• ¿Nos dirigimos hacia otra crisis económica?

    La revista State of Nature, de reciente aparición, realiza cada mes una pregunta crucial a especialistas y pensadores en materias sociales y económicas. Este mes acaba de hacer la pregunta da título a esta entrada y que flota en el aire. Aquí van las respuestas a este interrogante.

    Respuestas

    Wolfgang Streeck, profesor emérito de sociología. De 1995 a 2014 fue director del Instituto Max Planck para el Estudio de las Sociedades en Colonia, Alemania. Su últimos libros: ¿Cómo será el final del Capitalismo? y Ensayos sobre un sistema que falla (Verso, 2016).

    No soy un profeta. Pero no hay capitalismo sin un crash ocasional, por lo que el sistema siempre se dirige a algún tipo de crisis. La inflación en la década de 1970  termino por un retorno a la ‘moneda fuerte’ en 1980, que engendró la desindustrialización y la alta tasa de desempleo, que junto con los recortes de impuestos para los ricos, engendró una elevada deuda pública. Cuando la deuda pública llegó a ser demasiado alta, la consolidación fiscal en la década de 1990 tuvo que ser compensada, por razones macroeconómicas, así como políticas, por la desregulación del mercado de capitales y la deuda de los hogares, que engendró la crisis de 2008.

    Ahora, casi una década más tarde, la deuda pública es mayor que nunca, y es una deuda privada; el volumen global de dinero ha ido en constante aumento desde hace décadas; y los bancos centrales están produciendo dinero como si no hubiera un mañana, mediante la compra de todo tipo de deuda con dinero en efectivo hecho ‘de la nada’, llamado flexibilización cuantitativa. Aunque todo el mundo sabe que esto no puede seguir para siempre, nadie sabe cómo terminar con él – lo mismo pasa con la deuda pública y privada, lo mismo con la oferta de dinero. Algo va a suceder, probablemente pronto, y no va a ser agradable.

    Cédric Durand, profesor asociado de Economía de la Universidad de París. Autor de El capital ficticio o ¿cómo las finanzas se está apropiando de nuestro futuro (Verso, 2017).

    La ilusión que los activos financieros pueden crear valor ya que la propiedad de los perales es dar peras es hoy en día mucho más vívida que en tiempos de Marx. Esta fetichización de las finanzas y su potenciación son las razones por las que, después de 2008, la avenida principal del peligro de la regresión de una espiral deuda-deflación tiene un enorme estímulo en la políticas monetario. Como reconoce Claudio Borio, una figura prominente en el Banco de Pagos Internacionales, las economías ricas se convirtieron en adictas a las bajas tasas de interés y los bancos centrales han aumentado dramáticamente la dosis en los últimos años con los tipos de interés cerca de cero o incluso por debajo de cero, y con programas de compra de activos .

    El resultado de esta secuencia es una dinámica tremendamente insostenible: por un lado, la fragilidad financiera está de nuevo en alza (en particular con la deuda corporativa excesiva de los EE.UU.), la fragilidad bancaria persiste en Europa y los mercados de valores están sobrevaluados. Por el otro lado, en la economía real, el estímulo monetario no ha logrado mucho: las tasas de crecimiento son anémicas, el subempleo endémico, hay escasa productividad y la inversión es apenas suficiente para evitar una involución productiva en todo el mundo desarrollado.

    Parece, pues, que no hay recuperación, sólo hay una renovada especulación financiera respaldada por políticas altamente sesgadas. Las formas elementales de capital financiero – capitalización del mercado de valores, el crédito al sector privado no financiero, y la deuda pública – representan ahora más de 350% del PIB en promedio en los principales países de ingresos elevados en comparación con el 150% a principios de los años ochenta y 330% antes de la crisis. Con el fin de ser sostenida, el valor de estos títulos financieros requiere que la caída esperada ingresos financieros a su debido tiempo: la deuda, los intereses y dividendos deben ser pagados.

    Pero ¿se puede mantener el estancamiento de las economías? La primera posibilidad es amparar el sistema ponzi : mientras ocurran más aluviones de deuda, todo se movería aparentemente sin problemas. Sin embargo, esto pone a los bancos centrales en un punto muerto. Si aplican de nuevo políticas monetarias normales, se  producirá una recesión con el aumento de las dificultades financieras.

    El hecho que las tasas de interés a largo plazo en los EE.UU. siguen la tendencia a la baja (a pesar de los recientes aumentos del interés de la Reserva Federal ) indican que los mercados no creen en una normalización de la política monetaria. Sin embargo, si los bancos centrales no cambian de política, los desequilibrios financieros continuarán acumulándose, favoreciendo una mala asignación de recursos y aumentando la amplitud de la próxima crisis. La hegemonía financiera ha sido capaz de sobrevivir algunos años adicionales en cuidados intensivos – pero ahora es el momento de decir adiós.

    La próxima crisis no será una repetición de 2008: esta vez la credibilidad de los bancos centrales estará en juego, con el riesgo de una crisis monetaria abultada al completo. En este predecible desarrollo de los acontecimientos, ya debería estar claro que la financiación privada no debe ser salvada de nuevo, que las delirantes exigencias financieras de los más ricos,sobre el trabajo del resto de nosotros no serán admitidos por la intervención gubernamental.

    Es el momento pasar a la ofensiva con la agenda de la socialización de los bancos, el fin de la deuda, la pensión universal, los sistemas educativos y de salud, planificación de la inversión ecológica y de datos abiertos. La liberación de nuestras sociedades desde de la atadura financiera requerirá de una nueva práctica para diseñar el futuro.

    Susan Newman, profesors titular de Economía de la Universidad del Oeste de Inglaterra, donde conduce el programa de maestría en economía política global.

    Nos dirigimos a otra crisis económica debido a que las condiciones subyacentes que llevaron a la crisis financiera de 2007-08 permanecen. La caída posterior a la crisis  reestructuró el capital, ayudado por las políticas del gobierno y de los bancos centrales, con el fin de recuperar la rentabilidad y los ingresos y la riqueza del 1% como premisa la acumulación ficticia.

    Las finanzas especulativas siguen dominando las actividades económicas en las economías capitalistas avanzadas. Los beneficios empresariales, la riqueza personal, la provisión de pensiones y de los alimentos, continúan atadas a los caprichos de las finanzas. Las proyecciones del FMI de crecimiento para 2018 reconocen un modesto crecimiento impulsado por los mercados financieros con poco impacto en la inversión real, la creación de empleo, la productividad o salarios. La capitalización de mercado de valores con relación al PIB es mayor que en cualquier momento, excepto para la víspera del 2000, indicando la desconexión entre la inversión financiera y las actividades productivas.

    A pesar de Basilea III, el sistema financiero continúa caracterizándose por un elevada apalancamiento y una interconexión global debido al alza de la banca en la sombra del sistema.

    La austeridad en el Reino Unido, desde 2010, ha creado nuevos puntos de activación para las crisis. La deuda personal en el Reino Unido ha alcanzado niveles alarmantes e insostenibles de más de 200 mil millones de £. Los recortes sociales, el estancamiento de los salarios y el deterioro de los contratos de trabajo ha hecho que las familias de bajos ingresos en el Reino Unido hayan tenido que pedir prestado para los gastos diarios.

    Uno puede esperar muchas más grietas en el sistema que surgirán en la próxima crisis. Sin embargo, en lugar de intentar predecir el momento o el origen de crisis inminentes, los esfuerzos se deben orientar hacia un cambio radical del sistema económico. Reformas como las que se apoyó la edad de oro podrían ayudar a moderar algunos de los efectos secundarios letales del crecimiento capitalista. Pero en el largo plazo tenemos enfrentar los principales objetivos para construir una sociedad que alcance nuestro máximo potencial,viviendo libre de la alienación de los demás y de nuestro entorno.

    David M. Kotz, profesor de economía en la Universidad de Massachusetts Amherst. Autor de Auge y la caída del capitalismo neoliberal (Harvard University Press, 2015).

    Sí y no. Es decir, una recesión es probable que comience en los EE.UU. en un futuro no muy lejano. Sin embargo, las condiciones previas para el tipo de crisis grave que se ha vivido en 2008-09 no están presentes en la actualidad.

    Las condiciones económicas en los EE.UU. tienen algunas similitudes con los mediados del 2000 (los ingresos y desigualdad se encuentran aún en el cielo). La Administración Trump ha puesto en marcha una nueva ronda de desregulación bancaria. Sin embargo, estas similitudes no son suficientes para traer otra crisis importante.

    La crisis financiera y la gran recesión de 2008-09 fueron causadas por tres tendencias insostenibles por la forma neoliberal del capitalismo: una burbuja de precios de activos gigantes (en el sector inmobiliario) que necesariamente tenía que colapsar, la propagación de los valores derivados en todo el sistema financiero de Estados Unidos y en gran parte del sistema financiero global, y una acumulación insostenible de deuda de los hogares que tuvo un crecimiento apuntalado por el gasto del consumidor.

    Después del shock, la Reserva Federal descargó a los bancos de sus valores derivados fallidos. La deuda familiar disminuyó en relación con los ingresos después de 2009 y se ha estabilizado en un nivel seguro desde 2015. Y …mientras los precios de las acciones estadounidenses han ido en aumento, estas no tienen las características de perpetuarse -el sobre-a-colapso de la burbuja. La relación precio-ganancias, aumentó de manera constante durante cuatro años después de 2011, se ha estabilizado desde a un nivel muy inferior al de la burbuja bursátil de finales de 1990.

    Sin embargo, es probable que una recesión más típica comience en un futuro próximo, con sus costos en el aumento del desempleo, la destrucción de pequeñas empresas, y un apretón en los ingresos y los servicios estatales y locales. La actual expansión económica de Estados Unidos tiene ahora 10 años de edad, y cada expansión en el capitalismo finalmente termina en recesión. La tasa de ganancia sobre el capital invertido del sector empresarial empresarial no financiero disminuye desde 2014, lo que por lo general indica que viene una recesión. Sin embargo, el gran problema económico actual es el estancamiento a largo plazo que ha afectado a la economía de Estados Unidos y a gran parte del sistema capitalista mundial desde la Gran Recesión, causando mucho sufrimiento económico y desestabilizando lo sistemas políticos en todo el mundo.

    Minqi Li, profesor de economía en la Universidad de Utah. Sus libros más recientes incluyen El ascenso de China y la economía capitalista mundial (Monthly Review, 2009), El petróleo, el cambio climático, y los límites del crecimiento económico de China (Routledge, 2014), y China y las crisis del siglo XXI (Plutón, 2015).

    La respuesta a esta pregunta depende en parte de lo que se entiende por ‘crisis económica’. Si uno quiere decir recesiones normales que suceden a la economía capitalista global una vez cada varios años, entonces es casi seguro que veremos una recesión en los próximos dos o tres años.

    La pregunta más interesante es qué tan grave será la próxima recesión. Desde la ‘gran recesión’ del 2008 al 2009, en los países centrales del sistema mundial capitalista se ha mantenido un estancamiento económico persistente. Por otro lado, la deuda de los hogares en los EE.UU. ha caído a niveles relativamente normales y en la actualidad no hay un gran desequilibrio financiero entre los EE.UU. y el resto del mundo. Desde un punto de vista puramente técnico, la próxima recesión global en torno al 2020 no será  tan grave como la anterior.

