INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS
1.- La pandemia del Covid-19 y la incapacidad del capitalismo para atender la salud pública y garantizar el bienestar social.
El neoliberalismo como apuesta sistemática por una globalización
del mercado sin regulaciones e intervenciones de los estados ha sufrido una
fuerte erosión en su credibilidad como consecuencia de la pandemia del
Covid-19. El desastre de la falta de coordinación en el seno de la Unión
Europea, la tardanza en aplicar medidas restrictivas de la movilidad, una
desescalada precipitada antes del verano de 2020 que favoreció la siguiente ola
de contagios, en definitiva la prioridad de los intereses económicos sobre la
salud ha tenido gravísimas consecuencias sobre la vida de millones de personas,
muchas de las cuales se podrían haber evitado, por otra parte la gestión de la
vacunación ha sido muy poco eficaz al estar sometida a los intereses de las
empresas farmacéuticas en su producción y distribución sin tener en cuenta que
la pandemia solo se puede combatir eficazmente extendiendo rápidamente la
vacunación a toda la humanidad.
La comparativa con la eficacia de las medidas aplicadas por
el gobierno de la China Popular ha puesto al desnudo las miserias e incompetencias
del neoliberalismo. La apuesta decidida del estado chino para situar la defensa
de la salud pública como objetivo prioritario, con estrictas restricciones de
la movilidad a pesar de su coste económico, ha permitido salir rápidamente de
la pandemia y reanudar el funcionamiento pleno de la economía.
Sin embargo, los gobiernos de los estados capitalistas, Unión
Europea incluida, siguen sin aprender la lección al seguir sometidos a los
intereses de las farmacéuticas y negarse a levantar las patentes, con lo cual
limitan su producción y retrasan la vacunación de toda la población mundial,
favoreciendo la aparición de nuevas variantes y mutaciones del coronavirus, con
el riesgo de reducir o anular los efectos de las primeras vacunas.
Junto con las graves deficiencias en la defensa de la salud
pública, también se han puesto al descubierto las graves consecuencias del
progresivo desmantelamiento del llamado estado del “bienestar social” que han
dejado en situación de desempleo y vulnerabilidad a amplios sectores de la
sociedad golpeados por los efectos de la pandemia del covid-19 sobre la
economía.
La gestión de la pandemia ha generado desafección entre la
ciudadanía hacia las instituciones y el “desorden” neoliberal, también ha
provocado que en la sociedad haya avanzado la conciencia de la defensa de la
salud pública, de priorizar la salud sobre los intereses de las empresas
farmacéuticas, clínicas privadas y bancos. Lo cual permite profundizar en la
reflexión de la necesidad de superar un sistema ineficiente e inhumano.
Ante la perspectiva de futuras crisis sociales, entre los
economistas del sistema, surgen las primeras reflexiones sobre la superación
del neoliberalismo recuperando políticas keynesianas y avanzar hacia un
“capitalismo de estado”. Sin embargo, dichas posiciones no garantizan que un
mayor papel del estado en la economía favorezca la redistribución de la riqueza
y un mayor bienestar social, y que más adelante las posiciones globalistas
neoliberales puedan regresar. Por el contrario, tal como ya ocurrió con la
crisis del 2008, en muchos lugares, incluida España y Cataluña, se está
tratando de aprovechar la crisis para profundizar en los recortes sociales y la
privatización. Basta observar cómo se trata de reducir el gasto sanitario con
la telemedicina, el gasto social por el aumento de la deuda o radicalizando las
privatizaciones para retornar los préstamos del Plan de Rescate.
2.- La
evolución de las tensiones internacionales y la apuesta de Joe Biden por
fortalecer la OTAN.
Las tensiones internacionales heredadas de los últimos
mandatos presidenciales de EEUU persisten, durante la época de Trump algunos de
los frentes como el conflicto entre Ucrania y Rusia, la persistencia de las
agresiones contra Siria a pesar de la derrota de la alianza imperialista en
dicho conflicto, las amenazas contra Irán, el conflicto entre Israel y
Palestina, Marruecos y Sahara, amenazas y bloqueo a Venezuela y Cuba, se vieron
agravados. Pero la apuesta proteccionista, acompañada de cierto distanciamiento
con la UE, la exigencia a los estados de la UE que aportaran recursos a la
estructura militar imperialista tuvo el efecto contrario y debilitaron a la OTAN.
Los últimos cambios que se han producido en América Latina
significan un vuelco a la izquierda del continente, son también una derrota del
imperialismo USA: el triunfo incontestable del MAS en Bolivia tras el golpe de
estado; las movilizaciones populares en Chile -a pesar de la violencia criminal
del régimen- se han traducido en un avance incontestable de la izquierda y la
apertura del proceso constituyente que ha tirado a la basura de la historia las
políticas neoliberales y la constitución de Pinochet; las grandes y
persistentes movilizaciones populares en
Colombia a pesar de sufrir numerosos asesinatos por las fuerzas del orden y la
ultraderecha han arrinconado al gobierno derechista de Ivan Duque; la creciente
contestación social en Brasil contra el presidente Bolsonaro y sus políticas
derechistas e irresponsables ante la
pandemia; el reciente triunfo en las elecciones de Perú de la candidatura de
Pedro Castillo, representante de la formación de izquierdas Perú Libre, que ha
derrotado a Keiko Fujimori representante de la derecha y de la corrupción
sistémica.
La victoria de la derecha en Ecuador queda aislada ante la
tendencia de cambio a la izquierda en América Latina, y será derrotada por la
resistencia popular. El asesinato del presidente de Haití, mediante sicarios
colombianos e inteligencia norteamericana, es otra muestra de las acciones
desesperadas del imperialismo en esta fase de pérdida de hegemonía. También,
sus intentos para aprovecharse del malestar social generado por el prolongado bloqueo
económico y de recursos sanitarios de Cuba, en plena pandemia, con el objetivo
de desestabilizarla e imponer su dominación, y tapar los fracasos en Afganistán
y Haití. A pesar de activar todos sus recursos de intoxicación y bandas a
sueldo, los recientes disturbios no consiguieron sus propósitos, pero han
tenido el efecto de movilizar a la ciudadanía en Cuba y en todo el mundo haciendo
fracasar la conspiración. Las manifestaciones se les han vuelto como un
bumerán, la agitación para justificar una intervención militar de EEUU, ha
provocado la movilización social y política en numerosos países en defensa del
fin del bloqueo, incluso en los mismos EEUU.
