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    La ausencia de un internacionalismo organizado está siendo terrible para la clase trabajadora

    La ausencia de un internacionalismo organizado está siendo terrible para la clase trabajadora

    Carlos Martinez  es politólogo y secretario general del Partido Socialista (PSLF)

    El mundo en el que vivimos no es el que nos cuentan las televisiones, las radios o los periódicos. Es peor. Además de que nos mienten y ocultan cual es la situación verdadera de la economía mundial, las estrategias geoeconómicas, militares y quienes de verdad son las grandes potencias. También sobre quienes realmente controlan la economía, así como la situación del capitalismo senil occidental y como los mercados mundiales se están comenzando a organizar al margen de las grandes estructuras de la globalización neoliberal dirigidas por los EEUU.

    La Unión Europea es algo en decadencia convertido en un parque temático turístico y ligado colonialmente a los intereses económicos y miliares de Los EEUU, capitaneada por una Alemania que juega en Europa Unión con cartas marcadas, puesto que es una potencia industrial por tanto busca su propia geoestratégia mundial, tal y como cualquier estado serio debe hacer. Eso o ser vasallo de otros.

    Las grandes multinacionales marcan la politica en el occidente judeo-cristiano y los estados deben ejecutar sus políticas. El neoliberalismo de Europa y las potencias centrales es decir, las que afirman ser el primer mundo y/o su zona de influencia y creen ser las ricas,  o la “comunidad internacional” privatizan  y deciden que estas grandes corporaciones se adueñen de los bienes públicos, nos roban, despiden y rebajan los salarios o pretenden destruir todos los sistemas públicos de protección social en beneficio propio.

    Estas grandes multinacionales que controlan la comunicación y las redes sociales, además imponen una dictadura politica que solo permite elegir entre o bien el trumpismo y las extremas derechas o unas derechas civilizadas, liberales e incluso algo progresistas, pero sin pasarse. La izquierda de cambio social, la organización obrera, el socialismo están prohibidos en la realidad. Los tratados de la Unión y las constituciones “democráticas” comenzando por la española, declaran al socialismo (y digo el socialismo, es decir el reparto de la riqueza y no un quiosco profesional de liberados políticos) fuera de la ley y protegen por encima de todo, no el bien común, sino la propiedad. Al hablar de propiedad no me refiero a tener un piso o un apartamento en una playa masificada, sino a la propiedad de los medios de producción y de consumo y deciden quién va a ser pobre o no, quien tendrá futuro o no y quien tendrá trabajo o no. El trabajo ya no es un derecho, es, o bien una lotería o cada vez más una esclavitud, sino no se tiene acceso a las esferas de las privilegiadas y los privilegiados.

    La clase obrera desde sus inicios organizados en el marxismo o en el internacionalismo libertario, siempre supo que su respuesta solo podía ser internacional pues el capitalismo del siglo XIX ya lo era y que cuando ese capitalismo entraba en crisis o competía por los mercados y las materias primas, se provocaba una guerra ya fuera local, regional o mundial. Pues bien esto sigue y por eso la crisis capitalista está generando un clima pre-bélico que Trump atizó, pero que Biden en este caso en nombre del liberalismo del momento, no le va a la zaga.

    Las clases trabajadoras mundiales nos hemos convertido salvo excepciones, en clientes, consumidores, empleados y empleadas o simplemente esclavas y esclavos mansos de un poder del dinero cada vez mayor y tan solo contrapesado por otras potencias más fuertes y poderosas de lo que nos dicen (lideradas entre otras, por China) pero cuyos modelos no coinciden con la democracia y las aspiraciones de muchas personas y más alejadas de lo que parece de las tesis ecosocialistas de un mundo justo, limpio y diferente e igual.

    Es por ello imprescindible pasar a la acción y la coordinación internacional. Para esto la llamada “Internacional Socialista” no nos sirve pues está demasiado ligada a los intereses de los EEUU o la UE y de la misma forman parte partidos de derechas e incluso en algún caso de extrema derecha, se llaman como se llamen. Desde posiciones populistas se están lanzando iniciativas con escaso éxito por ahora como la llamada Internacional Progresista y mientras importantes partidos de la izquierda internacional o no pertenecen a ellas o como mucho tienen el estatus de observador, como el PTE, el PSOL, el Laborismo británico o el DSA de los EEUU, un partido en pleno auge.