    Mucho más importante es lo que ha sucedido en China. La industrialización de China ha transformado su estructura social y producido una clase obrera industrial al estilo del siglo 19. Como esta clase obrera ha comenzado a organizarse y exigir los derechos económicos y sociales, su creciente poder ha contribuido a una caída de la tasa de ganancia en la economía china. Esto es similar a lo que ocurrió con las economías capitalistas occidentales en la década de 1970 y es algo que ninguna economía importante ha visto desde entonces. Será interesante ver si este desarrollo dará lugar a una transformación fundamental de las relaciones capital-trabajo no sólo en China sino también en todo el sistema mundial en la década de 2020.

    En términos de una ‘crisis económica’, el mundo capitalista sigue caminado sin descanso hacia el cambio climático que amenaza con acabar con la civilización, tal como la conocemos. Corresponde a la lucha de clases a nivel mundial para determinar, en las próximas décadas, si el monstruo capitalista puede ser detenido antes de que sea demasiado tarde.

    María Mellor, profesora emérita en el Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de Northumbria, Reino Unido. Sus libros más recientes son El futuro del dinero: (la crisis financiera de los recursos públicos y la deuda) y La crisis de la Democracia (el dinero público para la sostenibilidad y la justicia social) (Plutón, 2015-2016).

    Si esto se refiere al sector financiero, se producirá otra crisis, porque nada se ha hecho para hacer frente a las contradicciones subyacentes en un sistema alimentado por la deuda y un casino financiero de dinero caliente. Los signos de inestabilidad y ‘exuberancia irracional’ están impulsando la especulación insostenible, tal como sucede con el Bitcoin. La deuda personal y de los hogares va en aumento. La era de la especulación en deuda que desencadenó la crisis de 2008 es igual de mala ahora, si no peor, ya que las personas tienen incluso menor capacidad de recuperación financiera.

    Sin embargo, mi preocupación es la crisis de la justicia social y de la sostenibilidad ecológica en la economía: proporcionar bienes y servicios que crean bienestar para las personas y  para el planeta son esenciales. Ecológicamente, podemos estar más allá del punto de no retorno: el calentamiento global; los contaminantes de plástico; la drástica disminución en el número de insectos.

    La crisis en la justicia social está destruyendo nuestras sociedades. Lejos de llevar la riqueza universal, el capitalismo globalizado ha vaciado a los países centrales del sistema, mientras que explota la mano de obra barata en los países emergentes. Los gritos de dolor tanto en las viejas y como en las nuevas economías están produciendo líderes populistas y autoritarios.

    El fundamentalismo del mercado también está destruyendo la economía pública. Los estados de bienestar ya no pueden lograr su objetivo de atender a las personas desde la cuna hasta la tumba. La economía neoliberal se opone ideológicamente a los fondos públicos para las infraestructuras y los servicios. El estado es visto como el equivalente a una casa, que depende de la financiación del sector privado. Los programas de austeridad tienen como objetivo reducir el tamaño del sector público al nivel que el sector privado está dispuesto a sostener. Esto se agrava por la evasión, el fraude y la deslocalización.

    Este sistema ignora el papel del Estado para crear dinero ‘soberano’. El rescate público de la financiación privada a través de la flexibilización cuantitativa revela que el nuevo dinero público se puede crear a voluntad. Si el dinero público puede ser creado para financiar el sector financiero también puede ser utilizado para financiar las personas, por lo que la justicia social y la sostenibilidad ecológica se convierte en la prioridad para las economías públicas y privadas

    Andrew Ross, activista social y profesor de Análisis Social y Cultural en la Universidad de Nueva York. Autor de Creditocracy y el caso de denegación de la deuda, Bird On Fire: Lecciones de la ciudad menos sostenible del mundo (OR Books, 2014), Trabaja, si puedes conseguirlo: Vida y Trabajo en tiempos precario (Universidad de Nueva York, 2010).

    En 2007, el hito Informe Stern describió el ‘cambio climático ‘ como el mayor fracaso del mercado que el mundo ha conocido en su historia. En algunos sectores, esta observación se tomó como un reto para los capitalistas que hacerlo mejor, en lugar de  una acusación a un sistema cuya dependencia del crecimiento ha producido como resultado inevitable el colapso ambiental del planeta. El deterioro constante de la vida de la biosfera está tan normalizado que muchos militantes rezan para que la próxima catástrofe climática impulse simplemente el llamado de atención sobre la causa cero para emisiones de carbono.

    La angustia generalizada de que sigue una crisis económica periódica se produce en un universo paralelo, desconectado de fusión de los casquetes polares y la mortandad de las especies, pero estas respectivas zonas de desastre tienen las mismas causas fundamentales de un sistema económico propenso a las crisis.

    El reciente aumento de la especulación financiera de alto riesgo sólo ha agudizado esta tendencia que sirve para resolver las contradicciones internas del capitalismo a través episódicos de limpieza. El eufemismo estándar para este auge y caída es el ‘ciclo económico’, como sugiriendo que hay alguna conducta racional que conduce los ‘espíritus’ de los inversores.

    Como siempre, la mala suerte puede conjurarse estimando cuándo y dónde ocurrirá la próxima crisis. ¿Qué va a estallar? ¿ Qué provocará el colapso? Bitcoin? ¿ El mercado inmobiliario de China? ¿ Los bonos del Tesoro de Estados Unidos? ¿ Los Euro Bonos? ¿Los Préstamos estudiantiles? Elige tu la opción. El único consuelo es que la secuela ruinosa ofrece una oportunidad, como lo hizo después de 2008: construir una economía sin carbono, junto con un montón de empleos verdes sostenibles. Si realmente necesita algo por lo cual orar, ese mantra le puede servir.

    Tim Di Muzio, profesor asociado en Relaciones Internacionales y Economía Política en la Universidad de Wollongong, Australia. Autor de La tragedia de Desarrollo Humano (Rowman & Littlefield, 2017).

    La respuesta corta es sí. Sin embargo, la gran pregunta tiene que ver con el momento y la forma en que la crisis se experimentará y por quién. Normalmente, una crisis económica significa que el valor de los activos, como las acciones de propiedad (acciones en sociedades) se devalúan radicalmente. Por ejemplo, en el apogeo de la crisis financiera mundial, la capitalización de mercado de todas las empresas por encima de los 60 billones de dólares en pocos meses que fue recortada aproximadamente a la mitad.

    La crisis se inicio, como todo el mundo sabe, con el mercado de la vivienda en los Estados Unidos, pero era mucho más amplia en su alcance, ya que llevó a los inversores a sospechar que los bancos congelarían el crédito en un momento de precios récords del petróleo. Esto, en una economía capitalista, donde la oferta de dinero aumenta con el otorgamiento de crédito / deuda a empresas y particulares,

    Es probable que haya una nueva devaluación de la bolsa en el futuro causada por el temor a ganancias futuras menores, pero la próxima crisis que sacudirá al núcleo del  capitalismo se relaciona con tres factores.

    En primer lugar, nos quedan cerca de 50 años de petróleo al ritmo de producción actual según BP. Así que podemos esperar los precios del petróleo van a finalmente irse al cielo, y ya que el petróleo se utiliza en todo, desde ordenadores a la gasolina, podemos esperar una inflación sin precedentes.

    En segundo lugar, el capitalismo es un sistema de contabilidad de costo (siempre notado por CH Douglas) lo que significa que nunca hay suficiente poder adquisitivo en la economía en la circulación de bienes y servicios – de ahí la necesidad del crédito. Esta brecha es estructural y matemática, y no se puede superar internamente.

    En tercer lugar, hay un entorno inflacionario incierto. Las predicciones son notoriamente malas.

    Hay que preocuparse menos por el momento exacto de la próxima crisis. Es necesario entender los tres factores que conducen a la próxima crisis: el precio del petróleo, la naturaleza de la contabilidad capitalista y la forma en que el nuevo dinero es producida.

    Dario Azzellini, investigador de la Escuela de ILR, Universidad de Cornell. Publicaciones recientes: Comunas y el control obrero en Venezuela: construir el socialismo desde abajo (Brill, 2017) y Una alternativa: historia del trabajo y democracia (el control de los trabajadores y el lugar de trabajo. Zed Books, 2015) Junto con Oliver Ressler está produciendo Ocupar, resistir, producir, una serie de documentales sobre las fábricas recuperadas bajo el control obrero en Europa. Más información: www.azzellini.net

    Sin duda nos dirigimos a otra crisis económica. El capitalismo siempre se dirige a otra crisis económica. Es la naturaleza del capitalismo para aumentar el capital excedente para luego destruirlo de nuevo a través de una crisis o de la guerra, con el fin de reiniciar el proceso de acumulación, una vez más. Después de cada crisis, como muestran los datos históricos, los ricos se hacen más ricos y la concentración de capital crece. Los ciclos de las crisis son cada vez más cortos ya que la acumulación de capital excedente se vuelve más rápida.

    Hay dos desarrollos que hacen un colapso económico en un futuro próximo muy probable. Al igual que en el tiempo previo a la crisis de 2008, es inminente una crisis de los préstamos de alto riesgo privados. Desde la última crisis, los bancos (especialmente en los EE.UU. y el Reino Unido) no han cambiado su comportamiento.

    Sólo en los EE.UU. los prestamos subprime para automóviles particulares están en el orden de los 26 billones de dólares . Esto está sucediendo porque el capital no puede ser reinvertido en una forma materialmente productiva. Por eso, por ejemplo, Uber, que sólo produce una pérdidas financieras, valía, un estimado de $ 48 billones de dólares  en diciembre de 2017 (por debajo de 68 mil millones de dólares de semanas antes!) O el Bitcoin ha tenido un vertiginoso crecimiento en valor.

    ¿Cuán desastroso será el shock? Dependerá del grado en que la crisis de las deudas de alto riesgo exploten junto a la burbuja creada por las aventuras del capitalismo de casino.

    La destrucción no sólo de la clase media, sino también en términos más generales la capacidad de la mayoría de las personas para satisfacer sus necesidades básicas, es una realidad en todo el mundo. Sin embargo, los EE.UU. han suprimido la mayoría de los anclajes sociales y tiene menos mecanismos de control financiero que otros países. Por lo tanto, es muy probable que la próxima crisis emanará de los EE.UU., y / o el Reino Unido (especialmente teniendo en cuenta Brexit).

    Chen Ying, profesor de economía en la New School for Social Research. Su investigación actual se centra en el desarrollo sostenible en la China contemporánea desde la perspectiva de la sostenibilidad social, económica y ambiental.

    En realidad, apenas hemos salido de la última recesión por completo todavía. En Europa, el crecimiento desde el año pasado solamente ha sido experimentado por las economías más fuertes como Alemania y los Países Bajos. La gente en los países más afectados, como Grecia e Italia siguen sufriendo el desempleo y de las medidas de austeridad como secuelas de la última crisis. En los EE.UU., donde se inició la crisis financiera, la participación laboral se mantiene 4 puntos porcentuales por debajo del nivel previo a la crisis. Esto sugiere una imagen sombría del mayor número de personas en edad de trabajar que, o bien no pueden encontrar trabajo o no se animan a buscar empleo.

    Por otra parte, China, el país cuyo crecimiento es de más del 30% respecto del crecimiento económico mundial, está experimentando una tasa de descenso de los beneficios y del aumento del ratio de la deuda-PIB. El primero podría conducir a disminuir la inversión y la crisis económica, mientras que el último podría conducir a una crisis financiera. De cualquier manera, la crisis de China tendrá enormes implicaciones en la economía mundial dada que hoy representa casi 20% del PIB mundial.

    La recuperación no sólo ha sido desigual, también es difícilmente sostenible si la inversión privada sigue siendo tan lenta. Esto es lo que preocupa a los economistas. A pesar de una cierta recuperación temporal del estímulo impulsado por los países capitalistas avanzados de hecho han entrado en un estancamiento secular.