Con el nuevo presidente de EEUU Joe Biden la imagen de una
presidencia moderada, dialogante, no puede ocultar sus verdaderas intenciones y
objetivos. En primer lugar, es de destacar que mantiene las actitudes
proteccionistas económicas de su predecesor, y que incrementa su presión sobre
China y Rusia. A diferencia de Trump reactiva su participación en la OTAN, es
decir, refuerza su alianza prioritaria con los estados de la Unión Europea,
como se ha manifestado en la reciente cumbre de la OTAN en Bruselas, con el
objetivo de concentrar la presión militar sobre China y Rusia, tal como
establecen las recomendaciones que figuran en
el documento elaborado por la OTAN “Análisis y Recomendaciones del Grupo
de Reflexión designado por el Secretario General de la OTAN”, en el apartado
4.2 “Fortalecimiento del papel político
y las herramientas de la OTAN con respecto a las amenazas y desafíos desde
todas las direcciones”, con recomendaciones específicas y prioritarias hacia
Rusia y China que continuamente están
poniendo en práctica.
La decisión del gobierno de España de reforzar la
participación de tropas españolas en Letonia se inscribe en la orientación de
la OTAN para presionar a Rusia. La reciente visita del presidente del gobierno
de España Pedro Sánchez a la base de la OTAN en Lituania para expresar el apoyo
a las tropas españolas desplazadas al país báltico, junto con el incidente con
aviones rusos que obligaron a suspender la rueda de prensa, muestra el grave
peligro de poner en el foco de las tensiones militares a España. La
irresponsabilidad de Pedro Sánchez merece la condena de la ciudadanía pacífica
y antimilitarista, y pone en un serio dilema a Unidas-Podemos. ¿Serán
coherentes con sus principios, o los sacrificarán en el altar de su
participación en el gobierno?
La resistencia del imperio norteamericano a reconocer su
pérdida de hegemonía y la multipolaridad
ya implantada en el planeta, con el incremento vertiginoso del poder económico,
militar e influyente de China, así como el papel económico y militar de Rusia,
y por otra parte, la no aceptación del debilitamiento de EEUU en su pretensión
imperial, la erosión de su poder económico tras el retroceso del dólar como
moneda de cambio internacional, etc., es una fuente de riesgos y peligros que
amenazará la coexistencia multipolar, y por consiguiente la paz.
La realización de la próxima cumbre de la OTAN en España, en
lugar de prestigiar su papel internacional y ayudar a una posición mediadora en
los conflictos, favorece la sumisión del gobierno de España a los objetivos de
la OTAN y de EEUU, y en consecuencia arrastra al estado español a su
participación nuevamente en posibles conflictos, recordemos su papel en la
guerra con Irak. Por otra parte, no garantiza que la alianza de EEUU con
Marruecos disminuya y se frene el objetivo de consolidar su dominación sobre el
Sahara.
La preparación de una campaña contra la cumbre de la OTAN en
España y la recuperación de la consigna “Bases fuera” es una de las tareas que
deben afrontarse, con el objetivo de movilizar la conciencia antiimperialista y
pacifista en España, y clarificar el debate sobre objetivos estratégicos,
proyecto de país y de valores. Hay que tener presente que el destino de la
civilización está en peligro por los riesgos de que se desencadene un gran
conflicto geopolítico con el inmenso poder de destrucción del armamentismo
acumulado y las continuas provocaciones, que cada día se repiten, del
imperialismo en su inexorable declive.
3.- La
Unión Europea se aferra al salvavidas de los fondos de recuperación económica
Tras la fractura de la Unión Europea con el “Brexit” de Reino
Unido, las crecientes tensiones económicas entre el Norte y Sur de Europa, la
gestión deplorable e ineficiente de la pandemia, al menos en la primera ola y
durante 2020, ha generado desafección que se expresa en el auge de formaciones de
extrema derecha y nacionalistas. A ello hay que añadir las tensiones crecientes
con el gobierno de Hungría, también de Polonia. La UE sigue agrietada y muy
lejos de estar consolidada como proyecto unificador de los pueblos europeos.
La aplicación de políticas expansivas monetarias por el Banco
Central Europeo y la Comisión Europea ha conseguido en lo inmediato contener
los efectos de la crisis económica provocado por las restricciones ante la
pandemia, al precio de un aumento del déficit y de la deuda, y de la ruptura
transitoria con los dogmas neoliberales sobre dichos objetivos establecidos en
el Tratado de estabilidad presupuestaria.
Ante la gravedad de la crisis económica, donde las empresas
españolas han perdido el doble (80.000 millones de euros) en relación a las
pérdidas originada en la crisis-depresión entre 2008-2013, situación que puede
proyectarse en mayor o menor medida al resto de países de la UE, la Unión
Europea ha lanzado el Fondo de recuperación económica, bautizado como nuevo
“Plan Marshall”, con el objetivo de generar confianza, reducir la desafección,
y generar una nueva ilusión sobre un posible avance de la Unión Europea hacia
unas relaciones internas más justas y solidarias.