    No se trata de una IV o de una V Internacional, las cosas ya se verán, se trata de converger y hacer converger a diferentes realidades ya existentes junto con movimientos sociales y organizaciones obreras o campesinas de lucha y desde un socialismo internacional hacer frente a un neoliberalismo cada vez más dictatorial que ejerce la dictadura de los mercados en contra de las clases trabajadoras y excluidas mundiales y las naciones y pueblos oprimidos. Es la única manera de defender nuestros derechos más elementales y salvar el planeta.  

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    Declaración ante el 1* de Mayo

    Declaración ante el 1* de Mayo

    Vivimos bajo un capitalismo senil que está llevando el mundo hacia el desastre. Por primera vez desde el inicio de la revolución industrial en gran parte del mundo la población se está reduciendo. En las últimas décadas a pesar de doblarse la producción, ha aumentado la pobreza de la mayoría y la riqueza de cada vez menos privilegiados. Las oligarquías imponen la violencia entre gentes preparando nuevas guerras para apoderarse de los cada vez más escasos recursos del planeta, promueven la cultura basura y la drogodependencia entre los jóvenes…

    Pero hay otro camino. Nunca en el mundo ha habido tanta gente viviendo de su salario. Ciertamente con condiciones muy diversas y fragmentados, pero constituyendo una creciente mayoría social. En España hemos llegado a 19 millones de afiliados a la seguridad social a los que hay que añadir las gentes que trabajan como becarias, precarias, ilegales bajo unas condiciones cada vez más degradadas por las sucesivas reformas laborales. Si a este número añadimos las personas paradas, jubilados, quienes trabajan cuidando de niños y mayores, así como los menores de familias trabajadoras que aún no pueden trabajar, resulta que somos más que nunca un país de gente trabajadora asalariada o dependiente, en que el sistema ha triturado al pequeño propietario, comerciante o campesino.

    Una población trabajadora que a causa de la privatización y degradación del sistema sanitario está sufriendo de forma aumentada los estragos de la COVID, tanto en forma de infectados y muertos como por un elevado y sostenido desempleo, que ha provocado un aumento de la pobreza, que solo ha tenido una precaria cobertura: el ingreso mínimo vital apenas ha alcanzado a un tercio de aquellos que se publicito que se protegerían. Es urgente la adopción de medidas sociales como reducir la jornada semanal a 30 horas, mejorar radicalmente el Ingreso Mínimo Vital tanto en cuantía como accesibilidad, proteger las pensiones y volver la jubilación a los 65 años, facilitar el acceso inmediato a la vacunación al conjunto de la población, aboliendo las patentes y permitiendo el acceso a todas las vacunas disponibles en el mundo de inmediato. Y por supuesto derogar las retrogradas reformas laborales aprobadas los últimos años.

    Sin embargo, vemos que lejos de acercarnos a estos objetivos, el sistema sostiene que son inviables y propone nuevos recortes y privatizaciones. ¿Como es posible que bajo un sistema democrático formal no conseguimos imponer ese programa mínimo? ¿Como es posible que permitamos que continúe el brutal crecimiento de la desigualdad?

    Estamos sometidos a una agresiva campaña ideológica que nos hace insensibles a las pérdidas que hemos sufrido y nos convence que tras nuevos sacrificios todo será mejor si tan solo perseguimos nuestro interés personal, aunque sea a costa de los demás. Frente a este escenario, doloridos por las pérdidas sufridas en la crisis del 2008 y ahora con la epidemia, nos preguntamos qué hacer para salir del atolladero. Parte de la respuesta podemos hallarla en la memoria histórica de la clase trabajadora. Cuando se empezó a celebrar el 1 de mayo se buscó unir en la movilización a la clase trabajadora por encima de géneros, nacionalidades, doctrinas e ideologías por objetivos comunes y compartidos. Se consiguió hacer entender a las grandes mayorías que no había salvación para nadie, sino había salvación para todos. La clase obrera emergió de su embrutecimiento como emigrantes perdidos en las grandes ciudades industriales, atontados por el alcohol, las prédicas religiosas y la prostitución. Sobre la solidaridad, la complicidad, la fraternidad y la confianza que la gente común puede conquistar

