción del rey emérito Juan Carlos, de una constitución que sufrió el 26 de septiembre de 2011 una involución con la reforma del artículo 135 que socava la soberanía popular en temas económicos y sociales de gran trascendencia, el malestar social que expresó el movimiento del 15 M de los indignados que llegaron a rodear el Parlament en 2011, crearon las condiciones de frustración social y malestar político que fueron aprovechados por el gobierno de Artur Mas para desviar el malestar político social hacia el conflicto territorial, con  la convocatoria de la consulta popular sobre el futuro de Cataluña el 9 de noviembre de 2014.

    La pasividad del gobierno de Mariano Rajoy ante la evolución del conflicto territorial radicalizó a una parte de la sociedad catalana que abrazó las tesis independentistas y fue interpretada por sus líderes bajo el gobierno de Puigdemont como un signo de debilidad del estado y el momento propicio para proclamar la independencia, incumpliendo la propia legalidad del estatuto de autonomía de Cataluña,  con la aprobación en el Parlament el 8 de septiembre de la  antidemocrática “ley Fundacional de la República y de Transitoriedad” que negaba la separación de poderes, y convocando el referéndum de 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración unilateral de la independencia, de cortísima duración.

    La carga de ilusión y emoción en el bloque independentista les impidió hacer una valoración realista de la correlación de fuerzas con el estado español, de la debilidad que representaba contar con un apoyo inferior a la mitad de la ciudadanía en Cataluña, así como de falta de apoyo significativo en la Unión Europea y el resto del mundo. La derrota se consumó con la aplicación del artículo 155, sin resistencia significativa en Cataluña, y la detención de los principales líderes del independentismo.

    ¿El espacio independentista ha sacado las conclusiones de una estrategia, la unilateralidad, abocada a la derrota con las actuales correlaciones de fuerzas?  Esta es la gran interrogante. La historia de España enseña que los grandes cambios, la proclamación de la II república, y el triunfo del Frente Popular, fueron posible con la construcción de una amplia alianza social y popular, con la participación de la clase obrera, y con objetivos de transformación social de carácter transversal en todo el territorio de España. Por el contrario, la proclamación por Frances Maciá de «una República Catalana dentro de la Federación Ibérica»​ solo duró tres días.

    Las próximas semanas y meses irán despejando los interrogantes sobre la evolución del bloque independentista. Veremos si desciende o no la apuesta independista en una parte de la sociedad catalana, si se producen tensiones y rupturas en su seno, o bien, ante el malestar social por los efectos de la crisis económica producidos por la Pandemia, y las dificultades de encontrar una solución política de consenso mayoritario, se enciende nuevamente el impulso por proclamar unilateralmente la independencia.

    ¿El gobierno de España, especialmente el PSOE, ha sacado las lecciones de la crisis territorial con Cataluña y está dispuesto a reformas de que favorezcan una solución política duradera?  Probablemente Pedro Sánchez ofrecerá en el momento de definición de la negociación la elaboración de un nuevo Estatuto de autonomía con más competencias y un concierto fiscal que se aproxime a la del País Vasco y Navarra, y un referéndum sobre el acuerdo en caso de alcanzarse. Una propuesta de esta dimensión provocará la agitación de la derecha centralista española, también una nueva ola para generalizar dicho acuerdo al resto de autonomías, el famoso “café para todas”.

    Habrá que esperar para conocer los límites de la negociación en ambos lados de la mesa negociadora. Y el impacto de nuevos escenarios imprevisibles.

    En cualquier caso, la llave de la estabilidad del gobierno de coalición al estar en manos de ERC genera muchos interrogantes. ¿Prevalecerá el pragmatismo y un aterrizaje en la realidad de ERC que favorezca un acuerdo político dentro de los límites de la actual Constitución española?, o bien, ante el previsible malestar en los sectores más radicalizados del independentismo, Junts, CUP, ANC, con la evolución de la mesa de negociación, y la opción de hacer  caer el actual gobierno de la Generalitat presidido por Pere Aragonés en la moción de confianza pactada  para el ecuador de la legislatura, ¿optará ERC por superar la moción de confianza y conservar su influencia electoral en Cataluña, aunque sea al precio de la desestabilización del gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, forzando nuevas elecciones a pesar del riesgo de la posible victoria del bloque de la derecha centralista que capitalizaría el posible fracaso de las negociaciones, o bien, romperá con el bloque independentista y se abrirá a la formación de un nuevo gobierno con el apoyo, o participación, del PSC y de Cataluña en Comú-Podem?