Sin embargo, un análisis realista sobre dichos Fondos nos muestra
serios límites para conseguir los objetivos anunciados. En primer, lugar hay
que señalar que, la cuantía de los fondos, disminuyeron sobre las estimaciones
iniciales; en segundo lugar, se vinculan a una condicionalidad que, en el caso
de España, pasa por mantener lo fundamental de la precariedad laboral y la
contrarreforma de 2012, avanzar en la contrarreforma de las pensiones y su
privatización al menos parcial, así como extender los objetivos de
privatizaciones a otros sectores como salud y educación. Además, tal como han
señalado diversos trabajos de análisis y denunciado movimientos sociales, como
la Alianza de Mareas y Movimientos Sociales, a la falta de transparencia en la
gestión de dichos fondos en España, en relación a sus objetivos reales, es de
temer que gran parte de tales fondos sirvan para transferir recursos a empresas
transnacionales y bancos para invertir en su automatización, y digitalización,
con el consiguiente destrucción de empleo, y que la parte destinada a mejorar
la salud y educación pública, a la protección social sea mínima o nula.
También, hay que añadir, la previsible pugna en su
distribución autonómica y su utilización para comprar voluntades e influencia.
De los fondos de recuperación solo la mitad es una aportación
neta y la otra mitad es deuda que el estado debe devolver. Pero incluso, la
aportación neta, deberá financiarse por el conjunto de la Unión Europea, y una
parte probablemente recaerá sobre España. Además, hay que en cuenta que España
tras la ampliación de la UE se ha convertido en contribuyente neto, lo cual
reduce los efectos económicos del Fondo de Recuperación.
Los problemas estructurales de la Unión Europea, derivados de
una moneda única que perjudica a los países con menor productividad, seguirán
traduciéndose en un balance del comercio exterior deficitario y en consecuencia
el aumento de la deuda de empresas y estado español. Si no se avanza en medidas
de solidaridad efectivas y de mayor dimensión, la protección social respecto
del desempleo y la vulnerabilidad creciente, etc., tras el alivio limitado que
suponen los fondos de recuperación económicos de la UE, nos podemos encontrar
ante un aterrizaje abrupto con la realidad, cuando se intenten reimplantar la
austeridad y la disciplina fiscal en un contexto de inestabilidad financiera y
un nivel de deuda impagable.
Además,
lo verde no es del todo verde: El pasado mes de julio el Parlamento europeo
hizo pública la nueva estrategia para combatir el cambio climático, es la
llamada [Fit for 55]. La Comisión habla de una revolución en las formas
de vivir, consumir y relacionarse. Curiosamente los 27 países de la UE sólo son
responsables del 9% de los gases de efecto invernadero.
La
comisión europea y en especial la señora Ursula Von de Layer, que tan pésimamente
está gestionando las vacunas contra la covid-19, ahora se transmuta en ortodoxa
ecologista e impone una “revolución” que nos afectará enormemente.
No
velan por el ecologismo porque no tocan el núcleo de las formas privadas de
apropiación sino que pretenden expropiar aún más a las clases populares en
beneficio de los que hasta ahora habían sido los grandes contaminadores de
nuestro continente. Es una fase más de la llamada expropiación por desposesión.
Con
la excusa del necesario cambio en el modelo productivo para hacerlo cada vez
más ecológico y cuya necesidad nadie discute se pretende a través de nuevas
normas promover, por ejemplo, el cambio del coche actual (gasolina o diesel)
por el coche eléctrico. Hace pocas semanas el gobierno presentaba un proyecto
para cambiar el parque automovilístico por otro eléctrico (se prohibirá la
producción de los coches de combustión interna en 2035), para realizar
esta transformación las arcas públicas aportarán 4.295 millones de euros para
transformar esa industria. De esta forma con dinero público se ayuda a empresas
como Volkswagen, que
mintieron con sus emisiones de CO2 y se paga la renovación del
stock de sus vehículos.
Se
ayuda con fondos públicos a las eléctricas para modernizar sus instalaciones
con dinero de todos mientras en paralelo obtienen beneficios obscenos que
privatizan. Las propuestas de la comisión no son sino fórmulas para garantizar
la renovación de stocks producidos y que no tienen salida pagadas con fondos
públicos. Las normativas son de tal calado que provocan miedo en los sectores
dominantes por las revueltas sociales que puedan generar. Un tiempo de
movilizaciones importantes se avecina.
Todo ello viene a corroborar que la UE no es un proyecto
político orientado al apoyo mutuo para el progreso y desarrollo de sus miembros
sino, por el contrario, un proyecto de gobernanza para administrar las
condiciones de supremacía de los más fuertes, a costa de suprimir la soberanía
en los Estados, que hoy en día son el mejor instrumento para las
transformaciones sociales y económicas necesarias.
4.- Balance
del gobierno “de progreso” antes de su remodelación
La ilusión generada por el gobierno de coalición entre PSOE y
Unidas Podemos, llamado gobierno de “progreso”, ha sido puesta a prueba con la
gestión de la Pandemia del Covid-19 y sus efectos sociales y económicos.
Los compromisos pactados en el programa común han tenido una
aplicación muy deficiente como es el caso del “Ingreso Mínimo Vital”, que
además de una cuantía económica insuficiente solo ha dado cobertura al 30 % de
la población vulnerable sobre los objetivos iniciales, lo cual ha provocado
malestar y frustración social. La derogación
de la reforma laboral de 2012 de Mariano Rajoy sigue dilatándose en el tiempo,
y se anuncia que no será completa, conservando algunos de los elementos más
nocivos como el abaratamiento del despido, haciendo evidentes las concesiones a
la condicionalidad de los fondos de recuperación de la UE. La contrarreforma de
las pensiones, si bien se aparcan temporalmente los objetivos privatizadores,
de nuevas vías para su sostenibilidad penalizando a la generación “baby-boom”,
y en el reciente pacto entre el gobierno PSOE-Unidas Podemos con la patronal y
CCOO-UGT, se anulan algunas de las medidas de la contrarreforma de Mariano
Rajoy como la versión de sostenibilidad de las pensiones, se vuelven a
actualizar con el IPC anual, etc., debido en lo fundamental a la gran
movilización permanente de Marea Pensionista-COESPE, pero por otra parte tratan
de legitimar una segunda etapa del acuerdo para este otoño en que se amenaza
con nuevos recortes que afectarían las nuevas pensiones y el propio sistema
público de pensiones.