    la dignidad, se logró entre otras muchas cosas reducir la jornada a 8 horas, la mitad de lo que se había llegado a trabajar en algunos sectores en Londres o Barcelona. En la actualidad, el sistema está consiguiendo revertir esas conquistas mediante la combinación de una dura represión sobre quienes se resisten, una sofisticada corrupción sobre las organizaciones políticas y sindicales, y un trabajo cultural por medio de técnicas de comunicación social para contener la autoorganizacion de los de abajo, aislando las personas en una concepción hedonista y egoísta que nos haga olvidar la enorme fuerza potencial que tenemos para abrir otros horizontes cuando somos capaces de unirnos y organizarnos.

    Hoy los movimientos sociales en defensa de derechos concretos son la punta de lanza que puede revertir esta situación. Los chalecos amarillos en Francia han detenido las contrarreformas de Macron. En nuestro país los pensionistas con COESPE están bloqueando los planes de recorte y privatización, las mareas blancas están uniendo a trabajadoras y pacientes en defensa de la sanidad pública, los movimientos en defensa de la vivienda están forzando cambios legislativos de calado para garantizar el derecho a tener un techo, se denuncia y lucha contra la privatización de las residencias…

    Es necesario que este torbellino social llegue a los centros de trabajo para devolver a los trabajadores su papel protagónico para recuperar condiciones de trabajo dignas y evitar los recortes que sigue exigiendo la Unión Europea para rescatar a las grandes empresas con sus supuestos planes de recuperación.

    Junto con ello es preciso la denuncia y lucha política, que tiene que ir mucho más allá de la disputa en las instituciones. Es positivo que la izquierda que se reclama alternativa vaya en espacios electorales únicos, pero ello no basta. Además de plataformas electorales, fácilmente captables por el sistema, necesitamos crear una fuerza política de las gentes trabajadoras que trabaje en la calle y en los centros de trabajo cada día, que de protagonismo y poder real a las personas que no hacen de la política su profesión, sino su compromiso ético solidario.

    Es esta gente la que hizo posible mejorar las cosas para las grandes mayorías en el pasado. Hay que volver, de forma creativa y actualizada a conformar esa fuerza política y social para sacar el mundo del atolladero presente. No saldremos de esta hasta que entre todas y todos seamos conscientes que no nos bastan propuestas políticas para la gente trabajadora, sino que necesitamos crear organización social y política de las gentes trabajadoras.

    Llamamos a la ciudadanía a recuperar las tradiciones de nuestra clase trabajadora, a implicarse de manera activa en las luchas existentes, a organizarse en los movimientos sociales y sindicales, construyendo con su lucha concreta los cimientos de una nueva sociedad.

    Llamamos a las personas que impulsan el activismo social, a dar un paso al frente y a compartir la lucha con nosotras y nosotros.

    ¡Viva la clase trabajadora! ¡Viva el 1 de mayo! ¡La lucha es el único camino!

    Secretaria de Socialismo 21

    Web Socialismo21: https://socialismo21.net/

    Email: as.socialismo21@gmail.com

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    PREPAREMOS LA RESPUESTA SOCIAL Y UNA NUEVA

    DECLARACIÓN SOCIALISMO 21 

    TRAS LA PANDEMIA Y UN HORIZONTE TURBULENTO,

    PREPAREMOS LA RESPUESTA SOCIAL Y UNA NUEVA

                                                                                     ESPERANZA

    El gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, llamado de progreso, ha tenido que afrontar poco después de su constitución en enero de 2020 una prueba excepcional, como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y sus efectos económicos y sociales. 