    Cuando el crecimiento se estanca, el crecimiento de la población y la productividad, no es absorbido por la economía, lo que produce desempleo y desigualdad. El capitalismo era más progresista que el feudalismo porque los capitalistas invertían parte del capital produciendo crecimiento económico. El capitalismo perderá su legitimidad como sistema si se detiene la inversión. Y para empeorar las cosas, los bancos centrales han expresado su preocupación porque la política monetaria podría ser de una eficacia muy limitada y la política fiscal de poca viabilidad para la próxima recesión económica.

    Richard Murphy, profesor de Práctica en Economía Política Internacional, Ciudad, Universidad de Londres.

    La respuesta a esta pregunta tiene que ser sí: el capitalismo se basa en el concepto del fracaso y así las crisis son inevitables. La verdadera pregunta es qué tan pronto será la próxima crisis?

    Mi respuesta es pronto. Las razones son múltiples. Podría ser que el Brexit provoque una crisis de liquidez para las empresas transportistas que hacen cola en los puertos lo que significa que corran a pedir dinero en efectivo. O podría ser la sobrevaloración de los mercados de valores se estrellase, sobre todo si los bancos centrales intentan aumentar las tasas de interés y desencadenar una crisis de deuda de los hogares. Alternativamente, podría estar colapsando la deuda china. O (Dios no lo quiera) Trump aprete su ‘botón grande’. Y podría ser algo completamente distinto.

    El hecho es que las economías históricamente hacen recesiones. Estamos atrasados ​​para la próxima. Esto no sería demasiado preocupante, excepto que la austeridad y la incapacidad de hacer frente a la mayoría de las crisis del capitalismo financiero desde el 2008 nos han dejado irremediablemente mal preparados para la siguiente contracción. Por eso que será una crisis y no un golpe manejable.

    Michael Roberts, economista marxista que ha trabajado en la City de Londres durante más de 30 años. Autor de La gran recesión ( 2009) y La Larga Depresión (Haymarket, 2016).

    La respuesta es sí . Ha habido una caída en la producción y la inversión de los diversos grados cada 8 a 10 años desde 1945. Es un ciclo regular y recurrente. La crisis es endémica en una economía capitalista (la producción y la inversión con fines de lucro) y el ciclo actual desde el final de la gran recesión del 2009 después de más de ocho años, el periodo más largo de los últimos 70 años.

    La crisis económica no sucederá en el año 2018 debido a que los beneficios empresariales siguen aumentando en la mayoría de las principales economías y el crecimiento se ha acelerado en Europa y Japón, pero va a suceder, a más tardar, antes del final de la década.

    Lo que podría suceder en el 2018 es una caída de la bolsa porque los precios de las acciones son muy altos en comparación con las ganancias de las empresas en los EE.UU., Europa y Japón. Los costos de los préstamos baratos (bajas tasas de interés) están llegando a su fin ya que los bancos centrales empiezan a revertir sus esquemas de crédito fácil y elevar las tasas de interés.

    La forma de una crisis económica siempre es financiera, pero la causa subyacente no lo es. Rentabilidad y beneficios en los sectores productivos de la economía son los factores claves. La crisis es probable que comience en los EE.UU., ya que esta economía sigue siendo el mayor economía. Esta vez la crisis económica se iniciará en el sector empresarial donde la deuda sigue aumentando. Los beneficios empresariales podrían estar aumentando, pero la rentabilidad de cada unidad de inversión está cayendo. Y los costos del servicio de la deuda aumentará a medida que los bancos centrales suban los tipos de interés.

    Lena Rethel, profesora de Economía Política Internacional en la Universidad de Warwick y en el Centro de Estudios Islámicos de Oxford. Autor de El problema con los bancos (Zed Books, 2012).

    La respuesta corta a esta pregunta es sí. Desde una perspectiva del Reino Unido, parece que poco ha cambiado sustancialmente desde la última crisis. La deuda actual de los hogares cada vez más se acerca a los niveles vistos en el inicio de la crisis de 2007-2009. Los niveles de préstamos personales y la deuda de los estudiantes – son marcadores importantes que – a diferencia de las hipotecas no se corresponden directamente por la propiedad de un activo – han producido un fuerte aumento del endeudamiento en los últimos años. Sin tratar de ser demasiada sombría, es justo decir que la cuestión no es si otra crisis va a pasar, pero cuando va a ocurrir y quienes sufrirán las consecuencias.

    De hecho, es importante reconocer que la economía ha estado fallando para muchos desde hace bastante tiempo. Durante la última década, la desigualdad de ingresos ha cambiado poco y desigualdad de la riqueza se ha incrementado de manera efectiva en el Reino Unido. También lo ha hecho el número de personas sin hogar y de quienes dependen de los bancos de alimentos para llegar a fin de mes. El crecimiento de los ingresos del trabajo se ha estancado y la pobreza infantil está aumentando de nuevo.

    Desde la crisis de 2007-2009, ha habido recuperación para algunos, pero no para  todos. Esto es diferente a las crisis anteriores que -a pesar de las dificultades que han causado- a menudo también provocaron una cierta reducción de la desigualdad, o ciertos esfuerzos en políticas distributivas progresivas. En cambio, lo que vemos ahora es mayor estratificación social,

    Es hora de repensar el papel de la deuda en nuestra vida cotidiana y como una medida provisional de la política económica. Es difícil pensar que alguien pueda considerar que la deuda personal podría o debería reemplazar a las redes de seguridad social. Esto requiere un replanteamiento que está lejos de analizarse. Significa subvenciones en lugar de préstamos, productos financieros basados ​​en acciones en lugar de productos a base de deuda y una cultura de la distribución del riesgo en lugar de transferencia de riesgo, donde la peor parte con demasiada frecuencia la soportan los menos capaces de soportar riesgos. Hasta que esto no ha cambiado, las posibilidades de evitar otra crisis suceda son cada vez más menores, para no hablar de la superación de la actual crisis.

    Heikki Patomäki, profesor de Política Mundial en la Universidad de Helsinki. Autor de Tendencias en la economía política global: salidas y conflictos (Routledge, 2018) y co-editor con Jamie Morgan de Brexit y la economía política de la fragmentación (Routledge, 2018).

    Las tasas de interés están cerca de cero. Es demasiado fácil obtener crédito para el consumo o la especulación. Las corporaciones están usando sus ganancias para comprar sus propias acciones en lugar de invertir. Los mercados de valores se han disparado y los precios de los activos están en su punto más alto.

    Mientras que la economía mundial está creciendo y se habla de recuperación generalizada, especialmente en Europa, las tasas de crecimiento per cápita siguen siendo inferiores a las vigentes antes de la crisis financiera global 2008-9, para no hablar de las décadas anteriores. La productividad está creciendo lentamente y las inversiones reales están a la zaga de las expectativas.

    Este tipo de divergencia no es inusual para una economía de mercado capitalista. La financiarización y el aumento de las desigualdades, están estrechamente relacionadas con las respuestas contradictorias de los estados en la economía mundial. La base de un verdadero crecimiento económico se erosiona, mientras que la súper-burbuja subyacente crece.

    El esquema minskyana de auge y caída es simple. El apalancamiento de la deuda  afecta a las valoraciones financieras permitiendo el  crecimiento de la riqueza de los inversionistas al aumentar el valor de la garantía lo que provoca un falso optimismo s. Con el tiempo una deuda, cada vez más grande, hace que el sistema financiero sea más caótico, es decir, sensible a pequeñas perturbaciones. A medida que la calidad de la deuda se deteriora gradualmente y los riesgos son mas grandes (aunque estén bien escondidos) el sistema se vuelve más vulnerable. Finalmente, algo sucede: un disparador a la baja emerge, generando rondas de pánico, lo que resulta en el colapso.

    En contraste con 2006-7, muchos analistas conocidas y las organizaciones internacionales desde el Deutsche Bank hasta el FMI han estado advirtiendo acerca de una crisis futura que pudiera ocurrir en el año 2018, pero es probable que se acerca al año 2020. Las anticipaciones son reflexivas y pueden tener efectos en el futuro. Por otra parte, algunos economistas creen que los bancos centrales han aprendido nuevas lecciones en sus políticas no convencionales y ahora están listos y dispuestos a utilizar sus – en principio – un número ilimitado de recursos para evitar un que colapso financiero suceda. ¿Estamos por lo tanto más seguro que antes?

    Las lecciones del pasado y reflexividad tienen efectos a través de acciones e instituciones transformadoras. No estamos, sin embargo, viendo los intentos de regulación o de gravar las finanzas globales, de lucha contra el aumento de las desigualdades, o de nuevos programas de estímulo de las inversiones privadas y públicas. La administración Trump está dando enormes beneficios fiscales a los súper-ricos y apunta a la desregulación de las finanzas. Incluso en la cautelosa UE, el proyecto de establecer un impuesto sobre las transacciones financieras parece haber llegado a su fin, y la unión financiera europea carece de recursos suficientes. El aumento de los niveles de deuda en China son una preocupación mundial cada vez mayor. Mientras tanto, la burbuja mundial es cada vez mayor.

    Una gran cantidad opiniones gira en torno a lo que harán los bancos centrales, pero estos están en una posición contradictoria. Al intentar ajustar la economía con el fin de ralentizar el crecimiento de la burbuja pueden poner en movimiento una espiral descendente. En ausencia de mejores políticas comunes, regulaciones e instituciones, la acción de los bancos centrales pueden realmente ser menos potente lo lo que a menudo se piensa.

    Por lo tanto, el colapso del sistema financiero y económico parece bastante probable. Si estoy en lo cierto, es probable que veamos la mayor crisis de la historia, acompañada por una profunda depresión global, para el año 2020 más o menos.

     

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  • Izquierda socialista ante su última encrucijada

    Izquierda Socialista ha sido imprescindible desde sus inicios al objeto de tratar de hacer del PSOE un partido reconocible con el legado de Pablo Iglesias, su fundador. Militantes honradas y honrados, sabedores de que su sola adscripción a la corriente de izquierdas del PSOE felipista ya les suponía el ostracismo la mayor parte de las veces y en casi todas las federaciones y partidos territoriales -es cierto que no en todos; una minoría de ellos- su paso a la irrelevancia. También en la inmensa mayoría de las agrupaciones provinciales. Unos y unas pocas han logrado ser diputados y eurodiputados, alcaldesas y alcaldes, pero muy pocos. Por tanto si se deseaba hacer “carrera” o ser profesional, lo mejor siempre ha sido pasar de izquierda socialista.

    La aportación de Izquierda Socialista al socialismo español han sido sus preclaras y bien amuebladas cabezas. Personas muy preparadas e ideológicamente formadas y socialistas marxianos o directamente marxistas. Antonio García Santesmases, Joan Garcés o José Antonio Pérez Tapias han sido entre otros y otras, las mentes más lúcidas de toda la izquierda española desde hace muchos años y lo siguen siendo. Su postura de leal oposición dentro de un partido que fue convertida en dinástico y socioliberal, como mucho, además de uno de los principales apoyos del régimen ha sido lo que les ha privado de poder organizar una corriente política independiente, pero socialista, republicana y de clase a la par que internacionalista.

    Izquierda Socialista ha vivido una constante ducha escocesa entre criticar y acabar apoyando a los diferentes aparatos felipistas que no pablistas. Un quiero y no puedo y una constante esperanza en que algún día las cosas cambiarían y el PSOE se ubicaría en la izquierda. Siempre ilusionados, siempre utilizados como señuelo de izquierdas. Pero han representado a muchas y muchos sindicalistas, trabajadoras y trabajadores, concejalas o cuadros locales que han luchado de forma tan entregada como jamás agradecida por el partido que fundará Pablo Iglesias, que no Felipe Gonzalez y/o Alfonso Guerra.