    6.- La crisis del espacio político a la izquierda del PSOE.

    Los debates y dudas sobre la participación en un gobierno social-liberal como socio minoritario que precedieron a la formación del gobierno de coalición vuelven a renovarse tras constatar la pérdida de apoyo electoral de Unidas-Podemos en las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco, también en el gran bajón de votos en Cataluña, aunque se mantuvieran el mismo número de diputados.

    La gran ilusión generada tras los resultados de las elecciones al Parlamento europeo en 2014, y en especial, en las generales de 20 de diciembre de 2015, ha ido cayendo progresivamente, con rupturas en el seno de la cúpula fundacional de Podemos, la ruptura en Madrid con la formación de Mas País y  su reciente “sorpasso”  al PSOE en las elecciones de Madrid,  la ruptura de la alianza con los anticapitalistas en Andalucía, la disgregación en numerosos territorios salpicado de represiones internas para asegurar el poder del núcleo dirigente de Podemos. En esta crisis de Podemos hay que sumar las tensiones con Izquierda Unida, y con Cataluña en Comú, que recientemente acordaba iniciar su vinculación al Grupo Verde Europeo.

    El líder carismático de Podemos Pablo Iglesias, tras dimitir de la vicepresidencia del gobierno (por el que tanto apostó), con la justificación de cerrar el paso a la derecha en las elecciones de la Comunidad de Madrid, anunció su dimisión de la dirección de Podemos después de conocerse la victoria de Ayuso y los modestos resultados obtenidos por la candidatura de Unidas Podemos. El vacío de liderazgo en una organización que evolucionó hacia un modelo personalista rodeado de un núcleo disciplinado abre serios interrogantes sobre las posibilidades de una reorientación de su funcionamiento organizativo, con una participación efectiva de las personas inscritas, el respeto a la pluralidad interna y su integración democrática en todos los niveles de Podemos. Lo cual exigiría cambios en los estatutos y el reconocimiento de tendencias y corrientes.

    La rápida institucionalización de Podemos, especialmente de la órbita más cercana a su dirección, es una dificultad añadida para generar una nueva esperanza e ilusión entre las gentes que depositaron su confianza.

    La crisis en Podemos va de la mano de la crisis en Izquierda Unida. Sectores crecientes de IU están descontentas con la relación subalterna de la dirección de IU hacia Podemos.

    La evolución de la crisis de Podemos, con la creciente desafección de sus bases expresada en la baja participación de las personas inscritas en la elección de la nueva dirección en la última Asamblea. La apuesta por la ministra Yolanda Diaz como nuevo liderazgo político del espacio de confluencia de Unidas-Podemos. El silencio de la ministra, sus dudas y posibles condiciones para aceptar el liderazgo abren importantes interrogantes sobre la salida de la crisis de este espacio político.

    En este contexto, se acentúan las apuestas y movimientos de organizaciones como Mas País, Anticapitalistas de Andalucía, Compromís del País Valencia para articular una nueva alianza y confluencia. No puede descartarse que en función de la evolución de los acontecimientos políticos Cataluña en Comú reoriente sus alianzas y confluencias.

    Además, las organizaciones de este espacio diverso y fracturado a la izquierda del PSOE se resisten a abrir un debate real sobre el Proyecto Político para España con voluntad de transformación. El abandono de la soberanía popular para tomar las decisiones políticas y económicas de carácter estratégico, con un creciente sometimiento a las imposiciones de la Comisión Europea y el BCE, como se desprende de la sumisión a la condicionalidad de los Fondos de Recuperación económica, la ausencia de crítica al proyecto de la Unión Europea y del papel de la moneda única, la aceptación práctica de la decisión de realizar la próxima cumbre de la OTAN en España. La huida hacia adelante en la gobernanza de España sin hacer un balance y abrir el debate sobre la participación en el gobierno de coalición con el PSOE en una correlación de fuerzas desfavorable para el socio minoritario.