De hecho, en esta primera fase del acuerdo se adoptan medidas
que penalizan y reducen las prejubilaciones anticipadas, y hacen efectivo el
retraso de las jubilaciones a los 67 años, en aplicación de la reforma del
gobierno de Zapatero pactada con CCOO-UGT en 2011.
Todo ello nos advierte de la necesidad de no bajar la guardia
ante los intentos de recortarlas por otras vías. En todo caso, se ha hecho
evidente la ausencia de planes ni proyectos de creación de empleo o de algún
replanteamiento del modelo económico que diversifique la economía con proyectos
de carácter público, que nos haga menos dependientes del turismo, así como el
menosprecio a la gravedad de las condiciones de desempleo y sus costes
sociales.
El compromiso de derogar la ley mordaza todavía no se ha
hecho efectivo. El proyecto de ley de la vivienda sigue paralizado, con
anuncios insuficientes en la regulación de los alquileres, y sin abordar las
principales reivindicaciones de la plataforma “Iniciativa para una ley que
garantice una vivienda digna” donde se reclama la prohibición de los
desahucios, el desarrollo de un parque público de vivienda de alquiler que
represente el 20% de las viviendas actuales, etc.
Tampoco se han adoptado iniciativas legislativas para
reforzar la salud pública y revertir su privatización. No se han puesto en
marcha medidas para exigir responsabilidades ante la gestión criminal de las
residencias de gente mayor, y avanzar hacia su carácter público.
La gestión del gobierno ante la reciente subida de las
tarifas eléctricas ha sido muy deficiente, sometido a los intereses de las
compañías energéticas presentan como “progresistas” una bajada de impuestos, en
lugar de adoptar medidas que vayan al núcleo del problema: el carácter privado
de dichas empresas, con transferencias de beneficios a los países donde residen
sus matrices, es definitiva, la resistencia a nacionalizar un sector
estratégico. También hay que señalar la privatización de Bankia en lugar de
avanzar hacia una banca pública de dimensiones y capacidades a la altura de las
necesidades. Etc.
Sin duda las medidas impulsadas desde el Ministerio de
Trabajo para paliar los efectos económicos de la pandemia sobre el empleo, los
ERTES, han sido importantes, aunque su aplicación ha sido más limitada que en
otros países de Europa, como Alemania y Francia. Queda por ver, tras el fin de
la pandemia, la dimensión de la destrucción del tejido económico, en medianas y
pequeñas empresas, y las medidas que se impulsarán para crear empleo, o bien
distribuir la riqueza y el trabajo avanzando hacia la reducción del tiempo de
trabajo sin reducción de salario.
Otras medidas aprobadas, como el Real Decreto de la Ley
“Trans”, han suscitado importantes controversias ideológicas y han dividido al
movimiento feminista.
Las tensiones en el seno del gobierno han sido públicas ante
los dilemas de su gestión. La influencia de los ministros/as más cercanos a los
intereses y orientaciones de la Comisión Europea es importante, y el papel de
Unidas Podemos, salvo alguna excepción, ha aparecido como subalterno ante la
ciudadanía.
En las condiciones de un gobierno sin mayoría parlamentaria,
su supervivencia ha dependido de su capacidad para tejer acuerdos con otras
fuerzas políticas en el Congreso de Diputados, especialmente con las
formaciones nacionalistas o periféricas. Esta dependencia del apoyo
nacionalista, y la gestión del conflicto territorial, ha facilitado que la
derecha conservadora, Ciudadanos, PP y VOX, se echen al monte, intentando
capitalizar la bandera de la unidad de España, que han ayudado, tras la crisis
de Ciudadanos en las diversas contiendas electorales, a la recuperación en
votos del PP particularmente en la comunidad de Madrid (no extrapolable al
resto de España), pero anuncia un cambio de tendencia. En esta situación el
PSOE, y el presidente Pedro Sánchez, tienen dificultades para abrir una crisis
de gobierno que precipitara un adelanto electoral, que en el mejor de los casos
reproduciría el actual mapa electoral, y en el peor escenario, una mayoría
parlamentaria de las derechas.
La remodelación de gobierno por el presidente
Pedro Sánchez tiene importantes significados, y diversas lecturas que se
clarificarán durante su andadura en lo que queda de legislatura. Sin duda, el
más importante, es el mensaje que se envía a Bruselas, la patronal y la Banca,
al reforzar el papel de Nadia Calviño que se convierte en vicepresidenta
primera y el mantenimiento del ministro José Luis Escrivá a pesar de su
impopularidad, ambos defensores de las imposiciones de la Comisión Europea
respecto de la reforma laboral y de las pensiones; la sustitución de la
ministra de asuntos exteriores Arancha González Laya es una clara concesión al
rey de Marruecos; otros aspectos de la reestructuración afectan a su anterior
núcleo duro, Ivan Redondo, Carmen Calvo, Ábalos, etc,, defenestrados con el
objetivo de reforzar su papel como presidente, acallar voces discordantes en
dicho núcleo, y con los perfiles de las nuevas ministras/os enviar un mensaje
de renovación, juventud, feminismo, estrechar las relaciones con el PSOE, y
preparar los próximos procesos electorales autonómicas potenciando figuras
afines a Pedro Sanchez, así como las elecciones generales en 2023.
La presencia de Unidas Podemos no se ha visto
afectada directamente en la remodelación, pero sí indirectamente, al potenciar
el papel de Nadia Calviño que previsiblemente frenará o reducirá la dimensión
de la derogación de la reforma laboral de 2012, poniendo en evidencia los
límites del socio minoritario y de Yolanda Diaz en el gobierno.