    Han vivido en IS varias crisis y no es Pérez Tapias el primero en abandonar el PSOE, e intuyo que no será el último. El PSOE se está demostrando incapaz de ubicarse en la izquierda por sus deudas bancarias, sus miedos y la falta de ideas políticas fundamentadas, de la mayor partede sus dirigentes, que son de una inconsistencia ideológica y de un conservadurismo escandalizador. En ese desierto IS pretende ser la lejana estrella roja que guíe el PSOE a su razón de ser fundacional y a los nuevos tiempos. Imposible. El PSOE no se deja. Pero en nuestra sociedad el socialismo sigue siendo imprescindible para cambiarla. Un socialismo que hunde sus raíces en la clase obrera, la ilustración y el yunque con un tintero. Un socialismo democrático y con modos democráticos que recuperé su afán republicano, regeneracionista, que solo pasa por apoyar un proceso constituyente que acabe con el nefasto régimen del 135 y del 155 de la actual Constitución y su tramposa utilización. De la corrupción coronada. Eso solo será posible construyendo socialismo, laborismo cabal, socialdemocracia obrera, lucha de clases, federalismo y en esa tarea Izquierda Socialista o lo que de ella queda tras su actual crisis que es muy profunda y autodestructiva se ponga manos a la obra y juntas y juntos las y los socialistas reiniciemos una tarea libres de ataduras y conscientes de que lo que no es y no puede ser, tan solo se puede recuperar construyendo un nuevo socialismo regenerado y libre.

    Nada excepto el socialismo podrá recuperar y unir a la izquierda.

    Carlos Martínez
    Ex portuario, politólogo de U. SOCIALISTAS/AS

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  • No + Precariedad: concentración ante Fomento del Trabajo, el 10 de febrero a las 12.00 en Barcelona

    DecretazoEliminar término: Rajoy RajoyEliminar término: explotación laboral explotación laboralEliminar término: capitalismo capitalismoEliminar término: No+Precariedad No+PrecariedadEl 10 de febrero de 2012 fue un día de luto para la clase trabajadora. Ese día el gobierno de Mariano Rajoy aprobaba el Real Decreto-Ley de la contrarreforma laboral. El 8 de marzo el Congreso de Diputados daba el visto bueno al Decretazo, con 197 votos a favor del PP, CiU (actual PEDeCAT), UPN, FAC, y el voto en contra del resto de grupos parlamentarios.

    La Coordinadora de asambleas y colectivos de trabajadores/as en paro de Cataluña nos sumamos a la convocatoria de la Huelga General del 29 de marzo exigiendo la retirada del Decretazo de reforma laboral, contra los recortes sociales y por la redistribución del trabajo y la riqueza.

    Desde entonces los terribles efectos de esta Contrarreforma laboral han golpeado a la clase trabajadora, provocó la destrucción de más de 1 millón y medio de puestos de trabajo al abaratar el despido improcedente que pasó de 45 días por año con un límite de 42 mensualidades, a 33 días con un límite de 24 mensualidades, y un horizonte de despido único con solo 20 días. Dio más facilidades al empresario para despedir al modificar las causas de despido para evitar el control judicial y eliminar la autorización administrativa en los despidos colectivos.

    También regaló mas poder al empresario al ampliar las posibilidades de movilidad geográfica, modificar unilateralmente la jornada, horario, salarios, etc. Alteró la negociación colectiva al dar preferencia al convenio de empresa respecto del convenio sectorial, acaba con la ultraactividad de los convenios colectivos a los dos años de la terminación de su vigencia inicial. Modificó el contrato a tiempo parcial para permitir horas extras animando el fraude empresarial, desvinculó el contrato de formación y aprendizaje de la formación del trabajador…

    En definitiva, la contrarreforma laboral de 2012 ha extendido la precariedad laboral e intensificado la pobreza. En 2017, 382.500 trabajadores/as de Cataluña (12%) están en riesgo de pobreza. A pesar del incremento global de ocupación, 39.000 personas se sumaban a la precariedad laboral. El contrato a tiempo parcial que representa más de un 14% del total, y que afecta sobre todo a las mujeres, es una opción forzosa para el 56,6% que busca un trabajo a tiempo completo…

    En estas condiciones la suma de precariedad laboral, recortes sociales, contrarreforma de las pensiones, etc., han precarizado la existencia de las personas trabajadoras en todos los aspectos de la vida, acceso a la vivienda, derecho al ocio, a la estabilidad y bienestar social, etc.

    Hay que terminar con la PRECARIEDAD, y con toda forma de esclavización, derogando las contrarreformas laborales, avanzando hacia la semana laboral de 30 horas sin disminución del salario, recuperando los derechos esenciales, y superando el sistema económico causante del desempleo, la pobreza y la precariedad. Por ello la Coordinadora nos sumamos a la campaña NO+PRECARIEDAD.

    Llamamos junto a CICLO, Marea de Mareas, y organizaciones sociales y de lucha de la clase trabajadora, a concentrarnos el próximo sábado 10 de febrero, a las 12 horas, delante del edificio de la patronal Fomento del Trabajo nacional, en el cruce de Via Laietana con Avenida Catedral, para denunciar a los máximos responsables de la precariedad.

    Barcelona, febrero 2018

    COORDINADORA ASAMBLEAS DE TRABAJADORES/AS EN PARO DE CATALUNYA

    coord.aturatscat@gmail.com / http://assembleadeaturats-barcelona.blogspot.com.es/

    ………………………………………………………………………………………………………………..

    El 10 de febrer de 2012 va ser un dia de dol per a la classe treballadora. Aquest dia el govern de Mariano Rajoy aprovava el Reial decret llei de la contrareforma laboral. El 8 de març el Congrés de Diputats donava el vistiplau al Decretazo, amb 197 vots a favor de PP, CiU (actual PEDeCAT), UPN, FAC, i el vot en contra de la resta de grups parlamentaris.

    La Coordinadora d’assemblees i col·lectius de treballadors/es en atur de Catalunya ens vam sumar a la convocatòria de la Vaga General del 29 de març de 2012 exigint la retirada del Decretazo de reforma laboral, contra les retallades socials i per la redistribució del treball i la riquesa.

    Des de llavors els terribles efectes d’aquesta Contrareforma laboral han colpejat a la classe treballadora, va provocar la destrucció de més d’1 milió i mig de llocs de treball a l’abaratir l’acomiadament improcedent que va passar de 45 dies per any amb un límit de 42 mensualitats, a 33 dies amb un límit de 24 mensualitats, i un horitzó d’acomiadament únic amb només 20 dies. Va donar més facilitats a l’empresari per acomiadar el modificar les causes d’acomiadament per evitar el control judicial i eliminar l’autorització administrativa en els acomiadaments col·lectius.

    També va regalar mes poder a l’empresari en ampliar les possibilitats de mobilitat geogràfica, modificar unilateralment la jornada, horari, salaris, etc. Va alterar la negociació col·lectiva en donar preferència al conveni d’empresa respecte del conveni sectorial, acaba amb la ultraactivitat dels convenis col·lectius als dos anys de l’acabament de la seva vigència inicial. Va modificar el contracte a temps parcial per permetre hores extres animant el frau empresarial, va desvincular el contracte de formació i aprenentatge de la formació del treballador … etc, etc.

    En definitiva, la contrareforma laboral de 2012 ha estès la precarietat laboral i intensificat la pobresa. En 2017, 382.500 treballadors/es de Catalunya (12%) estan en risc de pobresa. Malgrat l’increment global d’ocupació, 39.000 persones se sumaven a la precarietat laboral. El contracte a temps parcial que representa més d’un 14% del total, i que afecta sobretot a les dones, és una opció forçosa per al 56,6% que busca una feina a temps complet …

    En aquestes condicions la suma de precarietat laboral, retallades socials, contrareforma de les pensions, etc., han precaritzat l’existència de les persones treballadores en tots els aspectes de la vida, accés a l’habitatge, dret a l’oci, a l’estabilitat i benestar social, etc.

    Cal posar fi a la PRECARIETAT, i amb tota forma d’esclavització, derogant les contrareformes laborals, avançant cap a la setmana laboral de 30 hores sense disminució del salari, recuperant els drets essencials, i superant el sistema econòmic causant de la desocupació, la pobresa i la precarietat . Per això la Coordinadora ens sumem a la campanya NO + PRECARIETAT.

    Cridem al costat de CICLO, Marea de Marees, i organitzacions socials i de lluita de la classe treballadora, a concentrar-nos el proper dissabte 10 de febrer, a les 12 hores, davant de l’edifici de la patronal Foment del Treball nacional, a la cruïlla de Via Laietana amb Avinguda Catedral, per denunciar els màxims responsables de la precarietat.

    Barcelona, febrer 2018

    COORDINADORA ASSEMBLEES DE TREBALLADORS/ES EN ATUR DE CATALUNYA

    coord.aturatscat@gmail.com / http://assembleadeaturats-barcelona.blogspot.com.es/

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  • A veces parece que las reivindicaciones sociales importan un pimiento

    Cuando más se incrementan las desigualdades sobre todo en el mundo occidental y capitalista
    modelo anglosajón, menos parecen importar en ocasiones el combatirlas y superarlas.

    En el continente europeo y el hemisferio norte,
    vivimos una tasa de desigualdad e injusticia que ha hundido en el olvido las conquistas sociales del estado del bienestar, que pasan a ser un estorbo para los poderes reales, es decir el capitalismo.

    En España las perspectivas de futuro para las
    personas jóvenes son peores que para sus padres y sus luchadores abuelos, que son los y las que las conquistaron y que ahora ven con cierta lejanía como sus nietos puede –casi seguro de seguir esta situación de dominio neoliberal- que no tengan pensiones mientras que las suyas se congelan, de inicio. Tengo amigos que se han prejubilado por si en un año o dos su pensión podía empeorar. A las personas jóvenes se les ha hecho creer que son clase media por que tienen un grado. La frustración crece y busca culpables: los inmigrantes, las personas que viven de un subsidio o pensión, la otra nación que nos invadió, la capital… Pero nunca el capital. Luego los sociólogos de la cuadra de PRISA se extrañan que crezca la extrema derecha.

    Si la clase obrera nunca es extranjera, sea cual sea
    su origen, la burguesía y la élite económica,
    tampoco. Los poderes reales, es decir el dinero y los que lo poseen, son los tanques de un golpe de estado, no hacen falta ya los carros de combate.

    Pero la solución, es la fácil. Siempre es más fácil
    combatir contra un gobierno que contra quien
    manda realmente. Siempre es más fácil construir una aldea gala que una sociedad diferente, con reparto y sin clases sociales.

    Ese es el triunfo cultural del capitalismo. En
    Yugoeslavia el capital internacional reconoció
    inmediatamente cuanto nuevo estado surgió, sin problemas, es más, los potenció. Ahora la mayoría de esos estados están gobernados por derechas nacionalistas y ultra-neoliberales. No hablemos de la extinta URSS o del antiguo bloque del COMECON.

    Por tanto olvidar la lucha de clases, olvidar que
    solo hay una clase obrera y olvidar que la globalización ha unificado casi, (excepto en los casos de Rusia, China e India y tal vez Brasil y
    Turquía que poseen su propio capitalismo nacionalista) los intereses del capitalismo y que
    según sus intereses, propicia o prohíbe las aspiraciones políticas de los “pueblos”. Es un
    suicidio que nos trae a lo que ahora por ejemplo vivimos en el reino de España.