    En tales condiciones, y ante los escenarios complejos y difíciles que se aproximan, sean como consecuencia de la próxima crisis económica internacional que enseña las orejas con el fuerte aumento de la inflación en EEUU,  de las presiones de Bruselas para volver a la senda de estabilidad presupuestaria una vez se consideren superados los efectos económicos de la pandemia, de la evolución del malestar social conforme la ciudadanía  supere los temores y restricciones de movilidad tras el final de la pandemia, o bien si fracasa la operación política para encarrilar el conflicto territorial, hace más necesario y urgente abrir el debate político, y  avanzar hacia la reconstrucción, refundación, etc., del espacio de la izquierda con voluntad transformadora.

    Pero esta refundación no puede ser un proceso en clave meramente electoral. El sistema bajo el que nos encontramos ha demostrado que es capaz de digerir y transformar regresivamente cualquier intento de cambio que no se fundamente en una organización y empoderamiento de las clases populares. Su control de los medios de comunicación, su monopolio económico y su articulación global no permite a los pueblos que se emancipen, si estos no se organizan sobre exigencias y proyectos alternativos claros y se movilicen de manera estructurada, democrática y participativa para evitar que el sistema coapte a sus representantes y lleve las esperanzas de cambio a la marginalidad.

    7.- El papel de los movimientos sociales en la coyuntura pandémica

    En el difícil contexto de la Pandemia y de las medidas económicas adoptadas, ante los incumplimientos o devaluación de los acuerdos entre los socios del gobierno de coalición, ante las advertencias sobre próximos recortes en el sistema público de pensiones, ante la pasividad en adoptar medidas efectivas para reforzar de manera permanente la salud pública, desprivatizando, incrementando los recursos en personal y económicos para  la atención primaria, creando empleo estable en salud y educación públicas, o acordando leyes que garanticen el derecho a la vivienda, prohibiendo los desahucios, regulando los alquileres y construyendo un parque público de vivienda de alquiler  a la altura de la media de la UE, cortando de raíz los precios abusivos de las facturas energéticas nacionalizando el sector energético, o creando una banca pública de dimensiones suficientes para generar las inversiones que permitan superar el actual modelo económico dependiente de un turismo sobredimensionado, y de las decisiones de la banca privada y de las transnacionales.

    En los diferentes frentes abiertos por la gestión de la pandemia y la sumisión a las directrices de Bruselas, el papel de los movimientos sociales ha sido decisivo para contener los recortes en las pensiones públicas, como enseña la movilización permanente de Marea Pensionista-COESPE, para disuadir y contener los proyectos privatizadores y de recortes en la sanidad pública gracias a las movilizaciones de Marea Blanca en el conjunto de España, para frenar los desahucios de viviendas y presionar para la elaboración de una ley que garantice el acceso a la vivienda digna gracias al papel de las PAH a nivel estatal, de los sindicatos de inquilinos/as, en la acción por defender la plena aplicación de derechos a las personas sin empleo y vulnerables como muestra la Comisión Promotora de la Renta Garantizada de Ciudadanía y la Coordinadora de asambleas de trabajadores/as en paro, la lucha contra los cortes de servicios básicos a las personas vulnerables y conquistar derechos como enseña la Alianza contra la Pobreza Energética, en la movilización contra el cambio climático de la juventud organizada, del papel de las coordinadoras, plataformas y movimientos que han denunciado el abandono criminal en las residencias de gente mayor, y reivindicado una atención domiciliaria de calidad, que ha forzado la aplicación de medidas correctivas aunque limitadas. Por último, debemos destacar el papel de a clase trabajadora organizada, como RidersxDerechos, que crearon las condiciones para elaborar la ley que ha prohibido los falsos autónomos, también de las grandes luchas obreras que han impedido los despidos masivos en Nissan, etc., y en la actualidad la gran movilización de los empleados de CaixaBank ante la amenaza de despidos.

    Debemos destacar los avances de los movimientos sociales para organizar la acción solidaria y superar el corporativismo, construyendo la Alianza de Mareas y Movimientos Sociales en Cataluña, o construyendo marcos de coordinación e iniciativas en el conjunto del estado, como la Iniciativa para una ley que garantice el acceso a una vivienda digna en el ámbito estatal.

    En definitiva, sin la acción de los movimientos sociales, el gobierno de coalición hubiera cedido mucho más a las presiones de los poderes económicos y de la Comisión Europea en todos los frentes abiertos. Lo que permite concluir, apoyándonos en la experiencia histórica en Europa y España de gobiernos de coalición entre la socialdemocracia social-liberal y las formaciones a su izquierda en posición minoritaria, que se puede ser más efectivo y obtener victorias desde la oposición en alianza con los movimientos sociales en lucha.