    La dimensión mundial de la pandemia ha afectado a todos los países, sistemas económicos, regímenes políticos y gobiernos. De esta gran prueba que ha conmocionado la salud pública del conjunto de la humanidad podemos sacar algunas conclusiones:

    1.- Por regla general los países capitalistas, empezando por el imperialismo americano, y siguiendo por la Unión Europea, han demostrado un gran fracaso en la respuesta dada a la pandemia con un elevado número de muertes, muchas de ellas evitables y la parálisis duradera de amplios sectores económicos. La comparación con la gestión de la pandemia por el gobierno de la República Popular China, con medidas de confinamiento y rastreo hasta derrotar el coronavirus, ha puesto en evidencia la incapacidad del neoliberalismo con la exaltación del mercado para afrontar la pandemia. Las concesiones a los poderes económicos retrasando los confinamientos y precipitando las desescaladas, junto a los recortes en salud pública, la explotación de la salud como negocio, la gestión privada de las residencias de ancianos convertidos en mercancías, han finalizado en una tragedia humanitaria que se podía haber evitado en gran medida.

    2.- El monopolio de la investigación de las vacunas en manos de farmacéuticas privadas financiadas con dinero público, el mantenimiento de las patentes privadas de las vacunas que impiden su socialización, ha puesto al descubierto la ineficiencia sanitaria y la terrible desigualdad en su distribución marginando a gran parte de la humanidad que reside en países en vías de desarrollo. La evidencia científica y sanitaria señala que de esta pandemia solo se saldrá con la vacunación de la población mundial, debido a la interacción y al riesgo de nuevas mutaciones del Covid-19 en regiones no vacunadas que pueden saltar al resto de países poniendo en cuestión los efectos de la propia vacunación.

    Breve balance del gobierno de “progreso” y perspectivas

    La composición del gobierno coalición, entre el PSOE como socio mayoritario de orientación socialneoliberal que controla los ministerios económicos y Unidas-Podemos socio minoritario con voluntad de cambio social, a pesar de los acuerdos programáticos de tinte progresista alcanzados, levantó desde su inicio serios interrogantes sobre su viabilidad y cumplimiento coherente de los acuerdos. La experiencia de gobiernos semejantes a lo largo de la historia en diversos países, y el balance de la experiencia del gobierno tripartito en Cataluña y posteriormente en Andalucía, arrojaba un mar de dudas sobre el futuro del gobierno de progreso.

    Conforme avanza la legislatura nos encontramos con un balance claramente mejorable en la respuesta a la pandemia. La precipitada desescalada como concesión a la presión de los partidos de la derecha y ultraderecha, así como a los poderes económicos del comercio, restauración y turismo, favoreció el rápido repunte de las siguientes olas de la pandemia, agravando su impacto económico.

    El giro táctico, con fecha de caducidad, de la Unión Europea, el Banco Central Europeo, con el visto bueno e interesado del gobierno de Angela Merkel, en la aplicación de políticas keynesianas de expansión monetaria y del crédito, facilitó la apuesta de los ERTES para paliar los efectos de los cierres de empresas como consecuencia de los confinamientos y evitar los despidos y el crecimiento exponencial del desempleo. Más allá de los límites de las compensaciones de los ERTE,s en comparación con otros países, de sus problemas de gestión, esta medida paliativa, junto al incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 950 euros al mes en enero de 2020,  han contribuido al prestigio de la ministra del Trabajo Yolanda Díaz. Otras medidas como los límites a los desahucios, al corte de suministros básicos a personas vulnerables, etc., y la aprobación del real Decreto-ley del Ingreso Mínimo Vital, contribuyeron también a mejorar la percepción social del gobierno.