    Carecemos por completo de una fuerza política que recoja los intereses de la clase trabajadora y sea su instrumento político. No tenemos vergüenza en apoyar a la burguesía corrupta de
    nuestro territorio o del estado español en su conjunto (Que para todos hay) y resulta que el
    partido que sustituye al PP puede ser otro más ultra-liberal e incluso más de derechas como es
    Ciudadanos.

    El principal problema de las personas es que no
    llegan a fin de mes ni con la subida del salario
    mínimo. Las eléctricas les estafan y roban con impunidad. Los bancos les fríen a comisiones o los desahucian si llega el caso. Sus hijos no encuentran empleo y si lo obtienen es por medio de una ETT fraudulenta que encima les chupa de su mísero salario o bien es un contratillo precario de tres horas para trabajar diez. Que las mujeres son asesinadas impunemente por terroristas machistas, fruto muchos de ellos de una educación permisiva y sin valores, sin futuro y/o de un mundo violento y según la ley de la selva que el capitalismo nos ha construido a las clases populares y más pobres. Es nuestro Bronx vital.

    Por eso los que niegan la existencia de clases, no
    son sino unos colaboracionistas con el poder del dinero. Por eso vamos y animo a trabajar en construir la alternativa de clase y el poder de la clase trabajadora.

    Por eso hay esperanza, si sabemos trabajar por
    nosotros y nosotras.

    Carlos Martínez

    Ex portuario, politólogo de U. SOCIALISTAS/AS

    portuarioenexcedencia.com

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  • Tras el 21 D en Cataluña: Hay que recuperar la agenda social para cambiar Cataluña y España

    (en català a sota)

    El resultado de las elecciones autonómicas de Cataluña del 21 D, con una participación del 81,94%, 7 puntos más que en 2015, y el mayor porcentaje alcanzado en elecciones autonómicas catalanas desde 1980, muestran una sociedad dividida prácticamente por la mitad en torno al dilema independencia o mantenimiento del vínculo con España.

    Mientras el bloque independentista formado por JuntsxCat, ERC y CUP suman 2.063.371 votos y el 47,5%, el espacio no independentista con representación parlamentaria formado por el bloque Artículo 155 de C’s, PSC y PP, y la coalición En Comú Podem que se opone al artículo 155, alcanza una cifra de 2.212.871 votos y el 50,94%.

    A pesar de no obtener la mayoría en votos y descender ligeramente en porcentaje respecto 2015, el bloque independentista renueva la mayoría absoluta en el Parlament con 70 escaños, dos menos que en las anteriores elecciones autonómicas y cuatro menos que en 2012.

    El conjunto de fuerzas políticas no independentistas obtuvo 65 escaños, 2 escaños más que en 2015. También obtuvieron 236.418 votos más, el 2,9%, respecto de 2015.

    La Ley electoral con una distribución territorial no proporcional (que las derechas de España y Cataluña nunca han querido cambiar), es la causante que el bloque independentista consiga la mayoría absoluta de escaños cuando ha obtenido 246.363 votos menos que el espacio no independentista.

    Caben diversas lecturas del resultado electoral en función del contexto político provocado por la sucesión de acontecimientos que tienen su inicio en las decisiones de la mayoría independentista en el Parlament el 6 y 7 de septiembre, y prosiguen con la convocatoria del referéndum del 1 de octubre y su represión policial, las movilizaciones masivas independentistas y la réplica de manifestaciones masivas no independentistas, el primer anuncio de DUI del Parlament de Cataluña el 10 de octubre, el encarcelamiento de los Jordi’s el 17 de octubre, la desestimación de Puigdemont a convocar elecciones anticipadas el 26 de octubre, la aprobación del artº 155 por el Senado con el apoyo de PP, PSOE y C’s el 27 de octubre, la DUI del Parlament el mismo día por la tarde, la consiguiente intervención del gobierno de la Generalitat por el gobierno del estado en aplicación del artº 155, el encarcelamiento de miembros del gobierno autonómico, el autoexilio en Bélgica de otra parte de dicho gobierno con el Presidente Puigdemont a la cabeza, y las consecuencias económicas del desplazamiento fuera de Cataluña de la sede social y fiscal de más de 3.000 empresas y bancos, etc.

    Para unos el resultado alcanzado ha sido perjudicado por dicho contexto, para otros les ha beneficiado al provocar una respuesta de intensa movilización y una aparición mediática excepcional desde el autoexilio.

    Junto a la crónificación de la división social en Cataluña, se ha dibujado la división territorial entre las zonas urbanas industriales y marítimas mayoritariamente no independentistas, y las zonas rurales proindependentistas.

    Pero, más allá de las grandes cifras de los bloques electorales en conflicto sobre el eje nacional, estas elecciones han supuesto un terremoto en el mapa político parlamentario, con previsibles consecuencias sociales y políticas en Cataluña y España.

    En efecto, el salto de C’s, formación política ultra-neoliberal, a primera fuerza parlamentaria con 1.102.099, el 25,37%, y 36 escaños, incrementando su presencia electoral en las zonas urbanas a costa del PP que pierde 165.000 votos, 4,24% y 7 escaños, ganando una gran parte de anteriores abstencionistas, y en menor medida de otras formaciones políticas, tendrá consecuencias negativas sobre las aspiraciones de la clase trabajadora y la mayoría social de recuperar los derechos sociales y laborales perdidos. El notable avance electoral de C’s tendrá consecuencias nefastas para la búsqueda de una solución negociada y democrática a las legítimas aspiraciones de mayor autogobierno de Cataluña, al reforzar una nueva mentalidad “lerrouxista” en una parte de Cataluña, y empujar al PP a una posición de más dureza para no perder posiciones en su particular disputa con C’s por el espacio de la derecha a nivel estatal.

    En el bloque independentista, la sorpresa ha sido el sorpasso de las expectativas de ERC por la candidatura de la derecha independentista JuntsxCataluña promovida por el presidente Puigdemont, así como el colapso de la candidatura de la CUP que obtiene 4 escaños, perdiendo 144.442 votos y 6 escaños respecto 2015, votos que han fluido en beneficio principalmente de JuntsxCataluña, ERC y la abstención. Con sus 34 escaños JuntsxCataluña, 2 más que ERC, pretende hegemonizar desde la derecha nacionalista el bloque independentista, con el argumento de recuperar la legitimidad del presidente Puigdemont y del anterior gobierno.

    Para la candidatura del PSC, con un ligero incremento en votos que le permite pasar de 16 a 17 escaños, el resultado es frustrante respecto de sus propias expectativas y encuestas. Los errores cometidos al apoyar el artº 155, aliarse con la derecha nacionalista de la antigua Unió Democrática de Cataluña representada por Ramón Espadaler, le han pasado factura.

    En cuanto a la candidatura de En Comú Podem, los 323.695 votos y 8 escaños obtenidos, es un mal resultado respecto de los que consiguió Cataluña Sí que es Pot en 2015. Perder casi 44.000 votos y 3 escaños, debe ser motivo de profunda reflexión y autocrítica. Entre los errores cometidos constatamos que la falta de claridad en la defensa de la alternativa federal y solidaria, así como las debilidades simbólicas de la candidatura, han provocado una importante fuga de anteriores votantes hacia otras candidaturas, principalmente PSC y C’s, y han impedido conectar con una gran parte del electorado de las clases populares y trabajadoras, en gran parte de origen inmigrante y de cultura castellano parlante.

    La única alegría a saborear es el hundimiento electoral del PP que pierde 165.085 votos y 7 escaños. Pero es una alegría agridulce al ser C’s la fuerza beneficiada. Si en lugar de considerar el color de las banderas, se efectúa un análisis electoral en términos de izquierda y derecha, constatamos que en Cataluña las fuerzas abiertamente neoliberales (JxCat, PP, C’s) siguen teniendo la hegemonía a pesar de sus recortes (74 de 155 parlamentarios), si bien no dejan de decrecer (87 en 2010 o 78 en 2012). A pesar de todo, hay un proceso lento de cambio de hegemonía que sigue operando, lo que debe convocarnos a seguir luchando por una profunda transformación de la agenda política.

    Por una alianza de los pueblos y de las clases populares para cambiar España y Cataluña

    El bloqueo de una solución política a las legítimas aspiraciones al autogobierno de una parte de la población de Cataluña no puede resolverse a través de persistir en declaraciones unilaterales de independencia. Esa vía ha fracasado como era previsible, al no gozar de una mayoría suficiente de votos en 2015 y 2017, no contar con el apoyo o neutralidad de una mayoría social en España, y tampoco entre los estados de la Unión europea y del mundo. Es más, la senda de la DUI lo único que ha conseguido es despertar a la mitad de la ciudadanía de Cataluña que se siente amenazada por las consecuencias de la independencia y empujar a una gran parte en brazos de C’s, y en el resto de España, ha provocado el alineamiento de la mayoría de la sociedad contra su ruptura, en beneficio de los partidos defensores del artº 155, C’s, PP y PSOE.

    Es la hora de la reflexión colectiva sobre que hacer para superar este círculo vicioso y encontrar la vía que nos permita avanzar en el cambio social, la transformación democrática de la sociedad, y construir un estado federal y solidario de libre adhesión.

    Reincidir en la vía de la DUI solo servirá para provocar nuevas derrotas épicas y que el gobierno del estado aplique nuevas versiones más duras del artº 155, y/o que refuerce la intervención de Cataluña a través de la ley orgánica de estabilidad presupuestaria. Además, facilitará la recomposición de la dominación de la derecha recentralizante y neoliberal en España, y dificultará las posibilidades de cambio al situar en un terreno adverso el papel de las organizaciones políticas que lo promueven, como Unidos Podemos.

    Es fundamental situar como principales objetivos la defensa de los derechos sociales y laborales, el pleno empleo estable y digno, la reducción del tiempo de trabajo sin reducir el salario, el salario mínimo de 1200 euros, la derogación de la reforma laboral, la defensa de la salud y educación revirtiendo recortes y privatizaciones, recuperar la jubilación a los 65 años y el poder adquisitivo de las pensiones, nacionalizar la banca y los sectores estratégicos de la energía y el agua bajo control de la ciudadanía, etc. Para hacer realidad estos objetivos debe recuperarse la soberanía económica y romper con los Tratados neoliberales de la UE que impiden realizar otras políticas económicas al servicio de los intereses de la clase trabajadora y la mayoría social.

    En torno a la defensa del programa de cambio social es posible construir una amplia alianza de las clases populares y de los pueblos de España que posibilite echar a la derecha antisocial, neoliberal y centralista, del gobierno del estado.

    Tras el retroceso de las fuerzas de la izquierda y el reforzamiento de las fuerzas de la derecha en ambos bandos C’s y JuntsxCataluña, hay que favorecer la reorientación política de los sectores de la izquierda ilusionados con una supuesta dinámica de transformación social a partir del desarrollo del conflicto nacional, haciendo abstracción del análisis de la realidad concreta y de la correlación de fuerzas existente. Los hechos son elocuentes, en una sociedad como la catalana pluricultural y por tanto no homogénea, el independentismo provoca la división social en las clases populares, dificulta enormemente su movilización por los objetivos sociales, y debilita la influencia política de la izquierda transformadora en beneficio de la hegemonía de las derechas de ambos bandos.

    Debemos superar el espejismo de que la única forma de movilizar a la ciudadanía ante el horror neoliberal sea en clave nacionalista. La épica de la politización de grandes masas no puede substituir la reflexión sobre su contenido, de si apunta o no a la causa real del malestar social que vivimos en Cataluña, España y Europa. Nadie que analice objetivamente la situación puede dejar de ver que la causa de la crisis social que sufrimos es la contrarreforma que el ordoliberalismo está imponiendo a nuestros pueblos.