    8.- La necesidad de construir una izquierda transformadora para responder a los próximos retos. Hacia los estados generales.

    La perspectiva de inestabilidad política, como consecuencia de la combinación de la evolución de la crisis económica provocada por la pandemia, la dimensión real de la anunciada recuperación económica, la perspectiva de una crisis mundial de la deuda acumulada que pueda provocar una depresión, la continuidad de las políticas económicas expansivas aplicadas en la coyuntura de la pandemia o el regreso a las políticas de estabilidad presupuestarias, los efectos de la condicionalidad de los fondos de recuperación de la UE sobre los derechos laborales y sociales, los posibles estallidos del malestar social acumulado, junto a las tensiones crecientes entre el bloque formado por EEUU, UE y China, Rusia, con sus respectivos aliados, marcan el contexto sobre el que deberá transitar el gobierno de coalición entre PSOE-Unidas Podemos.

    La gestión del gobierno de España sobre los grandes temas pendientes, reforma laboral y de las pensiones, futura ley de la vivienda, respuesta a los cierres de empresas y el aumento del desempleo una vez se agoten los ERTES, los conflictos potenciales sobre la utilización de los fondos de recuperación económica y su distribución territorial, y los resultados de negociación para encontrar una solución política al conflicto territorial, incidirán sobre la estabilidad del gobierno de coalición, su credibilidad política y electoral, y el debilitamiento o recuperación del espacio formado por Unidas- Podemos, Mas País, Anticapitalistas, etc.

    La necesidad de una izquierda transformadora capaz de general una nueva esperanza de cambio real es más urgente que nunca. Si no se avanza hacia este objetivo los riesgos de que el vacío de alternativa lo llene la derecha más conservadora y la ultraderecha es un peligro real.

    El proyecto de reconstruir o refundar el espacio de la izquierda transformadora exige una profunda reflexión y debate sobre los errores cometidos y las carencias:

    1. Ausencia de un proyecto político para el país, que se proponga la recuperación de la soberanía popular y económica esencial para poder aplicar políticas transformadoras, oponiéndose radicalmente a las directrices impuestas por las instituciones no democráticas de la Unión Europea;
    2. adaptación oportunista a las instituciones de gobierno en todos los ámbitos, particularmente en el gobierno del estado en coalición sin fuerza real para avanzar en los grandes objetivos de cambio; alejamiento creciente de la sociedad civil y de sus organizaciones sociales y cívicas;
    3. abandono en la práctica de la construcción de una organización política de masas, basada en la participación real de las bases en la tona de decisiones, y en la democracia interna capaz de integrar la pluralidad de colectivos y diversidad de ideas y propuestas.

    Nuestra tarea es construir un sujeto para la recuperación de la soberanía popular, y por la construcción de la República social, con un Estado al servicio de los intereses de la clase trabajadora y sectores populares.

    La conciencia sobre estas carencias y la necesidad de dar pasos para la reconstrucción de la izquierda transformadora avanza entre sectores del activismo político y social, y de la intelectualidad.

    Con el objetivo de facilitar esta reflexión y debate, y avanzar en la reconstrucción o refundación del espacio de la izquierda transformadora, proponemos implicarnos en la preparación de una conferencia de debate y propuestas, los llamados “estados generales”.  Su éxito dependerá de que seamos capaces de suscitar el mayor apoyo y participación de activistas y colectivos políticos y sociales. Esta iniciativa no busca en lo inmediato fraccionar más el espacio de la izquierda transformadora, sino facilitar aquellas reflexiones que permitan la articulación de un Frente amplio de la izquierda transformadora, con una apuesta firme por el impulso al empoderamiento de la ciudadanía, el fortalecimiento de los movimientos sociales, del sindicalismo de clase, participativo y de lucha, del feminismo igualitario, del ecologismo socialista, del internacionalismo, con un proyecto republicano, federal, democrático y social.

    9.- Fortalecer Socialismo 21 para realizar las tareas

    Durante este difícil periodo marcado por la pandemia del covid-19, hemos sufrido la pérdida de importantes compañeros como Julio Anguita, Albert Escofet, y otros compañeros muy apreciados, que recordaremos siempre.