    Sin embargo, a medida que avanza la legislatura, el fuerte incremento del desempleo y la pobreza, la acumulación de asignaturas pendientes como la plena derogación de la reforma laboral del PP en 2012, la no derogación de la Ley Mordaza, la sombra de una nueva reforma regresiva de las pensiones públicas,  la frustración creada ante la pésima implementación del Ingreso Mínimo Vital que ha puesto al desnudo las restricciones y defectos del Real Decreto-Ley, las dificultades crecientes para cumplir los compromisos para una Ley de la Vivienda que asegure el derecho al acceso a la vivienda, impida los desahucios a las personas vulnerables, regule los precios de los alquileres prohibiendo el abuso de los grandes propietarios y fondos buitres, la creación de un parque público de vivienda alquiler de dimensión satisfactoria, etc., se ha ido gestando  un sensible malestar social, que se expresa en las crecientes tensiones  en el seno del gobierno. 

    A ello hay que añadir para el futuro las diferencias entre los socios de gobierno sobre la utilización y objetivos del Fondo de recuperación económica de la Unión Europea asignado a España, su condicionalidad y gestión.

    El carácter social-neoliberal del PSOE marca los límites del gobierno, entra en contradicción creciente con el programa de la coalición pactado y genera desencuentros constantes con el socio minoritario. El ascenso a vicepresidenta segunda de la ministra de economía Nadia Calviño en sustitución de Pablo Iglesias, tras su decisión de competir en las elecciones autonómicas de Madrid, es toda una declaración de intenciones de Pedro Sánchez en defensa de la orientación neoliberal, de sometimiento a los intereses y condicionamientos de Bruselas y Berlín que simboliza y representa la trayectoria de Nadia Calviño. Con dicha decisión envía un claro mensaje tranquilizador a los poderes económicos, pero a su vez, se desprende que la actual legislatura puede finalizar antes de tiempo….

    En efecto, agotado el giro táctico de expansión monetaria del Banco Central Europeo y la flexibilización temporal de las normas fiscales de la Unión Europea, volverán a ponerse en práctica las políticas de austeridad con recorte del gasto social, de contrarreformas neoliberales en los servicios públicos, pensiones públicas y en la protección social. Para lo cual necesitan desprenderse del actual socio de gobierno, y reemplazarlo por otros aliados del centroderecha y derecha política, a través de apoyos puntuales, y si no es posible, adelantando la convocatoria electoral y en caso de no obtener mayoría suficiente explorar la vía de una gran coalición con el PP. En dicha coyuntura política, la evolución del conflicto territorial con Cataluña puede servirles de coartada para dicho propósito.

    Fortalecer el frente de resistencia social y refundar un proyecto ilusionante para transformar el país 

    Conforme el descontento social aumente, el escenario de movilización y lucha de amplia base social que simbolizó el movimiento del 15M en 2011, de los indignados, puede resurgir con sus formas específicas en los próximos tiempos. La base programática de la contestación social unirá la lucha por los derechos sociales concretos y el trabajo digno, la abolición de la precariedad y el trabajo digno, la defensa de los servicios públicos en salud y educación, el acceso a la vivienda digna y los servicios básicos, la superación de la pobreza y exclusión social, la defensa de las pensiones públicas dignas, por un planeta habitable, etc., con la defensa de las medidas e instrumentos que lo hagan posible, como la defensa de una banca pública de dimensión eficaz, la redistribución de la riqueza con impuestos progresivos a las transnacionales, Banca privada, fondos especulativos, grandes empresas, etc. Y sin olvidar la necesaria regeneración democrática de un país enfermo y descompuesto moralmente. Con todos estos mimbres hay que construir una muralla social frente a la próxima ofensiva de los gobiernos austericidas.

    Una vez, disipados los efectos embriagadores de los dudosos fondos de recuperación económica de la UE, que en gran parte retornaran a las metrópolis donde residen las sedes de las transnacionales como Alemania, tras el aterrizaje en la realidad, volverán a ser evidentes los problemas de fondo que arrastra la economía española, su desequilibrio con un sector servicios y turístico sobredimensionado, el déficit de una industria pública, y en especial, el incremento de la deuda pública y privada exterior consecuencia de la arquitectura de la Unión Europea puesta al servicio de los intereses de los grandes poderes económicos de centro Europa y Alemania. La tarea pendiente de la necesaria recuperación de la soberanía económica para aplicar otras políticas al servicio de los intereses de la clase trabajadora y la mayoría social se hará más evidente que nunca.