Con esta remodelación del gobierno Pedro
Sánchez trata de evitar un adelanto electoral, contando con una actitud
prudente de Unidas Podemos, poco interesada en un escenario donde puede perder
votos y escaños. Sin duda, Pedro Sanchez jugará sus cartas para ganar tiempo y
recuperar credibilidad política y electoral, para ello cuenta con el fin de la
pandemia y de las restricciones de movilidad, la recuperación del turismo y el
rebote del crecimiento económico, los efectos de los fondos de recuperación,
etc. También dependerá del desbloqueo de la ley de la vivienda, de la dimensión
de la derogación de la reforma laboral y de la magnitud de la reforma de las
pensiones. Según lo que suceda con estas reformas, la capacidad de generar
satisfacción o frustración social, el gobierno de coalición gozará de
estabilidad o no.
Sin embargo, el grado de incertidumbre sigue
siendo muy alto, como demuestra la una nueva ola del Covid-19, variante Delta,
con importantes repercusiones sobre la salud pública, y la recuperación
económica.
La reciente gira del presidente Pedro Sánchez
por Estados Unidos con el objetivo de seducir al mundo financiero y de negocio
norteamericano, como los “fondos buitre” de inversión y de especulación
inmobiliaria BlackRock, abre serios riesgos de concesiones al neoliberalismo,
en especial sobre el derecho a la vivienda, más allá del “sueño” de crear en
España el Hollywood europeo….
Finalmente, el nuevo escenario del conflicto territorial tras
los indultos, el dilema entre solución política en el marco constitucional, o
un nuevo reto independentista, marcará los próximos tiempos.
5.- La
crisis territorial en España y la apuesta de los indultos para favorecer una
solución política
La concesión por el gobierno de los indultos a los líderes
independentistas condenados por los hechos de octubre 2017 en Cataluña, además
de un acto humanitario, es un gran gesto político para generar distensión en
una gran parte de la sociedad catalana y crear las condiciones que favorezcan
la negociación para encontrar una solución política al conflicto territorial.
La carta de Oriol Junqueras reconociendo que la vía de la
unilateralidad fue un error es un signo positivo en la evolución de sectores
independentistas, particularmente en ERC.
Sin embargo, la decisión adoptada por el gobierno tiene
riesgos de enorme importancia, si finalmente la negociación se encallara y el
bloque independentista respondiera con nuevas decisiones que chocan con la
legalidad vigente.
El conflicto territorial, por su naturaleza, genera
sentimientos y emociones encontradas en el seno de la ciudadanía de Cataluña y
entre esta y el resto del estado español. Al enquistarse y radicalizarse crea
espacios políticos en Cataluña que son capitalizados especialmente por el
bloque independentista y en España por la derecha conservadora y centralista
representada por PP, Ciudadanos y especialmente por VOX.
En gran medida la radicalización del conflicto territorial
tiene su origen en la sentencia del tribunal constitucional que dejó sin efecto
algunos artículos del Estatuto de Autonomía refrendado por la ciudadanía en
2006. Las limitaciones del régimen político de la transición, de una constitución que impide el pleno
desarrollo de un modelo federal, la persistencia de una monarquía en horas
bajas por la corrupción del rey emérito Juan Carlos, de una constitución que
sufrió el 26 de septiembre de 2011 una involución con la reforma del artículo
135 que socava la soberanía popular en temas económicos y sociales de gran
trascendencia, el malestar social que expresó el movimiento del 15 M de los
indignados que llegaron a rodear el Parlament en 2011, crearon las condiciones
de frustración social y malestar político que fueron aprovechados por el
gobierno de Artur Mas para desviar el malestar político social hacia el
conflicto territorial, con la
convocatoria de la consulta popular sobre el futuro de Cataluña el 9 de
noviembre de 2014.
La pasividad del gobierno de Mariano Rajoy ante la evolución
del conflicto territorial radicalizó a una parte de la sociedad catalana que
abrazó las tesis independentistas y fue interpretada por sus líderes bajo el
gobierno de Puigdemont como un signo de debilidad del estado y el momento
propicio para proclamar la independencia, incumpliendo la propia legalidad del
estatuto de autonomía de Cataluña, con
la aprobación en el Parlament el 8 de septiembre de la antidemocrática “ley Fundacional de la
República y de Transitoriedad” que negaba la separación de poderes, y
convocando el referéndum de 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración
unilateral de la independencia, de cortísima duración.
La carga de ilusión y emoción en el bloque independentista
les impidió hacer una valoración realista de la correlación de fuerzas con el
estado español, de la debilidad que representaba contar con un apoyo inferior a
la mitad de la ciudadanía en Cataluña, así como de falta de apoyo significativo
en la Unión Europea y el resto del mundo. La derrota se consumó con la
aplicación del artículo 155, sin resistencia significativa en Cataluña, y la
detención de los principales líderes del independentismo.
¿El espacio independentista ha sacado las conclusiones de una
estrategia, la unilateralidad, abocada a la derrota con las actuales
correlaciones de fuerzas? Esta es la
gran interrogante. La historia de España enseña que los grandes cambios, la
proclamación de la II república, y el triunfo del Frente Popular, fueron
posible con la construcción de una amplia alianza social y popular, con la
participación de la clase obrera, y con objetivos de transformación social de
carácter transversal en todo el territorio de España. Por el contrario, la
proclamación por Frances Maciá de «una
República Catalana dentro de la Federación Ibérica» solo duró tres días.
Las
próximas semanas y meses irán despejando los interrogantes sobre la evolución
del bloque independentista. Veremos si desciende o no la apuesta independista
en una parte de la sociedad catalana, si se producen tensiones y rupturas en su
seno, o bien, ante el malestar social por los efectos de la crisis económica
producidos por la Pandemia, y las dificultades de encontrar una solución
política de consenso mayoritario, se enciende nuevamente el impulso por
proclamar unilateralmente la independencia.
¿El
gobierno de España, especialmente el PSOE, ha sacado las lecciones de la crisis
territorial con Cataluña y está dispuesto a reformas de que favorezcan una
solución política duradera?
Probablemente Pedro Sánchez ofrecerá en el momento de definición de la
negociación la elaboración de un nuevo Estatuto de autonomía con más
competencias y un concierto fiscal que se aproxime a la del País Vasco y
Navarra, y un referéndum sobre el acuerdo en caso de alcanzarse. Una propuesta
de esta dimensión provocará la agitación de la derecha centralista española,
también una nueva ola para generalizar dicho acuerdo al resto de autonomías, el
famoso “café para todas”.