    A pesar de las restricciones de movilidad, el balance que podemos hacer de la actividad de Socialismo 21 y la Xarxa Socialisme 21, de sus afiliadas/os, es positivo.

    • Los/las activistas de Socialismo21 han jugado un papel importante en el fortalecimiento de los movimientos sociales y en la articulación de su unidad de acción. También han participado en el impulso de nuevos medios de comunicación social como Marea TV.
    • Hemos participado en la elaboración de importantes documentos con propuestas, reivindicaciones e iniciativas.
    • Colaboramos en las acciones promovidas por la Asamblea Internacional de los pueblos, en especial de la semana antiimperialista.
    • Participamos regularmente en los debates y actividad de la Coordinadora Europea para salir del euro.
    • Intelectuales y politólogos de Socialismo21 han redactado y difundido importantes análisis y propuestas políticas de carácter geopolítico y estratégico.

    Desde el reconocimiento a los esfuerzos y el trabajo realizado por el conjunto de afiliados/as, nos reafirmamos en el objetivo de fortalecer Socialismo 21, de construir la vanguardia revolucionaria, que permita ser efectivos en la construcción de la izquierda transformadora, en preparar las condiciones para superar el capitalismo, y construir el socialismo participativo que permita un futuro de paz, progreso social y ecológico, igualdad y cooperación solidaria a nivel internacional.

    Entre las tareas que nos proponemos cumplir para 2021 y 2022:

    • Apoyar la movilización estatal de Marea Pensionista-Coespe, y sus alianzas, del 16 de octubre con la marcha a Madrid.
    • Promover la participación en la consulta popular entre Monarquía y República. Defender el carácter social, democrático solidario e igualitario del proyecto republicano.
    • Impulsar la solidaridad con el frente Polisario y su larga lucha por liberar el Sáhara Occidental de la dominación de la monarquía expansiva y corrupta de Marruecos.
    • Colaborar en la preparación de los estados generales de la izquierda transformadora.
    • Promover la formación política y social.
    • Promover la respuesta unitaria a la cumbre de la OTAN en España 2022
    • Participar en la reunión de la coordinadora europea en caso de confirmarse a finales de septiembre en Barcelona.
    • Seguir trabajando en el fortalecimiento y articulación de los movimientos sociales para dar respuesta a las amenazas de recortes de las pensiones en 2022 y proseguir la movilización por revertir la reforma de 2011, por la plena implementación de la RGC y la mejora de la ley del IMV, por la derogación de la ley “Mordaza”, en la lucha por la plena derogación de la reforma laboral de 2012 y de la legislación de la precariedad, por el pleno empleo digno y la reducción de la semana laboral a 30 horas sin reducción del salario, por la nacionalización del sector energético y reducir la factura de los servicios básicos, en defensa de la banca pública, por una salud y educación plenamente públicas, por el carácter público de las residencias de gente mayor y la atención domiciliaria. Por una ley de vivienda digna que prohíba los desahucios, regule los alquileres y cree un parque público de vivienda de alquiler eficiente. Por la defensa de los objetivos feministas de clase y de la ecología transformadora.

    Barcelona, 24 de julio 2021

    SOCIALISMO 21

    XARXA SOCIALISME 21

    Web: https://socialismo21.net/

    Email: as.socialismo21@gmail.com

    INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS

    INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS

    INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS

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    Del liberalismo disfrazado y subida escandalosa de precios a la extrema derecha franquista del PP el balón oxigeno para Sánchez

    Del liberalismo disfrazado y subida escandalosa de precios a la extrema derecha franquista del PP el balón oxigeno para Sánchez

    Carlos Martínez es politólogo y secretario general del PSLF

    En medio de una terrible subida de los precios de los que la electricidad tira cual liebre olímpica y el gobierno no hace nada más allá de proponer una “reflexión “, mientras las familias sufren a la hora de lavar o planchar o no poder poner el aire o los ventiladores, y lo hacen todos los días y cada vez más cabreadas e impotentes y frustradas. En medio de esto, Sánchez viaja a los EE.UU al objeto de ofrecer fondos europeos para la recuperación económica a empresas tecnológicas y de audiovisuales multinacionales, ofreciendo un dinero que no es suyo y que debería ser democráticamente decidido dónde y a quien va, pues esos fondos también salen de nuestros bolsillos. Todo o en gran parte debido a que clases trabajadoras están sin partido propio y cada día más desilusionadas.