    La construcción o refundación de un proyecto transformador, que supere el sistema capitalista es más necesario que nunca. 

    La previsible inestabilidad del gobierno de coalición, el adelanto electoral que se dibuja en el horizonte, no nos puede coger desorientados, sin proyecto de futuro, o con instrumentos políticos que han demostrado sus límites y debilidades de proyecto.

    Naturalmente, construir o refundar un proyecto alternativo, hace necesario, junto al debate, la reflexión, los encuentros para tejer la red del proyecto de cambio, la defensa de las posiciones de la izquierda con voluntad transformadora en lo inmediato. 

    Una parte de esa tarea implica potenciar, desarrollar y coordinar los crecientes movimientos sociales surgidos en defensa de las pensiones, la vivienda o la sanidad pública. Otra parte de esa tarea supone promover referentes institucionales de confrontación con el discurso neoliberal.

    Las próximas elecciones en la comunidad de Madrid es un primer reto. la presidenta ultraconservadora Ayuso, es la principal responsable de la tragedia humana ocurrida en Madrid, donde los fallecimientos han superado el 58% de la media en España, gran parte evitables si no se hubiera socavado la sanidad pública y si en lugar de hacer concesiones a los intereses de las élites económicas, de los ricos, con medidas débiles para evitar la transmisión de la pandemia, se hubieran adoptado medidas más eficaces.

    Debemos hacer todo los posible para derrotar a la nueva Hidra de la extrema derecha e impedir que gobierne, cuyos líderes comparan el fascismo con el lado bueno de la historia y hacen propaganda con el obsceno y embustero dilema de socialismo o libertad. 

    Desde Socialismo 21 llamamos a votar a las candidaturas con voluntad de cambio, particularmente a la candidatura de Unidas Podemos, reforzada recientemente con la incorporación de Agustín Moreno, activista con una gran trayectoria de lucha, intachable ética política, y su permanente, activo y unitario compromiso con la izquierda. Esperamos que los resultados en Madrid permitan avanzar en la reflexión y tejer los mimbres de un nuevo proyecto de transformación, democrático, participativo, integrador de las diversas sensibilidades políticas, al servicio de los movimientos sociales, que genere nuevas esperanzas de cambio.

    30 de marzo 2021

    SOCIALISMO 21

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    Andalucía: El ocaso de susanismo. La Moncloa toma posiciones

    Andalucía: El ocaso de susanismo. La Moncloa toma posiciones 

    Carlos Martinez es politólogo

    El domingo 25 de Abril aparece en los medios de comunicación estatales, regionales y locales que la ejecutiva provincial del PSOE de Granada, acuerda solicitar el adelanto de las primarias para designar candidatura a las elecciones andaluzas por el PSOE-A en un acuerdo aparentemente ambiguo pero que sitúa a la provincia en la órbita sanchista.

    Previamente Susana Díaz ha recorrido pueblos granadinos en una visita tan intensa como de fría recepción. En Granada siempre hubo desde la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general, un sector sanchista en minoría y mal visto por el aparato provincial y poderosos barones locales susanistas de pro que presionaron a las agrupaciones locales y sus afiliados a votar por Susana. Ahora estos y estas convencidas susanistas se pasan al sanchismo en muchos casos por puro oportunismo y supervivencia laboral, en otros, los menos, por encontrarse seguramente más cómodos y hacer lo que no se atrevían antes. Sin lugar a dudas José Antonio Rodríguez Salas ex alcalde de Jun ahora diputado a Cortes y asesor en Moncloa, ha sido un personaje clave en esta operación. Conocido como el niño de Jun en la provincia llevaba años de dura batalla enfrentado a Susana Díaz junto con Chema Rueda que siempre apoyó a Sánchez y fue secretario general del PSOE de Granada además de un fajador en las izquierdas del partido y siendo por ello, despreciados y vilipendiados por muchos de los que ahora se declararan sanchistas y han apoyado el adelanto de primarias. Cosas de profesionales, algunos de ellos sin escrúpulos.