Habrá
que esperar para conocer los límites de la negociación en ambos lados de la
mesa negociadora. Y el impacto de nuevos escenarios imprevisibles.
En
cualquier caso, la llave de la estabilidad del gobierno de coalición al estar
en manos de ERC genera muchos interrogantes. ¿Prevalecerá el pragmatismo y un
aterrizaje en la realidad de ERC que favorezca un acuerdo político dentro de
los límites de la actual Constitución española?, o bien, ante el previsible
malestar en los sectores más radicalizados del independentismo, Junts, CUP,
ANC, con la evolución de la mesa de negociación, y la opción de hacer caer el actual gobierno de la Generalitat
presidido por Pere Aragonés en la moción de confianza pactada para el ecuador de la legislatura, ¿optará
ERC por superar la moción de confianza y conservar su influencia electoral en
Cataluña, aunque sea al precio de la desestabilización del gobierno de
coalición PSOE-Unidas Podemos, forzando nuevas elecciones a pesar del riesgo de
la posible victoria del bloque de la derecha centralista que capitalizaría el
posible fracaso de las negociaciones, o bien, romperá con el bloque
independentista y se abrirá a la formación de un nuevo gobierno con el apoyo, o
participación, del PSC y de Cataluña en Comú-Podem?
6.- La
crisis del espacio político a la izquierda del PSOE.
Los debates y dudas sobre la participación en un gobierno
social-liberal como socio minoritario que precedieron a la formación del
gobierno de coalición vuelven a renovarse tras constatar la pérdida de apoyo
electoral de Unidas-Podemos en las elecciones autonómicas en Galicia y País
Vasco, también en el gran bajón de votos en Cataluña, aunque se mantuvieran el
mismo número de diputados.
La gran ilusión generada tras los resultados de las
elecciones al Parlamento europeo en 2014, y en especial, en las generales de 20
de diciembre de 2015, ha ido cayendo progresivamente, con rupturas en el seno
de la cúpula fundacional de Podemos, la ruptura en Madrid con la formación de
Mas País y su reciente “sorpasso” al PSOE en las elecciones de Madrid, la ruptura de la alianza con los anticapitalistas
en Andalucía, la disgregación en numerosos territorios salpicado de represiones
internas para asegurar el poder del núcleo dirigente de Podemos. En esta crisis
de Podemos hay que sumar las tensiones con Izquierda Unida, y con Cataluña en
Comú, que recientemente acordaba iniciar su vinculación al Grupo Verde Europeo.
El líder carismático de Podemos Pablo Iglesias, tras dimitir
de la vicepresidencia del gobierno (por el que tanto apostó), con la
justificación de cerrar el paso a la derecha en las elecciones de la Comunidad
de Madrid, anunció su dimisión de la dirección de Podemos después de conocerse
la victoria de Ayuso y los modestos resultados obtenidos por la candidatura de
Unidas Podemos. El vacío de liderazgo en una organización que evolucionó hacia
un modelo personalista rodeado de un núcleo disciplinado abre serios
interrogantes sobre las posibilidades de una reorientación de su funcionamiento
organizativo, con una participación efectiva de las personas inscritas, el
respeto a la pluralidad interna y su integración democrática en todos los
niveles de Podemos. Lo cual exigiría cambios en los estatutos y el reconocimiento
de tendencias y corrientes.
La rápida institucionalización de Podemos, especialmente de
la órbita más cercana a su dirección, es una dificultad añadida para generar
una nueva esperanza e ilusión entre las gentes que depositaron su confianza.
La crisis en Podemos va de la mano de la crisis en Izquierda
Unida. Sectores crecientes de IU están descontentas con la relación subalterna
de la dirección de IU hacia Podemos.
La evolución de la crisis de Podemos, con la creciente
desafección de sus bases expresada en la baja participación de las personas
inscritas en la elección de la nueva dirección en la última Asamblea. La
apuesta por la ministra Yolanda Diaz como nuevo liderazgo político del espacio
de confluencia de Unidas-Podemos. El silencio de la ministra, sus dudas y
posibles condiciones para aceptar el liderazgo abren importantes interrogantes
sobre la salida de la crisis de este espacio político.
En este contexto, se acentúan las apuestas y movimientos de
organizaciones como Mas País, Anticapitalistas de Andalucía, Compromís del País
Valencia para articular una nueva alianza y confluencia. No puede descartarse
que en función de la evolución de los acontecimientos políticos Cataluña en
Comú reoriente sus alianzas y confluencias.
Además, las organizaciones de este espacio diverso y
fracturado a la izquierda del PSOE se resisten a abrir un debate real sobre el
Proyecto Político para España con voluntad de transformación. El abandono de la
soberanía popular para tomar las decisiones políticas y económicas de carácter
estratégico, con un creciente sometimiento a las imposiciones de la Comisión
Europea y el BCE, como se desprende de la sumisión a la condicionalidad de los
Fondos de Recuperación económica, la ausencia de crítica al proyecto de la
Unión Europea y del papel de la moneda única, la aceptación práctica de la
decisión de realizar la próxima cumbre de la OTAN en España. La huida hacia
adelante en la gobernanza de España sin hacer un balance y abrir el debate
sobre la participación en el gobierno de coalición con el PSOE en una
correlación de fuerzas desfavorable para el socio minoritario.
En tales condiciones, y ante los escenarios complejos y
difíciles que se aproximan, sean como consecuencia de la próxima crisis
económica internacional que enseña las orejas con el fuerte aumento de la
inflación en EEUU, de las presiones de
Bruselas para volver a la senda de estabilidad presupuestaria una vez se
consideren superados los efectos económicos de la pandemia, de la evolución del
malestar social conforme la ciudadanía
supere los temores y restricciones de movilidad tras el final de la
pandemia, o bien si fracasa la operación política para encarrilar el conflicto
territorial, hace más necesario y urgente abrir el debate político, y avanzar hacia la reconstrucción, refundación,
etc., del espacio de la izquierda con voluntad transformadora.