    Tratar de superar la impotencia para levantar a los pueblos en la forma que desearíamos, por una movilización de carácter patriótico no lleva al cambio social sino a una espiral conservadora, que niega el hilo rojo del movimiento emancipador de la clase trabajadora de los últimos siglos. El camino sigue siendo dirigirse a las mayorías para movilizarlas por sus necesidades inmediatas y de clase, ayudarlas a organizarse para levantar pacientemente desde la movilización social una nueva hegemonía. No hay atajos que nos permitan substituir esa labor a contracorriente, si queremos construir una sociedad de personas libres e iguales, fraternal y pacífica.

    Ahora en Cataluña, en los plazos fijados para que constituir el nuevo Parlament y elegir la nueva presidencia y gobierno de la Generalitat, se deberán resolver los conflictos de intereses y proyectos en el seno del bloque independentista.

    La izquierda independentista tiene la oportunidad de abrir una reflexión sobre la vía a seguir. Si abandona sinceramente la unilateralidad, y busca junto a la izquierda no independentista los objetivos comunes para articular una nueva mayoría por el cambio social en España y Cataluña, facilitará la superación de las mutuas desconfianzas en el conjunto de la sociedad y ayudará a generar una nueva confraternización que reúna las fuerzas y voluntades para acabar con el régimen borbónico y proclamar la IIIª República en el marco de un proceso constituyente en el conjunto de España.

    Las organizaciones de la izquierda transformadora internacionalista debemos prepararnos para afrontar los próximos escenarios políticos, impulsando la reflexión constructiva para superar los errores y debilidades observados de En Comú Podem, fortaleciendo la unidad de acción de los movimientos sociales, y prosiguiendo la lucha por la recuperación de la soberanía económica, la superación del capitalismo y la construcción del socialismo.

    Barcelona, 30 diciembre 2017


    Passat el 21D: s’ha recuperar l’agenda social per cambiar Catalunya i Espanya


    El resultat de les eleccions autonòmiques de Catalunya del 21 D, amb una participació del 81,94%, 7 punts més que el 2015, i el major percentatge aconseguit en eleccions autonòmiques catalanes des de 1980, mostren una societat dividida pràcticament per la meitat en torn al dilema d’independència o manteniment del vincle amb Espanya.

    Mentre el bloc independentista format per JuntsxCat, ERC i CUP sumen 2.063.371 vots i el 47,5%, el espai no independentista amb representació parlamentària format pel bloc defensor de aplicar l’article 155 format per C’s, PSC i PP, i la coalició de Catalunya en Comú que es va oposar a l’article 155, arriba a un nombre de 2.212.871 vots i un 50.94%.

    A pesar de no obtenir la majoria dels vots i descendir lleugerament en percentatge respecte a 2015, el bloc independentista renova la majoria absoluta al Parlament amb 70 escons, dos menys que en les eleccions autonòmiques anteriors i quatre menys que el 2012.

    El conjunt de forces polítiques no independentistes va obtenir 65 escons, 2 escons més que en 2015. També van obtenir 236.418 vots més, el 2,9%, respecte a 2015.

    La Llei Electoral amb una distribució territorial no proporcional (que les dretes d’Espanya i Catalunya mai han volgut canviar), és la causa de que el bloc independentista obtingui la majoria absoluta d’escons quan ha obtingut 246.363 vots menys que el no independentista.

    Caben diverses lectures del resultat electoral en funció del context polític provocat per la successió d’esdeveniments que tenen el seu inici en les decisions de la majoria independentista al Parlament el 6 i 7 de setembre, i continuen amb la convocatòria del referèndum de l’1 d’octubre i la seva repressió policial, les mobilitzacions massives independentistes i la rèplica de manifestacions massives no independentistes, el primer anunci de DUI del Parlament de Catalunya el 10 d’octubre, l’empresonament dels Jordi’s el 17 d’octubre, la desestimació de Puigdemont per convocar eleccions anticipades el 26 d’octubre, l’aprovació de l’art. 155 pel Senat amb el suport de PP, PSOE i C el 27 d’octubre, la DUI del Parlament el mateix dia a la tarda, la conseqüent intervenció del govern de la Generalitat per part del govern del estat en aplicació de l’article 155, l’empresonament de membres del govern autonòmic, l’autoexili a Bèlgica d’una altra part de dit govern amb el president Puigdemont al cap, i les conseqüències econòmiques del desplaçament fora de Catalunya de la seu social i fiscal de més de 3.000 empreses i bancs, etc.

    Per a uns el resultat aconseguit ha estat perjudicat per aquest context, per a altres ha beneficiat al provocar una resposta d’intensa mobilització i una aparició mediàtica excepcional des de l’autoexili.

    Al costat de la cronificació de la divisió social a Catalunya, s’ha dibuixat la divisió territorial entre les zones urbanes industrials i marítimes majoritàriament no independentistes, i les zones rurals proindependentistas.

    Però, més enllà de les grans xifres dels blocs electorals en conflicte sobre l’Estat nacional, aquestes eleccions han suposat un terratrèmol en el mapa polític parlamentari, amb previsibles conseqüències socials i polítiques a Catalunya i Espanya.

    En efecte, el salt de C’s la formació política ultra-neoliberal, a ser la primera força parlamentària amb 1.102.099, el 25.37% i 36 escons, incrementant la seva presència electoral a les zones urbanes a costa del PP que perd 165.000 vots, 4,24% i 7 escons, guanyant una gran part de anteriors abstencionistes, i en menor mesura d’altres formacions polítiques, tindran conseqüències negatives sobre les aspiracions de la classe treballadora i la majoria social de recuperar els drets socials i laborals perduts. El notable avanç electoral de C’s tindrà conseqüències nefastes per a la recerca d’una solució negociada i democràtica a les legítimes aspiracions d’autogovern de Catalunya, al reforçar una nova mentalitat «lerrouxista» en una part de Catalunya, i empènyer al PP a una posició de més duresa per no perdre les posicions en la seva particular disputa amb C’s per l’espai de la dreta a nivell estatal.

    En el bloc independentista, la sorpresa ha estat el sorpasso de les expectatives d’ERC per la candidatura de la dreta independentista JuntsxCatalunya promoguda pel president Puigdemont, així com el col·lapse de la candidatura de la CUP que obté 4 escons, perdent 144.442 vots i 6 escons respecte a 2015, vots que han fluït en benefici principalment de JuntsxCataluña, ERC i l’abstenció. Amb els seus 34 escons JuntsxCataluña, 2 més que ERC, pretén hegemonitzar des de la dreta nacionalista el bloc independentista amb l’argument de recuperar la legitimitat del president Puigdemont i del anterior govern.

    Per a la candidatura del PSC, amb un lleuger increment en vots que li permeten passar de 16 a 17 escons, el resultat és frustrant respecte a les seves pròpies expectatives i enquestes. Els errors comesos al recolzar l’art 155, aliar-se amb la dreta nacionalista de l’antiga Unió Democràtica de Catalunya representada per Ramón Espadaler, han passat factura.

    Pel que fa a la candidatura de En Comú Podem, els 323.695 vots i 8 escons obtinguts, és un mal resultat respecte als que va aconseguir Catalunya Si que és Pot en 2015. Perdre gairebé 44.000 vots i 3 escons, ha de ser motiu de profund reflexió i autocrítica. Entre els errors comesos constatem que la falta de claredat en la defensa de l’alternativa federal i solidària, així com les febles simbòliques de la candidatura, han provocat una important fuga d’anteriors votants cap a altres candidatures, principalment PSC i C’s, i han impedit connectar amb una gran part de l’electorat de les classes populars i treballadores, en gran part d’origen immigrant i de cultura castellana parlant.

    La única alegria que podem assaborir és la caiguda electoral del PP que perd 165.085 vots i 7 escons. Però és una alegria agredolça al ser C’s la força beneficiada. Si en lloc de considerar el color de les banderes, es fa una anàlisi electoral en termes de esquerra i dreta, constatem que a Catalunya les forces obertament neoliberals (JxCat, PP, C’s), segueixen tenint l’hegemonia a pesar de les sevas retallades (74 de 155 parlamentaris), si bé no deixen de decréixer (87 en 2010 o 78 en 2012). Malgrat tot, hi ha un procés lent de canvi d’hegemonia que segueix operant, el que ha de convocar-nos a seguir lluitant per una profunda transformació de l’agenda política.

    Per una aliança dels pobles i de les classes populars per canviar Espanya i Catalunya

    El bloqueig a una solució política de les legítimes aspiracions a l’autogovern d’una part de la població de Catalunya, no es pot resoldre mitjançant persistir en unilateral declaracions d’independència. Aquesta via ha fracassat com era previsible, al no gaudir d’una majoria suficient de vots en 2015 i 2017, no comptar amb el suport o neutralitat d’una majoria social a Espanya, ni tampoc entre els estats de la Unió Europea i del món. És més, la senda de la DUI, l’únic que ha aconseguit és despertar a la meitat de la ciutadania de Catalunya que se sent amenaçada per les conseqüències de la independència, empentant-la en gran part als braços de C’s, i a la resta d’Espanya, ha provocat l’alineació de la majoria de la societat contra una ruptura de règim, en benefici dels partits defensors de l’art 155, C, PP i PSOE.

    És l’hora de la reflexió col·lectiva sobre què fer per superar aquest cercle viciós i trobar la via que ens permeti avançar en el canvi social, la transformació democràtica de la societat, i la construcció de un estat federal i solidari de lliure adhesió.

    Reincidir en la via de la DUI només servirà per provocar noves derrotes èpiques i que el govern del estat apliqui noves versions més fortes de l’art. 155, i/o reforci la intervenció de Catalunya a través de la llei orgànica d’estabilitat pressupostària. A més, facilitarà la recomposició de la dominació de la dreta recentralitzadora i neoliberal a Espanya, i dificultarà les possibilitats de canvi situant en un terreny advers el paper de les organitzacions polítiques que el promouen, com Unidos-Podemos.

    És fonamental situar com a principals objectius la defensa dels drets socials i laborals, el ple treball estable i digne, la reducció del temps de treball sense reduir el salari, el salari mínim de 1200 euros, la derogació de la reforma laboral, la defensa de la salut i educació revertint retallades i privatitzacions, recuperar la jubilació als 65 anys i el poder adquisitiu de les pensions, nacionalitzar la banca i els sectors estratègics de l’energia i l’aigua sota control de la ciutadania, etc. Per fer realitat aquests objectius ha de recuperar la sobirania econòmica i trencar amb els Tractats neoliberals de la UE que impedeixen realitzar altres polítiques econòmiques al servei dels interessos de la classe treballadora i la majoria social.

    Al voltant de la defensa del programa de canvi social és possible construir una àmplia aliança de les classes populars i dels pobles d’Espanya que possibilitin fer fora a la dreta antisocial, neoliberal i centralista, del govern de l’estat.

    Després del retrocés de les forces de la esquerra i el reforçament de la dreta en els dos camps C’s i JuntsxCatalunya, cal afavorir la reorientació política dels sectors de la esquerra il·lusionats amb una suposada dinàmica de transformació social a partir del desenvolupament del conflicte nacional, fent abstracció de l’anàlisi de la realitat concreta i de la correlació de forces existents. Els fets són eloqüents, en una societat com la catalana pluricultural i per tant no homogènia, el independentisme provoca la divisió social en les classes populars, dificulta enormement la seva mobilització pels objectius socials i debilita la influència política de l’esquerra transformadora en benefici de l’hegemonia de les dretes de totes dugues bandes.