    Cierto es que Susana Díaz es un peso muerto para el PSOE-A y para el PSOE en su conjunto y muy vulnerable ante la derecha andaluza, aunque no solo. De hecho toda la izquierda se resentía de su incapacidad, felipismo militante, sectarismo y nadería politica. Susana es el paradigma de la “aparatista” profesional, sin más méritos que una gran capacidad en intrigar, cortar cuellos de oponentes y sobrevivir sin aportar, pues carece de ideas propias y de formación politica previa. Susana de puro españolista llegó a cuestionar asuntos recogidos en leyes autonómicas de educación, seguramente por desconocimiento y se apartó de la herencia de un partido que contribuyó a construir un cierto espíritu andaluz y desde luego forjar el estatuto de la realidad nacional de Andalucía.

    Susana además comenzó a recortar en educación y sanidad pública, algo en lo que el actual gobierno de derechas se ha empleado con especial saña y crueldad. Es pues simplemente nefasta para el progresismo.

    Se perfila Juan Espadas un abogado ambientalista y reelegido alcalde de Sevilla como sucesor. Espadas que en Sevilla goza de cierta popularidad, es un técnico, moderado y sin muchas aristas, capaz de buscar alianzas a izquierdas y derechas o con las poderosas cofradías de la semana santa, si bien no es ni ha sido nunca un luchador y activista social y/o socialista, más bien un “experto” en vivienda y medio ambiente.

    La izquierda andaluza padece una crisis muy grave y navega en medio de una inactividad buscada por todo,  y digo todo el oficialismo, excepto en pequeñas pero serias resistencias sociales y sindicales, muy lejos de la combativa izquierda de clase, andalucista y por la reforma agraria que combatió a la dictadura franquista y conquistó su autonomía de primera, con una carga nacionalista pero muy popular, solidaria y de clase. Pueblo andaluz cien veces engañado pero que puede volver a resurgir con un socialismo andalucista, obrero, feminista y republicano.     

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    La Revolución de los claveles

    https://youtu.be/smn_4aSX4oM
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    Ayuso: lecciones para la izquierda

    https://www.nortes.me/2021/04/22/ayuso-lecciones-para-la-izquierda/
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    La guerra en Ucrania: ¿El punto de no retorno? La larga mano de EEUU

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    La reactivación económica del estado español exige igualdad y reparto

    La reactivación económica del estado español exige igualdad y reparto

    Carlos Martínez es secretario general del Partido Socialista (PSLF) y del consejo científico de Attac

    La aprobación en el Congreso de los Diputados del Plan de reactivación y resiliencia económica, redactado por despachos de interés de las grandes empresas y que el gobierno de Pedro Sánchez, presenta como propio, puede ser otra vez papel mojado sino se cambia profundamente su implementación. Criticar es fácil, luego algunas ideas, tal vez no novedosas pero si imprescindibles, en nuestra humilde opinión:

     Lo primero para reactivar la economía es acabar con los contagios del coronavirus y esta no parece ser la prioridad ni de las derechas, ni de sectores patronales como un sector de la hostelería, ni de responsables políticos que siguen sin fortalecer la sanidad pública. Vacunar, si vacunar pero con buenas vacunas, que las ahí fuera del circuito comercial anglo-europeo incluida la española, y eliminar las patentes, pues hay que vacunar el mundo, no solo un continente o la pandemia seguirá y mutará.

    En segundo lugar y en el caso español tal y como incluso organismos internacionales del mercado afirman, es imprescindible acabar con la precariedad y los bajos salarios que tan solo permiten la supervivencia a duras penas de amplias capas obreras y populares juveniles de forma bestial. La CEOE y los ultra-liberales que afirman defender a las empresas, en realidad las ponen en mayores dificultades y las utilizan para sus fines de dominación política y económica, mientras que les hurten a sus posibles consumidores, clientes y  proveedores al pagarse con salarios de hambre o no tener futuro a la vista las clases populares.