Pero esta refundación no puede ser un proceso en clave
meramente electoral. El sistema bajo el que nos encontramos ha demostrado que
es capaz de digerir y transformar regresivamente cualquier intento de cambio
que no se fundamente en una organización y empoderamiento de las clases
populares. Su control de los medios de comunicación, su monopolio económico y
su articulación global no permite a los pueblos que se emancipen, si estos no
se organizan sobre exigencias y proyectos alternativos claros y se movilicen de
manera estructurada, democrática y participativa para evitar que el sistema
coapte a sus representantes y lleve las esperanzas de cambio a la marginalidad.
7.- El papel
de los movimientos sociales en la coyuntura pandémica
En el difícil contexto de la Pandemia y de las medidas
económicas adoptadas, ante los incumplimientos o devaluación de los acuerdos
entre los socios del gobierno de coalición, ante las advertencias sobre
próximos recortes en el sistema público de pensiones, ante la pasividad en
adoptar medidas efectivas para reforzar de manera permanente la salud pública,
desprivatizando, incrementando los recursos en personal y económicos para la atención primaria, creando empleo estable
en salud y educación públicas, o acordando leyes que garanticen el derecho a la
vivienda, prohibiendo los desahucios, regulando los alquileres y construyendo
un parque público de vivienda de alquiler
a la altura de la media de la UE, cortando de raíz los precios abusivos
de las facturas energéticas nacionalizando el sector energético, o creando una
banca pública de dimensiones suficientes para generar las inversiones que
permitan superar el actual modelo económico dependiente de un turismo
sobredimensionado, y de las decisiones de la banca privada y de las
transnacionales.
En los diferentes frentes abiertos por la gestión de la
pandemia y la sumisión a las directrices de Bruselas, el papel de los
movimientos sociales ha sido decisivo para contener los recortes en las
pensiones públicas, como enseña la movilización permanente de Marea
Pensionista-COESPE, para disuadir y contener los proyectos privatizadores y de
recortes en la sanidad pública gracias a las movilizaciones de Marea Blanca en
el conjunto de España, para frenar los desahucios de viviendas y presionar para
la elaboración de una ley que garantice el acceso a la vivienda digna gracias
al papel de las PAH a nivel estatal, de los sindicatos de inquilinos/as, en la
acción por defender la plena aplicación de derechos a las personas sin empleo y
vulnerables como muestra la Comisión Promotora de la Renta Garantizada de
Ciudadanía y la Coordinadora de asambleas de trabajadores/as en paro, la lucha
contra los cortes de servicios básicos a las personas vulnerables y conquistar
derechos como enseña la Alianza contra la Pobreza Energética, en la
movilización contra el cambio climático de la juventud organizada, del papel de
las coordinadoras, plataformas y movimientos que han denunciado el abandono
criminal en las residencias de gente mayor, y reivindicado una atención
domiciliaria de calidad, que ha forzado la aplicación de medidas correctivas
aunque limitadas. Por último, debemos destacar el papel de a clase trabajadora
organizada, como RidersxDerechos, que crearon las condiciones para elaborar la
ley que ha prohibido los falsos autónomos, también de las grandes luchas
obreras que han impedido los despidos masivos en Nissan, etc., y en la
actualidad la gran movilización de los empleados de CaixaBank ante la amenaza
de despidos.
Debemos destacar los avances de los movimientos sociales para
organizar la acción solidaria y superar el corporativismo, construyendo la
Alianza de Mareas y Movimientos Sociales en Cataluña, o construyendo marcos de
coordinación e iniciativas en el conjunto del estado, como la Iniciativa para
una ley que garantice el acceso a una vivienda digna en el ámbito estatal.
En definitiva, sin la acción de los movimientos sociales, el
gobierno de coalición hubiera cedido mucho más a las presiones de los poderes
económicos y de la Comisión Europea en todos los frentes abiertos. Lo que
permite concluir, apoyándonos en la experiencia histórica en Europa y España de
gobiernos de coalición entre la socialdemocracia social-liberal y las
formaciones a su izquierda en posición minoritaria, que se puede ser más
efectivo y obtener victorias desde la oposición en alianza con los movimientos
sociales en lucha.
8.- La necesidad de construir una izquierda
transformadora para responder a los próximos retos. Hacia los estados
generales.
La perspectiva de inestabilidad política, como consecuencia
de la combinación de la evolución de la crisis económica provocada por la
pandemia, la dimensión real de la anunciada recuperación económica, la perspectiva
de una crisis mundial de la deuda acumulada que pueda provocar una depresión,
la continuidad de las políticas económicas expansivas aplicadas en la coyuntura
de la pandemia o el regreso a las políticas de estabilidad presupuestarias, los
efectos de la condicionalidad de los fondos de recuperación de la UE sobre los
derechos laborales y sociales, los posibles estallidos del malestar social
acumulado, junto a las tensiones crecientes entre el bloque formado por EEUU,
UE y China, Rusia, con sus respectivos aliados, marcan el contexto sobre el que
deberá transitar el gobierno de coalición entre PSOE-Unidas Podemos.
La gestión del gobierno de España sobre los grandes temas
pendientes, reforma laboral y de las pensiones, futura ley de la vivienda,
respuesta a los cierres de empresas y el aumento del desempleo una vez se
agoten los ERTES, los conflictos potenciales sobre la utilización de los fondos
de recuperación económica y su distribución territorial, y los resultados de
negociación para encontrar una solución política al conflicto territorial,
incidirán sobre la estabilidad del gobierno de coalición, su credibilidad
política y electoral, y el debilitamiento o recuperación del espacio formado
por Unidas- Podemos, Mas País, Anticapitalistas, etc.
La necesidad de una izquierda transformadora capaz de general
una nueva esperanza de cambio real es más urgente que nunca. Si no se avanza
hacia este objetivo los riesgos de que el vacío de alternativa lo llene la
derecha más conservadora y la ultraderecha es un peligro real.