    Hem de superar l’emmirallament de que la única forma de mobilitzar la ciutadania davant l’horror neoliberal es en clau nacionalista. L’èpica de la politització de grans masses no pot substituir la reflexió sobre el seu contingut, si apunta o no a la causa veritable del malestar social que estem visquen a Catalunya, Espanya i Europa. Ningú que analitzi objectivament la situació pot deixar de veure que la causa d’aquesta crisi social que patim és la contrarreforma que el ordoliberalisme està imposant als nostres pobles.

    Tractar de superar la impotència per aixecar als pobles en la forma que ens agradaria, per una mobilització de caràcter patriòtic no porta al canvi social sinó a una espiral conservadora, que nega el fil vermell de l’emancipació de la classe treballadora dels últims segles. El camí segueix sent dirigir-se a les majories per mobilitzar-les per les seves necessitats immediates i de classe, ajudar-les a organitzar-se per aixecar pacientment des de la mobilització social una nova hegemonia. No hi ha dreceres que ens permetin substituir aquest treball a contracorrent, si volem construir una societat de persones lliures i iguals, fraterna i pacífica.

    Ara a Catalunya, en els terminis fixats per constituir el nou Parlament i triar la nova presidència i govern de la Generalitat, s’han de resoldre els conflictes d’interessos i projectes dins del bloc independentista.

    L’esquerra independentista té l’oportunitat d’obrir una reflexió sobre la via a seguir. Si abandona sincerament la unilateralitat i busca conjuntament a la esquerra no independentista els objectius comuns per articular una nova majoria per la modificació social a Espanya i Catalunya, facilitarà la superació de les mútues desconfiances en el conjunt de la societat i ajudarà a generar una nova confraternització que reuneixi les forces i voluntats per acabar amb el règim borbònic i proclamar la IIIª República en el marc d’un procés constituent en el conjunt d’Espanya.

    Les organitzacions de la esquerra transformadora internacionalista hem de preparar-nos per afrontar els propers escenaris polítics, impulsant la reflexió constructiva per superar els errors i febles observats de En Comú Podem, enfortint la unitat d’acció dels moviments socials, i continuant la lluita per la recuperació de la sobirania econòmica, la superació del capitalisme i la construcció del socialisme.

    Barcelona, 30 de desembre de 2017

    Xarxa Socialisme 21

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  • Comunicado del Frente Antiimperialista ante la declaración de EE.UU. de reconocer a Jerusalén como capital de Israel

    Nuevamente el presidente de Estados Unidos realiza una declaración de guerra al pueblo palestino y con ella a toda la humanidad. Una vez más viola el mandato de Naciones Unidas, las múltiples resoluciones emitidas por más de seis décadas, el derecho del heroico pueblo palestino y el Derecho Internacional, al designar a la ciudad de Jerusalén como capital de la entidad sionista de Israel y trasladar la sede de la embajada de EE.UU. a esa ciudad.

    La declaración del presidente Trump se inscribe en la lógica colonialista e imperialista de Estados Unidos. Desde la caída de los países del Este, todas las administraciones estadounidenses, tanto demócratas como republicanas, han aumentado su potencia militar y han expandido distintas forma de guerra por todo el planeta. La impunidad de Estados Unidos y la connivencia de los países aliados, especialmente de Europa, así como de las monarquías árabes, hacen posible una nueva fase de esta Guerra Mundo.

    Desde el Frente Antiimperialista condenamos la decisión adoptada por el gobierno estadounidense. Consideramos que esta declaración es una nueva agresión al derecho del pueblo palestino a su amada tierra con Jerusalén Oriental como su capital.

    Durante años, la entidad sionista de Israel ha ejercido de potencia colonial, ha sido el gendarme de toda la zona y practica con el pueblo palestino un apartheid comparable al que tuvo lugar en Sudáfrica: se apropia de sus tierras, destruye sus casas, encarcela y asesina a los jóvenes que se resisten a la ocupación, trata, por todos los medios, de expulsar a la población palestina de Jerusalén y practica una limpieza étnica sin precedentes en toda la historia de la humanidad, en clara violación de todos los tratados y con la connivencia hipócrita del bloque hegemónico atlantista y sus satélites. Además, resulta una amenaza para toda la región como único poseedor de armas nucleares.

    La decisión de Trump responde a su vez a la cada vez mayor influencia de la entidad sionista de Israel en el Mundo. No existen diferencias significativas entre los intereses Estadounidenses y los sionistas por la hegemonía en el planeta. Desde el Frente Antiimperialista denunciamos también esta influencia sionista en el gobierno del Estado español y sus distintas administraciones, que quedó evidenciada el 6 de noviembre, cuando la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, entregó la llave de Oro de la ciudad al presidente israelí Reuven Rivlin y sin embargo no entregó las llaves al presidente palestino Mahmud Abbas.

    Repudiamos la pusilánime subordinación del gobierno español en política exterior y condenamos el aliento que se le ha dado a la agresividad sionista.

    Estamos ante un nuevo atentado al Derecho Internacional por parte de EEUU, que no sólo
    aumentará la tensión en la zona, sino que anticipa un incremento de la escalada bélica en todo el mundo. Según el Derecho internacional, Jerusalén Oriental (incluida la Ciudad Vieja y sus lugares sagrados) no son legalmente parte de Israel; la comunidad internacional no reconoce la soberanía de ningún país en cualquier parte de Jerusalén.

    Cualquier ser humano que ame la paz, no puede dejar de levantar la voz contra el imperialismo, en solidaridad con el pueblo palestino y su derecho a luchar por la recuperación de su tierra, su derecho al retorno y a la capital de su estado en Jerusalén. No podemos callar ante un nuevo acto criminal cuya trascendencia para la región y para el mundo no podemos imaginar todavía.

    Desde el Frente Antiimperialista denunciamos y condenamos esta nueva declaración de guerra del imperialismo. Nuestro deber internacionalista está del lado de los derechos de los palestinos a recuperar su tierra.

    El Frente Antiimperialista manifiesta así mismo que la decisión de EE.UU. debe considerarse un criminal premio de consolación a la entidad sionista que ve cada día como su estrategia de construir un Gran Oriente Medio capitaneado por Israel – compartida con el imperialismo euro-estadounidense y con Arabia Saudí – se desmorona ante la victoria incontestable de la Resistencia Árabe en Iraq, Siria y Yemen. El pueblo palestino resistirá, como lo ha hecho desde hace sesenta años, ahora con moral de victoria, porque hoy más que nunca Palestina es el corazón de la dignidad y la identidad árabe.

    ¡Jerusalén siempre será la capital de Palestina!

    Frente Antiimperialista

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  • Declaración de XS21 ante las elecciones del 21D – Declaració de X21 davant les eleccions del 21D

    (en català a sota)

    Por el cambio social y democrático en Cataluña: Vota la candidatura de Catalunya en comú-Podem

    La convocatoria de elecciones a la Generalitat de Cataluña el 21 de diciembre se inscribe en un contexto de excepcionalidad tras la intervención del gobierno autonómico en aplicación del artº 155 de la Constitución ante la Declaración Unilateral de Independencia aprobada por el Parlament de Cataluña el 27 de octubre. La prisión injusta y desproporcionada de los Jordi’s y de varios miembros del gobierno, así como la marcha a Bélgica de Puigdemont y parte del gobierno tensan dicha excepcionalidad. Debe añadirse la incertidumbre económica agudizada por el cambio de sede social y fiscal de miles de empresas radicadas en Cataluña, que tienen el grueso de su negocio en el conjunto del mercado español, para completar el marco en que se va a desarrollar la contienda electoral.

    El bloque independentista, tras la derrota de su aventurada apuesta, al no contar con el apoyo de una mayoría social en Cataluña, ni la simpatía de una parte significativa de la sociedad española, ni la neutralidad o apoyo de otros países de la Unión Europea y del mundo, encuentra una salida política en la convocatoria electoral realizada por el gobierno de España, y que el propio bloque ha legitimado decidir participar.

    En estas circunstancias, la polarización del debate electoral sobre la relación de Cataluña con España, va a ser utilizado por las opciones nacionalistas independentistas y los partidos nacionalistas españoles del llamado bloque monárquico, para no entrar a fondo en el debate económico y social, sobre las propuestas efectivas para alcanzar el pleno empleo en condiciones estables y dignas, dotar de medios suficientes a la salud pública y superar el drama de masivas colas de espera para ser operado, el impulso a una educación pública de calidad, la protección efectiva del derecho a la vivienda y el acceso a los servicios de agua y energía, particularmente de la población más vulnerable, la defensa de las pensiones dignas amenazadas por las políticas neoliberales del gobierno Rajoy y aliados, etc.

    La mayoría de fuerzas políticas, tanto del bloque independentista cómo del monárquico, seguirán eludiendo el debate sobre las causas económicas, políticas y sociales que explican la dimensión alcanzada por el conflicto nacional: Renuncia y traición a la soberanía económica y popular en España y Cataluña tras la puesta en marcha del Tratado de Maastricht, la imposición de la moneda única y de los Tratados de la Unión Europea Europlus y de Estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, la contrarreforma de la Constitución española con el artº 135 que prioriza el pago de la deuda exterior y la reducción del déficit público sobre la cobertura del gasto social en salud, educación y protección social. En resumen, sobre el origen de las políticas de ajuste y austeridad que ha sufrido la mayoría social a lo largo de cerca de un decenio.

    Para la Xarxa Socialisme 21, mientras no se vaya a la raíz del deterioro de la crisis económica, social y política en España y en Cataluña, y no se recupere la soberanía económica y popular en el conjunto de los pueblos del estado español, no habrá democracia real, persistirá la crisis del modelo de estado, aumentará la desigualdad, y seguirá la pobreza que afecta a millones de personas y una parte creciente de la clase trabajadora. En resumen, continuarán sin solución los graves problemas sociales y políticos existentes.

    Constatamos que, sin movilización de la clase trabajadora y clases populares de manera sostenida y empoderada, las posibilidades de actuación en el Parlament y en el resto de instituciones de gobierno para transformar la realidad económica, social y política son muy limitadas.

    En las actuales circunstancias, la fractura social dificulta la movilización en defensa de los derechos económicos, laborales y sociales básicos. Es una tarea de todas las gentes de la izquierda transformadora y solidaria ponerse a trabajar para recomponer la unidad de acción y fortalecer la capacidad de movilización social.

    Ante el escenario electoral de 21 D, nos encontramos que en el bloque independentista Junts per Catalunya, heredera del PDeCAT y la antigua CiU partido de la corrupción ha sido responsable en los últimos años de la aplicación de graves recortes sociales en Cataluña; ERC ha sido corresponsable de dichos recortes en la última legislatura; la CUP facilitó la aprobación de los presupuestos antisociales en 2017, al subordinar la defensa de los derechos sociales a la independencia.

    En el bloque monárquico, el PP, líder de la corrupción, es el principal responsable de las políticas de austeridad y recortes sociales aplicados en España, de la contrarreforma laboral que destruyó, precarizó y empobreció millones de puestos de trabajo, de la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, etc.; C’s es el nuevo partido de la derecha española de carácter ultraliberal que intenta desbordar al PP por su flanco más conservador; el PSC se encuentra atrapado entre sus prácticas antisociales en el gobierno Tripartito en Cataluña, la herencia de las políticas de recortes de Zapatero, especialmente con la contrarreforma de las pensiones y laborales, y metido en una preocupante alianza con el partido de la derecha nacionalista neoliberal de Duran y Lleida (que votó a favor de la contrarreforma laboral y la ley orgánica de estabilidad presupuestaria que blinda las medidas de ajuste y austeridad en el congreso de diputados donde tenía mayoría absoluta el PP).