    En tercer lugar hacer caso omiso de las y los economistas neoliberales, se pongan la etiqueta que se pongan. Las soluciones neoliberales a la crisis de 2008 han sido tan desastrosas que no ha sido superada, ha endeudado más a empresas y estados y ha provocado miles de cierres en beneficio de los oligopolios industriales y comerciales. Las ayudas públicas solo han beneficiado en realidad a los poderosos, los bancos privados y las grandes corporaciones. Las y los pequeños y medianos empresarios y los y las agricultoras/es y ganaderos han de saber que el neoliberalismo y las políticas trumpistas y/o globalistas son su principal enemigo. Por eso cuando la “izquierda” oficialista se pliega al neoliberalismo solo consigue engordar a las extremas derechas y al trumpismo y en eso está.

    En cuarto lugar distribuir de forma justa, transparente y limpia las ayudas públicas, de forma que estas no se las repartan las grandes empresas y el IBEX en exclusiva, tal y como está ocurriendo. Garantizando los servicios sociales y públicos (sanidad, vacunas, pensiones, educación e investigación) hacen falta impuestos. Sin pagar impuestos no se puede repartir, ni crear ayudas sociales para la población empobrecida o pobre, que a su vez pueda ser cliente de las pymes, los comercios y consumir decentemente. Los famosos planes de ayuda de la Unión Europea están en el alero por diversos motivos, incluida la propia Alemania. Resumiendo el principal enemigo de las pensiones públicas (Las y los pensionistas son grandes clientes y ayudan económicamente a los más jóvenes) es la precariedad y los bajos salarios por un lado, de otro la baja imposición y los privilegios fiscales de las clases altas y poderosas. El principal enemigo de las pymes y la economía social es el neoliberalismo que las grandes corporaciones imponen y los gobiernos obedecen.

    En quinto lugar defender lo público y poseer un gran y buen sector público. El sector público garantiza el control democrático del mismo y su función es de de servicio, no de lucro. Debe haber banca pública, redes de comercialización públicas, pensiones públicas y por supuesto sanidad y educación. Pero el sector público debe estar presente en la investigación, las industrias estratégicas como la farmacéutica o la energía y comunicaciones, el transporte y ser apoyo de sectores emergentes. Además los servicios públicos crean siempre empleo con más calidad y dignidad, por eso acabar con la precariedad en los sectores públicos es de urgencia y justicia. El sector público de producción y servicios puede y debe además ser clave a la hora de cambiar nuestro modelo productivo y dejar de ser un estado solo de servicios o zángano de países más empobrecidos o colonizados económicamente. Dejar de ser la taberna de Europa que es el papel que Alemania y la UE nos imponen. Todo esto tiene más sentido cuando sabemos que el capitalismo español es rentista y especulativo, muy escasamente inversor en producción y trabajo. Sin banca pública, lo dicho es imposible implementarlo.

    En sexto lugar las soluciones a las crisis o a los desastres y hecatombes son siempre políticas. Es política cualquier decisión y el neoliberalismo o la economía ortodoxa y capitalista es una opción ideológica política. Lo más político que hay es la economía. El Trabajo, carente de una opción política propia, se ve obligado a elegir entre fuerzas que en el fondo no defienden sus intereses, sino que sucumben a presiones o la compra-venta. Se pueden y deben hacer otras políticas. En estos momentos lo que sufrimos es una expropiación de lo público y los fondos públicos en beneficio de los y las muy poderosas, los grandes tinglados financieros y los estados se endeudan para salvar el capitalismo, que no a las personas.

    En el reino de España, sin una constitución que garantice los derechos sociales, la vivienda, el trabajo o la libertad, sin un sistema democrático que permita la elección libre de sus magistraturas y la jefatura del estado, somos víctimas no del gobierno de turno, sino del sistema, del régimen, que unos aplican con más dureza y otros con más disimulo pero al final se impone. 

    Hay motivos para la esperanza y es que con lucha y coraje se consiguen pequeños triunfos como la despenalización de los piquetes de huelga o el fin del síndrome de alienación parental, por lo que el Trabajo debe organizarse más y mejor y exigir. Pero con una meta, porque al final será la política la que decida si tenemos derecho a la dignidad o solo a las migajas o el hambre.   

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