El proyecto de reconstruir o refundar el espacio de la
izquierda transformadora exige una profunda reflexión y debate sobre los
errores cometidos y las carencias:
- Ausencia
de un proyecto político para el país, que se proponga la recuperación de la
soberanía popular y económica esencial para poder aplicar políticas
transformadoras, oponiéndose radicalmente a las directrices impuestas por las
instituciones no democráticas de la Unión Europea;
- adaptación
oportunista a las instituciones de gobierno en todos los ámbitos,
particularmente en el gobierno del estado en coalición sin fuerza real para
avanzar en los grandes objetivos de cambio; alejamiento creciente de la
sociedad civil y de sus organizaciones sociales y cívicas;
- abandono
en la práctica de la construcción de una organización política de masas, basada
en la participación real de las bases en la tona de decisiones, y en la
democracia interna capaz de integrar la pluralidad de colectivos y diversidad
de ideas y propuestas.
Nuestra tarea es construir un sujeto para la recuperación de
la soberanía popular, y por la construcción de la República social, con un
Estado al servicio de los intereses de la clase trabajadora y sectores
populares.
La conciencia sobre estas carencias y la necesidad de dar
pasos para la reconstrucción de la izquierda transformadora avanza entre
sectores del activismo político y social, y de la intelectualidad.
Con el objetivo de facilitar esta reflexión y debate, y
avanzar en la reconstrucción o refundación del espacio de la izquierda
transformadora, proponemos implicarnos en la preparación de una conferencia de
debate y propuestas, los llamados “estados generales”. Su éxito dependerá de que seamos capaces de
suscitar el mayor apoyo y participación de activistas y colectivos políticos y
sociales. Esta iniciativa no busca en lo inmediato fraccionar más el espacio de
la izquierda transformadora, sino facilitar aquellas reflexiones que permitan
la articulación de un Frente amplio de la izquierda transformadora, con una
apuesta firme por el impulso al empoderamiento de la ciudadanía, el
fortalecimiento de los movimientos sociales, del sindicalismo de clase, participativo
y de lucha, del feminismo igualitario, del ecologismo socialista, del
internacionalismo, con un proyecto republicano, federal, democrático y social.
9.- Fortalecer
Socialismo 21 para realizar las tareas
Durante este difícil periodo marcado por la pandemia del
covid-19, hemos sufrido la pérdida de importantes compañeros como Julio
Anguita, Albert Escofet, y otros compañeros muy apreciados, que recordaremos
siempre.
A pesar de las restricciones de movilidad, el balance que
podemos hacer de la actividad de Socialismo 21 y la Xarxa Socialisme 21, de sus
afiliadas/os, es positivo.
- Los/las
activistas de Socialismo21 han jugado un papel importante en el fortalecimiento
de los movimientos sociales y en la articulación de su unidad de acción.
También han participado en el impulso de nuevos medios de comunicación social
como Marea TV.
- Hemos participado
en la elaboración de importantes documentos con propuestas, reivindicaciones e
iniciativas.
- Colaboramos en
las acciones promovidas por la Asamblea Internacional de los pueblos, en
especial de la semana antiimperialista.
- Participamos
regularmente en los debates y actividad de la Coordinadora Europea para salir
del euro.
- Intelectuales y
politólogos de Socialismo21 han redactado y difundido importantes análisis y
propuestas políticas de carácter geopolítico y estratégico.
Desde el reconocimiento a los esfuerzos y el trabajo
realizado por el conjunto de afiliados/as, nos reafirmamos en el objetivo de
fortalecer Socialismo 21, de construir la vanguardia revolucionaria, que
permita ser efectivos en la construcción de la izquierda transformadora, en
preparar las condiciones para superar el capitalismo, y construir el socialismo
participativo que permita un futuro de paz, progreso social y ecológico,
igualdad y cooperación solidaria a nivel internacional.
Entre las tareas que nos proponemos cumplir para 2021 y 2022:
- Apoyar
la movilización estatal de Marea Pensionista-Coespe, y sus alianzas, del 16 de
octubre con la marcha a Madrid.
- Promover la participación en la consulta popular
entre Monarquía y República. Defender el carácter social, democrático solidario
e igualitario del proyecto republicano.
- Impulsar la solidaridad con el frente Polisario
y su larga lucha por liberar el Sáhara Occidental de la dominación de la
monarquía expansiva y corrupta de Marruecos.
- Colaborar
en la preparación de los estados generales de la izquierda transformadora.
- Promover
la formación política y social.
- Promover
la respuesta unitaria a la cumbre de la OTAN en España 2022
- Participar
en la reunión de la coordinadora europea en caso de confirmarse a finales de
septiembre en Barcelona.
- Seguir
trabajando en el fortalecimiento y articulación de los movimientos sociales
para dar respuesta a las amenazas de recortes de las pensiones en 2022 y
proseguir la movilización por revertir la reforma de 2011, por la plena
implementación de la RGC y la mejora de la ley del IMV, por la derogación de la
ley “Mordaza”, en la lucha por la plena derogación de la reforma laboral de
2012 y de la legislación de la precariedad, por el pleno empleo digno y la
reducción de la semana laboral a 30 horas sin reducción del salario, por la
nacionalización del sector energético y reducir la factura de los servicios
básicos, en defensa de la banca pública, por una salud y educación plenamente
públicas, por el carácter público de las residencias de gente mayor y la
atención domiciliaria. Por una ley de vivienda digna que prohíba los
desahucios, regule los alquileres y cree un parque público de vivienda de
alquiler eficiente. Por la defensa de los objetivos feministas de clase y de la
ecología transformadora.
Barcelona, 24 de julio 2021
SOCIALISMO 21
XARXA SOCIALISME 21
Web: https://socialismo21.net/
Email: as.socialismo21@gmail.com
INFORME SOBRE LA SITUACION POLITICA Y PROPUESTA DE TAREAS
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