    Ante este preocupante panorama, la única opción electoral que defiende un programa de cambio favorable a la clase trabajadora y las clases populares, y que propone una solución dialogada y democrática para superar el conflicto nacional, es la candidatura de Cataluña en Comú-Podem, si bien consideramos que hubiera sido preferible formular con mayor claridad una propuesta de nueva relación entre Cataluña y España desde una perspectiva federal.

    Para alcanzar los objetivos de una democracia real, la justicia, la igualdad, la cooperación, la fraternidad y la solidaridad, la Xarxa Socialisme 21 llamamos a la clase trabajadora y clases populares, a las personas activistas de los movimientos sociales, a votar a favor de la candidatura de Cataluña en Comú-Podem, y a implicarse de manera constante y organizada en los movimientos sociales frente a los bloques neoliberales que hoy fracturan Cataluña.

    ¡Participemos activamente en la acción política para transformar Cataluña y España!

    Barcelona, diciembre 2017 – Xarxa Socialisme21

    Pel canvi social i democràtic a Catalunya: vota la candidatura de Catalunya en Comú-Podem

    La convocatòria d’eleccions a la Generalitat de Catalunya el 21 de desembre s’inscriu en un context d’excepcionalitat després de la intervenció del govern autonòmic en aplicació de l’art. 155 de la Constitució davant la Declaració Unilateral d’Independència aprovada pel Parlament de Catalunya el 27 d’octubre. La presó injusta i desproporcionada dels Jordis i de diversos membres del govern, així com la marxa a Bèlgica de Puigdemont i part del govern tensen aquesta excepcionalitat. Cal afegir la incertesa econòmica aguditzada pel canvi de seu social i fiscal de milers d’empreses radicades a Catalunya, que tenen el gruix del seu negoci en el conjunt del mercat espanyol, per completar el marc en què es va a desenvolupar la contesa electoral.

    El bloc independentista, després de la derrota de la seva aventurada aposta, en no comptar amb el suport d’una majoria social a Catalunya, ni la simpatia d’una part significativa de la societat espanyola, ni la neutralitat o suport d’altres països de la Unió Europea i del món, troba una sortida política a la convocatòria electoral realitzada pel govern d’Espanya, i que el mateix bloc ha legitimat en decidir participar-hi.

    En aquestes circumstàncies, la polarització del debat electoral sobre la relació de Catalunya amb Espanya, serà utilitzada per les opcions nacionalistes independentistes i els partits nacionalistes espanyols de l’anomenat bloc monàrquic, per no entrar a fons en el debat econòmic i social, sobre les propostes efectives per aconseguir la plena ocupació en condicions estables i dignes, dotar de mitjans suficients a la salut pública i superar el drama de massives cues d’espera per ser operat, l’impuls a una educació pública de qualitat, la protecció efectiva del dret a la habitatge i l’accés als serveis d’aigua i energia, particularment de la població més vulnerable, la defensa de les pensions dignes amenaçades per les polítiques neoliberals del govern Rajoy i aliats, etc.

    La majoria de forces polítiques, tant del bloc independentista com del monàrquic, seguiran eludint el debat sobre les causes econòmiques, polítiques i socials que expliquen la dimensió assolida pel conflicte nacional: Renúncia i traïció a la sobirania econòmica i popular a Espanya i Catalunya després la posada en marxa del Tractat de Maastricht, la imposició de la moneda única i dels Tractats de la Unió Europea «Europlus» i de «Estabilitat pressupostària i sostenibilitat financera», la contrareforma de la Constitució espanyola amb l’article 135 que prioritza el pagament del deute exterior i la reducció del dèficit públic sobre la cobertura de la despesa social en salut, educació i protecció social. En resum, sobre l’origen de les polítiques d’ajust i austeritat que ha patit la majoria social al llarg de prop d’un decenni.

    Per a la Xarxa Socialisme 21, mentre no es vagi a l’arrel del deteriorament de la crisi econòmica, social i política a Espanya i a Catalunya, i no es recuperi la sobirania econòmica i popular en el conjunt dels pobles de l’estat espanyol, no hi haurà democràcia real, persistirà la crisi del model d’estat, augmentarà la desigualtat i seguirà la pobresa que afecta milions de persones i una part creixent de la classe treballadora. En resum, continuaran sense solució els greus problemes socials i polítics existents.

    Constatem que, sense mobilització de la classe treballadora i classes populars de manera sostinguda i empoderada, les possibilitats d’actuació al Parlament i a la resta d’institucions de govern per transformar la realitat econòmica, social i política són molt limitades.

    En les actuals circumstàncies, la fractura social dificulta la mobilització en defensa dels drets econòmics, laborals i socials bàsics. És una tasca de totes les persones de l’esquerra transformadora i solidària posar-se a treballar per recompondre la unitat d’acció i enfortir la capacitat de mobilització social.

    Davant l’escenari electoral de 21-D, ens trobem que en el bloc independentista «Junts per Catalunya», hereu del PDeCAT i l’antiga CiU partit de la corrupció, ha estat responsable en els últims anys de l’aplicació de greus retallades socials a Catalunya; ERC ha estat corresponsable d’aquestes retallades en l’última legislatura; també la CUP que al facilitar l’aprovació dels pressupostos antisocials a 2017, va subordinar la defensa dels drets socials a la independència.

    En el bloc monàrquic, el PP, líder de la corrupció, és el principal responsable de les polítiques d’austeritat i retallades socials aplicades a Espanya, de la contrareforma laboral que va destruir, va precaritzar i empobrir milions de llocs de treball, de la pèrdua de poder adquisitiu de les pensions, etc.; Ciudadanos és el nou partit de la dreta espanyola de caràcter ultraliberal que intenta desbordar el PP pel seu flanc més conservador; el PSC es troba atrapat entre les seves pràctiques antisocials en el govern Tripartit a Catalunya, l’herència de les polítiques de retallades de Zapatero, especialment amb la contrareforma de les pensions i laborals, i ficat en una preocupant aliança amb el partit de la dreta nacionalista neoliberal de Duran i Lleida (que va votar a favor de la contrareforma laboral i la llei orgànica d’estabilitat pressupostària que blinda les mesures d’ajust i austeritat al congrés de diputats on tenia majoria absoluta el PP).

    Davant d’aquest preocupant panorama, l’única opció electoral que defensa un programa de canvi favorable a la classe treballadora i les classes populars, i que proposa una solució dialogada i democràtica per superar el conflicte nacional, és la candidatura de Catalunya en Comú-Podem, si bé considerem que hagués estat preferible que hagues formulat amb més claredat una proposta de nova relació entre Catalunya i Espanya des d’una perspectiva federal.

    Per assolir els objectius d’una democràcia real, la justícia, la igualtat, la cooperació, la fraternitat i la solidaritat, Xarxa Socialisme 21 crida a la classe treballadora i les classes populars, a les persones activistes dels moviments socials, a votar a favor de la candidatura de Catalunya en Comú-Podem, i a implicar-se de manera constant i organitzada en els moviments socials enfront dels blocs neoliberals que avui fracturen Catalunya.

    Participem activament en l’acció política per transformar Catalunya i Espanya!

    Barcelona, desembre 2017 – Xarxa Socialisme21

     

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  • Firma el manifiesto: Exigimos la derogación de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera

     Aquí se puede firmar el manifiesto y ver las 50 primeras firmas.

    El gobierno del estado, a través del Ministerio de Hacienda, ha intervenido recientemente las cuentas del ayuntamiento de Madrid impidiendo la aplicación de políticas públicas y sociales que benefician a la mayoría de la ciudadanía y especialmente a la población más vulnerable.

    Esta tutela autoritaria del ayuntamiento de Madrid se realiza en aplicación de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que entró en vigor el 1 de mayo de 2012 tras su aprobación en el Congreso de Diputados con el apoyo del PP, UPyD, UPN y CiU. Esta Ley, se inspira en la contrarreforma de la constitución española mediante el artº 135, que tuvo el apoyo del PSOE y PP en septiembre de 2011, y anticipa en España el “Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria” en vigor desde el 1 de enero de 2013.

    En una Carta Pública enviada al Congreso de los Diputados el 1 de febrero de 2016, suscrita por personas del ámbito de la política, la cultura y los movimientos sociales, se denunciaba las consecuencias negativas que dicha legislación tendría sobre el bienestar de la mayoría social, al blindar las políticas de ajuste y austeridad impuestas por la Comisión Europea y el BCE, imponiendo objetivos arbitrarios sobre el déficit, la deuda y el gasto social públicos, opuesta a considerar otras políticas económicas alternativas, como las medidas de progresividad fiscal y lucha contra el fraude, recuperación de soberanía económica y popular, o sin tener en cuenta la propia evolución dela coyuntura económica, etc.

    También se advertía en dicha Carta sobre la ruptura del equilibrio institucional entre el Gobierno central, el de las Comunidades autónomas, y el autogobierno municipal, y que la recentralización del estado que se ponía en marcha agravaría las tensiones territoriales en España.

    Estos temores se han visto ampliamente confirmados. Como consecuencia de dicha legislación retrógrada nos encontramos ante la creación de un Estado Gendarme al servicio de los intereses de las élites que explotan y defraudan fiscalmente y que a su vez se arrodilla servilmente ante las oligarquías centroeuropeas y la banca y fondos transnacionales.

    Ni siquiera la relativa mejora de la coyuntura económica ha permitido flexibilizar la aplicación de la legislación que blinda las políticas de privatizaciones y recortes sociales. En realidad, se trata de imponer a cualquier precio el objetivo de dominación de un Gobierno neoliberal en minoría parlamentaria. El gobierno de Mariano Rajoy quiere evitar que las políticas sociales de los ayuntamientos del cambio puedan fructificar, hacerse visibles, y alentar la esperanza de cambio entre la mayoría social.

    La intervención del Ministro Montoro sobre las cuentas del ayuntamiento de Madrid, y previamente sobre las cuentas de la Generalitat de Cataluña, lanza un mensaje amenazante al autogobierno de los ayuntamientos de España y de las Comunidades autónomas.

    El actual gobierno del ayuntamiento de Madrid, que ha tenido que gestionar con notable éxito la gigantesca deuda heredada y la desastrosa gestión trufada de corrupción y fraude de los anteriores alcaldes del PP, merece nuestro apoyo y solidaridad.

    La defensa de la democracia, del derecho al autogobierno en ayuntamientos y comunidades autónomas, para impulsar políticas sociales y de inversión pública en beneficio de la mayoría de la ciudadanía, son incompatibles con las leyes que imponen de manera dogmática las políticas de ajuste y austeridad.

    En consecuencia, las personas abajo firmantes, llamamos a adherirse a esta Declaración y movilizarse por el objetivo de derogar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, elevar esta demanda al Congreso de los Diputados, así como exigir la dimisión del Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, amigo de quienes defraudan al fisco y enemigo de los ayuntamientos e instituciones que gobiernan a favor del pueblo.

    Noviembre 2017

    En defensa de la democracia, los derechos sociales y el autogobierno de Ayuntamientos y CC.AA

    El Colectivo Prometeo insta a firmar este manifiesto para mostrar nuestro nuestro rechazo a las actuaciones de Montoro y todo el Gobierno del PP contra ayuntamientos y comunidades autónomas que se desvían de sus políticas de recortes sociales para emplearlos en privilegios para los de siempre.
    Por el respeto al autogobierno contemplado en la Constitución, por el respeto a las opciones elegidas por la ciudadanía, contra la anulación de las políticas cercanas a la gente a base de golpe de decreto gubernamental como si al final fuera el gobierno central quin dirigiera todas las administraciones. Es un nuevo golpe a la democracia, a todo aquello que se mueva contra la puesta a disposición de los ricos del dinero público.
    En este enlace se puede firmar y ver las 50 primeras firmas.
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