    Por tanto, lo primero es exigir al gobierno que tome cartas e intervenga de una vez en los precios de la luz y contenga, baje, pare el atraco al pueblo del recibo eléctrico, pues tiene medios jurídicos y políticos y si no lo hace es porque no le da la gana. Se gobierna para el interés privado de las grandes multinacionales y los bancos. A eso hay que añadir que la mafia franquista del PP verdadera tabla de salvación del liberal-sanchismo frena la renovación de los órganos constitucionales al objeto de mantener unos tribunales tan parciales, politizados y caóticos que no solo han perdido todo su prestigio ante Europa y la justicia internacional sino que gozan de la desconfianza generalizada de la población. Todo ello deslegitima un régimen con una constitución caduca que la derecha y la corona corruptas utilizan en beneficio propio exclusivamente y al objeto de mantener sus privilegios y la cúpula del PSOE vota junto a VOX y PP el mantenerlos.

    Sánchez lo hemos dicho más de una vez controla el PSOE como ningún secretario general lo hizo y desde la Moncloa se dirige el partido, por lo que el Congreso de Valencia será seguramente una convención con declaraciones y llamados al progresismo incluso al ecologismo confundiendo socialismo con liberalismo y PSOE con Partido Demócrata USA sector Obama-Biden en el mejor de los casos. Lo que importa a estas alturas no es ya lo que se dice y afirma sino lo que se hace. De nada sirve que Lina Gálvez y otras y otros hagan proyectos y ponencias, si en el reciente viaje a los Estados Unidos el presidente ha recibido de los fondos de inversión, fondos buitre y multinacionales audiovisuales el encargo de no tocar ni la reforma laboral, ni la ley de vivienda. Recordemos que derogar la tal reforma laboral, la ley mordaza y acabar con los desahucios e implementar vivienda social pública son promesas electorales incumplidas y con visos de seguir incumplidas.

    Los sindicatos “mayoritarios” tienen una gran responsabilidad en lo que está ocurriendo. Mucha. Amenazan en ocasiones pero su incapacidad manifiesta para movilizar a la clase trabajadora que por meritos propios desconfía profundamente de ellos les impide movilizar y CEOE y Gobierno lo saben de sobra. Ante esto cunde el desánimo y Sánchez se derechiza a pasos agigantados buscando el electorado moderado de clase media, si es que tal clase existe.

    Sánchez ha traído de los EE.UU promesas de posibles inversiones pero todas ellas estarán condicionadas a que se sirvan exclusivamente los intereses de los inversores. Mientras miles de pymes españolas languidecen o quiebran, agricultores y ganaderos lo pasan fatal, hay miles de despidos de empleo de calidad en la banca y miles de despidos en cadenas comerciales de mucho prestigio o todo se hace por salvar algo tan volátil como el turismo negando la pandemia, dándose a otros de fuera la posibilidad de los fondos de resiliencia económica.

    El proyecto español de estos fondos europeos fue redactado por despachos privados de defensa de intereses de grandes fortunas y grandes empresas, la cuestión no es lo que plantea la asociación para delinquir PP o la extrema derecha, que al fin y al cabo solo quieren que sus donantes y amigos se beneficien más. La cuestión es transparencia, democracia y reparto justo, social y que beneficie a las mayorías y no a los de siempre.

    Acabo. Muchas veces personajillos liberales o nada, que afirman ser socialistas, si exiges, reivindicas y criticas afirman que estas a favor de las derechas, cuando el trabajo de cualquier socialista que lo sea es defender los intereses de la clase trabajadora, mejorar sus condiciones de vida, defender y extender lo público e intervenir en economía al objeto de garantizar justicia y reparto y a continuación socializar los medios de producción y de consumo en manos de las clases obreras y trabajadoras. No es socialista, privatizar la banca pública, permitir que las empresas eléctricas conviertan en más pobre e indigna la vida de millones de personas o pensar que dejando el empleo en precario y salarios de miseria mejorara la economía y todos se beneficiaran. Falso, el capital nunca reparte nada que no sean dividendos a sus accionistas mayoritarios y además sabiendo que “Roma nunca paga a traidores” señor Sánchez.    

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